Capacidad instalada ociosa de la industria

El pasado viernes 15 de abril, el Diario Gestión, página 11, publicó la nota que reproducimos líneas abajo en la que afirmaron que el 70% de la industria peruana estaba ociosa. Peor aún, la nota de marras se basaba en una publicación de PRODUCE, el Ministerio de la Producción.

No es la primera vez que Gestión hace publicaciones muy cuestionables, como hemos indicado varias veces en Lampadia. En este caso, solo haría falta tener un mínimo criterio para comprender que si el sector industrial de un país está parado en un 70%, este sería un fenómeno que no podría pasar desapercibido para nadie. Es el colmo que algo así pase en el diario de negocios del país.

En esta ocasión, no llegamos a entender el error de PRODUCE. Tal vez se les coló un súper bug en su área de prensa, pero se les volvió a colar a todos los funcionarios que supuestamente leen los diarios nacionales. O, tal vez, ya no leen Gestión.

Ver el recorte de Gestión:

No es factible que el sector industrial opere al 30% de su capacidad. Produce reporta además, que el uso de la capacidad instalada para los siguientes sub-sectores es: fabricación de tableros electrónicos (0.2%), productos de madera (2.4%) y productos refractarios (8.9%). ¿Alguien pensaría que esto es correcto?

Siguen los datos:

  • Caída de la producción:                                              6% (PRODUCE)
  • Caída del empleo industrial:                                      3% (Ministerio de Trabajo)
  • Caída de utilización de capacidad instalada:          20% (PRODUCE)

Evidentemente, nada cuadra.

Hasta diciembre del 2013, el BCRP producía un indicador de capacidad instalada, pero tomaba el cuidado de llamarlo ‘indicador indirecto’. Desde entonces, ha dejado de producirlo por su falta de representatividad. Sin embargo, como puede verse en el siguiente gráfico, PRODUCE continua publicándolo, sin reparar en su obvia falencia.

¿Cómo miden este indicador en otros países?

– Mediante encuestas a los productores, con las siguientes preguntas:

  • Chile:                          ¿Cuál es el nivel de utilización de su capacidad instalada?
  • Colombia:                  Determine el nivel de utilización de la capacidad instalada
  • México:                      ¿Cuál es la capacidad de planta utilizada?
  • Unión Europea:        ¿A qué capacidad está operando su empresa actualmente?

¿Cómo evolucionó el sector industrial en la región en los últimos años?

Ver el siguiente cuadro publicado por el Banco Mundial:

Como puede apreciarse en el gráfico, la performance del sector industrial peruano entre el año 2000 y 2014 ha sido superior a la de los países presentados e igual a la de Chile (país del que nos habíamos alejado) para luego alcanzar su ritmo de crecimiento nuevamente. Sin embargo, según los reportes de los gobiernos de los mismos países, el Perú estaría en medio de un colapso del sector industrial. Ver los reportes oficiales de utilización de capacidad instalada en el siguiente cuadro:

La pregunta cae por sí sola: ¿con ese ritmo de crecimiento del sector industrial, cómo puede ser que hoy tengamos en uso solo el 30% de nuestra capacidad instalada? La palabra adecuada para calificar esto es: ‘patético’.

Evidentemente esta información tan distorsionada e inconsistente puede generar mucho daño al sector y a la economía del Perú. Por ejemplo, puede afectar severamente la calificación de riesgo del sector, la disponibilidad de financiamiento, el costo del levantamiento de deuda y colocación de papeles y su atractivo como destino de inversión.

¿Qué podemos hacer?

  • Desarrollar mediciones eficientes sin tener que inventar la pólvora, como le gusta al Ministro de la Producción.
  • Cambiar de ministro – Pues falta poco.
  • Reformar el Diario Gestión. – Ojalá esté en los planes de sus accionistas.

