Fernando Cillóniz B. Gobernador Regional de Ica Lima, 21 de diciembre de 2018 Para Correo Ica y Lampadia
Los iqueños tenemos motivos de sobra para celebrar – felices – estas fiestas de Fin de Año. Ciertamente, no me refiero a los amargados de siempre para quienes todo está mal… nada está bien. Aquellos que lo único que hacen es insultar a través de las Redes Sociales, donde vomitan sus groserías y maledicencias. Eso sí… nunca dan la cara. Son devotos del dios cobardía.
En fin… ¡allá ellos! Mejor celebremos con alegría lo que tenemos a nuestro alcance, y lo que tenemos por venir… “en el nombre del agua, la salud, la educación, y la justicia”.
En el nombre del agua… hemos logrado la Hermandad con Huancavelica y Ayacucho. Gracias a ella, hemos construido decenas de reservorios en las cabezadas de nuestras cuencas. Y con el agua almacenada en dichos reservorios, hemos plantado miles de hectáreas de bosques, y cercado otras tantas hectáreas de pastizales.
Además, la Hermandad del Agua ha propiciado el respaldo huancavelicano a la Iniciativa Privada Cofinanciada para el afianzamiento hídrico de Huaytará – Ica y Castrovirreyna – Pisco. O sea… ¡el sueño del Agua Grande se hace realidad!
En el nombre de la infraestructura… tenemos obras nuevas muy interesantes. La autopista Chincha – Pisco. El aeropuerto de Pisco… modernísimo. El Puerto de Pisco… en pleno proceso de construcción. Y las carreteras de penetración Chincha – Villa de Armas – Huancavelica, e Ica – Los Molinos – Huaytará.
Por venir… tenemos la autopista Pisco – Ica. La Vía de Evitamiento de Ica. Y la autopista Ica – Desvío Quilca, en Arequipa. También vienen… el Tren de Cercanías Lima – Ica. El Tren Apurímac – Marcona. Y el nuevo Puerto de Marcona.
En el nombre de la salud… pregunto: ¿gente amargada… tanto les cuesta reconocer nuestros logros? Dicho sea de paso… ¡qué impertinente resultó la reciente visita del Gobernador Regional electo – al Hospital Regional – con un séquito de periodistas chantajistas para fotografiar bolsas de basura… listas para su disposición final! ¿Tanto les gustan las vísceras encarroñadas? Peor aún… ¡qué irresponsable la idea de ir – en mancha – a las salas de cirugía y a la UCI, después de haber estado en contacto con materiales contaminados! ¿Chantaje? ¿Arrogancia? ¿Figuretismo?… ¡Pésimo ejemplo!
Aun así, en Salud tenemos mucho que celebrar. Cero colas en nuestros hospitales. Más y mejores servicios asistenciales. Epidemia de Dengue controlada. Mayor nivel de satisfacción de los pacientes. ¡ETCÉTERA!
Sigamos. En el nombre de la educación… estamos muy felices. Más matrículas escolares. Mejores aprendizajes. Hemos triplicado el medallero olímpico escolar. SINFÓNICA – nuestro coro de 1,800 niños – es el deleite de muchos iqueños. Y TECNOLÓGICA ya lanzó al mercado sus primeras “Startups”.
Finalmente, en el nombre de la justicia… ¡qué bien hicimos en darle duro a los corruptos! Estábamos dominados por varias mafias. En Transportes, coimeaban a sus anchas… y no pasaba nada. En Salud, abandonaban el Hospital… y no pasaba nada. Incluso, cobraban como si hubieran trabajado normalmente. Todo amparado por el Colegio Médico de Ica. En Educación, manoseaban a las alumnas… y no pasaba nada. Las mafias incluían a Congresistas, Consejeros Regionales, periodistas, etc. Hasta los “Número 1” estaban metidos en la danza. Pues bien – por fin – esta vez perdieron los corruptos.
Por todo ello – a pesar de los amargados – celebremos felices estas Fiestas de Fin de Año. ¡Salud Ica! Lampadia
Dándole la estocada final a la crisis venezolana
21 de diciembre de 2018
La crisis humanitaria, económica, social y política de Venezuela parece no tener fin. Según los últimos datos proyectados del FMI al cierre del presente año, el déficit fiscal en este país superaría el 7% del PBI y la deuda pública ascendería a casi el 70%. Esta política de mayor gasto público, financiada en gran parte por un banco central capturado por la dictadura de Maduro, más allá de reactivar la economía – Venezuela fue la única economía de América Latina y el Caribe que no creció en el 2017, caída que ascendió al 14% – ha generado una hiperinflación, que el FMI estima que cerrará este año en un 1’000,000%.
Este aumento generalizado y desenfrenado de precios que parece de nunca acabar ha destruido los salarios reales de los venezolanos que, según un reciente artículo escrito por Ricardo Haussman, profesor de economía de la Universidad de Harvard, a duras penas les permite comprar 2 huevos al día.
Sin embargo, aún cuando la solución del problema económico de Venezuela se encuentre en cualquier libro de texto de macroeconomía básico de primeros ciclos de un estudiante universitario de economía, estos no son sus únicos problemas.
Como indica Haussman, existen también graves problemas de salud y de delincuencia que afectan a la población venezolana como por ejemplo, un aumento notable de enfermedades, como la malaria y la anemia, así como una mayor presencia de organizaciones delictivas, como las FARC y el ELN de Colombia, que han hecho de gran parte del territorio venezolano, su hogar.
Como bien señala uno de los fundadores de la escuela de economía de la Universidad de Chicago y también Premio Nobel de Economía, Milton Friedman, si deseas saber cómo se siente la gente ordinaria con respecto a la condición de vida de su país, debes mirar cómo votan con los “pies”. Y en el caso de Venezuela, lo que se ha observado es la mayor inmigración que ha podido presenciar Las Américas, con magnitudes semejantes a las de Siria. En este sentido, ¿Es posible darle fin a esta crisis que tanto aqueja a nuestros hermanos venezolanos y que los obliga a buscar mejores oportunidades en la región?
Ciertamente es posible, pero como sugiere Haussman, requiere de una coordinación entre la comunidad internacional y las fuerzas democráticas venezolanas. Es necesario que el 10 de enero, la Asamblea Nacional, que fue elegida y respaldada en el 2015 por más del 60% de la población, designe a un nuevo gobierno y a un nuevo mando militar, que permitan retornar a la democracia, aún cuando esto implique una falta a la constitución vigente.
Asimismo, para un correcto proceder en este proceso, es fundamental que las fuerzas armadas respeten las decisiones de la Asamblea, con el objetivo de asegurar que no se vulneraran los derechos humanos de ningún ciudadano venezolano que apoye la reforma.
Con respecto al apoyo internacional, este ya está dado pues los resultados de las elecciones que tuvieron lugar en mayo del presente año no fueron avalados ni por los países más importantes de América Latina ni por Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y Japón, entre muchos otros. En ese sentido, el apoyo está más que garantizado si es que se toma esta dura decisión.
Urge ponerla en práctica a la brevedad, de ser posible, el 10 de enero del 2019, día en el que empieza el nuevo mandato, no reconocido interna y externamente, de Maduro. ¡Nuestros hermanos venezolanos lo piden a gritos!Lampadia
Cómo poner fin a la pesadilla de Venezuela
3 de diciembre, 2018 RICARDO HAUSMANN Traducción de Ana María Velasco
Ricardo Hausmann,ex ministro de planificación de Venezuela y ex economista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo, es director del Centro para el Desarrollo Internacional (CID) en la Universidad de Harvard y profesor de economía en la Kennedy School of Governmentde Harvard.
CAMBRIDGE – Desear que un problema desaparezca, rara vez es una estrategia efectiva. Mientras la comunidad internacional ha estado enfocando su atención en otros asuntos, la catástrofe venezolana se ha profundizado. Y de continuar las tendencias actuales, ella solo puede empeorar.
Con un día de trabajo al salario promedio, ahora se compran 1.7 huevos o un kilo de yuca, la caloría más barata disponible. Un kilo de queso local cuesta 18 días de trabajo al salario promedio, y un kilo de carne cuesta casi un mes, dependiendo del corte. Los precios se han estado elevando a tasas hiperinflacionarias durante 13 meses seguidos y la inflación va camino a exceder la marca de 1,000,000% este mes. La producción continúa cayendo como una piedra: según la OPEP, en octubre de 2018 había bajado el 37% en relación al año anterior, o casi 700,000 barriles diarios.
De acuerdo a Alianza Salud, una coalición de ONG, los nuevos casos de malaria en 2018 se han multiplicado por 12 desde 2012, lo que se traduce en un total de más de 600,000, que es el 54% de todos los casos en Las Américas. Amplias extensiones de territorio venezolano han sido cedidas a organizaciones delictivas, entre ellas grupos terroristas como las FARC y el ELN de Colombia, que actúan en colusión con miembros de la Guardia Nacional en la producción de oro y coltan, como también en el narcotráfico.
Como consecuencia, los venezolanos han estado saliendo de su país de manera masiva, creando una crisis de refugiados de proporciones semejantes a Siria, y que es la más grande de la historia de Las Américas. Dado que Facebook informa que tiene 3.3 millones de usuarios venezolanos en el exterior, mi equipo de investigadores en el Center for International Development de la Universidad de Harvard estima que debe haber por lo menos 5.5 millones en total. Entre quienes tuiteaban solo desde Venezuela en 2017, para noviembre, más del 10% había dejado el país. Pese a sus valerosos esfuerzos, Colombia, Ecuador y Perú encaran cada vez mayores dificultades para hacer frente al flujo de refugiados.
Es más que evidente que los problemas de Venezuela no se resolverán a menos que y hasta que haya un cambio de régimen. Después de todo, tanto el régimen como el colapso económico son consecuencia de la eliminación de los derechos básicos. Los venezolanos no pueden invertir y producir para satisfacer sus necesidades debido a que se les han arrebatado sus derechos económicos; y tampoco pueden cambiar políticas desatinadas porque también se les han arrebatado sus derechos políticos. Un giro requiere el re-empoderamiento de los venezolanos.
Afortunadamente, se vislumbra un fin a esta pesadilla, pero ello exigirá coordinación entre las fuerzas democráticas venezolanas y la comunidad internacional. El 10 de enero marca el fin del periodo del presidente Nicolás Maduro, el que comenzó con su elección en 2013. Su elección a un segundo periodo en mayo de este año fue una farsa: no se permitió que participaran los principales partidos de oposición y sus candidatos, y Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea, Japón y los países más importantes de América Latina, entre muchos otros, se negaron a reconocer el resultado de dicha elección. Esto significa que no reconocen la legitimidad de la presidencia de Maduro más allá del 10 de enero.
