Pobre ejecución del presupuesto de medicamentos

La ejecución presupuestal para medicamentos es uno de los indicadores clave en la medición de la eficiencia del sector salud, frente al objetivo de asegurarse el abastecimiento de fármacos y garantizar el acceso de estos a los asegurados.

Lamentablemente, la ejecución presupuestal de medicamentos está muy por debajo de los estándares necesarios para dar una cobertura adecuada.

Líneas abajo se muestran los niveles de ejecución presupuestal para medicamentos en el Perú durante los primeros meses del 2019, se busca ponerlos en contexto al hacer un recuento de la situación del abastecimiento de medicamentos en el país y brindar recomendaciones para mejorar la eficiencia en el gasto público en la adquisición de fármacos.

I. Cifras de la ejecución presupuestal

De acuerdo con la información brindada por el Ministerio de Salud, la ejecución presupuestal hasta mayo del 2019 presenta el siguiente desempeño:

  • En el acumulado al mes de mayo del 2019 hay un porcentaje promedio de ejecución nacional de 19%, superando al promedio del año anterior en el mismo periodo, cuando alcanzo el 15%.
  • La ejecución presupuestal del 19% hasta mayo del 2019 representa un déficit de 33 puntos porcentuales, debido a que la ejecución debería ser de 42%.
  • Las regiones de Amazonas y San Martín son las que presentan los menores niveles de ejecución con solo 12 % y 11% respectivamente.

Cuadro de gasto presupuestas por región

Cuadro de ejecución presupuestal según avance

II. Situación en el abastecimiento de medicamentos – Estudio de Videnza Consultores

  • Existen problemas en el acceso de medicamentos. Una evaluación de la Digemid (2017) halló que el 70% de los establecimientos de salud evaluados tenía un nivel bajo o regular de disponibilidad. La situación fue particularmente grave en los centros de salud, más del 40% de los cuales presentó un bajo nivel de disponibilidad. También existen problemas de asequibilidad: un alto porcentaje de medicamentos se financia a través del gasto de bolsillo (Ensusalud, 2015).
  • Existen problemas en la gestión para obtener la asignación presupuestal y definir el Presupuesto Institucional de Apertura (PIA) y el Presupuesto Institucional Modificado (PIM). Existe un doble proceso de programación en el caso de las Intervenciones Estratégicas en Salud Pública (IESP) por el desfase en la estimación del Centro Nacional de Recursos Estratégicos en Salud (Cenares) y los programas presupuestales (PP). No se cuenta con recursos presupuestales definidos al inicio del año, en parte por la tardía incorporación de los recursos de donaciones y transferencias, y por problemas en el cálculo de los recursos directamente recaudados. 
  • Hay demoras en la elaboración y aprobación del Plan Anual de Adquisiciones y Contrataciones (PAC). Además, se realizan constantes modificaciones durante el año.
  • El Sismed establece tres tipos de adquisición: nacional, regional e institucional. La nacional puede darse a través del abastecimiento centralizado —financiado con recursos del Cenares y relacionada a las IESP— y de la CCFSS que convoca Cenares, pero que cada UE financia con sus propios recursos. Una restricción común a los procesos de compra es la poca oportunidad en su ejecución, provisión y coordinación. Se generan demoras, ineficiencias y pérdida de economía de escala.
  • En la CCFSS, la subasta inversa viene profundizando una disminución de la competencia. Asimismo, la poca coordinación entre las UE y el Cenares genera discrecionalidad en los tiempos de firma de contrato con los proveedores. El Cenares demora en comunicar los casos desiertos a las UE, lo cual retrasa las convocatorias de procesos regionales o institucionales.

Lampadia




Mentira presidencial

«Estamos, en este momento, revisando el tema de los precios de las medicinas».

«No puede ser que, en el Perú, el precio de las medicinas esté más caro que en Europa y Estados Unidos, por nuestras propias normas».

«Tenemos que estar sujetos a un producto de marca, que la química le pone el precio que quiere».

«Pronto anunciaremos que será obligatorio que las farmacias puedan vender medicinas genéricas».

Presidente de la República, Martín Vizcarra, en entrevista con radio Exitosa el lunes pasado. (Fuente: América). 

Es lamentable que los juegos políticos del presidente de la República estén ahora, con mayor frecuencia, escalando a confrontaciones con el sector empresarial. En esta ocasión, con respecto a los precios de las medicinas, el presidente ha hecho afirmaciones absolutamente alejadas de la realidad.

Resulta que los medicamentos de una muestra representativa, desarrollada por Ipsos, para medicamentos de uso crónico y habitual, agudos y genéricos, son 30% más baratos en el Perú que en la región. Veamos:

En el caso de los medicamentos crónicos la diferencia es de 23%:

En el caso de los medicamentos agudos, la diferencia es de 21%:

Y en el caso de los medicamentos genéricos, la diferencia llega a 79%:

Esto último llama mucho la atención, es una diferencia muy grande que no hace sentido. Una posible interpretación sería que se están comparando medicinas de distinta calidad. Hay que tomar nota que en el caso de los genéricos lo importante es que estos sean bio-equivalentes, o sea, que más allá del precio, el efecto de las medicinas sea el mismo que el de los medicamentos originales en su aplicación.

Viendo medicamentos específicos, de la muestra de 23 crónicos y de consumo habitual, 19 son más económicos que en la región. Veamos:

Ver el resto del informe de Ipsos, de principios de año, en el siguiente enlace: Análisis comparativo de precios en el Perú y Latinoamérica.

Las aguas ya están suficientemente agitadas, como para que el presidente de la República genere distorsiones y siga enfrentando al sector privado.

La economía está muy afectada, y más allá de las explicaciones del ministro de Economía, la verdad es que esto se debe fundamentalmente a la falta de inversión, privada y pública; la mejora pasa por generar confianza y no desasosiego.

Presidente, la agenda política no aguanta más confrontación. Lampadia




“Macondo”

Carlos E. Gálvez Pinillos
Ex presidente de la SNMPE
Para Lampadia

Quisiera compartir una experiencia que explica lo que nos ocurre en el país que tanto amamos, el Perú.

Preocupados en el sector minero por el azote que significa la desnutrición y anemia en nuestra niñez, diseñamos un plan integral que junte “Alimentación saludable” (programa de Naciones Unidas), con mejoramiento de condiciones de higiene instalando Plantas de tratamiento de agua potable y de tratamiento de aguas residuales, de forma que las empresas mineras, aportando su capacidad técnica, logística y de gestión, puedan “adoptar un distrito” y construir, operar temporalmente, entrenar a pobladores locales en la operación de estas plantas, para finalmente transferirlas a sus autoridades y así “graduarlos” en el manejo de este servicio.

Podemos estar seguros que sería un gran aporte a la solución del problema de anemia y desnutrición, mejora de la calidad de vida y de la evolución escolar, además de mejorar la gestión en los planes de infraestructura básica, eliminando la corrupción atomizada en el sector público.

Para el diseño del proyecto, identificamos los distritos del área de influencia de las operaciones mineras de las empresas responsables y formales de nuestra industria.

Inmediatamente, solicitamos al ministerio correspondiente (MVCS) el inventario y la situación actual de las plantas de tratamiento de agua potable y de aguas residuales y/o los proyectos de atención de esas necesidades básicas, con la finalidad de sumar a los esfuerzos ya realizados.

Cuál no sería nuestra decepción cuando recibimos por respuesta que, “esa información no existe”, pero que verían qué plantas tendrían proyectadas para ver qué podemos hacer.  Ciertamente, un proyecto integral, debidamente estructurado, con control de ejecución y monitoreo de sus resultados; no sólo respecto al agua, sino al control de anemia y nutrición que también debe de enlazarse a la mejora de enseñanza y rendimiento escolar, debe ser un plan integral y que cuente con una entidad responsable (la empresa) a cargo del mismo, no un evento aislado.

Peor aun cuando planteamos, ante la ausencia de la información, que las empresas propondrían la ejecución del proyecto, luego de esfuerzo propio de indagación, mediante “obras por impuestos”. Respuesta; IMPOSIBLE, no se puede ejecutar “obras por impuestos” en proyectos que el Estado no tiene considerados en su presupuesto.

Resultado; si el Estado y el Supremo Gobierno no han pensado siquiera en las necesidades básicas de las poblaciones rurales históricamente abandonadas, NO ES POSIBLE que el sector privado proponga su participación y apoyo en la solución de los problemas.

¡Por eso creo que, tendremos que “celebrar” el bicentenario del mundo de “Macondo “!!! Lampadia




Se reducen investigaciones clínicas

Los retrocesos en salud en el país se dan en muchos frentes. Últimamente hemos reportado con especial énfasis la regresión de los indicadores de anemia infantil. Hoy día queremos incidir en la disminución de investigaciones clínicas, algo esencial para mejorar las condiciones de salud en el país.

Efectivamente, según datos del Instituto Nacional de Salud (INS), desde el 2009 las investigaciones clínicas han disminuido en un 68%. Este retroceso se debe a la falta de educación y las campañas atemorizantes de algunas ONG y medios de comunicación. Por ejemplo, entre el 2015 y 2017, se prohibieron los ensayos pediátricos.

Por otro lado, las investigaciones, mayormente promovidas desde el exterior por los laboratorios internacionales, se enfrentan a limitaciones regulatorias. Los ensayos, que se hacen en paralelo en varios países del mundo, requieren predictibilidad en sus plazos y seguimiento.