No es usual que en el país se rebatan con claridad, contundencia y sustentos los desaguisados de las autoridades y de los medios, pero creemos que los ciudadanos, que necesitamos buena información, debemos reclamarla con toda fuerza. Lampadia

 




Se sigue rectificando política pesquera

Comentado y glosado por Lampadia

El flamante viceministro de pesquería, Juan Carlos Requejo, sin señalarlo de esa manera, continúa realizando correcciones a las medidas tomadas por su antecesor. Ver en Lampadia (L): El fracaso del Decreto 005-Produce

Tras el desastre provocado en el sector por el mencionado decreto, se está elaborando un paquete de ocho normas para restablecer el reordenamiento y reactivar la pesca.

Las normas que se vienen preparando según Portafolio, de El Comercio, apuntarían a:

1. Fortalecer el ordenamiento de la anchoveta para CHD-CHI

2. La promoción de la acuicultura

3. Promover el aprovechamiento sostenible de la anchoveta en el sur

4. Reducir trámites en las directivas de convenios de abastecimiento de anchoveta

5. Supervisar y vigilar la trazabilidad de la concha de abanico

6. Modificar el ordenamiento pesquero de la pota

7. Modificar el ordenamiento pesquero del atún

8. Crear la Superintendencia Nacional de Fiscalización Pesquera y Acuícola (Físpesca)

A pesar de descartar conclusiones de análisis de Macroconsult sobre el aumento de la pesca ilegal e informal y la reducción del consumo directo de anchoveta, Requejo afirma que desde el inicio del fortalecimiento de la fiscalización, en el 2012, recién a fines del 2013 se estaría empezando a hacer evidente. Una confesión del fracaso del 005-Produce, sin señalarlo en voz alta. (La República).

“Se establecerán puntos únicos de descarga para evitar pesca ilegal”

Entrevista a Juan Carlos Requejo

Por Rocío Barja Marquina (Gestión, 07 de Octubre del 2014)

Para nadie es un secreto que el 2014 podría considerarse uno de los peores años para la pesca en el Perú. Frente a esta realidad, el nuevo viceministro de Pesquería adelantó a Gestión que su portafolio está trabajando para dotar de mejores condiciones a los privados para la explotación de recursos hidrobiológicos.

¿Cuáles son los objetivos de su viceministerio en el corto plazo?

Lo primero que buscamos es ponerle las patas a la mesa para que el ordenamiento pesquero funcione. Si bien este empezó en el 2012 aún no concluye. En ese sentido, vamos a sacar nuevas medidas para perfilar la supervisión de la anchoveta, y reducir los espacios para la actividad ilegal de desvío de esta especie para consumo humano directo (CHD) hacia harina de pescado.

¿De cuántas normas hablamos y en qué tiempo serán publicadas?

El primer paquete consta de ocho normas, de las cuales cinco serán publicadas en lo que resta de octubre y tres adicionales hasta la quincena de noviembre. Las prepublicaciones para recibir comentarios se iniciarán esta semana.

De este primer paquete, ¿cuál es la norma más importante?

Una de las que tendrá mayor impacto es un decreto supremo que tiene como objetivo final garantizar la erradicación de la pesca ilegal. En ese sentido, vamos a establecer puntos únicos de descarga de anchoveta.

¿Cuál será su impacto?

Actualmente tenemos 3,000 kilómetros de litoral y no podemos tener un inspector en cada kilómetro para controlar el desvío de anchoveta. Por tal motivo, ahora se hace prácticamente lo que se quiere. Es decir, se pesca en cualquier lugar sin control.

Este es uno de los primeros eslabones de la pesca ilegal…

Así es. Además, si controlamos los desembarques también podremos verificar que el recurso sea adecuadamente pesado y se reduzca la manipulación del recurso que es una queja continua de los industriales.

¿Qué más viene?

También prepublicaremos la Ley de Promoción para la Acuicultura. Si bien no puedo adelantar mucho sobre el tema, debo subrayar que la iniciativa que se está preparando es lo suficientemente atractiva como para captar capitales rápidamente.

Para la zona sur, ¿hay alguna iniciativa contemplada?

Sí. Allí se fortalecerá el régimen de extracción de la anchoveta orientado a la pesca industrial. En otras palabras, vamos a eliminar algunas trabas que existen para que las flotas pesqueras puedan capturar con libertad a lo largo del litoral. Actualmente la normativa exige que para que ellos pesquen en esta zona deben haber tomado parte de su cuota en la zona norte centro. Este es un tema que no aporta porque ellos deben pescar donde hay recursos.