La solución lógica es que la Asamblea Nacional, elegida en diciembre de 2015 con una mayoría de dos tercios de la oposición, resuelva el impasse constitucional designando a un nuevo gobierno interino y a un nuevo alto mando militar, capaces de organizar el retorno a la democracia y de poner fin a la crisis. Sin embargo, los diputados están actuando con cautela en relación a esto, puesto que, en el mejor de los casos, temen ser ignorados o, en el peor, ser encarcelados, exiliados o torturados a muerte y luego arrojados por la ventana de un décimo piso, como le ocurrió en octubre a Fernando Albán, concejal de la ciudad de Caracas. A menos que las fuerzas armadas respeten las decisiones de la Asamblea Nacional, será muy difícil hacerlas cumplir.
Es por ello que esta solución requiere de la coordinación entre la comunidad internacional y las fuerzas democráticas venezolanas. Estas no saben con certeza cuánto apoyo internacional van a recibir, y la comunidad internacional tampoco sabe con certeza cuáles son los planes ni el nivel de cohesión que tienen dichas fuerzas.
Como es el caso con todos los problemas de coordinación, hay buenos y malos resultados que se auto cumplen. Por ahora, dado que la comunidad internacional no ha dejado en claro a quién se reconocerá como gobernante legítimo de Venezuela después del 10 de enero, las fuerzas democráticas venezolanas no han logrado unirse en torno a una solución.
Pero los venezolanos han estado haciendo sus tareas y sentando las bases organizacionales para el cambio. Los partidos políticos, los sindicatos, las universidades, las ONG y la Iglesia Católica se han unido para formar una iniciativa llamada Venezuela Libre. Han organizado congresos en los 24 estados del país, en los que han participado 12,000 delegados, y, el 26 de noviembre, llevaron a cabo un evento nacional para lanzar un manifiesto que esboza el camino de regreso a la democracia. Además, han estado elaborando un detallado plan económico, que han discutido ampliamente con la comunidad internacional, para superar la crisis y restaurar el crecimiento.
Esta es una excelente oportunidad para que la comunidad internacional se mueva hacia una solución coordinada: una negativa explícita a reconocer a Maduro después del 10 de enero, junto con el reconocimiento de las decisiones de la Asamblea Nacional con respecto al gobierno de transición, y ayuda para implementarlas. Además, es preciso enviar un claro mensaje a las fuerzas armadas venezolanas de que las decisiones de la Asamblea Nacional deben ser respetadas.
Una solución a la catástrofe venezolana no solo es deseable, sino también posible. El mundo no puede dejar pasar esta oportunidad. El 10 de enero puede convertirse en un nuevo comienzo. Lampadia
Apurímac avanza en su potencial de desarrollo
21 de diciembre de 2018
Recientemente se publicó el último informe INCORE (Índice de Competitividad Regional) elaborado por el IPE. Según el informe, los resultados indican una relación directa entre competitividad y desarrollo económico y social.
Este indicador cuantifica la posición de las 24 regiones del país mediante seis pilares: Entorno Económico, Infraestructuras, Salud, Educación, Laboral e Instituciones. Cada uno de los cuales está compuesto por varios componentes que dan como resultado un total de 46 indicadores. Con esta información se puede evaluar el desarrollo integral de cada región, así como identificar sus principales fortalezas y debilidades.
Entre los resultados más importantes tenemos que Lima continúa liderando la competitividad del país. Además, una de las regiones que ha avanzado es Arequipa, que desplazó a Moquegua del segundo lugar que vino ocupando en los últimos tres años. Dicho avance se debe a que Arequipa obtuvo mejores cifras en el pilar Laboral debido a la mejora en creación de empleo formal, pero registró un retroceso de una posición en el pilar de Instituciones.
Les siguen las regiones de Moquegua, Ica y Tacna. Estas cinco regiones se ubican en el tercio superior en más del 60% de los 45 indicadores evaluados, lo que muestra una notable ventaja respecto al resto de regiones.
Por otro lado, Cajamarca, Puno y Loreto son las regiones menos competitivas del país por quinto año consecutivo, y se ubican en el último tercio en más de la mitad de los 45 indicadores del INCORE.
Cajamarca, específicamente, es un caso trágico porque hasta hace pocos años, era la región con mayor potencial de crecimiento del país y, de haber consolidado una vocación pro inversión y desarrollado, los cuatro grandes proyectos que estaban en marcha antes de la caída de los precios de los minerales, pudo haberse convertido en la región más rica del Perú.
El sorprendente salto de Apurímac
Quizás lo más revelador del informe es que Apurímac fue la región que registró el mayor avance, que subió del puesto 19 al 14, gracias al mejor desempeño de los pilares instituciones, laboral, infraestructura y entorno económico.
Según el IPE, Apurímac es la región que escaló más posiciones en el INCORE (cinco puestos) debido al avance sustancial de los pilares Instituciones y Laboral. El primero mejoró ocho puestos, por una caída importante en el número de homicidios por cada 100 mil personas y una mayor resolución de expedientes judiciales. El segundo avanzó seis puestos, debido principalmente a la mayor creación de empleo formal y a la reducción de la brecha de género en los ingresos laborales.
Es importante remarcar que gran parte de los avances que se pueden ver en Instituciones y Laboral tienen que ver con las mejoras de entorno económico que, aunque el informe no lo destaca, pasó del puesto 16 en el 2016 al 12 en el 2017. Estas mejoras económicas que dan inicio a las mejoras en los demás pilares fueron impulsadas por el inicio de las operaciones del proyecto Las Bambas.
En anteriores ocasiones hemos presentado información sobre la evolución del crecimiento y reducción de la pobreza en la región Apurímac, que en los últimos años se ha dinamizado notoriamente, como producto del gran proyecto minero de cobre de Las Bambas, el proyecto minero de mayor envergadura actualmente operativo en el país y representó una inversión de 10,000 millones de dólares, tiene una vida útil de 18 años y representa una producción de 453,000 toneladas de cobre al año.
Es importante recalcar que este proyecto ha estado asociado a conflictos sociales, pero, a pesar de todo, el proyecto pudo ir adelante iniciando sus embarques de exportación que ha brindado una gran mejora económica y social a la región, que se debe, fundamentalmente, al crecimiento de la producción minera. En Lampadiaya hemos podido comparar cómo Apurímac aprovechó la inversión minera para dar un salto adelante en las condiciones de vida de la región. Ver en Lampadia: Apurímac: Un nuevo testimonio del aporte de la minería.
Apurímac, al igual que otras regiones con un alto puntaje como Arequipa, Ica, y Tacna son parte de la zona cuprífera donde se ubican las principales unidades mineras productoras de cobre a gran escala: Toquepala, Cuajone, Cerro Verde, Tintaya, Antapacay, Constancia y el Proyecto de Las Bambas.
Esto debe dejar claro que la inversión minera ha traído consigo un impacto altamente positivo. La minería moderna usa tecnología de punta y se integra adecuadamente con sus espacios sociales y ambientales. La recuperación del sector minero ha traído consigo el desarrollo de un sector industrial que ahora puede calificarse como el más grande, sólido, competitivo y exportador de nuestra historia. Además, se han construido carreteras y aumentando la cobertura eléctrica y de telecomunicaciones, mejorando la calidad de vida de los pueblos aledaños. (Ver en Lampadia: Al menos 80% de la reducción de la pobreza es por el crecimiento).
La minería ha creado puestos de trabajo bien remunerados e importantes ingresos fiscales. (Ver en Lampadia: Informe del Efecto de la minería sobre el empleo, el producto y recaudación en el Perú elaborado por el IPE). Este estudio demuestra que, por cada empleo generado por la minería, se crean nueve empleos indirectos en otros sectores (el sector agrícola solo crea 1/6 de empleo indirecto por cada empleo directo de su sector). Esto se puede ver en los buenos resultados de Apurímac en este último INCORE.
El INCORE es un buen indicador para identificar el nivel de competitividad de las regiones y tomar las decisiones correctas en las agendas políticas para lograr retomar su crecimiento. Como afirma el IPE, “definirá la ruta que seguirán las regiones en el futuro y las condiciones responsables no solo de su crecimiento sino también de su desarrollo, atraso o estancamiento y de las diferencias regionales.”
Para retomar la senda del crecimiento y el ciclo virtuoso del Perú, urge seguir promoviendo un alto nivel de inversión, sobretodo en el sector minero. Esta es nuestra fuente principal de crecimiento de la economía, empleo y encadenamiento con los demás sectores. Hoy, sin embargo, estamos atrapados entre la tramitología y el caos político. Lampadia
¿Ciudadanía o burocracia… para quién trabaja el Estado?
21 de diciembre de 2018
Fernando Cillóniz B. Gobernador Regional de Ica Lima, 30 de noviembre de 2018 Para Correo Ica y Lampadia
La burocracia estatal está atiborrada de “servidores públicos” indolentes e ineptos. El entrecomillado es adrede porque muchos “servidores” – ni remotamente – son serviciales de cara a la ciudadanía. Ciertamente hay burócratas honestos y eficientes… pero ellos no son el problema. El problema son los burócratas que todo lo traban. Aquellos que maltratan a la ciudadanía a más no poder. Aquellos corruptos que le brindan pleitesía al dios soborno. Aquellos que – en vez de servir a la ciudadanía – más se sirven a sí mismos.
Por ellos – por los malos burócratas – los servicios públicos como salud, educación, seguridad ciudadana, justicia, etc. están muy venidos a menos. Por ellos, las inversiones – públicas y privadas – avanzan a paso de tortuga. Y para colmo de males… por ese cardumen burocrático, las cuentas fiscales están en déficit. Muchos peruanos no están conscientes de que gran parte del presupuesto público se destina al pago de remuneraciones de esa burocracia parasitaria… que crece día a día. Y que – como consecuencia de ello – queda muy poco presupuesto para mejorar los servicios públicos que merecemos los peruanos.
El problema se ha agravado por la proliferación de instituciones públicas. Básicamente… ministerios y municipios distritales.
Tenemos 19 ministerios y
1,874 municipios distritales en el país.
Pero eso no es todo:
Hay en proceso de creación ¡120 nuevos distritos a nivel nacional!
¿Qué sentido tiene que tengamos – por un lado – un Ministerio de la Producción, y – al mismo tiempo – un Ministerio de Energía y Minas, un Ministerio de Agricultura y Riego, ¿y un Ministerio de Comercio Exterior y Turismo? ¿Acaso no todo es “Producción”? En vez de cuatro, podríamos tener un solo ministerio que agrupe a todos.
¿Para qué tenemos Ministerio de la Mujer? ¿Y qué decir del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social? Un solo ministerio debería cubrir – con mayor eficiencia – todos los programas sociales. La verdad que tenemos ministerios por las puras. Y como se sabe, a más ministerios… más burocracia. Y a más burocracia… más corrupción. Así es la nuez.
Algo parecido pasa con los distritos. Colombia tiene 50 millones de habitantes y 1,000 distritos en todo el país. Nosotros somos 33 millones de peruanos, pero tenemos más distritos que Colombia. ¡Casi el doble!
Bogotá – y Lima – tienen alrededor de 10 millones de habitantes… cada una. Son ciudades enormes. Sin embargo, Bogotá tiene un Alcalde y un Consejo Municipal para todo el territorio metropolitano. Mientras que Lima cuenta con un Alcalde Provincial Metropolitano y su Consejo Municipal… más 43 Alcaldes Distritales con sus respectivos Concejos Distritales. ¡Y lo mismo se repite en TODAS las provincias del interior del país! O sea… burocracias por las puras.