El Perú, cómo nuestros países vecinos, debiera tener una política de Estado que promueva la competitividad del espacio para las investigaciones, que son muy positivas para la salud, dan acceso a soluciones innovadoras, producen transferencia de tecnología, mejoras de las condiciones técnicas de la planta hospitalaria y de médicos, así cómo inversiones sofisticadas.

Así mismo, hay que empoderar a la población en general, incluidos los medios de comunicación, instituciones y autoridades con información sobre las investigaciones clínicas.

Líneas abajo compartimos la nota de prensa de ALAFARPE, que da cuenta de dicho desarrollo.   

ALAFARPE
Nota de Prensa
Mayo, 2019
Día Internacional de los Ensayos Clínicos

Glosada por Lampadia

Número de investigaciones clínicas en el Perú se reduce en 68% en la última década

  • Perú registra menos investigaciones clínicas que países como México, Chile y Colombia.
  • Además, debido a esto, el país deja de recibir más de 40 millones de dólares anuales para investigación.

En la última década, el número de estudios clínicos que se realizan en el Perú se ha reducido a menos de la mitad. Según datos del Instituto Nacional de Salud (INS)[1], en este periodo la autorización de investigaciones clínicas en el país ha disminuido en un 68%, pasando de tener 134 ensayos clínicos autorizados en 2009 a 43 en 2018.

La Dra. Denisse Bretel, directora médica del Grupo de Estudios Clínicos Oncológicos (GECOPERU), indicó que la drástica reducción de ensayos clínicos impacta directamente a los pacientes, como aquellos con enfermedades raras o huérfanas, para quienes podrían ser una de las pocas opciones de tratamiento.

“Los ensayos clínicos son un mecanismo insustituible para lograr el avance de la ciencia, en beneficio de los pacientes, ya que constituyen la única forma de comprobar la calidad y eficacia de nuevas opciones de tratamiento. Por ello, es necesaria una política nacional impulsada por las autoridades de salud, aprovechando que nuestra reglamentación garantiza que las investigaciones clínicas puedan desarrollarse con altos estándares de seguridad y calidad”, puntualizó la Dra. Bretel.

Del mismo modo, la doctora indicó que está realidad afecta todo el país, puesto que no solo reduce la participación de profesionales peruanos en investigaciones que se realizan en todo el mundo, sino que también deja fuera de estos estudios los datos genéticos de los peruanos, información clave para evaluar los posibles beneficios de un tratamiento en la población.

Asimismo, comentó que se estima que el Perú deja de recibir más de 40 millones de dólares en el país no se aprovecha toda la capacidad que existe para realizar ese tipo de estudios, lo cual afecta a todos los actores, desde técnicos hasta investigadores de alto perfil, laboratorios clínicos, centros de investigación, entre otros.

La experta indicó que, según la base de datos estadounidense ClinicalTrials.gov, que incluye información de estudios clínicos de 195 países, desde el 2009 Perú es el único país en la región que tiene una tendencia de reducción en el número de presentaciones de este tipo de investigaciones y por lo tanto de las aprobaciones. Por el contrario, en países como Chile, con una población 42% menor, el número de ensayos clínicos es mayor.

Oportunidades para el Perú

Dado el panorama actual de los estudios clínicos en el Perú, el Comité de Investigaciones Clínicas de la Asociación Nacional de Laboratorios Farmacéuticos (ALAFARPE) desarrolló, el 21 de mayo pasado, el foro “Perú, un país de oportunidades para la investigación clínica”.

Este evento contó con la participación de Hans Vásquez, jefe del Instituto Nacional de Salud (INS), de la Dra. Denisse Bretel, directora médica de GECOPERU y de los representantes de ALAFARPE, quienes abordaron los retos y desafíos para realizar este tipo de estudios en el país.

Lampadia




¿Ingreso básico universal?

Los “supuestos” males de la globalización y la automatización, que hemos rebatido extensamente en anteriores publicaciones (ver Auge de empleo en países ricos, EEUU: Crecen salarios de los menos remunerados, Retomemos el libre comercio, Otra mirada al mito de la desigualdad), han despertado preocupación entre los hacedores de política encargados de diseñar los sistemas de seguridad social en los países desarrollados. Un reciente artículo escrito por Daron Acemoglu – profesor de economía de la Universidad de Harvard y renombrado académico que ganó notoriedad por ser coautor (junto a James Robinson) del best-seller Por qué fracasan las naciones: los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza – que compartimos a continuación, analiza una de las propuestas nacidas en el seno de estas inquietudes, el Ingreso Universal Básico (en adelante, UBI), a la luz de su viabilidad financiera con el actual presupuesto federal de EEUU y de la teoría económica.

Como deja entrever su análisis, dicha política, no solo es casi imposible de afrontar económicamente, sino que además, para hacerla realizable, habría que renunciar a gran parte de las partidas de gasto social que involucran los programas sociales, así como la seguridad social misma, llámese seguros de salud, seguros de desempleo, pensiones, entre otros.

Pero más importante aún es que la puesta en marcha de dicha medida ignora las distorsiones que – como todo precio mínimo por encima del de equilibrio – generaría en los mercados laborales de esta nueva era de la automatización. Imponer ingresos mínimos en una era como la actual, rompe con su tendencia característica de creación de nuevos empleos y alta movilidad laboral (ver Lampadia: Automatización demandará nuevos empleos y habilidades). En ese sentido, una política de buenas intenciones que pretendía proteger a los más vulnerables podría terminar condenándolos a percibir tal ingreso mínimo si las empresas eventualmente no pueden afrontarlo.

En contraste, consideramos que las medidas laborales que debieran acometerse en EEUU son aquellas que permitan aprovechar para bien esta nueva ola tecnológica proveniente de la Cuarta Revolución Industrial (4IR). Estas tienen que ver con simplificar y volver menos onerosos los marcos tributarios y hacer más amigable la contratación de empleo, de manera que las empresas puedan enfrentar satisfactoriamente esta nueva demanda de trabajos que surgirán en los próximos años. De no llevarlas a cabo, el boom del empleo que actualmente acontece en el país americano podría ya no ser sostenible en el tiempo.

Algo que Acemoglu no toca, es que pasaría con la diferencia de ingresos entre países, o peor, la situación de los pobres de los países emergentes. Algo que no puede solucionarse con UBIs. Por eso, la humanidad tiene que apostar por dinamizar el empleo o los trabajos individuales, para albergar, en vidas dignas, a la población. Lampadia

¿Por qué el ingreso básico universal es una mala idea?

7 de junio, 2019
Daron Acemoglu
Project Syndicate
Traducido y glosado por Lampadia

Siempre se debe tener cuidado con las soluciones simples para problemas complejos, y el ingreso básico universal no es una excepción. El hecho de que esta respuesta a la automatización y la globalización haya sido recibida con tal entusiasmo indica una ruptura no en el sistema económico, sino en la política democrática y la vida cívica.

Debido a la insuficiencia de la red de seguridad social en los EEUU y otros países desarrollados, las propuestas para un ingreso básico universal (en adelante, UBI) están ganando popularidad. La brecha entre los ricos y todos los demás se ha ampliado significativamente en los últimos años, y muchos temen que la automatización y la globalización la amplíen aún más.

Para estar seguro, si la única opción es entre el empobrecimiento masivo y una UBI, es preferible una UBI. Tal programa permitiría a las personas gastar su dinero en lo que más valoran. Se crearía un amplio sentido de propiedad y un nuevo electorado para sacudir el sistema de la política de grandes cantidades de dinero. Los estudios sobre programas de transferencia condicional de efectivo en economías en desarrollo han encontrado que tales políticas pueden empoderar a las mujeres y otros grupos marginados.

Pero la UBI es una idea defectuosa, entre otras cosas porque sería prohibitivamente costosa a menos que estuviera acompañada de profundos recortes en el resto de la red de seguridad. En los EEUU (Población: 327 millones), un UBI de solo US$ 1,000 por mes costaría alrededor de US$ 4 trillones por año, lo que se aproxima a todo el presupuesto federal en 2018. Sin grandes ahorros de costos, los ingresos fiscales de los EEUU tendrían que duplicarse, lo que impondría enormes costos de distorsión a la economía. Y, no, un UBI permanente no podría financiarse con deuda del gobierno o moneda recién impresa.

Sacrificar todos los demás programas sociales por un UBI es una idea terrible. Tales programas existen para abordar problemas específicos, como la vulnerabilidad de los ancianos, los niños y las personas con discapacidad. Imagine vivir en una sociedad donde los niños todavía pasan hambre, y donde aquellos con problemas de salud se ven privados de la atención adecuada, porque todos los ingresos fiscales se destinaron al envío de cheques mensuales a todos los ciudadanos, millonarios y multimillonarios incluidos.

Aunque UBI es un buen eslogan, es una política mal diseñada. La teoría económica básica implica que los impuestos sobre el ingreso son distorsionadores en la medida en que desalientan el trabajo y la inversión. Además, los gobiernos deberían evitar las transferencias a las mismas personas de quienes obtienen los ingresos, pero eso es precisamente lo que haría el UBI. En los EEUU, por ejemplo, alrededor de tres cuartas partes de los hogares pagan al menos algunos impuestos federales sobre la renta o la nómina, y una proporción aún mayor paga los impuestos estatales.