Usted ha señalado que lo que se busca es promover el CHD, ¿se evalúa alguna normativa al respecto?

Una norma que viene siendo solicitada por los empresarios dedicados al CHD es la reducción de tramitología que perjudica operativamente este rubro. En este momento se exige a las plantas que celebren convenios con un limitado número de embarcaciones para que les abastezcan de anchoveta. Ahora, el problema es que hoy por hoy tenemos una flota de menor escala que ha sido reducida a menos de un tercio (es decir, de 1,000 embarcaciones solo hay 205) como parte del ordenamiento, lo cual complica la realización de estos convenios. En ese sentido, el ministerio ha considerado que las plantas puedan abastecerse sin convenio previo.

En el tema de otras pesquerías ¿habrá cambios trascendentales?

Habrá modificaciones del ordenamiento pesquero tanto de la pota como del atún en el sentido de eliminar trabas burocráticas para los inversionistas del sector. La idea es fortalecer la extracción a través del sinceramiento de la normativa.

Ahora hay restricciones para la exportación de concha de abanico a Europa…

Ese tema también lo tenemos mapeado y allí mejoraremos las condiciones para garantizar a los mercados internacionales que estamos en la capacidad de controlar la trazabilidad de los moluscos bivalvos. Creemos que la norma que saldrá aportará mucho.

“No soy ‘topo’ de la Sociedad Nacional de Pesquería”

Entrevista a Juan Carlos Requejo. Viceministro de Pesquería. Magíster en Derecho de la Empresa.

Por Alejandra Cruz Cuevas (La República, 07 de Octubre del 2014)

(…)

Es que además algunos empresarios y funcionarios dicen que usted es el ‘topo’ que las grandes pesqueras lograron infiltrar en Produce, tras meses de presionar para sacar a su antecesor, Paul Phumpiu. Dicen que intencionalmente hacía mal su trabajo de fiscalización para que muchos expedientes sancionadores no prosperaran por vicios en la recolección de pruebas.

(Risas). Yo no me creo un topo de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP) ni de nadie. Cuando llegué al sector no sabía nada de pesca y fui aprendiendo en el camino. Encontré un sector debilitado y, efectivamente, muchas sanciones no llegaban a buen puerto porque no había procedimientos adecuados y la fiscalización dependía de quien te supervisaba.

(…)

En esa línea de un manejo técnico, ¿concuerdan las cifras de Produce con la conclusión del estudio de Macroconsult que señala que el Decreto Supremo 005 elevó la pesca negra y redujo el consumo directo de anchoveta?

No me parece una afirmación exacta. En 2012 con el Decreto Supremo 005, se empezó a fortalecer la fiscalización, pero este trabajo no se hizo evidente sino a partir del último trimestre del año pasado. Hemos triplicado los recursos y capacidad operativa directa y tercerizada de la dirección de supervisión y fiscalización.

(…).




No nos equivoquemos sobre cómo medir la pobreza

Como hemos explicado anteriormente nuestra economía se frenó básicamente por la disminución de la inversión minera (el principal motor de la economía y un factor fundamental para el desarrollo de nuestro nuevo sector industrial y las mejoras de todos los indicadores económicos y sociales), y por la maraña de regulaciones que poco a poco nos ha ido inmovilizando (ver en Lampadia (L): Subdesarrollo por Ley, de Carlos Adrianzén, que nos comenta unas cifras de escándalo: en el 2013 se dieron 38,845 nuevas disposiciones legales y en los últimos cinco años 136,840).

La regulación se ha ido incrementado en los últimos cuatro gobiernos, pero específicamente se ha intensificado contra la inversión privada durante la gestión de Ollanta Humala, quien ´oficializó´ la prédica anti-minera (ver en L: El “Paquete Continuo” anunciado en la Hora N por el Ministro de Economía y Finanzas).

Una vez que la desaceleración se hizo evidente, le echamos la culpa al cobre, a China y a los malos vientos. No quisimos reconocer nuestro error y tampoco quisimos entender que, a diferencia de otros países, el Perú tiene una ´reserva productiva´ que nos permitiría multiplicar la producción en todos los sectores vinculados a los recursos naturales (RRNN) y compensar cualquier disminución de los precios de los commodities (ver en L: El reto de los economistas peruanos ante el bicentenario).