¿Se imaginan cuánto dinero habría para pagar mejor a maestros, médicos, policías y jueces; y para invertir más en carreteras, escuelas, ¿y hospitales… si elimináramos toda esa burocracia?
¡Disolver! ¡Eliminar! ¡Reducir! ¡Desaparecer! ¡Fusionar! Llamémosle como queramos. Pero para salir del caos burocrático – y presupuestal – en el que nos encontramos, tenemos que reducir el número de ministerios y distritos. ¡No a la proliferación de instituciones públicas – inoperantes y costosas – a lo largo y ancho del país!
¿Para quién debe trabajar el Estado? ¿Para la burocracia parasitaria o para la ciudadanía? Obviamente… para la ciudadanía. Lampadia
Más allá del populismo: ¿Y las reformas?
21 de diciembre de 2018
Úrsula Letona Para Lampadia
Desde el gobierno de Toledo en adelante no se han trabajado y debatido reformas estructurales demandadas por la sociedad de nuestro país, que sean de carácter transversal, tanto en lo social, político o económico, entre otros aspectos relevantes, por ausencia de voluntad política o por conveniencia de mantener el statu quo.
Es cierto que el modelo económico consagrado en la Constitución vigente y muchas reformas implementadas en la década de los 90 han logrado que nuestro país en conjunto se encaminara al crecimiento económico. Sin embargo, la realidad de los años 90 no es la misma de los años 2006 o 2011 ni mucho menos la de hoy, que ingresa a la cuarta revolución industrial vinculada a las tecnologías de la información y el conocimiento.
Justamente, atendiendo a la situación indicada, Fuerza Popular ha considerado que se requiere de reformas estructurales en 4 áreas principales: informalidad, salud, educación y laboral. He advertido hace varios meses acerca de la necesidad de estas reformas de segunda generación e inclusive he señalado la forma cómo considero que deben ser abordadas por el Poder Ejecutivo, que por un criterio de competencia es el gran llamado a efectuarlas.
Ya desde en los meses de mayo y junio del año 2017, en artículos que escribí en “El Montonero”, indiqué que actualmente tenemos una informalidad que asciende al 72% y que los aspectos a abordar para revertir una cifra tan alta son, conforme a la literatura especializada, la carga regulatoria, la productividad laboral, mejores servicios básicos y educación financiera; y que el Gobierno estaba simplemente pensando en “parches” aislados como una propuesta legislativa que tenía por finalidad que el Estado subvenciones el seguro social de los jóvenes trabajadores a fin de fomentar su inserción al mercado laboral. No se observaba ninguna línea política que proponga diferentes medidas para abarcar de manera conjunta y transversal y multisectorial este problema.
Por ello, propuse la creación de una “Autoridad de Formalización” que articule el complejo tramado de actores en el marco de la informalidad y trabaje propuestas articuladas que ataquen diferentes aspectos del problema. Enfocarse solo en el crecimiento del PBI, no será suficiente para revertir los problemas de informalidad.
En lo que respecta a la reforma de salud, en un artículo del mes de marzo del presente año, advertí que una reforma importante en dicho sector era el emprendimiento de un programa piloto o de primera etapa que se vincule a la compra de medicamentos y equipamiento médico de forma centralizada para todos los servicios públicos de salud. La segmentación con la que actualmente contamos, nos ha llevado a resultados nefastos. A su vez, señalé que deben incorporarse las prácticas exitosas en salud que ha tenido el sector privado y adaptarlas a la esfera pública, y, de conformidad con la Comisión de Protección Social, crear un Fondo Único que centralice los aspectos vinculados al financiamiento de la salud pública, así como una división de los componentes de prestación de salud respecto al financiamiento. Necesitamos que los médicos hagan el trabajo para el que fueron formador: tratar y curar a los pacientes, y los administrativos lo suyo: gestionar los recursos.
En lo que respecta al aspecto educativo, ya desde el mes de septiembre del año 2017 enfaticé la necesidad de revertir las desigualdades educativas y señalé que la academia ya ha abordado ampliamente este tema. Debe plantearse objetivos a alcanzar en el corto y mediano plazo para poder adoptar las medidas correctivas que resulten pertinentes, principalmente en las regiones que registran menores índices de calidad educativa.
Asimismo, señalé que debe establecerse incentivos para la capacitación del docente aparejados a la asignación de incentivos económicos, siempre que logren alcanzar los estándares contemplados; pero, a su vez, señalé también la necesidad de generar incentivos para que las autoridades regionales cumplan con implementar políticas que trasciendan sus propias gestiones.
El Ejecutivo debe ya empezar a desterrar el criterio de que la mejora de la educación pasa por ampliar la jornada lectiva y ampliación de cobertura. Ya tenemos niveles de acceso de 94% a la educación primaria y 80% a la educación secundaria, situación muy similar a los estándares OCDE, pero el nivel de calidad sigue siendo algo en los que mostramos una brecha enorme incluso con países de la región como Chile o Colombia. En consecuencia, si bien no se debe descuidar la cobertura, es importante centralizar los esfuerzos en la mejora de la calidad educativa. Miremos la experiencia internacional, y lo señalé en un artículo reciente del mes pasado, los países que han logrado mayores avances en educación como Singapur, Corea y Chile han implementado cambios disruptivos. ¡Han implementado grandes reformas! Veamos cuáles son estas y adaptémoslas a nuestro medio. La evidencia existe.
La mejoría de los rubros de salud y educación repercutirá necesariamente en la reforma laboral pero no debe quedarse sólo en ello. La “doctrina del chorreo” seguida por el ex presidente Toledo sigue siendo desarrollada hasta el día de hoy y los resultados a nivel de generación del empleo no han sido satisfactorios. Sin duda un aspecto preocupante es el alejamiento de la inversión privada, pero no hemos observado ni una sola reforma estructural para generar empleo. La juventud sigue desempleada, los “ninis” crecen cada año y la mayoría son mujeres. Las Mypes son un importante motor de la economía y, conforme he señalado reiteradas veces, miremos la región. Chile ideó un programa de acompañamiento a las Mypes durante sus 2 primeros años de creación y articuló toda su cadena productiva para insertarlas en el mercado incorporándoles tecnologías para generar productividad –valor agregado. Aquí no tenemos eso, sino que las Mypes desaparecen dentro de sus 2 primeros años, pese a que ellas son el principal motor de nuestra economía y generan una gran cantidad de puestos de trabajo, donde está incorporada la gran masa laboral.
Finalmente, el pasado 09 de noviembre presenté a iniciativa mía, conjuntamente con otros colegas, la Moción 07471 a fin de “Conformar una Comisión Especial para promover el dialogo entre las diversas fuerzas políticas parlamentarias, hacer el seguimiento, analizar, debatir y proponer recomendaciones técnicas para la priorización de la agenda de reformas de interés nacional hasta la aprobación correspondiente”. Esta Comisión tendrá una importante misión: coadyuvar a cambiarle la vida al ciudadano. No populismo, no discursos histriónicos, sino trabajar. Articular entre las diferentes fuerzas políticas parlamentarias y, evidentemente, el Gobierno para impulsar estas reformas que hasta ahora el Ejecutivo no ha efectuado y tampoco ha mostrado iniciativas. Lampadia
Cada vez más cerca de la erradicación del polio
21 de diciembre de 2018
En gran parte del mundo, la polio ha sido casi erradicada. En el Perú, por ejemplo, no hay ningún caso de polio causado por el virus salvaje desde 1991. Entonces, ¿ya está cerrado el problema? La verdad es que, mientras haya un solo niño con poliomielitis en el mundo y la enfermedad siga siendo endémica en tres países, existe el riesgo de contraer ese mal, por lo que se tienen que seguir vacunando a los niños contra esta enfermedad.
Con tan pocos casos nuevos de virus de la poliomielitis salvaje (solo 22 en 2017), la mayoría de los financiadores de la salud mundial consideran que el asunto está cerrado y se deberían financiar otros problemas. Pero la Fundación Bill y Melinda Gates, mantiene la presión hasta que se erradique la polio. Su persistencia subraya una fortaleza clave de la filantropía: la capacidad de mantener una causa durante años o décadas, sin tener que preocuparse por la presión financiera o política de algunos pocos.
La polio solía ser bastante común en todo el mundo, pero, gracias a una vacuna que se introdujo a mediados de la década de 1950, las cifras han cambiado radicalmente (como se muestra en el gráfico superior). En 2017, los únicos países que tuvieron casos de poliomielitis fueron Pakistán, Nigeria y Afganistán, y como señala Jay Wenger en el artículo líneas abajo «Hemos pasado de 40 casos por hora en 1988 a solo 22 casos en todo 2017».
En la actualidad solo sigue habiendo poliomielitis en las comunidades más pobres y marginadas, donde acecha a los niños más vulnerables. El objetivo de la Iniciativa es hacer llegar a todos los niños la vacuna antipoliomielítica y ofrecer a las generaciones futuras un mundo sin poliomielitis. El impacto de la vacuna contra la polio es un testimonio de cuán exitoso puede ser el método para combatir las enfermedades.
Ver video de Bill Gates hablando sobre el increíble poder de las vacunas. En particular, destaca el caso de la poliomielitis, que se ha erradicado en un 99 % y está al alcance de ser la segunda enfermedad en eliminarse por completo del mundo:
Las vacunas son la clave para eliminar muchas enfermedades que causan daños irreparables a individuos y comunidades. Historias de éxito como la poliomielitis, el trabajo de personas como la Fundación Bill y Melinda Gates y el desarrollo constante del sector, que incluye una vacuna contra la malaria y la invención de agujas de un solo uso, son vitales para garantizar que se vacunen tantas personas en todo el mundo como sea posible. Lampadia
Demasiado caro, demasiado lento, demasiado discriminatorio y otros mitos sobre el programa de erradicación del polio
Por: Jay Wenger Fundación Bill & Melinda Gates 09 de octubre de 2018 Publicado en GatesNotes Traducido y glosado porLampadia
En 2017, hubo un total de 22 casos de polio en el mundo. Para poner eso en perspectiva, en 1988, hubo 350,000 casos de poliomielitis, con aproximadamente 22 personas (en su mayoría niños) paralizadas cada media hora. La reducción del 99 por ciento de los casos de hoy debería ser motivo de celebración.
Al mismo tiempo, algunos miembros de la comunidad de la salud critican a la Iniciativa de erradicación mundial de la poliomielitis por costar demasiado, estar mal administrada y usurpar recursos del esfuerzo global de salud global.
Ryan Bell, de Optimist, se sentó con Jay Wenger, director del programa de polio de la Fundación Bill y Melinda Gates, para revisar los mitos más persistentes sobre el esfuerzo por erradicar la polio.