Además, ya se ofrece una política más sensata: un impuesto a la renta negativo, o lo que a veces se denomina “ingreso básico garantizado”. En lugar de darles a todos US$ 1,000 por mes, un programa de ingreso garantizado ofrecería transferencias solo a las personas cuyo ingreso mensual es por debajo de US$ 1,000, por lo que se cobra una mera fracción del costo de un UBI.

Los defensores del UBI argumentarían que los programas de transferencia no universales son menos atractivos porque los votantes no los aceptarán con entusiasmo. Pero esta crítica es infundada. El ingreso básico garantizado es tan universal como el seguro nacional de salud, que no imparte pagos mensuales a todos, sino que beneficia a cualquiera que haya incurrido en costos médicos. Lo mismo se aplica a los programas que garantizan incondicionalmente el apoyo a las necesidades básicas, como los alimentos para las personas con hambre y el seguro de desempleo para los desempleados. Tales políticas son ampliamente populares en los países que las tienen.

Finalmente, gran parte del entusiasmo por el UBI se basa en una mala interpretación de las tendencias de empleo en las economías avanzadas. Contrariamente a la creencia popular, no hay evidencia de que el trabajo tal como lo conocemos desaparezca pronto. La automatización y la globalización son, de hecho, trabajos de reestructuración, eliminando ciertos tipos de empleos y aumentando la desigualdad. Pero en lugar de construir un sistema en el que una gran parte de la población reciba folletos, deberíamos adoptar medidas para alentar la creación de empleos de «clase media» con una buena paga, al mismo tiempo que fortalecemos nuestra red de seguridad social. UBI no hace nada de esto.

En los EEUU, los objetivos principales de la política deben ser la atención médica universal, beneficios de desempleo más generosos, programas de capacitación mejor diseñados y un crédito tributario por ingreso del trabajo (en adelante, EITC) ampliado. El EITC ya funciona como un ingreso básico garantizado para trabajadores de bajos salarios, cuesta mucho menos que un UBI y alienta directamente el trabajo. Por el lado de los negocios, reducir los costos indirectos y los impuestos sobre la nómina que los empleadores pagan por la contratación de trabajadores estimularía la creación de empleos, también por una parte del costo de un UBI. Con salarios más altos para evitar que los empleadores se monten libremente en los créditos fiscales de los trabajadores, un EITC ampliado y una reducción de los impuestos sobre la nómina contribuirán en gran medida a crear empleos que valgan la pena en todos los niveles de la distribución del ingreso.

Igualmente importante, estas soluciones aprovechan la política democrática. No se puede decir lo mismo de un UBI, que se lanza en paracaídas desde arriba como una forma de aplacar a las masas descontentas. Ni faculta ni siquiera consulta a las personas a las que pretende ayudar. (¿Los trabajadores que han perdido sus empleos de clase media quieren transferencias del gobierno o la oportunidad de conseguir otro empleo?) Como tales, las propuestas de UBI tienen todas las características del «pan y los circos» utilizados por los imperios romano y bizantino: folletos para desactivar descontento y apacigua a las masas, en lugar de brindarles oportunidades económicas y agencia política.

En contraste, el estado de bienestar social moderno que ha servido tan bien a los países desarrollados no fue transmitido por magnates y políticos. Su objetivo era proporcionar tanto un seguro social como oportunidades a las personas. Y fue el resultado de la política democrática. La gente común hizo demandas, se quejó, protestó y se involucró en la formulación de políticas, y el sistema político respondió. El documento fundador del Estado de bienestar británico, el Informe Beveridge de la Segunda Guerra Mundial, fue tanto una respuesta a las demandas políticas como a las dificultades económicas. Se buscó proteger a los desfavorecidos y crear oportunidades, al mismo tiempo que se fomentaba la participación ciudadana.

Muchos problemas sociales actuales están arraigados en nuestro abandono del proceso democrático. La solución no es botar suficientes migajas para mantener a las personas en casa, distraídas y pacificadas. Más bien, necesitamos rejuvenecer la política democrática, impulsar la participación cívica y buscar soluciones colectivas. Solo con una sociedad movilizada y políticamente activa podemos construir las instituciones que necesitamos para compartir la prosperidad en el futuro, mientras protegemos a los más desfavorecidos entre nosotros. Lampadia

Daron Acemoglu
Daron Acemoglu, profesor de economía en MIT, es coautor (con James A. Robinson) de Why Nations Fail: The Origins of Power, Prosperity and Poverty y The Narrow Corridor: States, Societies, and Fate of Liberty (Próximamente de Penguin Press en setiembre de 2019).




Apurímac y Junín pierden competitividad

El Índice de Competitividad Regional – INCORE elaborado por el IPE es una herramienta muy útil para identificar las fortalezas y los cuellos de botella que enfrentan las 24 regiones del país en su desarrollo económico, social e institucional – necesarios para alcanzar una mayor competitividad. Siguiendo la metodología ideada por el economista Xavier Sala i Martín para el Índice de Competitividad Global publicado por el Foro Económico Mundial, el IPE construye un indicador compuesto que pondera seis pilares para determinar la competitividad de cada región: Entorno Económico, Infraestructuras, Salud, Educación, Laboral e Instituciones. La edición del 2019 se publicó recientemente, por lo que a continuación repasamos y analizamos las principales conclusiones del mencionado informe.

Regiones que mejoraron

En primer lugar, como se puede apreciar en el gráfico líneas abajo, Lima ostenta el lugar de la región más competitiva del país, seguida de Arequipa, Tacna y Moquegua, por mencionar algunas. Por otra parte, entre las regiones menos competitivas se encuentran Huancavelica, Cajamarca, Huánuco y Loreto.

Fuente: IPE

Fuente: IPE

Los 16 primeros puestos no han registrado cambio alguno respecto a la edición del 2018; sin embargo, a partir del puesto 17, se puede destacar el avance de dos regiones. Así, Ucayali pasó de ocupar el puesto 20 al 17 y Loreto, del puesto 24 al 22. En el caso de Ucayali la mejora en su posición se ha dado principalmente por avances en el pilar de salud – 4 posiciones – y laboral – 3 posiciones. En relación al avance de Loreto, este quedó explicado principalmente por su avance en el pilar de instituciones, concretamente, un incremento de 18 posiciones en el indicador referido a la ejecución de la inversión pública.

Apurímac y Junín entre las regiones que más empeoraron

Por otra parte, es menester señalar que Apurímac, región que registró el mayor avance en el INCORE el año pasado (ver Lampadia: Apurímac avanza en su potencial de desarrollo), se encuentra – junto a Junín – entre las regiones que más empeoraron en el ranking general de competitividad – cayendo del puesto 17 al 20.

Tabla 1. Índice de Competitividad Regional de Apurímac

Fuente: IPE

Esta caída se ha dado principalmente por el descenso de 9 posiciones en el pilar instituciones, 5 posiciones en el pilar laboral y 3 posiciones en el pilar entorno económico. Es de destacar la caída del pilar instituciones, explicada por descensos en los indicadores de resolución de expedientes judiciales y percepción de la gestión pública. Asimismo y en relación a este mismo pilar, la región se ubica como la segunda con mayor tasa de conflictividad social, reflejo, entre otras cosas, de un agravamiento en los últimos meses del conflicto minero del gran proyecto cuprífero Las Bambas. Como explicamos en Lampadia: Esfuerzo Intelectual Anti-minero, este hecho responde a los ausentes esfuerzos anticipados por parte del Gobierno y del sector minero para estructurar un discurso que permita detener el creciente avance del movimiento anti-minero de los últimos años, promovido por ONG’s y diversos académicos asociados a ellas.

El proyecto Las Bambas – que actualmente se encuentra amenazado con otro bloqueo en su corredor minero, para impedir la salida de la producción de cobre para ser exportada – significó a Apurímac una inversión total de US$ 10,000 millones en una vida útil de 18 años, con una producción de 453,000 toneladas al año. Los ingresos fiscales producto de tal actividad hubieran significado sendos avances en los ámbitos de infraestructura, educación y salud, tan importantes para que más hogares de la región escapasen permanentemente de la pobreza e indigencia. Por otra parte – aunque no se menciona en el informe – este paro indudablemente ha debido estar asociado a las ya mencionadas caídas en los pilares de entorno económico – traducido en un menor gasto real por hogar – y en el laboral – concretamente por una reducción de la creación de empleo formal.

Otro caso a destacar, como mencionamos, es el de Junín que registró también una caída de tres posiciones en el ranking general de competitividad, pasando del puesto 11 al 14. Este retroceso estuvo explicado por notables caídas en los pilares de salud y laboral – 4 posiciones – así como también en los pilares de entorno económico e instituciones – 3 posiciones.

Tabla 2. Índice de Competitividad Regional de Junín

Fuente: IPE

Es de destacar la caída en el pilar de salud, la cual está explicada por un incremento en la incidencia de desnutrición crónica en menores de 5 años – situando a la región en el puesto 22 – y una mayor prevalencia de la anemia infantil – situando a la región en el puesto 19 – ambas enfermedades que – como se explica en el informe de Macroconsult: La anemia infantil, un enemigo silenciosogeneran efectos irreversibles en el desarrollo del cerebro temprano de los niños, comprometiéndolos a un bajo rendimiento tanto escolar como universitario.