Mucho menos, se quiso analizar nuestra realidad y ver que estaban haciendo, por ejemplo, Colombia, México y la India (con su nuevo Primer Ministro Modi). Preferimos, en cambio, creerle a nuestro Ministro de la Producción, Piero Ghezzi, quien manifestó que se había acabado nuestro ciclo de crecimiento impulsado por la minería y que teníamos que buscar “nuevos motores”. Nos dio a entender que con ellos creceríamos nuevamente entre 7 y 8%.

Buena parte del país, empezando por el gobierno y los medios, no tuvieron  entonces, el incentivo para pensar un poco más y seguir analizando nuestras opciones, porque la solución venía fácil del ministerio de la Producción y su Plan Nacional de Diversificación Productiva (PNDP). A diferencia de los proyectos mineros y petroleros, aguantados por las regulaciones y el mal clima de inversión, los nuevos motores, sin duda, muchísimo más pequeños que nuestros RRNN, tardarán años en dar frutos.

Así, caímos en una trampa que nos llevará a la ´gran frustración´. Esta no es la primera vez que el país se equivoca por malas políticas públicas y por la anomia de su clase dirigente. Por ejemplo, ¿qué nos ha informado y advertido sobre todo esto la Sociedad Nacional de Minería y Petróleo (SNMPE)? Nada.

No podemos dejar de notar que el líder de la nueva magia, el ministro Ghezzi, es un poco desconcertante: por ejemplo, cuando el 15 de julio pasado (2014), Alejandra Cruz, de la República le preguntó: “El Ministro de Economía ha dicho que el paquete de reactivación permitirá crecer de manera sostenida a tasas de 6%. ¿Cuándo veremos ese efecto?”. Ghezzi contesta: “La economía no es una ciencia exacta, es más bien un arte; al igual que lo es predecir. En ese sentido es difícil cuantificar el efecto o decir cuando se dará”. [Pero sí afirma que el PNDP nos dará 7 a 8% de crecimiento anual y que para el 2021, si hacemos lo que él dice, el PBI p.c. será de US$ 30,000]. Todavía más, llama la atención que el 6 de agosto pasado (2014), cuando Azucena León, de Portafolio de El Comercio le pregunta al mismo Ghezzi: “¿Seguirá como ministro de la Producción?”, el ministro responde: “Sí, claro, estoy feliz. No tengo que preocuparme por la ´caja´ y podría ser recordado como el ministro del desarrollo económico”.

Volviendo al tema de la pobreza, anunciado en el título de este artículo, nuestra idea es aprovechar un último artículo de The Economist. En él se  desmitifica las mediciones de la pobreza que pretenden crear indicadores sofisticados como el de la pobreza multidimensional (ver en L: El índice de Progreso Social y el PBI per cápita). Ahora que dejaremos de crecer por las razones arriba señaladas, también caerá el ritmo con el que se venía reduciendo la pobreza, por ello es importante que estemos mejor informados sobre las verdaderas causas del descenso de la economía y su impacto en el aumento de la pobreza  y de cómo se la debe medir. Así, evitaremos que algún otro mago se saque del sombrero una “solución” que supuestamente nos lleve al desarrollo integral. Lampadia

Artículo de The Economist 

Ancho, no profundidad

Medidas de Pobreza

Artículo de The Economist del 28 de Julio, 2014. Traducido por Lampadia

«Esta medida de un dólar al día», dice Amartya Sen, premio Nobel de Economía, «no tiene en cuenta muchas variantes que influyen en la conversión de los ingresos en el buen vivir.» Sen sostiene que si simplemente nos centramos en la erradicación de la extrema pobreza (vivir con menos de 1.25 dólares al día), no nos enfocaremos en importantes problemas sociales que no están relacionadas con los ingresos. Por consiguiente, ha sido uno de los principales defensores de la elaboración de indicadores alternativos, como el Índice de Desarrollo Humano-cuya edición más reciente fue publicada la semana pasada. Pero ¿qué utilidad tienen estos índices?