Mito # 1: otras enfermedades merecen ser erradicadas primero
La viruela fue la primera enfermedad erradicada con éxito. El virus mató a cerca de un tercio de las personas que infectó. Una vez que se desarrolló una buena vacuna contra la viruela, demoró 10 o 12 años declararla erradicada. El último caso fue en 1977. Esto fue una prueba de que la erradicación podría funcionar para algunas enfermedades. Si bien sería fantástico erradicar todas las enfermedades infecciosas, la erradicación no es posible para la mayoría de ellas. Las bacterias del tétano, por ejemplo, viven en el suelo durante muchos años. La única forma garantizada de deshacerse de esta enfermedad sería esterilizar la Tierra, y eso es obviamente imposible. Y estamos tratando de erradicar otras infecciones, como la malaria. En los años 40 y 50, la comunidad de salud pública mató mosquitos con DDT y curó a las personas con cloroquina. Pero los mosquitos se volvieron resistentes al DDT y el parásito de la malaria se volvió resistente a la cloroquina. El programa de erradicación se puso en pausa a medida que los fondos se agotaron y el número limitado de intervenciones perdió su efectividad. Sin embargo, el programa de malaria aprendió mucho sobre la erradicación y ahora, con una aceleración en el desarrollo de herramientas adicionales necesarias para finalizar el trabajo, creemos que la malaria sí se puede erradicar en el futuro.
Después de la viruela, la polio era un objetivo razonable para ser erradicada porque tenían la información de la carga de la enfermedad y una vacuna que funcionaba.
Mito # 2: Al elegir erradicar la polio, Occidente pensó solo en sí mismo.
La polio siempre ha estado presente en el mundo en desarrollo. Irónicamente, empeoró con la llegada de los sistemas de saneamiento modernos. Anteriormente, la mayoría de las personas en países en vías de desarrollo estaban expuestas a la poliomielitis cuando eran bebés, una pequeña proporción desarrollaba parálisis cada año, y los sobrevivientes sin parálisis no se enfermaban porque habían desarrollado una inmunidad natural. Pero cuando se implementaron los sistemas de saneamiento, se redujo en gran medida la exposición diaria de los niños a los virus y las bacterias, lo que resultó en no tener ningún caso, pero evitando que las personas desarrollen esas inmunidades. Sin embargo, fue cuando la polio realmente llegó a estas comunidades que finalmente ocurrió un brote. Al mismo tiempo, organizaciones como March of Dimes destacaron internacionalmente la polio. Los estudios realizados en los años sesenta y setenta descubrieron que hubo tantos casos de parálisis por poliomielitis en el mundo en desarrollo como en el desarrollado. Entonces, el sentimiento del programa de erradicación fue decir: “No vamos a deshacernos de esta enfermedad de los países ricos. Vamos a deshacernos de ella en todas partes, porque está en todas partes».
Mito # 3: La erradicación es un enfoque miope para manejar los desafíos de salud global
Hay un debate en salud pública, que se remonta a 100 años, sobre un enfoque vertical u horizontal de la salud. ¿Es mejor abordar problemas individuales o mejorar todo el sistema de salud?
La gran crítica de un enfoque de sistemas es que es amplio. Puede significar todo, desde asegurarse de que los hospitales estén construidos y equipados, que los médicos estén capacitados, que haya gasolina para los autos, voluntad política para apoyar los programas, todo tipo de cosas, y eso hace que sea difícil medir el progreso. Se gasta una gran cantidad de dinero en la reparación de los sistemas de salud, a menudo sin rigor sobre cómo se gasta y qué progresos se hacen. El equipo de Integración Integrada y los socios de la fundación están trabajando para abordar esto a través de un enfoque para la medición y mejora de los sistemas de atención primaria de salud.
La principal crítica de los programas verticales es que se centran en una sola enfermedad, en el mejor de los casos ignoran otros problemas de salud y en el peor de los casos pueden desviar las estructuras de salud existentes de otros problemas de salud. Por otro lado, si persigue una sola enfermedad, puede contar el número de casos, saber dónde ha progresado y qué medidas son efectivas. Trabajar de manera específica y agresiva en un solo problema puede generar tecnologías y estrategias que también se pueden usar para lograr objetivos de salud pública más amplios. Y al deshacerse de una enfermedad de una vez por todas, da un impulso a todos los programas de salud, dando a las personas la confianza de que podemos progresar.
Hay argumentos a favor de ambos lados, y en la Fundación Gates creemos que la respuesta es hacer ambas cosas.
Mito # 4: La erradicación de la poliomielitis es una pérdida de esfuerzo si se le considera un programa de ‘una sola vez’
El programa contra la poliomielitis ha creado innovaciones y ha desarrollado enfoques que luego se pueden usar para otros casos. Por ejemplo, recientemente hemos creado un Centro de Operaciones de Emergencia (EOC) en cada país donde ha habido un brote. Esto implica reunir a todos los socios de salud, idealmente en la misma sala, para observar los datos relevantes y tomar decisiones estratégicas. Puede que no suene brillante, pero cuando comenzamos a combatir la poliomielitis en Nigeria, las personas de la OMS estaban en un edificio, el Ministerio de Salud en la calle y UNICEF en otra ciudad. La EOC reunió a todos los actores importantes, bajo el liderazgo del gobierno nacional. Cuando ocurrió el brote de ébola en África occidental, el primer caso se presentó en Nigeria. El Ministerio de Salud solicitó al programa contra la poliomielitis que estableciera una COE y que prestara a nuestros trabajadores contra la polio para combatir el brote. Se deshicieron del ébola en seis meses y luego volvieron a trabajar contra la poliomielitis.
El esfuerzo por deshacerse de la polio también ha llevado al programa a llegar a los niños en los rincones más lejanos de muchos países. Ahora, más niños están vacunados contra la poliomielitis en el mundo que por cualquier otra enfermedad. Al hacerlo, el programa contra la poliomielitis ha creado sistemas de vigilancia de enfermedades que antes no existían. Lo vi de primera mano en la India, donde dirigí el Proyecto Nacional de Vigilancia de la Poliomielitis desde 2002 hasta 2007. Tuvimos a 300 oficiales médicos en toda la India, con los ojos en casi todas las aldeas. Cuando se produce un brote de algo como meningitis, como ocurrió en el estado de Uttar Pradesh, recibí una llamada del gobierno preguntando si nuestros médicos podrían ir a ver qué estaba sucediendo: el sistema de vigilancia de la poliomielitis se podría usar para informar sobre este tipo de problemas. Y ahora que la poliomielitis ha sido erradicada de la India (el último caso de virus de poliomielitis salvaje fue en 2011), ese sistema se está utilizando para controlar los casos de sarampión, difteria, tos ferina y más.
Mito # 5: El mundo desarrollado mantiene las mejores vacunas para sí mismos.
Hay más factores que solo el costo que intervienen en la elección de la vacuna utilizada para detener la polio en un país. Y «caro» no siempre significa «mejor». La «vacuna inactivada contra la polio» (IPV) fue la primera desarrollada. La inyección contiene un virus muerto y puede evitar que un niño expuesto se paralice. Sin embargo, el problema con la IPV es que no impide que la polio se propague en países donde el saneamiento no es bueno. Los niños vacunados aún pueden albergar polio en sus entrañas si están infectados con el virus manteniendo viva la polio en sus comunidades. El otro problema es que la IPV es cara de fabricar. La fundación está apoyando la investigación para crear una IPV más barata, que espero que tengamos relativamente pronto. Pero pienso que es una póliza de seguro para proteger a los niños, no una herramienta para erradicar la polio.
La única opción para la erradicación es la «vacuna oral contra la polio» u OPV. Se administra por vía oral, lo que hace que sea más económico y más fácil de distribuir. La OPV tiene un virus vivo (en un estado debilitado) y crea inmunidad en el estómago. Después de la vacunación, si una persona está expuesta a un brote de polio, el virus salvaje no puede reproducirse en sus entrañas. Esa es la única manera de erradicar la poliomielitis en una comunidad. Pero hay un problema con OPV. Si no se vacuna a todos los niños de una población, el virus de la polio de la vacuna puede pasar de un niño a otro y mutar un poco cada vez. A esto lo llamamos “virus del polio derivado de la vacuna”, o VDPV, y en casos raros puede causar parálisis. Esos brotes tienden a ocurrir en lugares donde los esfuerzos de vacunación no son exhaustivos, como en partes de África y Medio Oriente. Por suerte, esos brotes son fáciles de detener con la vacuna OPV. Es nuestro caballo de batalla.
La idea del programa de erradicación es deshacerse del virus por completo para que ya no tengamos que preocuparnos por la polio. Eso lleva un tiempo, así que mientras tanto, recomendamos que los niños reciban una dosis de IPV para al menos protegerlos de la parálisis si el virus está cerca. Es como nuestra vacuna de seguro. Pero la IPV no nos llevará a la erradicación porque no funciona a nivel intestinal.
Mito # 6: La polio nunca será erradicada debido a la guerra y el conflicto
Cada programa de salud global eventualmente tendrá que operar en zonas de conflicto. El programa contra la poliomielitis encontró por primera vez guerras civiles en América Latina, donde ambas partes acordaron tener «días de tranquilidad» cuando los vacunadores podrían cruzar las líneas de lucha para vacunar a los niños. Eliminamos con éxito y pacíficamente la polio en América Latina antes de que algunos de esos conflictos terminaran. En África, países como la República Democrática del Congo y Somalia detuvieron incendios para los trabajadores de la poliomielitis. Y, recientemente, durante la guerra civil siria, el programa contra la poliomielitis pudo trabajar con las diferentes partes para negociar el acceso de los trabajadores de salud para detener los brotes en esa región. Sigue siendo un desafío en Afganistán y Pakistán, donde los gobiernos solo controlan parte de sus áreas geográficas, pero hay muchos ejemplos de éxito del programa contra la poliomielitis a pesar de las guerras civiles y las insurgencias.
Mito # 7: El programa de erradicación de la poliomielitis está muy por encima del presupuesto
No es raro escuchar algo como: «¿Por qué gastar mil millones de dólares en una enfermedad que, el año pasado, solo tuvo 22 casos?»
Hay dos respuestas a esta pregunta. Primero, el punto principal de la erradicación es que lo veas hasta el final – cero casos. Los mayores beneficios del programa se vuelven evidentes después de erradicar el virus, por lo que considerar la relación costo por caso para el programa al final es engañoso. El hecho de que solo tengamos 22 casos es un gran éxito, no una razón para quejarse de gastar mucho dinero. Sin gastar el dinero, tendríamos cientos de miles de casos cada año. Tenemos que llegar a 0 obteniendo números muy pequeños primero, y cuando llegamos a cero, cosechamos beneficios para siempre.