Esperemos que los resultados de este informe puedan ser tomados en cuenta por los hacedores de política para enfocar mejor sus intervenciones en las regiones, priorizando las necesidades y oportunidades de mejora en cada una de ellas y considerando además que el presupuesto público hacia los gobiernos regionales, como todo presupuesto, cuenta con una restricción de recursos que debe ser usada de manera eficiente y eficaz para hacer frente a los problemas que aquejan – en este caso – a los peruanos al interior del país. Lampadia




La política empequeñeció a los medios

De un tiempo a esta parte hemos multiplicado nuestras publicaciones sobre temas que recogemos del quehacer global, que si bien consideramos encierran mensajes importantes para nosotros los peruanos, también pretenden mejorar la cobertura mediática nacional.

En Lampadia nos resistimos a caer en la mediocridad de los medios locales en sus distintos formatos, que lamentablemente no salen de la pequeña política, del seguimiento de escándalos y de sembrar intrigas. La crisis política que nos abruma ya hace un par de años, ha terminado por llevar a la gran mayoría de medios de comunicación a una trampa de medianía.

Por ejemplo, en los programas políticos se ha vuelto común agredir a los entrevistados que tienen puntos de vista independientes, no se permite que los ciudadanos reciban los mensajes de líderes de opinión independientes sin interferencias, ya sea porque los ignoran o los interfieren. Curiosamente, esta tarea de demolición de los entrevistados independientes, ha sido encomendada mayormente a mujeres, desaprovechando sus grandes cualidades.

Es cierto que los medios viven de la coyuntura, pero se dejan llevar por los aspectos más frívolos o perversos de ella en lugar de aclarar los problemas de fondo que la explican. El Perú necesita salidas, no pantanos. 

En el Perú tenemos agendas pendientes muy importantes en temas de educación, salud, infraestructuras, reducción de la pobreza, generación de empleo, inversión, crecimiento y muchos otros. Pero nuestros medios siguen enfocados en la batalla política entre gobierno y oposición; siguen limitando el tema de la lucha contra la corrupción a la batalla entre cúpulas, olvidando que se debe reformar todo el Sistema Judicial; siguen atrapados en las culpas del pasado en lugar de mirar hacia adelante; siguen mostrando sesgos partidistas y/o pro gobierno; y encumbrando como referentes nacionales a personajes que en cualquier otro momento solo hubieran representado posiciones extremas.

En los temas de corrupción, es lamentable como la política ha terminado por sesgar el quehacer periodístico. No importa si las denuncias judiciales rebotadas por los medios tienen o no sustento jurídico. Se trata de alentar la ‘prisión preventiva’ como castigo a posiciones políticas. En lugar de concentrar las investigaciones y denuncias en las coimas vinculadas a las obras públicas, el centro de gravedad mediático gira en torno a los aportes a las campañas políticas, que en principio no son delito, así como al llamado pitufeo.

En el tema de salud, más allá de nuestro nivel de atraso general, en los últimos años hemos tenido un fracaso estrepitoso en el tema de la anemia infantil. Pero este tema, que es verdaderamente escandaloso, solo merece en los medios una menor presencia. Por ejemplo, ¿se ha aclarado como el deterioro de la desnutrición empezó el 2011, como producto de una decisión de gobierno? Pues así es, el gobierno de Humala, desde el Ministerio de Inclusión Social (Carolina Trivelli), suspendió el uso de chispitas para reemplazarlas por algo más ‘sofisticado’ que nunca se hizo presente. Veamos cómo el 2011 se produjo la reversión de los avances contra la anemia:

¿Por qué simplemente no regresamos a la política exitosa que se cortó el 2011? Este tema debería seguirse diariamente, hasta estar seguros de estar en el camino correcto, hacia una drástica reducción de la anemia infantil.

Para un mayor análisis, ver el informe de Macroconsult: La anemia infantil, un enemigo silencioso.

En el tema económico, seguimos frenando el crecimiento que necesitamos y podemos lograr, por enfocarnos más en la política y dejando de tomar decisiones que promuevan y cautelen la inversión en grandes proyectos. Llámese, Tía María, Majes Siguas, Chavimochic III, Conga, Oleoducto Nor-peruano, etc. El objetivo de gobierno parece ser cuidar la popularidad y no arriesgar enfrentamientos, así sean contra mafias o grupos de interés extremistas. Ver en Lampadia: Aterrizaje en la Mediocridad.

Así no vamos a ninguna parte. Seguimos esperando una reacción de parte del gobierno, pero también esperamos un cambio de actitud en los medios nacionales. Las cosas no están como para perder más tiempo teniendo al frente tamaños desafíos como la anemia infantil, la inversión y el crecimiento económico. Lampadia




La tragedia de Vale en Brasil

La ruptura de una de las presas de relave de la minera Vale – considerada la mayor productora de hierro a nivel mundial – ocurrida el mes pasado en Brumadinho, estado de Minas Gerais, y que -según el conteo al 4 de febrero pasado- ha ocasionado más de 300 muertes, ha generado que los medios internacionales pongan sobre la mesa la discusión en torno a los estándares de seguridad y salud en el trabajo que subyacen en la industria minera.

Sin embargo, se debe aclarar que, según fuentes de Reuters, el diseño de la presa de relave Brumadinho siguió el método “upstream” (ascendente, por su traducción al español) que constituye, de entre los 3 principales diseños de diques existentes , el más barato pero también el menos seguro. En otros países de la región como Chile y Perú, propensos a terremotos, prohíben esta clase de diseño, en el cual los relaves se utilizan para construir progresivamente los muros de las represas cuanto más se excavan las minas.

Si bien Brasil no es considerado un país sísmico, no era recomendable utilizar este diseño en la construcción de la presa ya que, según fuentes de Financial Times, una presa similar de propiedad de Vale, en la localidad de Samarco, Mariana, habría generado los mismos problemas de arrojamiento de  toneladas de lodo a un sistema fluvial en el 2015, en lo que fue, en la época, la peor tragedia ambiental de Brasil.

En lo concerniente a la responsabilidad directa por este desastre, haría bien el director ejecutivo de Vale, Fabio Schvartsman, en señalar a detalle cuáles fueron los verdaderos causales de esta desgracia, y no excusárse diciendo «No soy un técnico. Seguí el consejo de los técnicos y ves lo que pasó. No funcionó».

Consideramos que el pueblo brasileño merece toda la verdad de este catastro, lo cual no debe caer en insinuaciones que pasen por satanizar un sector minero que trae tanto desarrollo a la economía local, sino explicando que la empresa Vale, desde las altos niveles de la organización, no tomó las medidas correctivas del caso para prevenir un desastre como este. Lampadia




Incremento de recaudación por transformación digital de SUNAT

Podremos aportar parte del IGV que pagamos a cuenta individual de pensión y salud, pero se necesitan reformas

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Una buena noticia que llamó la atención hace unos días fue la revelación de que el 2018 la recaudación tributaria volvió a crecer luego de tres años de caídas y creció nada menos que en 13.8% en términos reales, muy por encima del crecimiento de la economía. Con ello la presión tributaria subió de 13% del PBI a 14.1%.

En la siguiente entrevista el ex jefe de la Sunat, Víctor Shiguiyama, explica que eso se debió, en parte, a la transformación digital que está viviendo la Sunat, que permitirá incorporar a la gran base informal. No obstante, advierte que se necesitan reformas para simplificar los regímenes tributarios y hacer que las personas puedan aportar parte del IGV a su cuenta de pensiones y a su seguro de Salud, ayudando así a ampliar la base y formalizar la economía.

Lamentablemente, el gobierno del presidente Vizcarra suspendió los servicios de Shiguiyama en la SUNAT, cortando innecesariamente una gestión reformadora e innovadora. Esperemos que Claudia Suarez, su sucesora, continúe y profundice en la misma línea. Ver en Lampadia: El gobierno maltrata a los funcionarios públicos.

El incremento de la recaudación el 2018 ha sido notorio. ¿Hay acciones de la Sunat que explican ese crecimiento?

Los resultados del 2018 han sido muy positivos. La recaudación ha crecido tres veces más que el crecimiento del PBI.

  • La primera explicación es sin duda el crecimiento económico.
  • Luego, una mejor gestión de los datos, logrando generar una sensación en los contribuyentes de mayor riesgo, es decir, de que serán detectados.
  • Un trabajo más cuidadoso en la gestión judicial, gracias a la procuraduría.
  • También un impulso al trabajo digital, como la factura electrónica. Ya estamos en casi 65% del monto facturado en electrónico.

  • Además, cruces masivos de información, muchos realizados por primera vez en la Sunat.
  • El desarrollo de un trabajo integrado tributos – aduanas que, aunque no lo creas, no se hacía.
  • También ha jugado un papel importante complementar el marco de fiscalidad internacional BEPS (intercambio de información, secreto bancario).
  • Y usos de información corriente, es decir, de los últimos meses, cosa que se hace por primera vez también.

¿Qué significa “uso de información corriente”?

Sunat suele trabajar con la información tributaria luego de 1 año como mínimo. Usualmente 3 o 4 años después. El año 2017 y especialmente 2018, la Sunat empezó a trabajar con información del mes anterior, lo que resulta mucho más impactante para el contribuyente. Que Sunat le observe una compra del mes pasado, le generó una sensación de riesgo mucho más alta.