El propósito del desarrollo alternativo y la data de la pobreza es mirar más allá del dinero y reconocer que las personas pueden estar en desventaja en áreas distintas a la de la renta, como la nutrición, la educación y la vivienda. El argumento es que el desarrollo económico no se traduce necesariamente en una mejora de estas medidas no económicas. La desnutrición infantil en la India, por ejemplo, ha sido persistente a pesar del rápido crecimiento económico del país y la impresionante reducción de la pobreza extrema. Esta fue la idea detrás del desarrollo del Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), que considera diez indicadores de la pobreza, incluyendo la nutrición, la mortalidad infantil, el saneamiento, la electricidad, el acceso al agua limpia y años de escolaridad.

Medir estas cosas es útil, pero ¿hasta qué punto pintan un cuadro de pobreza diferente a la de 1.25 dólares al día? A pesar de que es más completo, el IPM en realidad parece tener una relación estadística tan sólida con las mejoras en los ingresos, como la de la data de extrema pobreza [monetaria].

Datos recientes de la Iniciativa de Oxford sobre Pobreza y Desarrollo Humano muestran que la relación entre el monto de IPM y el ingreso por persona es tan robusta como la que existe entre la cantidad de pobreza extrema y el ingreso por persona. Los gráficos siguientes muestran estas dos relaciones para 97 países. Existe, como era de esperar, una asociación fuerte y negativa entre el índice de pobreza extrema y el PBI per cápita; ya que cuando los países se hacen más ricos, esperamos que los ingresos de los más pobres aumenten (véase el gráfico de la izquierda). Llama la atención, sin embargo, ver que existe una relación igualmente fuerte y negativa entre el número IPM y el ingreso por persona (véase el gráfico de la derecha).

Para los hacedores de políticas [autoridades y expertos], la data también sugiere que el aumento de los ingresos se traduce en menores niveles de pobreza multidimensional. A pesar de las preocupaciones de los economistas, el argumento de que [al medir] solo los ingresos monetarios se obvia mucha información, no parece tener mucho peso. El crecimiento económico puede, entonces, no sólo ser la mejor manera de superar la pobreza extrema, sino también de reducir los aspectos no económicos, como las terribles carencias sociales.




El país resbala después de muchos años

Los acontecimientos económicos y políticos de los últimos 12 meses representan un quiebre en la tendencia de progreso continuo que mantuvo el país durante los últimos  diez años. Exceptuando el corto bache del 2009, los avances sociales y económicos sorprendieron a propios y extraños por su magnitud, amplitud y permanencia. En esa década tuvimos el mayor crecimiento económico de la región, el cual fue acompañado por desarrollos muy positivos para el conjunto de los peruanos: importante disminución de la pobreza, la desnutrición, la mortalidad infantil y la desigualdad. Este crecimiento fue pro-clase media y pro-pobre. La inversión privada, los ingresos personales y el empleo, crecieron en mayor medida fuera de Lima, en la sierra y la selva más que en la costa, e igualmente, en mayor proporción en el sector rural que en el urbano (ver en Lampadia: Las cifras de la prosperidad).

Veamos algunos indicadores de la inflexión de nuestro avance:

· Crecimiento del PBI (enero – mayo) de 3.57% en el 2014 vs. 5.37% en el 2013

· Crecimiento del PBI de mayo 2014 vs. mayo 2013 de 1.84%, lo que muestra el agravamiento de la tendencia negativa

· Crecimiento de la inversión privada del primer trimestre del año vs. el mismo trimestre del año anterior (indicador que también refleja la caída de la confianza en el futuro del país):

– 1.59% el 2014

– 8.85% el 2013

– 15.67% el 2012

· El crecimiento de la demanda interna en el primer trimestre del 2014 fue 4.49%, mientras que el del 2013 fue 10.22% 

· Popularidad del Presidente de la República: 25% (julio 2014), 33% (julio 2013) y 40% (julio 2012)