Una mejor manera de ver lo que estamos obteniendo del programa en este momento es por el número de casos que ha evitado. La Iniciativa de erradicación mundial de la poliomielitis ha evitado que 18 millones de personas se paralicen por la poliomielitis, y cientos de miles de personas más se evitan cada año, ¡incluso antes de que lleguemos a cero! Lampadia
Visión de la reducción de la pobreza global al 2030
21 de diciembre de 2018
La reducción de la pobreza global y la mejora de la salud es el eje alrededor del cual gira la Fundación Bill y Melinda Gates. El pasado 26 y 27 de setiembre, la organización filantrópica realizó el evento anual de Goalkeepers y dio a conocer su nuevo informe anual, con el objetivo de compartir toda la data que han recabado, celebrar los éxitos y advertir a la comunidad mundial sobre lo que podría suceder si no seguimos invirtiendo en el desarrollo.
La Fundación Bill & Melinda Gates comenzó a desarrollar el informe «Goalkeepers» (publicado en nuestra sección Documentos) el año pasado porque, a pesar de los notables avances en la lucha contra la pobreza, la desigualdad y las enfermedades, todavía queda mucho por hacer. El progreso es posible, pero no es inevitable y es por eso que se diseñó Goalkeepers. Este informe busca ser un catalizador para la acción, que reúne a líderes de todo el mundo para compartir lo que funciona y lo que no, y para forjar nuevas asociaciones para la acción. La Fundación Gates se ha comprometido a emitir este informe todos los años hasta el 2030.
«Estamos tratando no solo de generar conciencia sobre el progreso y lo que está en riesgo, sino que impulsamos a la gente a alzar sus voces para impulsar las acciones que nos ayudarán a alcanzar el lado positivo del pronóstico», dijo Bill Gates anunciando el informe de este año. «Estamos tratando de atraer a muchos líderes jóvenes para que se involucren en esto».
El informe «Goalkeepers» analiza 18 indicadores de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): pobreza, retraso del crecimiento, agricultura, mortalidad materna, mortalidad de menores de cinco años, mortalidad neonatal, VIH, tuberculosis, malaria, enfermedades tropicales desatendidas, planificación familiar, cobertura universal de salud, adicción al tabaco, vacunas, educación, género igualdad, saneamiento y servicios financieros para los pobres.
También propone mejoras, como por ejemplo cómo reducir el número de personas que viven por debajo del umbral de la pobreza, aumentar el acceso a anticonceptivos y reducir el número de muertes relacionadas con el VIH.
El informe nos recuerda que el mundo ha estado mejorando. Desde el año 2000, más de mil millones de personas han salido de la pobreza extrema. Sin embargo, actualmente, uno de los obstáculos a los que se enfrenta el mundo para continuar esta reducción de la pobreza es el rápido crecimiento demográfico.
En la introducción al informe de 2018, Bill y Melinda Gates dan la alarma de que «décadas de progresos deslumbrantes en la lucha contra la pobreza y la enfermedad pueden estar a punto de estancarse», debido al rápido crecimiento demográfico en las partes más pobres del mundo. Informan que la pobreza extrema se está concentrando fuertemente en el África subsahariana, particularmente en la República Democrática del Congo y Nigeria. Estos dos países albergarán a más del 40% de pobreza extrema del mundo para el año 2050. Por lo tanto, escribe Gates, reducir la pobreza en África debería ser «la prioridad mundial para las próximas tres décadas».
Aliviar la pobreza en estas áreas es especialmente difícil porque está «enraizada en la violencia, la inestabilidad política, la desigualdad de género, el cambio climático severo y otras crisis profundas» y está relacionada con las altas tasas de mortalidad infantil y desnutrición.
Gates argumenta que la solución es invertir en la salud y la educación de los jóvenes, permitiéndoles realizar un trabajo innovador e impulsar el crecimiento como activistas, innovadores, líderes y trabajadores.
En cuanto a cómo llevar a cabo esta inversión, los Gates dicen que:
En cuanto a la salud, los niños no solo deben sobrevivir, sino también prosperar, incluso sobrepasando el retraso en el crecimiento.
En cuanto a la educación, el siguiente paso es mejorar la calidad de la educación, aprovechando los recientes aumentos en la matrícula en la escuela primaria y de las niñas.
Concluyen argumentando que el destino de los jóvenes en África «será el mayor factor determinante de si el mundo avanza hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible».
Tras la publicación del informe de Goalkeepers 2018, el 24 de septiembre, la Fundación Gates publicó los resultados de una encuesta Goalkeepers realizada por Ipsos Public Affairs. La encuesta consultó a 40,000 personas, de 12 años o más, en 15 países de todos los niveles de ingresos, sobre sus perspectivas sobre sus vidas personales, los desafíos para sus comunidades y la dirección de sus países. La encuesta encuentra que:
Los jóvenes de todo el mundo son más optimistas sobre el futuro que las generaciones anteriores, con niveles de optimismo más altos en los países de ingresos bajos y medianos;
Los jóvenes en estos países tienen más probabilidades de creer que pueden afectar la forma en que se rigen sus países y que su generación tendrá un impacto más positivo en el mundo que la generación de sus padres; y
El progreso en la lucha contra la pobreza y la enfermedad «se siente en los países de ingresos bajos y medianos».
La conclusión es clara: para seguir mejorando la condición humana, nuestra labor ahora es ayudar a crear oportunidades en los países más pobres y que están creciendo más rápidamente. Como dice el informe: “El auge actual de la población juvenil puede ser bueno para la economía; si los jóvenes están sanos, están formados y son productivos, habrá más personas que puedan desempeñar el tipo de trabajo innovador que estimula el crecimiento rápido. Esto ayuda a explicar el avance asombroso de la generación anterior en la mayor parte del mundo y es la clave para que ese progreso se extienda por todas partes.”
El futuro está en nuestros jóvenes. Lampadia
La revolución que el SIS necesita
21 de diciembre de 2018
Jaime de Althaus Para Lampadia
Acabada la guerra con el Congreso por conseguir la aprobación de las reformas institucionales, que le permitió elevar su popularidad, el presidente Vizcarra deberá conducir ahora otras cruzadas, pero esta vez para resolver los problemas de la población, si quiere mantener indefinidamente los altos niveles de aprobación que ha conseguido. Y uno de esos problemas es la atención de la salud. En el siguiente gráfico, por ejemplo, vemos que el porcentaje de la población que considera que el gobierno viene manejando bien o muy bien los servicios de salud en postas y hospitales, ha bajado de 12% en junio del 2017 a 9% en setiembre del 2018. Es decir, la gente percibe que los servicios de salud, lejos de mejorar, se vienen deteriorando.
Los extraordinarios resultados de Lima Este
Lo increíble es que el gobierno tuvo a la mano y empezó a aplicar el instrumento para mejorar radicalmente los servicios de salud, pero incomprensiblemente se deshizo de él. Y el piloto de ese instrumento ya se había probado el 2006. Es lo que descubrimos asistiendo al Congreso Peruano de Administración de Salud, llevado a cabo en el colegio médico, donde el 20 de julio el Dr. Moisés Rosas Febres hizo una presentación titulada: “Reforma de Financiamiento vs Reforma de Pago”. Allí el doctor Rosas explicó el piloto que el SIS ejecutó el año 2006 en la Dirección de Salud (DISA) Lima Este, con resultados extraordinarios. Esta región estaba conformada por un hospital nacional (Hipólito Unanue), 4 hospitales de menor jerarquía y 99 centros y puestos de salud. Y atendía a alrededor a de 400 mil beneficiarios directos (afiliados al SIS), y 1.6 millones de personas viviendo en Lima Este como beneficiarios indirectos.
Como sabemos, los problemas de nuestro sistema de salud se expresan en que:
No hay los medicamentos que debería haber
Muchos pacientes del SIS deben pagar por medicinas y exámenes
No hay cupos para atención en los hospitales porque el primer nivel de atención no funciona
Pues bien, la intervención que se hizo en la región Lima Este mejoró todos estos problemas el año 2006. Como se pudo apreciar en los gráficos mostrados, el porcentaje de pacientes a los que se les cobró por la atención, medicamentos, exámenes de laboratorio y/o imágenes, o no se les entregó todos esos servicios de manera completa, disminuyó dramáticamente en sólo 60 días. También disminuyó abruptamente el no cumplimiento de guías o protocolos de atención, así como el número de historias clínicas que no tuvieran todos los actos médicos registrados de acuerdo a las normas del MINSA.
La realidad hasta ese momento en la DISA Lima Este era que casi el 40% de los pacientes que se atendían por el SIS tenían que pagar por los exámenes, imágenes y medicamentos recetados, o estos sencillamente no existían en los establecimientos, y por lo tanto tenían que comprarse fuera. Gracias a la reforma implementada ese déficit se redujo casi a cero. La atención plena y gratuita mejoró sustancialmente. Esto está documentado en el sistema de auditoría de SIS de entonces.
Este resultado, realmente espectacular, quedó confirmado por la encuesta ENAHO del INEI: comparando con el año previo, el porcentaje de atendidos por el SIS que declararon que les dieron sus medicamentos completamente gratis durante la experiencia subió 44% (de 29% a 73%) en Lima Este, mientras que en el resto de Lima y Callao solo subió 4% (de 54% a 58%).
No solo eso. También mejoró el problema estructural de falta de cupos para atención en los hospitales. El primer nivel de atención empezó a funcionar. De hecho, la ENAHO confirmó que el porcentaje de pacientes que declaró que los servicios de salud en Lima Este le habían resuelto el problema por el que acudió a dichos servicios aumentó 23% (de 53% a 76%), mientras que en el resto de Lima y Callao disminuyó 10% (de 78% a 68%).
Y además, resulta que esa mejora absoluta en la calidad del servicio de salud se hizo con menos recursos presupuestarios que los que se hubiesen usado si se seguía con la metodología tradicional, liberando 30% del presupuesto anual del SIS destinado a la DISA Lima Este para que pueda ser reinvertido en la propia DISA. De modo que, con este nuevo modelo de gestión del SIS, se lograba mucho mejores resultados a menor costo. Más no se puede pedir.
Lamentablemente esta experiencia no se pudo continuar en los años siguientes porque la denuncia de corrupción en la adquisición de raciones por el SIS luego del terremoto de Pisco, generó un quiebre en la gestión, de modo que se regresó a las prácticas anteriores.
El secreto: cambio en la forma de pago y administración de riesgos
¿Cuál fue el secreto de este nuevo modelo de gestión del SIS? Hubo varios cambios, pero acaso el principal fue el que se produjo en la manera en que el SIS pagaba a los establecimientos de la DISA Lima Este, que modificó radicalmente el sistema de incentivos.
El SIS pagaba –y sigue pagando- por atenciones médicas, no por resultados. Lo que eso fomenta, por supuesto, es que se multiplique el número de atenciones, encareciendo el presupuesto y muchas veces sin que se le resuelva al paciente su problema de salud, y que además estas atenciones se concentren en los hospitales.
Lo que hace el SIS es devolver la plata por todo lo que se gasta en medicamentos, insumos, análisis, imágenes, etc. Esto, naturalmente, fomenta el gasto. Y, además, de una manera perversa, porque no es solo que pague, digamos, por una operación quirúrgica, sino por todo lo que los médicos digan que gastaron en esa operación. Por supuesto, aumentará la cantidad de insumos usados a placer, y por eso es que el presupuesto del SIS nunca alcanza hasta final de año. Como me decía un experto: “Si uno compra una mesa, no hay forma que te engañen, pero si uno le dice al carpintero que le pagará lo que gaste, él dirá que le puso mil clavos a la mesa y habrá que pagarlos”. Entonces, cuanto más desagregado es el gasto que hay que devolver y más fragmentada la atención, más dispendio y fraude habrá y más difícil controlar insumos y calidad.