¿Han usado big data, inteligencia artificial?

Así es, también se empezó a emplear modelos con big data y machine learning para cruces más precisos, además de incorporar indagaciones y cruces de gente sin RUC. Por ejemplo, a partir del Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF), información que no se usaba para los cruces. Estos solían hacerse sólo entre los que tenían RUC.

Llegaron a gente que estaba fuera del radar…

Todo esto generó, creo yo, la sensación de una Sunat más tecnificada, con mayores capacidades de detección. Lo que permite el objetivo central de toda administración tributaria moderna: mejor cumplimiento voluntario debido a un mayor riesgo de ser detectado por incumplimiento. En múltiples ocasiones fuimos dando el mensaje a gremios y líderes que la Sunat iría ganando mejores capacidades por la transformación digital.
En realidad, sacamos a la Sunat de su zona de confort y varios aspectos se hicieron por primera vez.

Entonces, ¿este año también vamos a tener un crecimiento de la recaudación claramente por encima del crecimiento del PBI?

Confío en que sí. Hay mucho potencial, pero hay una cultura interna que debe cambiar. Requerimos reformas, pero el continuo cambio de ministros en el MEF dificulta tener un plan de reformas. Esperemos que el gobierno desarrolle un plan de transformación digital del Estado, que construya procesos totalmente nuevos, y continúe la consolidación de una Sunat más simple y justa.

Con las reformas te refieres a la complejidad o multiplicidad de regímenes tributarios, eliminar el RUS y el RER por ejemplo, ¿no?

Así es, una simplificación del modelo, pensando en las posibilidades que te da la transformación digital en curso. Y además simplificar los procesos y procedimientos. Con el tiempo, se han redactado demasiados procedimientos que hacen muy burocrática la relación entre el contribuyente y la administración. Fuera de eso, hay que incentivar desde la demanda, es decir, beneficios para gente que compra formal. El camino para una consolidación de la recaudación está 100% claro, es cuestión de ejecutar. Y hay por ejemplo asuntos más técnicos, como la escalabilidad de la factura electrónica. Al pasar a la nube y a los Operadores de Servicios Electrónicos (OSE), como en el modelo mexicano, dicha escalabilidad está garantizada.

¿Qué es escalabilidad de la factura?

La masificación de la factura electrónica. Como te comenté, el monto facturado electrónicamente ya está en 65%, pero son solo los grandes contribuyentes. Falta la masificación en términos de número de contribuyentes. Y eso podría traer problemas de arquitectura y equipamiento, pero como se optó por nube, la escalabilidad (crecimiento) se dará sin mayores problemas. Es lo que el mundo moderno hace hoy en día. La vieja idea de realizar faraónicos proyectos, para tener grandes centros de cómputo y desarrollar todo internamente, obedece a la vieja economía.

Se publicó que en marzo se vuelve obligatoria la factura electrónica para los que venden más de 159 UIT, con lo que alrededor del 85% de las ventas totales de los contribuyentes se realizarán a través de la factura digital.

En marzo empieza el proceso obligatorio para los que venden más de 159 UIT (S/. 667,800). En julio se eliminan las máquinas registradoras, es decir, los que emiten ticket simple sin envío a Sunat. El 2020 entran los servicios públicos y la banca, que en realidad sólo es pasarlos al formato XML de factura electrónica. El portal gratuito seguirá operando.

La masificación de los comprobantes electrónicos permitirá ampliar considerablemente la base tributaria, ¿no es así?

Sin ninguna duda. Y debiera ser base para la reforma tributaria, así como la cuenta única que ya está en proceso de construcción, ya está diseñada y ahora pasa a construcción. Con miras a que sea en nube también. Estará lista a mediados del 2020.

¿Qué es la cuenta única?

Es el proyecto que permitirá a la Sunat controlar el estado tributario de cada contribuyente, empresa o persona. Es decir, posición única de todos los tributos, y tener un estado de cuenta en línea. Eso te permitirá, junto a la factura electrónica, una revolución en la gestión de tributos para pequeñas empresas y personas. A finales del 2020 podrías tener una Sunat 100% digital, con procesos simplificados. Y ya hay un equipo que trabaja ciencia de datos, así es que la explotación del big data también está en ejecución.

¿Con esto la base se debe ampliar muchísimo no?

Sin duda, pero como es un escenario sin precedentes en Perú, nadie quiere aventurar números. Y claro, con esas dos tecnologías o procesos digitales en acción, las políticas públicas pueden ser híper creativas y muy diferentes a las actuales. Las leyes de reforma serán el cuello de botella. Por primera vez las capacidades tecnológicas estarán delante. Ahí está la verdadera transformación digital. Nada me haría más feliz que Sunat lo logre y que el MEF/Congreso den las nuevas leyes requeridas.

¿Te refieres a que los ciudadanos puedan, desde los 18 años, aportar parte del IGV que pagan cada vez que compran algo, a su cuenta individual de pensiones o de seguro de salud, y la propuesta de un seguro de salud básico universal pagado con la tributación?

Sí, incluso los niños con su DNI amarillo podrían aportar desde su nacimiento, con las compras de pañales, por ejemplo. Y también leyes sobre la factura electrónica, factoring y libros. Y por supuesto las de reformas del sistema: simplificación tributaria y uso de IGV para personas, lo que mencionas. Además de poder diseñar una contabilidad simplificada para las pequeñas empresas, de tal manera que el costo de cumplimiento se reduzca drásticamente y estos emprendedores puedan concentrarse en gestionar sus negocios y no distraerse en lo tributario, como ocurre hoy.

La SBS se adelantó en esta idea (resolución N° 00010-2019), permitiendo que los afiliados a una AFP puedan aportar a sus cuentas los descuentos en los precios de ciertos productos en las tiendas. En el caso de la Sunat sería usar parte del IGV para aportar a mi cuenta de AFP, como propuso Lampadia, o a Essalud. ¿Por qué no se hace?

Lo importante es pasar a las acciones. El camino de incentivar la demanda es el correcto. Es parte de las políticas tributarias, pero toca al MEF y no a SUNAT qué hacer. Yo propongo la idea que el ciudadano reciba un incentivo directo para comprar formal, que pueda aportar 1, 2 y 4 puntos del IGV de sus compras para:

  • 1% cash back por pago mediante algún medio electrónico,
  • 2% para su seguro médico, y
  • 4% para sus pensiones.

La idea es motivar al comprador, al consumidor final, los porcentajes son referenciales. Debería discutirse gradualidad, los números y tasas y si efectivamente logra cambiar el comportamiento de las personas, que es lo importante.

Supongo que eso traerá una disminución de los ingresos en un primer momento. Pero luego se ampliarían porque todos pedirían factura. ¿En cuanto tiempo se superaría el bache?

Efectivamente, en cualquier reforma siempre existen riesgos. Pero tenemos que buscar un cambio en el comportamiento de los contribuyentes, y eso se hace con incentivos, no con el garrote. Ya es hora de hacer propuestas que respondan al plazo medio y no sólo a cubrir las necesidades inmediatas. Tal vez un referente sea el cinturón de seguridad, ¿2 ó 3 años ?, o la misma reforma de Sunat que lideró Manuel Estela en los 90. Un cambio sustantivo que se tradujo en resultados en 3 años. Hay que atreverse y no ser tan complacientes.

¿La masificación de comprobantes electrónicos tiene que estar al 100% para hacer esto?

Por supuesto que no. De hecho, ya hoy se tiene más del 65% del monto facturado mediante comprobantes de pago electrónico. Considerando la información de libros y planillas electrónicas, la información de SBS y otras fuentes, la Administración Tributaria cuenta con la capacidad de realizar modelos muy sofisticados basados en Big Data, que explican en parte el salto de recaudación que se vio en 2018. Y para lograr un mayor impacto y mayores beneficios para los negocios formales, el uso de la boleta electrónica con beneficios para el consumidor final es una herramienta muy poderosa que ya está disponible hoy.

Y acá radica el verdadero poder de la tecnología. La transformación digital en curso en la Sunat no es pasar la factura o boleta del papel a digital. El verdadero poder reside en re-imaginar las políticas tributarias y por lo tanto el funcionamiento del modelo económico en su conjunto gracias a las tecnologías. No estamos hablando de mejoras de procesos o de reingenierías como sucedía en los 90. Estamos hablando de transformaciones que afectarán para bien, cómo tributamos, y cómo logramos beneficios directos por ser formales.

Mencionaste que un factor del incremento de la recaudación ha sido “un trabajo más cuidadoso en la gestión judicial, gracias a la procuraduría”. Pero ha habido mucho cuestionamiento a la Sunat por la arbitrariedad de esas acotaciones y los intereses excesivos por tiempo transcurrido atribuible a la administración.

En efecto ha habido críticas, sobretodo en litigios muy antiguos. Diría que la pertinencia de las acotaciones la deberá determinar el juez (y bueno, sabe Dios qué determinará). Los juicios antiguos deben culminar, sea cual sea el veredicto. Pero este tema hace daño a ambas partes. El cobro de intereses en tiempos extras ha sido corregido por ley, y sobre los casos antiguos, muchos contribuyentes han interpuesto su causa en el TC.

