Fernando Cillóniz, presidente y gerente general de Inform@cción, experto en agricultura y minería, reflexiona en la siguiente entrevista sobre las condiciones actuales del sector agrícola peruano.
Desde el 2007 se ha producido un alza en los precios de los alimentos a nivel global y local ¿Cómo favorece esto a los agricultores peruanos en general y a los de la sierra en particular?
El alza de los precios suele ser un fenómeno muy criticado a nivel periodístico, y sobre todo a nivel político. Eso denota que el periodismo y la política están más del lado de los consumidores y no del lado de los productores. Cuando suben los precios de los alimentos y uno es el que los produce, pues uno gana. Eso es en general lo que el periodismo y la política no ven. Los que ganan con el alza de los precios de los alimentos, en este caso, somos los agricultores del Perú y particularmente los de la sierra peruana.
En ese contexto ¿se puede afirmar que la liberación de la economía ha generado una nueva relación entre el campo y la ciudad?
No sé si es la liberalización de la economía o qué. Lo que sí puedo asegurar, por lo que veo y por lo que estudio, es que el proceso migratorio del campo a la ciudad es un fenómeno masivo y es un fenómeno mundial. Lo que está pasando en la China, en Europa, en Estados Unidos, es lo que está pasando en el Perú. Los jóvenes, sobre todo los jóvenes, están dejando el campo, y están migrando a los pueblos, a las ciudades. El Perú hace 70 años era 70% rural y 30% urbano. Hoy se volteó la tortilla: el Perú es 70% rural y 30% urbano, y esto es un proceso. De manera que de aquí a 30 años volveremos a hablar y veremos a un país – como Estados Unidos o los países de Europa – donde el 5% o el 3% de la población está en el campo, y el grueso de la población está en las ciudades. En consecuencia, los productores de alimentos somos cada vez menos, y los consumidores citadinos son cada vez más. Esta relación se está dando no sé si por la liberalización, pero, definitivamente, la está propiciando el desarrollo económico del país: el desarrollo industrial, de los servicios, la construcción, etc.
Los críticos del modelo económico dicen que los ingresos del campo están estancados, mientras solo progresan los empresarios. ¿Es cierto?
Absolutamente falso. Lo podemos decir quienes estamos en el sector y tenemos que remunerar a nuestros trabajadores. El fenómeno es más o menos así: Es muy difícil conseguir gente para trabajar en el campo y cada semestre nosotros renovamos contratos y es materialmente imposible renovar los contratos en los mismos términos económicos. Eso es el mercado, me alegro por los trabajadores y sus familias, y ese es el gran desafío que tenemos los agricultores: hacer negocio con costos crecientes. Afortunadamente, como lo he dicho en otras ocasiones, los precios también siguen creciendo. En consecuencia, es el turno de la agricultura eficiente, porque el que realmente pierde es el agricultor ineficiente. El ineficiente tiene costos crecientes, pero no tiene productos que vender a precios crecientes. En consecuencia, el productor agrario ineficiente está en vías de extinción.
¿Tiene algunos indicadores de los ingresos de los trabajadores del campo?
Ciertamente, me costó mucho conseguir información del Ministerio de Trabajo y no hay sino que ir allí. El régimen agrario ha propiciado el incremento de la formalidad en el sector y un aumento de las remuneraciones del orden de un15% anual durante los últimos cinco años. Eso está graficado y documentado en el Ministerio de Trabajo, y, como todo promedio, suele esconder parte de la realidad. La realidad es que la agricultura exportadora que está incluida en este gráfico general tiene registros privados que denotan que demuestran que los salarios están subiendo por encima de 20% anual durante los últimos cinco años.
¿Se debe mantener el régimen de la ley especial laboral para el sector exportador, por qué?
Obviamente que sí. El régimen laboral especial agrario ha formalizado a cerca de 500,000 peruanos que solían trabajar informalmente y, mejor que eso, está generando aumentos en las remuneraciones. Además del aumento en las remuneraciones, lo que se nota en todo el espacio agrícola moderno y competitivo del Perú son las mucho mejores condiciones de trabajo. Por ejemplo, transporte del personal a las ciudades, alimentación del personal por cuenta de las empresas, y en algunos espacios centros de pernoctación que se equiparán con hoteles muy cómodos, para que la gente esté cómoda – valga la redundancia – en estos centros de trabajo agrícola.