La experiencia del 2006 cambió radicalmente el modo de pago. Ya no se pagaba por atenciones ni por insumos, etc., sino por resultados. La consecuencia inmediata de no pagar por atenciones, es que desaparece el incentivo a inflar el número de atenciones, análisis, exámenes e insumos de todo tipo. El nuevo modelo de pago contemplaba el pago de una cantidad determinada para reposición de insumos (cuyo costo bajaba) y un pago adicional por gestión si es que se cumplía con los siguientes objetivos:
Que no se le cobrara al paciente
Que se entregaran todos los medicamentos e insumos
Que se resuelva la enfermedad por la que consultó
Que no se tercericen los servicios si se puede evitar hacerlo
Dar mantenimiento a los equipos
Trabajo coordinado y complementario entre los niveles de atención
La idea era que si el porcentaje de pacientes al que no se le cobra nada, al que se le entrega todos los medicamentos, al que se le resuelve la enfermedad por la que acudió, etc., desciende por debajo de un cierto nivel, previamente acordado, pues se le entrega una cantidad a la red o a la región por el cumplimiento de esa meta. Lo que se produce entonces es un alineamiento de los actores en la dirección de adquirir más medicamentos a mejor precio y no venderlos por lo bajo, así como resolver el problema del paciente en lugar de ordenarle múltiples atenciones. También a no tercerizar sino solo lo indispensable y a dar mantenimiento a los equipos.
Con el nuevo modelo de pago, al hospital ya no le conviene concentrar todas las atenciones –porque no percibirá más por eso- sino desconcentrarlas a los centros y postas, fortaleciéndolos, porque al final, al gastar menos como hospital, le quedará más dinero para adquisiciones de equipos, por ejemplo. Se produce así una redistribución de la carga hacia los niveles básicos de atención, de modo que desaparece la congestión para los turnos en las operaciones quirúrgicas y en la atención ambulatoria en el hospital, ya que mejora la prevención.
Verificación
¿Cómo se verifica el cumplimiento de esos indicadores? Pues con auditorías muestrales directas a la historia clínica, a diferencia de las auditorías actuales que no son muestrales y que demandan mucho gasto de las entidades prestadoras para subsanar miles de observaciones relativas a supuestas fallas en los llamados “formatos de atención”, donde se suele copiar defectuosamente lo que el médico ha prescrito y lo que ha recibido el paciente.
Normas anti corruptelas
Además, se implementan normas y mecanismos para reducir el costo de reposición de medicamentos, insumos y equipos. Para comenzar, se diseñaron mecanismos para atar el inventario de medicamentos e insumos al número de ítems reportados en los formatos de atención de cada paciente. Es decir, se establece un control informático del uso del inventario en función de las recetas de los médicos.
Porque lo que ocurre en los hospitales es que de pronto medicamentos caros empiezan a desaparecer y aparecen en farmacias cercanas. Una de las razones por las que ocurre esto es que muchos hospitales compran esos medicamentos caros al menudeo, pagando, de paso, mucho más por ellos. Allí ya puede haber arreglos. Pero desaparecen. Terminan en farmacias cercanas. La solución que el modelo ha planteado para esto es obligar al hospital a comprar para todo el año cualquier medicamento que el año anterior se haya comprado. Así, el SIS paga por adelantado para compra medicamentos todo el año. Esto abarata considerablemente las compras. Hay que tener en cuenta que el sector como tal realiza compras corporativas de 400 ítems, pero el SIS paga 26,000 ítems, comprados por los hospitales.
Pero la razón principal por la que los medicamentos pagados por el SIS terminan en las farmacias vecinas, es que cualquier vecino, asegurado o no, puede ir a comprar medicamentos en un establecimiento público, con receta. Entonces lo que ocurre es que se genera gran cantidad de recetas falsas, y mediante compras hormiga, pacientes o supuestos pacientes sacan los medicamentos, sobre todo los caros. Y después los venden a las farmacias.
Una solución propuesta es dar una ley que establezca que los medicamentos que se venden en los establecimientos de Salud son solo para pacientes del SIS, y que, si se quiere mantener una venta subsidiada al público en general, esta se haga, por ejemplo, en farmacias municipales.
Otra corruptela es la que se da en el pago a los proveedores. Cuando el 2017 el SIS pagó la deuda a los hospitales, esto no se expresó en un pago inmediato por parte de los hospitales a los proveedores privados. Había una cola de facturas por pagar, situación que podía prestarse para que algunos quizá cobraran algún porcentaje de la factura al proveedor para pagarle antes que a otros. Lo que intentó hacer el SIS el 2017 fue dar una norma según la cual con dinero del SIS solo se podía pagar en orden de ingreso. Pues esa norma no llegó a salir. Los intereses corruptos lo impidieron.
En cuanto al mantenimiento de equipos, los contratos adquisición deben venir con un paquete de mantenimiento. Además, en el convenio que firma el SIS con la unidad prestadora (una región) debe colocarse una cláusula que establezca que, si el equipo sufre un desperfecto o queda inutilizado, y el establecimiento no cumplió el protocolo de mantenimiento, entonces sufre una penalidad económica. Y ante una penalidad económica, la intervención de control interno es inevitable para identificar y sancionar a los responsables de hacerle causado una pérdida de ingresos a la entidad.
Por supuesto, todas estas normas generan resistencias en las redes que viven de estas corruptelas. Por eso es que, hasta ahora, no se aplican.
Conclusión
La verdadera reforma de la Salud, entonces, comienza por poner en marcha una reingeniería del SIS como la que se aplicó el 2006 y como la que empezó a ejecutarse el 2017, que lamentablemente abortó. Si se hiciera, habríamos hecho una revolución. Los pacientes serían atendidos, se les resolvería el problema por el cual acudieron al establecimiento de salud, y recibirían sus atenciones y medicamentos de manera gratuita. Habríamos dado un salto histórico. Lampadia
El tráfico de Lima: un gran problema y ninguna solución
21 de diciembre de 2018
El tráfico en Lima es algo que todos padecemos diariamente. Según el índice de las ciudades con tráfico más lento de la región, realizado por Numbeo, hasta enero de este año, Lima ocupa el séptimo lugar. La verdad es que, en Lima, sentimos que el tráfico está en permanente situación de crisis, pero no estamos haciendo nada para cambiar la situación.
El tráfico es algo que afecta la productividad, calidad de vida y hasta la salud de las personas. Según un estudio titulado “Tráfico y Tendencias de Movilidad Urbana 2017”, realizado por la Escuela de Postgrado de la Universidad del Pacífico, el 92% de los limeños afirmó que la congestión vehicular les genera estrés, mientras que el 82% señaló que este problema les quita calidad de vida. Frente a esta problemática, el 57.3% de los entrevistados refirió que opta por usar el transporte público, mientras que el 43% prefiere caminar.
En Lampadiapropusimos en marzo de 2014 que se estableciera una Autoridad Única de Transporte, ver: Es imperativo crear una única autoridad que gestione el transporte de Lima y Callao. Felizmente, este año por fin aprobaron la creación de la Autoridad Única para Transporte Urbano de Lima y Callao para implementar un sistema integrado de personas, carga y tránsito urbano entre ambas ciudades. Lo que se busca es que sea un organismo técnico especializado, el cual estará anexado al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) pero tendrá autonomía administrativa, funcional, económica y financiera. Así, tendrá por objetivo implementar el Sistema Integrado de Transporte de Lima y Callao de manera «eficiente, sostenible, accesible, seguro, ambientalmente limpio».
La Autoridad de Transporte regularía todo el tránsito, obras de infraestructura vial y el otorgamiento de rutas para que no haya esta situación caótica en la que Callao otorga rutas que colisiona con las rutas otorgadas por Lima. Esta autoridad única sería el ente rector que articule, coordine y supervise el transporte urbano y público en las provincias de Lima y Callao, sin vulnerar sus atribuciones, autonomías, ni recursos económicos.
También propusimos que se instalaran pasos a desnivel de acero (sin orejas), que se pueden fabricar en lugares aislados e instalar rápidamente; pero ni chus ni mus. (Ver: Sobre túneles, bypass y puentes de acero).
Sin embargo, la percepción que existe tanto en Lima como en el interior del país es que las autoridades municipales no han hecho mucho por mejorar el transporte público. Como afirma, Carlos Gálvez, “no hay una medida que por sí sola solucione el problema del tránsito, sino un amplio menú.” Para esto, propone que analicemos los siguientes factores:
No es posible que en los colegios públicos se atienda población escolar de distritos distintos al de la circunscripción de tal colegio, pues obliga a una gran movilización escolar.
Todos los colegios privados deberían tener bajo su responsabilidad la obligación de atender el transporte de sus alumnos en ómnibus de no menos de 50 pasajeros, eliminando así el transporte de alumnos en múltiples vehículos de menor capacidad.
Deberíamos apelar a horarios de ingreso y salida de colegios que eviten la hora punta de movilización del público.
Creo también importante la implementación de canales exclusivos para ómnibus de transporte público y escolar privado, de modo que tengan preferencia y tránsito fluido en las grandes arterias.
No es posible que algunos alcaldes distritales hayan autorizado el cierre con rejas, encadenadas y sin vigilancia de nadie que permita el paso en calles secundarias, en horarios de gran cogestión de tráfico. Entiendo que la falta de seguridad nocturna ha obligado a esa medida, pero de 5:30 am a 10:00 pm esas rejas deben permanecer abiertas bajo pena de retirarlas definitivamente.
El diseño y construcción de ciclo vías es fundamental, pero no reduciendo la vía diseñada y a duras penas para dos carriles de autos, pues ahora pretenden cercenar las vías para, quitándoles un metro y medio de ancho, dar paso a bicicletas. Esto no sólo es insensato por el problema que generan a los automovilistas, sino por el altísimo riesgo al que se somete a los ciclistas que usen ese segmento. Cuánto más seguro y agradable es tener ciclo vías en los jardines centrales
Los taxis en estos tiempos de control absoluto de la inflación, deben tener taxímetro y evitar esas paradas frecuentes de individuos que, sin estar registrados como taxi autorizado, nos someten a cada paso a sus largas paradas en lugares inopinados de la calle con sus interminables negociaciones.
Por otro lado, en estos tiempos previos a elecciones se ve exacerbada la clausura de avenidas principales, sin haber previsto rutas alternativas debidamente planeadas. No sólo eso, sino que producto de las rencillas del más bajo nivel, los alcaldes distritales boicotean la labor del alcalde provincial y viceversa, trabando el tránsito, lejos de solucionarlo, e incluso modificando la frecuencia y tiempos de los semáforos en ciertas intersecciones de avenidas, alterando los flujos y provocando congestión sin causa real.