Los mecanismos de resolución de conflictos también requieren una reforma sustantiva, en procedimientos, plazos y capacidades de los órganos responsables (la propia Sunat, Tribunal Fiscal, y el Poder Judicial). Ojalá se pudiera dotar a la Sunat, de capacidad de negociación, reconocimiento y pago para evitar el largo camino judicial.

Sería ideal que tengamos mecanismos que puedan resolver cualquier controversia en muy corto plazo, considerando que, si queremos un buen comportamiento, necesitamos que las consecuencias económicas de los actos, se tengan de manera inmediata. Lampadia




La responsabilidad del empresario en la movilidad social

En Lampadia siempre hemos creído en el rol protagónico que tiene el empresario en la economía, no solo para generar valor -de cara a sus accionistas- y producir productos de calidad- de cara a sus consumidores- sino también porque es un importante agente de la movilidad social en los países, ya que brinda empleo y por ende, crea oportunidades de crecimiento en las personas.

Sin embargo, tal como hemos venido planteando en anteriores ocasiones (ver Lampadia: Recuperando lo mejor del capitalismo, Compromiso Cívico), es necesario reformular la manera de hacer negocios, de manera que se explicite en la misión y visión el verdadero sentido de la empresa, que es la de ser una fuerza creadora de bienestar. Y esto debe venir acompañado, como corresponde, de una difusión permanente de las iniciativas emprendidas que den el ejemplo a otras organizaciones del sector privado para aportar lo propio.

En esta línea, Chuck Robbins, Presidente y Director Ejecutivo de Cisco, brinda  una serie de recomendaciones a los grandes líderes empresariales de hoy (ver artículo líneas abajo), a la luz del trabajo que ha venido realizando su empresa en el sector de la economía digital. Su mensaje es claro: “Como líderes empresariales, debemos asumir la responsabilidad de ayudar a quienes se quedan atrás”.

En primer lugar, Robbins enfatiza el hecho de que la globalización debe obligar a los empresarios a hacer que el crecimiento económico sea más inclusivo. Esto es de vital importancia dado que, como hemos escrito anteriormente, actualmente nos encontramos ante una alta percepción ciudadana mundial de que los gobiernos están haciendo muy poco o nada para que los  beneficios de la globalización se traduzcan en mejores oportunidades en términos de educación, salud y acceso a servicios digitales para todos (ver Lampadia: La Globalización 4.0 en 13 gráficos).

Para hacer efectiva esta inclusión, Robbins hace un llamado a impulsar una mayor colaboración entre el sector privado y el sector público, con asociaciones público privadas (en adelante, APP) por ejemplo,  de manera que se logre una mejor provisión de servicios públicos y se ofrezcan verdaderos resultados a las poblaciones.

Desde Lampadia, saludamos este tipo de iniciativas porque creemos que reflejan la imagen del empresario como un verdadero agente de cambio en la sociedad, la cual debería tomada como ejemplo por parte del empresariado peruano. Lampadia

Así es cómo las empresas pueden impulsar el crecimiento para todos

Reliance Jio proporciona acceso a los datos a bajo costo y ha puesto en línea a millones de personas en la India. Shailesh Andrade.

Chuck Robbins
Presidente y Director Ejecutivo de Cisco
Foro Económico Mundial
21 de Enero, 2019
Traducido y glosado por Lampadia

Imagina vivir con menos de 2 dólares al día. Toda la innovación tecnológica en el mundo no importaría mucho, si no tuvieras los medios para mantenerte con un trabajo estable, tener comidas regulares o un techo sobre tu cabeza. Esa es la realidad para casi el 10% de la población mundial, las personas que luchan por sus necesidades básicas a diario.

Para nosotros que lideramos negocios en todo el mundo, tal realidad probablemente esté lejos de nuestros pensamientos diarios. Estamos enfocados en brindar innovación a nuestros clientes, generar valor para nuestros accionistas y hacer crecer nuestros negocios. Nuestros esfuerzos han dado sus frutos: el crecimiento económico mundial en 2017 se acercó al 3%, la tasa más alta desde 2011.

Pero ¿y si cambiamos nuestro enfoque? ¿Qué pasaría si pensáramos más ampliamente sobre lo que podríamos hacer para ayudar a los necesitados en todo el mundo, a ser aún más inclusivos y sostenibles, y realmente hacer una diferencia?

El impacto podría ser enorme. Los estudios demuestran que el crecimiento inclusivo no solo puede brindar oportunidades a quienes lo necesitan, sino que también puede mejorar la estabilidad económica y política.

Como líderes empresariales, debemos asumir la responsabilidad de ayudar a quienes se quedan atrás. No hay duda de que siempre debemos estar profundamente centrados en impulsar el crecimiento de nuestras propias empresas. Pero en esta era posterior a la globalización, también tenemos la obligación de abordar el cómo hacer que el crecimiento sea inclusivo, extendiéndolo a quienes más necesitan oportunidades para mejorar sus vidas, educar a sus hijos, acceder a la atención médica y beneficiarse de la economía digital. Para crear oportunidades para que todos prosperen, independientemente de su sexo, antecedentes o ubicación, las empresas deben desempeñar un papel cada vez más importante.

Hacerlo depende de muchos factores, pero quizás uno de los más importantes, y el más impactante, es la estrecha colaboración entre los sectores público y privado. Hacer que los gobiernos y el sector privado colaboren estrechamente tiene la capacidad no solo de brindar oportunidades a quienes los necesitan, sino también de ofrecer verdaderos resultados.

Considere el problema de la falta de vivienda: muchos gobiernos de ciudades y estados de los Estados Unidos gastan para apoyar a quienes no pueden pagar una vivienda, sin embargo, el problema sigue creciendo e impactando a más personas.

De hecho, alrededor de 553,000 personas en todo EEUU se quedaron sin hogar en una sola noche en enero de 2018, y el estado de California propone gastar $ 700 millones para abordar el problema de la falta de vivienda el próximo año.

El impacto positivo en un tema tan complejo que requiere no solo disponer de fondos, sino también hacerlos efectivos, trabajando con los socios adecuados.

Cisco ha trabajado en estrecha colaboración con Destination: Home, una asociación público-privada con sede en San José que ha demostrado que proporcionar vivienda permanente a las personas sin hogar crónicas les brinda la estabilidad que necesitan para cambiar la trayectoria de sus vidas.

Trabajar con organizaciones sin fines de lucro que están directamente involucradas para atender a los necesitados también puede ser increíblemente efectivo.

Muchas organizaciones con experiencia en abordar necesidades críticas necesitan los recursos y la financiación que las empresas pueden aportar. El soporte para hacia las organizaciones sin fines de lucro les ayuda a racionalizar y automatizar los procesos de eficiencia, impulsar el ahorro de costos y la productividad, y escalar para llegar a personas particularmente vulnerables que aún no se han beneficiado de la economía digital.

Un ejemplo de esto es Living Goods, una empresa social sin fines de lucro, que capacita a una red de mujeres, conocida como Promotoras de Salud Comunitaria, o CHP, para mejorar la salud de las familias en sus comunidades al brindar educación sobre la salud y distribuir productos esenciales como fortificados. Alimentos, luces solares y medicinas, todo habilitado por la tecnología.

Los CHP se enfocan en áreas que precipitan la mayoría de las muertes infantiles, pero pueden abordarse a bajo costo: complicaciones de malaria, diarrea y neumonía. Los CHP se ganan la vida con los productos que venden, lo que proporciona una importante fuente de ingresos para satisfacer mejor las necesidades de sus familias.

El año pasado, Living Goods llegó a 6 millones de personas en Uganda y Kenia, y un ensayo aleatorio de control encontró que Living Goods está reduciendo la mortalidad infantil en un 27%. Su objetivo es llegar a 25 millones de personas en cuatro países para 2021. Con un impacto y alcance de este tipo, está claro que la inversión directa puede marcar una gran diferencia.

Diseñar un modelo de negocio para impulsar el crecimiento inclusivo también puede crear un impacto real. En India, Reliance Jio, la red IP más grande del mundo, que se basa en la tecnología de Cisco, proporciona acceso a datos a bajo costo y ha conectado a millones de personas en la India en línea.

A los seis meses del lanzamiento de Jio, India se convirtió en el usuario de datos móviles más alto del mundo, y consumió más de mil millones de GB de datos. El bajo costo de los datos a su vez produjo $ 10 mil millones, el ahorro anual de toda la economía de la India.

Como líderes empresariales, tenemos una verdadera oportunidad por delante. Millones de personas en todo el mundo quieren participar, involucrarse y participar en la economía digital; solo se les debe dar una oportunidad. En Cisco hemos establecido el objetivo de impactar positivamente a mil millones de personas para el año 2025, y estamos bien encaminados para alcanzar ese hito.

Al expandir nuestro enfoque más allá de nuestros propios balances y pensar más ampliamente acerca de cómo se puede extender el crecimiento, podemos ayudar a crear un entorno que sea aún más propicio para el crecimiento empresarial y un mayor poder de compra de los consumidores.

Esos son objetivos en los que todos creemos e invito a otros líderes empresariales a que se unan a mí para ver cómo podemos crear oportunidades para todos en todo el mundo. Lampadia




Las oportunidades y retos de la Revolución del 5G

Un concepto tan abstracto como el del Internet de las Cosas (IoT) muy pronto podrá ser realidad gracias a la introducción de la tecnología denominada 5G. Tal como señala, C.P. Gurnani, Director General y CEO de Tech Mahindra en un reciente artículo publicado en el blog del Foro Económico Mundial (compartido líneas abajo), “[La red 5G] irá más allá de la banda ancha móvil e impactará a los establecimientos humanos modernos autosuficientes, como las ciudades inteligentes, la robótica, los autos autónomos y fomentará la innovación en sectores críticos como la salud, la agricultura y la educación”.

En este sentido, el ejecutivo señala que esta nueva tecnología, al igual que todas las introducidas por la 4ta Revolución Industrial (4IR) (ver Lampadia: La industria 4.0: Lo que se necesita saber), cambiará nuestra interacción con diversas industrias no solo de consumo sino también de servicios, posibilitando, por ejemplo, el acceso a atención médica y a servicios educativos en lugares donde, dadas sus condiciones geográficas y/o socioeconómicas, sería imposible con la tecnología existente.

Asimismo, por el lado empresarial, indica que la red 5G permitirá generar ganancias en productividad a las empresas ya que las empujará a rediseñar sus procesos de negocio, explotando los beneficios del traspaso de enormes cantidades de información en tiempo real y direccionando sus inversiones hacia tecnologías de punta e innovación.

Todo ello será posible gracias a que la tecnología 5G trabaja con una muy baja latencia – que es el periodo tiempo de demora requerido para que la información viaje a través de una red- la cual se ubica en 1 milisegundo, permitiendo el ahorro de más del 90% del tiempo que demanda la latencia de las redes actuales.

Sin embargo, como indica Gurnani, se debe relevar que la llegada de la red 5G, además de proveer oportunidades de crecimiento a las empresas y mejorar la calidad de vida de las personas, también demandará grandes retos, sobre todo para garantizar que su uso sea verdaderamente universal.

En este sentido, él destaca dos grandes frentes en los que los gobiernos y empresas deben trabajar en conjunto para posibilitar un uso extenso de esta nueva tecnología:

  • Invertir en infraestructura: Las empresas proveedoras de telecomunicaciones necesitarán invertir miles de millones de dólares en infraestructura característica de su sector (antenas, estaciones base y cables de fibra óptica) para poder habilitar la red 5G masivamente.
  • Amoldar las cargas regulatorias: Los gobiernos y los organismos reguladores deberán no solo supervisar el avance de esta nueva tecnología en las empresas, sino que también tendrán que rediseñar la regulación existente de manera que se facilite la inversión en ella. Lampadia

Para conocer mayor detalle acerca de los cambios que generará la revolución 5G, ver el siguiente artículo publicado por C.P. Gurnani en el blog del Foro Económico Mundial:

5G no es solo una palabra de moda. Va a cambiar el mundo

Los proveedores de servicios necesitan invertir miles de millones en infraestructura para habilitar EL 5G. Imagen: REUTERS

C.P. Gurnani
Director General y CEO
Tech Mahindra
Foro Económico Mundial
21 de Enero, 2019
Traducido y glosado por Lampadia

La cuenta regresiva para la revolución 5G ha comenzado y la explosión de dispositivos conectados, como teléfonos móviles, televisores, sistemas de seguridad y altavoces, entre otros, solo se intensificará.

Como la próxima gran novedad en el viaje de la transformación digital, 5G tendrá un enorme impacto en la humanidad. Sin duda, interrumpirá la forma en que vivimos y trabajamos.

Irá más allá de la banda ancha móvil e impactará a los establecimientos humanos modernos autosuficientes, como las ciudades inteligentes, la robótica, los autos autónomos y fomentará la innovación en sectores críticos como la salud, la agricultura y la educación.

Para las empresas, 5G está preparada para ser el punto de inflexión transformacional que acelerará el alcance del mercado global y remodelará el panorama competitivo. Le dará la oportunidad de reexaminar los procesos de negocios con una lente 5G e invertir de manera inteligente en tecnologías de próxima generación.

La red 5G se convertirá en el elemento diferenciador que fomentará nuevas innovaciones con su capacidad para generar ganancias de productividad sin precedentes, al tiempo que es pionero en nuevos modelos de distribución y consumo.

El potencial de disrupción es enorme y los que se preparen bien para el 5G tienen mucho que ganar.

A un nivel más personal, los avances tecnológicos que vienen con una red 5G completamente desarrollada cambiarán la vida. 5G tiene el potencial de mejorar drásticamente la calidad de la atención médica recibida por cientos de millones de pacientes y alimentará cambios significativos en la forma en que se brinda la atención médica.

Los dispositivos portátiles y la atención médica conectada ayudarán a las personas a monitorear y manejar sus enfermedades y permitirán a los profesionales médicos evaluar y diagnosticar a los pacientes de manera eficiente. De hecho, la red 5G tiene el potencial de permitir que los cirujanos operen de forma robótica en pacientes a miles de kilómetros de distancia.

La razón por la que esto es posible es debido a las capacidades de baja latencia de 5G. La latencia es el tiempo de demora requerido para que la información viaje a través de una red. Con las redes actuales, la latencia es de aproximadamente 100 milisegundos. Esto es increíblemente rápido, pero todavía hay un retraso que hace que sea imposible comunicarse en tiempo real.

Con 5G, se espera que esa latencia se reduzca a 1 milisegundo. Una vez que tenga la capacidad de comunicarse a través de una red casi en tiempo real, la proximidad ya no tendrá importancia. Sin embargo, hay muchos obstáculos que deben superarse antes de que un médico en Los Ángeles realice una cirugía en un paciente en Boston.

Un largo camino por delante

Los obstáculos como el costo y la supervisión regulatoria deberán resolverse antes de que las capacidades de baja latencia de 5G puedan abrir un nuevo mundo de posibilidades.

Hoy en día, existe una gran necesidad de crear un código digital global que nos permita co-crear, colaborar y co-innovar sin problemas en un mundo digital. El desarrollo de este código requerirá un gran esfuerzo por parte de los proveedores de tecnología y comunicaciones de todo el mundo y, si bien está en marcha, la aceptación universal de 5G dependerá en última instancia de contar con la infraestructura.

Eso nos lleva al costo. Los proveedores de servicios de comunicación necesitarán invertir miles de millones de dólares en infraestructura para habilitar el 5G. Esto incluye invertir en más antenas, estaciones base y cables de fibra óptica, todos los cuales deben estar en su lugar antes de que se pueda adoptar ampliamente 5G.

Es seguro asumir que, con todo el bombo alrededor de 5G, estos proveedores encontrarán la manera de construir la infraestructura necesaria en última instancia, pero tomará una cantidad significativa de tiempo y dinero antes de que podamos confiar completamente en la red 5G.

Además, los gobiernos y los organismos reguladores deberán supervisar los avances y facilitar que las empresas de telecomunicaciones inviertan en la actualización de la tecnología. Habrá que promulgar políticas para permitir nuevos modelos de ingresos, como la monetización de datos y la gestión de contenido.

Finalmente, una vez que se hayan superado los obstáculos iniciales, habrá nuevas consideraciones reglamentarias y de responsabilidad para las funciones automatizadas avanzadas, como cirugía remota, atención médica remota, comunicación de vehículo a vehículo y seguridad pública.

El futuro para el 5G

2020 ha sido declarado el año en que 5G se volverá comercialmente viable, los operadores globales iniciarán las pruebas de velocidad 5G y habrá promesas de dispositivos listos para 5G. A medida que el mundo se prepara para la implementación de 5G, el desafío es convertir la promesa de 5G en experiencias humanas reales e impactantes.

Las ciudades desarrolladas serán las primeras en experimentar 5G, ya que las áreas rurales actualmente carecen de la infraestructura para respaldar la red, y pasarán años antes de que todo el mundo esté conectado. Sin embargo, el ritmo de la innovación es rápido y el compromiso de las empresas de tecnología y comunicaciones más grandes del mundo para cumplir la promesa es alentador.

Aunque solo estamos en las etapas iniciales de 5G, claramente ya no es solo una palabra de moda. Se están produciendo intensas discusiones en torno a las implicaciones masivas de 5G en varias industrias y, sin duda, interrumpirán la forma en que vivimos, trabajamos y jugamos.

Para seguir avanzando tecnológicamente, necesitaremos una red más fuerte. El futuro de la innovación está ligado a un lanzamiento e implementación exitosos del 5G y, cuando lleguemos allí, revolucionará verdaderamente el mundo. Lampadia




Globalización 4.0

Es innegable que la economía de libre mercado, el libre comercio y, en particular, la globalización ha traído innumerables beneficios políticos, económicos, sociales y culturales a los países.

La globalización no solo ha permitido un mayor intercambio cultural entre las sociedades, sino que también ha dado lugar al intercambio de conocimientos en áreas como la ciencia y la tecnología y ha posibilitado la búsqueda de una mejor calidad de vida a partir de la libre movilidad de personas entre países.

Sin embargo, recientes movimientos políticos populistas de corte aislacionista y antiinmigración – como el Brexit y los movimientos euroescépticos de extrema derecha en la Unión Europea –, en un contexto de recuperación económica desigual, especialmente al interior de los países más ricos, tras la crisis financiera del 2008, han puesto en tela de juicio las bases que sostienen el sistema económico mundial y la globalización misma.