Una medida simple de gestión municipal consiste en que, el servicio de limpieza de las principales arterias de la ciudad se realice entre las 11:00 pm y las 5:00 am, pues la práctica actual de barrer en las horas punta de la mañana obliga a que, el camión que da seguridad a los trabajadores, anule un carril de los tres disponibles de forma absurda.
Lo anterior exacerba, como se mencionó al inicio, la ineficacia de contar con alcaldes distritales, quienes cual “reyezuelos” manejan sus prioridades no sólo de manera no alineada a las prioridades del concejo provincial, sino en contra de ellas, particularmente en época electoral. Los distritos deben ser gestionados por gerentes designados bajo responsabilidad del alcalde provincial.
Ciertamente una importante inversión en el transporte público es fundamental pues una buena calidad del transporte público masivo es la única opción que permita pedirle a la población que se vuelque al uso masivo del mismo.
Lamentablemente, en el Perú (como en la mayoría de países, según The Economist), las quejas se quedan en las carreteras y avenidas, no en acciones concretas para solucionar el problema. ¿Hasta qué punto vamos a tolerar la situación actual? Lampadia
Lentos y furiosos La gente dice odiar el tráfico, pero son extrañamente tolerantes
En las ciudades más congestionadas, están obsesionados con hablar de tráfico; sin embargo, parece no ser tan prioritario terminar con el problema
The Economist 6 de setiembre, 2018 Traducido y glosado por Lampadia
Mucha gente cree que su ciudad tiene un tráfico inusualmente malo, y que está empeorando. Es difícil juzgar si tienen razón. TomTom, fabricante de dispositivos de navegación por satélite, e INRIX, una compañía de datos, clasifican las ciudades según la congestión del tráfico. Pero sus listas están dominadas por ciudades en países ricos y de ingresos medianos altos. Las ciudades más pobres a menudo tienen un tráfico peor, pero producen muy pocas cifras para clasificarse. Los más atascados incluyen El Cairo, Delhi, Dhaka, Yakarta, Lagos, Manila, Nairobi y São Paulo.
La mayoría de estas ciudades tienen tres cosas en común. Primero, son muy populosas. El Atlas de Expansión Urbana, un proyecto dirigido por Shlomo Angel de la Universidad de Nueva York, tiene datos sobre El Cairo, Dhaka, Lagos, Manila y São Paulo. Todos están al menos dos veces más densamente poblados que París. Dhaka, con una densidad total de 552 personas por hectárea en su área urbanizada, es diez veces más concurrida que París. En segundo lugar, con la excepción de Delhi, ninguno tiene un sistema de transporte público rápido y extenso basado en trenes. Los viajeros no tienen más remedio que usar las carreteras.
La tercera cosa que comparten estas ciudades es que la propiedad de vehículos privados está aumentando rápidamente. En Delhi, el número de motos registradas aumentó de 4.3 millones en 2011 a 6.7 millones en 2017. Los automóviles y jeeps han aumentado de 2.2 a 3.2 millones. No todo el mundo con un auto conduce todos los días. En Nairobi, el tráfico es peor a fin de mes, cuando a los trabajadores asalariados se les paga y pueden comprar gasolina.
En las ciudades más tugurizadas, el tráfico parece un hecho ineludible. La gente habla de forma obsesiva e intercambia historias. La quintaesencia de la historia de Manila es la del arzobispo católico que, en 2015, se cansó tanto del tráfico que dejó su automóvil y se puso a dirigir el tráfico bajo la lluvia. En la década de 1970, el jefe de Estado de Nigeria, Murtala Mohammed, fue asesinado mientras estaba sentado en el tráfico de Lagos. En junio de este año, un lagosiano trató de evitar un embotellamiento conduciendo por el lado equivocado de la carretera.
Los economistas creen que la congestión es un terrible desperdicio de recursos. Han tratado de cuantificar la pérdida por quedarse sentados en el tráfico, volviendo a centrarse en los países ricos. INRIX estima que las demoras en el tránsito le costarán a Los Ángeles US$ 19 mil millones y a la ciudad de Nueva York US$ 34 mil millones en 2017, contando gasolina y pérdida de productividad. Matthias Sweet, de la Universidad Ryerson en Canadá, calculó que la congestión reduce el crecimiento laboral en las ciudades estadounidenses cuando retrasa el viaje promedio en más de cuatro minutos y medio.
Pero ver los embotellamientos puramente como una pérdida de tiempo es perder algo importante. Para los economistas, cada hora que pasa en el tráfico es una hora que no se gasta en ser productivo. Pero en las ciudades con el peor tráfico, esto no siempre es cierto. Tampoco está claro que a la gente le desagraden los atascos tanto como dicen que lo hacen.
Sin embargo, no son tan estresantes como para que las personas hagan mucho para evitarlos. Además, el tiempo que pasan quejándose en el tráfico parece ser olvidado rápidamente. En 1966, un escritor argentino, Julio Cortázar, llevó esta impresión a una conclusión fantástica. En su cuento «The Southern Thruway», un hombre que conduce a París se atasca en un aprieto tan malo que dura varios días. Al principio él y sus compañeros conductores están furiosos. Pero gradualmente crean una pequeña sociedad, comparten comida y bebida y convierten un automóvil en un hospital. Cuando, para sorpresa de todos, los autos comienzan a moverse finalmente, el protagonista está angustiado. Resulta que no hay lugar donde él preferiría estar que atrapado en el tráfico. Lampadia
Estado de la Niñez y Adolescencia en el Perú
21 de diciembre de 2018
Es lamentable que el 2018 sea conocido en el Perú como el año en que, por primera vez en este milenio, la pobreza monetaria en el Perú ha subido. El año pasado, la pobreza llegó a 21.7%, siendo Lima la región donde hubo mayor incremento. Según la Encuesta Nacional de Hogares que realiza el INEI, en el año 2017, la pobreza se incrementó en 1% con respecto al año anterior.
Quizás es más lamentable aún que, según el INEI, el 40% de los pobres en el Perú se conforma de niños y adolescentes.
En el Informe Técnico del INEI titulado “Estado de la Niñez y Adolescencia”, se analizan sus indicadores de población, educación, salud, cobertura de programas sociales y actividad económica.
Salud en Hogares con niñas y/o adolescentes
Uno de los datos más impactantes del informe es que “en el 32.9% de los hogares integrados por niñas, niños y/o adolescentes, existe al menos un menor de 18 años de edad con déficit calórico; siendo mayor en el área rural (33.5%) que en el área urbana (33.2%) y Lima Metropolitana (32.0%)”, según afirma el informe.
Quizás aún más sorprendente es que los hogares que acusan cifras tan altas de déficit calórico sean las que se benefician de al menos de un programa alimentario (51.7% de hogares), como Vaso de Leche, Comedor Popular, Wawa Wasi, entre otros. Entonces, queda claro que estos programas sociales NO están funcionando.
Vale la pena recordar que fue en el 2011 que el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS) dejó de distribuir sulfato ferroso y las chispitas de hierro y, además, cortó el Programa Nacional de Asistencia Alimentaria (Pronaa), el cual fue reemplazarlo por algunos nuevos programas que claramente no están mostrando resultados. Ver en Lampadia: No se puede jugar con las cifras de desnutrición infantil.
Este grave problema ya lo veníamos anunciando en Lampadia(ver: En el 2011 se dio el Punto de Inflexión de nuestro Desarrollo), donde afirmamos que en el Perú el 2011 marcó dos puntos de inflexión, uno social y otro económico, que fueron causados por el ‘gobierno de la inclusión’. En el aspecto social, se produjo un punto de quiebre en la reducción del nivel de anemia en niños menores de tres años, luego de una sostenida reducción entre el 2007 y el 2011. Y en lo económico se paró la inversión minera y toda la cola de inversión en el resto de la economía.
En el Perú, la anemia ha sido mayor al 40% en los últimos diez años, lo cual constituye un problema de salud pública que afecta a niños y gestantes de bajos recursos. De acuerdo a un estudio del INEI, la anemia afecta a más cuatro de cada diez niños menores de tres años de edad a nivel nacional, es decir, este año se estaría retrocediendo a niveles de hace cuatro años:
Entre el 2017 y el primer semestre de 2018, la anemia en el Perú pasó de 43.6% a 46.6%, habiendo subido desde 41.6% el 2011.
A nivel urbano el deterioro de la salud infantil pasó de 37.5% el 2011, a 44.7% el 2018, pasando por 40.0% el año anterior.
A nivel rural, el 2011 teníamos un 49.6% y 53.3% el 2017, mejorando ligeramente el 2018 a 51.9%.
La verdad es que, más allá de la anemia, el 53.9% de la población menor de 18 años de edad padece algún problema de salud (entre las opciones que analiza el INEI están: síntoma o malestar, enfermedad, recaída de enfermedad crónica y/o accidente). Por otro lado, la prevalencia de algún problema de salud fue mayor en las niñas, niños y adolescentes de Lima Metropolitana (56.3%), que en el área urbana (sin Lima Metropolitana) (56.2%) y el área rural (47.8%).
De los niños adolescentes con algún problema de salud, estas fueron las principales razones por las cuales no asistieron a algún establecimiento de salud:
La Educación en Hogares con niños y/o adolescentes
Otro punto importante es la educación de los jóvenes. Lo positivo es que la tasa neta de asistencia escolar en menores de edad ha aumentado en todos los rangos, como se puede ver líneas abajo:
Pero lo preocupante son las razones por las que la población en edad escolar de 3 a 16 años, afirmaron no asistir a un centro de enseñanza: No existe un centro de educación básica en el centro poblado (33.5%); Falta de dinero/Actualmente trabaja (27.6%), Problemas familiares/No le interesa o no le gusta el estudio/Bajas notas/Quehaceres del hogar (11.4%), entre otros.
Se tiene que ver la realidad. El Estado no está tomando las medidas correctas. Hay que reaccionar de una vez y brindarles a nuestros niños todas las herramientas para que lideren el Perú del futuro. Lampadia
La politiquería mata a los pobres
21 de diciembre de 2018
Pobre país. Tenemos todo para que nos vaya bien, pero nos empeñamos en ponernos cabe. Cuando mejor nos iba, elegimos un gobierno que desconoció todos nuestros avances, cortó el proceso de crecimiento, incrementó la anemia; y luego elegimos a otro gobierno que aumentó la pobreza y siguió agravando los niveles de anemia infantil.
Un escándalo inaceptable. Pero los temas sociales se siguen manejando con criterio político y no técnico. Esperamos que el presidente viajero se siente un día para firmar la destitución de los responsables de esta situación y que convoque especialistas técnicos para enfrentar esta crisis.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el problema de salud pública más importante del mundo es la anemia infantil.En el Perú, la anemia ha sido mayor al 40% en los últimos diez años, lo cual constituye un problema de salud pública que afecta a niños y gestantes de bajos recursos.
De acuerdo a un reciente estudio del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI):
Entre el 2017 y el primer semestre de 2018, la anemia en el Perú pasó de 43.6% a 46.6%, habiendo subido desde 41.6% el 2011.