En esta línea, Klaus Schwab, Presidente Ejecutivo del World Economic Forum, presenta el tema de la próxima reunión anual del foro (ver artículo líneas abajo), planteando repensar la globalización a partir de una redefinición de la gobernanza en los Estados que pase por “forjar un nuevo pacto social entre los ciudadanos y sus líderes”, como se hizo tras la Segunda Guerra Mundial. Ello permitiría darle una mayor seguridad a la gente en una época en que se tiene la percepción que “las fuerzas globales lo dominan todo”.

Peor aún, esta percepción se ve reforzada, como señala Schwab, con la cada vez más notoria Cuarta Revolución Industrial (4IR), que, si bien puede generar enormes ganancias de eficiencia para las empresas, y por ende, ampliar las posibilidades de producción y de consumo de la gente; puede tener un efecto pernicioso sobre la desigualdad de las micro y pequeñas empresas, frente a las grandes, dado que no puedan optar por modelos de negocio “4.0”. Ello puede tener fuertes implicancias en la desigualdad al interior de cada país (“nacional”), aún cuando a nivel global se ha producido una gran reducción de la desigualdad.

Es por ello que Schwab propone que esta nueva gobernanza venga acompañada de arreglos institucionales –que en algunos casos implicarán el diseñar desde cero instituciones existentes- que permitan abordar el progreso tecnológico en todas las grandes áreas en las que se mueve el ser humano, llámese, salud, educación, transporte, comunicación, etc.

En este marco, el caso de la educación es particularmente importante ya que implica preparar a las nuevas generaciones de jóvenes para un mercado laboral en el que la automatización de tareas implicará el desarrollo de ciertas habilidades como la creatividad y la innovación.

Todo ello es posible, pero es vital reconocer la importancia no solo de la cooperación público-privado sino también de la cooperación internacional ya que los cambios que ocurren en un país no están aislados al mundo y, por ende, se justifica la colaboración y el constante diálogo con la comunidad internacional para dar una respuesta adecuada.

Esta es una razón más para desechar las opciones nacionalistas y proteccionistas que hoy en día pululan en el mundo político.

En ese sentido, creemos al igual que Schwab, que para lograr reformar la globalización se requerirán dos cosas por parte de la comunidad internacional:

  • Un compromiso más amplio, en el sentido, de promover una participación masiva de los países en esta discusión.
  • Una mayor imaginación, en el sentido, de pensar sistémica y estructural, más allá de las propias consideraciones institucionales y nacionales a corto plazo. Lampadia

Globalización 4.0: qué significa y cómo podría beneficiarnos a todos

Imagen: REUTERS/Carlo Allegri

Klaus Schwab
Fundador y Presidente Ejecutivo del World Economic Forum
World Economic Forum Annual Meeting 2019
5 de noviembre, 2018
Traducido y glosado por Lampadia

Después de la Segunda Guerra Mundial, la comunidad internacional se unió para construir un futuro compartido. Ahora, debe hacerlo de nuevo. Debido a la lenta y desigual recuperación en la década transcurrida desde la crisis financiera mundial, una parte sustancial de la sociedad se ha visto afectada y enfurecida, no solo con la política y los políticos, sino también con la globalización y todo el sistema económico que la sustenta. En una era de inseguridad y frustración generalizadas, el populismo se ha vuelto cada vez más atractivo como alternativa al status quo.

Pero el discurso populista elude -y a menudo confunde- las distinciones sustantivas entre dos conceptos: globalización y globalismo.

  • La globalización es un fenómeno impulsado por la tecnología y el movimiento de ideas, personas y bienes.
  • El globalismo es una ideología que prioriza el orden global neoliberal sobre los intereses nacionales.

Nadie puede negar que estamos viviendo en un mundo globalizado. Pero el que todas nuestras políticas deben ser «globalistas» es altamente discutible.

Después de todo, este momento de crisis ha planteado preguntas importantes sobre nuestra arquitectura de gobernanza global. Con más y más votantes que exigen «recuperar el control» de las «fuerzas globales», el desafío es restaurar la soberanía en un mundo que requiere cooperación. En lugar de cerrar las economías a través del proteccionismo y la política nacionalista, debemos forjar un nuevo pacto social entre los ciudadanos y sus líderes, para que todos se sientan lo suficientemente seguros en casa como para permanecer abiertos al mundo en general. Si esto falla, la continua desintegración de nuestro tejido social podría, en última instancia, conducir al colapso de la democracia.

Además, los desafíos asociados con la Cuarta Revolución Industrial (4IR) coinciden con el rápido surgimiento de restricciones ecológicas, el advenimiento de un orden internacional cada vez más multipolar y la creciente desigualdad [al interior de los países más ricos]. Estos desarrollos integrados están marcando el comienzo de una nueva era de globalización. Si mejorará la condición humana dependerá de si la gobernabilidad corporativa, local, nacional e internacional se puede adaptar a tiempo.

Mientras tanto, un nuevo marco para la cooperación público-privada global ha ido tomando forma. La cooperación público-privada consiste en aprovechar el sector privado y los mercados abiertos para impulsar el crecimiento económico para el bien público, teniendo siempre en cuenta la sostenibilidad ambiental y la inclusión social. Pero para determinar el bien público, primero debemos identificar las causas de la desigualdad.

Por ejemplo, aunque los mercados abiertos y la mayor competencia sin duda producen ganadores y perdedores en el ámbito internacional, estos pueden tener un efecto aún más pronunciado sobre la desigualdad a nivel nacional. Además, la creciente división entre los que tienen vidas precarias y los privilegiados se está reforzando con los modelos de negocios de a 4IR, que a menudo derivan rentas de la propiedad de capital y/o de la propiedad intelectual.

Cerrar esa brecha requiere que reconozcamos que vivimos en un nuevo tipo de economía impulsada por la innovación, y que se necesitan nuevas normas, estándares, políticas y convenios globales para salvaguardar la confianza del público. La nueva economía ya ha interrumpido y rediseñado innumerables industrias, y ha dislocado a millones de trabajadores. Está desmaterializando la producción, al aumentar la intensidad del conocimiento en la creación de valor. Está aumentando la competencia dentro de los mercados nacionales de productos, capitales y trabajo, así como entre los países que adoptan diferentes estrategias de comercio e inversión. Y está alimentando la desconfianza, particularmente en las compañías de tecnología y su administración de nuestros datos.

“La Globalización 4.0 recién empieza, pero nosotros estamos muy
poco preparados para ella”. Klaus Schwab (WEF)

El ritmo sin precedentes del cambio tecnológico significa que nuestros sistemas de salud, transporte, comunicación, producción, distribución y energía, por nombrar algunos, se transformarán por completo. Gestionar ese cambio requerirá no solo nuevos marcos para la cooperación nacional y multinacional, sino también un nuevo modelo de educación, completo con programas específicos para enseñar nuevas habilidades a los trabajadores. Con los avances en robótica e inteligencia artificial en el contexto del envejecimiento de las sociedades, tendremos que pasar de una narrativa de producción y consumo a una de compartir y cuidar.

La globalización 4.0 acaba de comenzar, pero nosotros estamos muy poco preparados para ella. Aferrarse a una mentalidad obsoleta y jugar con nuestros procesos e instituciones existentes no funcionará. Más bien, necesitamos rediseñarlos desde cero, para poder aprovechar las nuevas oportunidades que nos esperan, mientras evitamos el tipo de interrupciones que estamos presenciando hoy.

A medida que desarrollamos un nuevo enfoque hacia la nueva economía, debemos recordar que no estamos jugando un juego de suma cero. Esto no es una cuestión de:

  • libre comercio o proteccionismo,
  • tecnología o empleos,
  • inmigración o protección de los ciudadanos, y
  • crecimiento o igualdad.

Esas son todas falsas dicotomías, que podemos evitar al desarrollar políticas que favorezcan «y» sobre «o», permitiendo que todos los conjuntos de intereses se persigan en paralelo.

Sin duda, los pesimistas argumentarán que las condiciones políticas se interponen en el camino de un diálogo global productivo sobre la Globalización 4.0 y la nueva economía. Pero los realistas utilizarán el momento actual para explorar las brechas en el sistema actual e identificar los requisitos para un enfoque futuro. Y los optimistas mantendrán la esperanza de que las partes interesadas orientadas hacia el futuro crearán una comunidad de interés compartido y, en última instancia, un propósito compartido.

Los cambios que están en curso hoy no están aislados en un país, una industria o un problema en particular. Son universales, y por lo tanto requieren una respuesta global. No adoptar un nuevo enfoque cooperativo sería una tragedia para la humanidad. Para redactar un plan para una arquitectura de gobernanza global compartida, debemos evitar estar atascados en el momento actual de gestión de crisis.

Específicamente, esta tarea requerirá dos cosas de la comunidad internacional: un compromiso más amplio y una mayor imaginación. La participación de todas las partes interesadas en un diálogo sostenido será crucial, al igual que la imaginación para pensar de manera sistémica, y más allá de las propias consideraciones institucionales y nacionales a corto plazo.

Estos serán los dos principios organizadores de la próxima Reunión Anual del Foro Económico Mundial en Davos-Klosters, que se reunirá entre el 22 y 25 de enero, bajo el tema «Globalización 4.0: Formando una nueva arquitectura en la era de la Cuarta Revolución Industrial». Listos o no, un nuevo mundo está sobre nosotros. Lampadia