A nivel urbano el deterioro de la salud infantil pasó de 37.5% el 2011, a 44.7% el 2018, pasando por 40.0% el año anterior.
A nivel rural, el 2011 teníamos un 49.6% y 53.3% el 2017, mejorando ligeramente el 2018 a 51.9%.
En Lima Metropolitana la anemia en niños menores de tres años pasó de 33.2% en el 2017 a 41% en el primer semestre del 2018, registrándose un aumento de casi 8%.
El promedio de prevalencia de la anemia en la sierra es de 54.2%.
En la selva la anemia marca 48.8%.
Según el INEI, la anemia afecta a más cuatro de cada diez niños y niñas menores de tres años de edad a nivel nacional, es decir, al 46.6% de los peruanos. Esta cifra es casi igual a la del 2014 (46.8%), pero cabe recordar que luego se redujo a 43.6% entre el 2015 y 2017. Es decir, este año se estaría retrocediendo a niveles de hace cuatro años.
Y si vamos aún más atrás en el tiempo, la situación es aún más grave. Como afirmamos en Lampadia, en el Perú el 2011 marcó dos puntos de inflexión, uno social y otro económico, que fueron causados por el ‘gobierno de la inclusión’. En el aspecto social, se produjo un punto de quiebre en la reducción del nivel de anemia en niños menores de tres años, luego de una sostenida reducción entre el 2007 y el 2011. Y en lo económico se paró la inversión minera y toda la cola de inversión en el resto de la economía. (Ver en Lampadia: En el 2011 se dio el Punto de Inflexión de nuestro Desarrollo).
Como se puede observar en el gráfico superior, la verdad es que la anemia infantil tuvo una apreciable caída entre el 2007 y el 2011, pasando de 56.8% a 41.6%. Lo que muchos dejan de mencionar es que a partir del 2011 las cifras se elevan de manera alarmante, llegando a 46.8% en el 2014. Entonces, podríamos decir que hemos retrocedido a cifras peores que en el 2010.
También vale la pena recordar que fue en el 2011 que el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS) dejó de distribuir sulfato ferroso (en gotas) y las chispitas de hierro; y además, cortó el Programa Nacional de Asistencia Alimentaria (Pronaa), el cual tenía como objetivo combatir el hambre en las zonas más pobres del país, garantizando la seguridad alimentaria de la población peruana, contribuyendo a prevenir la malnutrición en niños menores de 12 años de edad y priorizando la acción hacia niños menores de 3 años de edad en situación de vulnerabilidad nutricional y mejorando su calidad de vida.
Este programa fue reemplazarlo por el Qali Warma, un nuevo esquema que demoró dos años en implantarse. Ahora se pueden ver los resultados. En Lambayeque, varios niños se intoxicaron tras consumir pan con atún del programa de alimentación escolar Qali Warma. Lo mismo sucedió en Ucayali. En total se habrían intoxicado más de 900 niños por alimentos en mal estado, llevando a la población a cambiarle el nombre de Qali Warma a ‘Qali Mata’. Ver en Lampadia: No se puede jugar con las cifras de desnutrición infantil.
Increíblemente, la actual ministra de Inclusión Social, Liliana del Carmen La Rosa Huertas, ante las denuncias, previas a conocerse los últimos datos del INEI, se dió el lujo de declarar que los niños [pobres extremos] estaban en libertad de no consumir los alimentos de Quali Warma. No se entiende que no renuncie y vaya a una escuela de reentrenamiento en acción social.
Impacto humano de la anemia
Según la OMS, la prevalencia de la anemia en el Perú es la tercera más alta en América Latina, solo después de Venezuela (62%) y Bolivia (47%). Además, el Perú tiene la mayor prevalencia entre los países de la Alianza del Pacífico: Chile (20%), Colombia (27%) y México (28%).
La anemia está asociada a la falta de hierro en la alimentación. Médicamente, la anemia se define por “los niveles reducidos de hemoglobina, comparados con los valores normales en individuos del mismo género y misma edad”, según la OMC. La causa principal de la anemia es la deficiencia de hierro y es dañina porque expone a quienes la padecen a secuelas que durarán el resto de sus vidas.
Debido a que la anemia genera una carga importante para el desarrollo de las personas desde una edad temprana, se puede decir que tiene un efecto no solo en la vida de cada persona que la padece, sino también sobre la sociedad en su conjunto en términos sociales y económicos.
El estudio “Impacto económico de la anemia en el Perú”, de Lorena Alcázar, investigadora de Grade, revela que los costos se explican por tres principales causas: la pérdida de productividad futura de los niños que sufren anemia, la pérdida de productividad de los adultos que actualmente sufren de anemia, y el costo al Estado por el aumento de la repitencia y la atención de partos prematuros.
Estos tres efectos le cuestan al Perú entre 0.5% y 0.6% del PBI. Alcázar estima que un programa de prevención de la anemia que cubra a todos los niños menores de tres años y madres gestantes, por medio de la administración de suplementos de hierro, necesitaría un presupuesto menor a 0.01% del PBI.
En el Perú, este problema está exacerbado por el hecho de que parte de la población habita a gran altura sobre el nivel del mar y requiere, por ello, mayor cantidad de hierro. En nuestro país, el consumo de hierro es de solo 3 miligramos al día cuando lo correcto es de 10 miligramos al día para una mejor alimentación.
Pareciera que el Estado no ha tomado conciencia de la magnitud del problema o no es consciente de la importancia de la anemia dentro de la sociedad peruana y de sus consecuencias y costos para el país. Y en lugar de manejar este tema con criterio técnico, se sigue dando espacio a la ideología. En teoría, en abril del 2017, el del Ministerio de Salud (Minsa) publicó el “Plan nacional para la reducción de la anemia (PNRA) al 2021”, que proponía como objetivo principal que hacia el año del bicentenario la anemia infantil se debía reducir a un 19%. No obstante, la reciente publicación del INEI demuestra que esto no se ha cumplido y que, en realidad, nos estamos alejando del cumplimiento de estos objetivos.
Esto no dá más.
La lucha contra la anemia debe ser declarada prioridad nacional.
Su conducció debe darse a personal absolutamente técnico.
Debe invocarse la ayuda internacional para montar un programa acelerado de recuperación.
Debe convocarse al sector privado para desarrollar fórmulas de complementos nutritivos y dejar de tratar a las empresas privadas, como si fueran una fuerza de ocupación extranjera.
Se tiene que ver la realidad. El Estado no está tomando las medidas correctas. Hay que reaccionar de una vez. Lampadia
Del caos en los hospitales… al bienestar de los pacientes
21 de diciembre de 2018
Fernando Cillóniz B. Gobernador Regional de Ica Ica, 17 de agosto de 2018 Para Correo Ica y Lampadia
Nunca jamás imaginé encontrar tanto maltrato, tanta indolencia, y tanta corrupción como la que había en los hospitales Ica. Yo sabía de la crueldad de las colas de amanecida. Pero tal nivel de maltrato a los pacientes… jamás. Por ello – aún sin tener experiencia en la materia – me propuse solucionar el problema.
Inmediatamente, ciertos médicos corruptos – léase… las vacas sagradas del Hospital Regional – pretendieron hacerme creer que se trataba de un problema presupuestal. Falta plata… decían. Para esa gente, la culpa la tenía el Gobernador Regional. Ellos se juraban inmaculados.
No pasó ni un mes para darme cuenta de que el problema no era presupuestal. Eran ellos mismos – los médicos indolentes que abandonaban su trabajo – los que generaban las colas interminables.
Aunque la situación era parecida en los demás hospitales, veamos el caso puntual del Hospital Regional. ¡Lo que es tener liderazgo e idoneidad profesional y moral! Desde que la Dra. Diana Bolívar – Gerente Público de SERVIR – asumió la dirección del hospital, las cosas cambiaron radicalmente. Había que golpear a la mafia… y les dimos de alma. Una pandilla de médicos, enfermeras y técnicos – de mal vivir – eran el problema. Salimos de ellos – con todas las de la ley – y las mejoras vinieron una tras otra… a ritmo vertiginoso.
El Hospital Regional de Ica no es el John Hopkins de los EEUU… considerado – por muchos – el mejor hospital del mundo. Pero… comparado con el caos que heredamos cuando asumimos el Gobierno Regional, la mejora es abismal.
Ahora ¡no hay colas en ningún hospital de Ica! Incluso en el Regional… donde – sin aumentar el presupuesto – hemos triplicado la atención. De 200 paciente por día, ahora estamos atendiendo a 600. Y algunos días pasamos los 1,000.
El Hospital Regional de Ica es – ahora – un hospital de alta complejidad. Antes referíamos a Lima al 10% de pacientes… ahora sólo el 0.3%. Prácticamente todos los casos complejos están siendo atendidos en Ica.
Ahora hacemos:
Diagnósticos de cáncer
Tratamientos de quimioterapia
Cirugía oncológica general y ginecológica.
¡Se acabó el martirio de tener que ir a Neoplásicas en Lima!
En cardiología – además de pruebas de esfuerzo, ecografías Doppler, e implantes de Marcapasos
Este fin de mes haremos la primera cirugía cardiovascular en la historia del hospital.
Gracias al Recuperador Sanguíneo – que estaba tirado por ahí – estamos haciendo cirugías a corazón abierto.
Así mismo, al poner en operación al equipo de Urodinamia – que estaba refundido… adrede – estamos a la vanguardia en diagnósticos y curaciones urológicas complejas.
Nuestros especialistas – altamente calificados… jóvenes y no jóvenes – están haciendo intervencionismo en gastroenterología, neurología y neurocirugía. Brindan atención psicológica y psiquiátrica especializada. Nuestros servicios de dermatología, oftalmología y hemodiálisis son de primera. Tenemos un estupendo sistema de telemedicina con el Instituto Nacional del Niño de San Borja… y con otros hospitales del país y del exterior.
Contra lo que dicen algunos amargados, el hospital está bien equipado y bien abastecido de insumos, materiales y medicamentos.
Yo no soy ningún experto en salud pública. Pero – como cualquier ciudadano de a pie – sí sé de pesares, gratitudes, maltratos… y otros sentimientos humanos. Pues bien… al Hospital Regional acuden cada vez más pacientes, asegurados y no asegurados. Incluso pacientes asegurados de EsSalud, y pacientes de otras regiones. Y todos coinciden en señalar que el Hospital Regional – y la salud pública en general – ha mejorado mucho en Ica.
Los únicos criticones son los funcionarios sancionados… y sus defensores:
El Colegio Médico de Ica
Los Congresistas
Los Consejeros Regionales que los apañan
Los periodistas chantajistas que forman parte de la mafia
En fin… ni caso. Más bien, reconozcamos a la buena gente.
Gracias Doctor Constantino Vila… Director Regional de Salud.
Gracias Doctora Diana Bolívar… Directora del Hospital Regional.
Gracias directores de los demás hospitales de la región.
Gracias a todos los médicos, enfermeras, técnicos, y servidores de la salud de Ica.