Fuentes: INEI, BCR, Ipsos

Si a estos indicadores les sumamos el impacto de la situación política interna, de esta especie de guerra de todos contra todos entre los políticos más representativos, las cosas se pintan más negras. Las explicaciones que se han ensayado los últimos meses para justificar la caída, le que achacan el cambio de ritmo de la economía a factores externos sin reconocer nuestras falencias internas. Las contradicciones entre los miembros del gabinete, como las expresadas por el Ministro de la Producción “con el Plan Nacional de Diversificación Productiva (PNDP) creceremos 7 a 8% anual”, mientras el Ministro de Economía y Finanzas decía que volveríamos a crecer hacia fin de año y, especialmente el 2015 por la recuperación de la producción primaria. Esto sin olvidar las resistencias del sector pro-ambiente al primer paquete de medidas del MEF, que llegó al paroxismo con la campaña d Oxfam (ver en Lampadia: Oxfam no tiene autoridad moral). Tenemos que concluir que los ciudadanos tienen que estar desconcertados y frustrados, pues se han interrumpido sus expectativas de progreso.

El problema parece estar en que el gobierno no reconoce el origen de este proceso: nuestro crecimiento estuvo impulsado por la inversión privada, principalmente en la minería moderna, que según el ex presidente de la Sociedad Nacional de Industrias, Pedro Olaechea, hace el 67% de sus compras en el Perú y que tiene un alto valor agregado, ver en Lampadia: La minería tiene un alto valor agregado). Ya hemos comentado que la inversión en minería se interrumpió al inicio del presente gobierno (ver gráfico), desde que su primer gabinete, presidido por Salomón Lerner, “oficializó” el lenguaje anti-minero.

Tampoco se quiere reconocer que la inversión minera ha propiciado la formación de un sector industrial que hoy es el más grande, fuerte, competitivo y exportador de nuestra historia. No se reconoce que la economía se ha venido diversificando “al galope”, según Richard Webb.

La reacción del Gobierno ante el deterioro del último año no ha respondido a la coyuntura nacional, ni ha marcado con claridad el norte. Más allá del paquete de reactivación previo al mensaje presidencial y de otras medidas posteriores, los anuncios de Ollanta Humala el 28 de julio, no permiten esperar una recuperación sostenible de nuestro crecimiento.

Es cierto que el mensaje incluyó una serie de anuncios positivos que ya han sido comentados en los medios. Lamentablemente, lo expresado por el Presidente, nos lleva a interpretar algunas de sus afirmaciones y ausencias con preocupación:

– La aprobación del PNDP, promovido por el ministro de la Producción para identificar “nuevos motores” de crecimiento, insertando al país en las cadenas internacionales de valor. Una apuesta de largo plazo, que debiera darse desde el sector privado, y no desde una comisión ministerial con tintes corporativistas (incluyendo representantes gremiales), que ha sido interpretada como dirigida a sustituir el aporte de la minería.

– Dar a entender que se habría creado un nuevo sector productivo en el país. Un “sector mixto”, el de las APP (donde el Estado puede siempre tener la última palabra). Está muy bien que se promueva la participación del sector privado para mejorar las capacidades de ejecución de las inversiones estatales en educación, salud, infraestructuras y seguridad. Pero esto no debiera significar que se menosprecie el rol del sector privado en el desarrollo integral del país.

– Como destacó Miguel Palomino, Director Gerente del IPE, en una reciente nota periodística, en su Mensaje, el Presidente Humala, solo mencionó una vez la expresión “inversión privada”, dando a entender que la habría aceptado como socio de menor jerarquía en las APP, pero sin llegar a reconocer su importancia. El sector privado es el responsable de la creación del 90% del empleo, el 90% de los recursos fiscales y del 80% de la inversión. (Ver en Lampadia: 90-90-90).

En un momento tan delicado como el que vivimos hoy día los peruanos, necesitamos un liderazgo sólido y un norte claro. Debemos reconocer nuestros logros y construir el futuro a partir de ellos. Debemos aprender de los gobiernos que se están preparando para un futuro que será muy exigente, promoviendo la inversión privada y desregulando sus procesos burocráticos, como son los casos de la India, México y Colombia. (Ver en Lampadia: La visión de país y reformas que el Perú necesita)

Colombia está atrayendo inversión en minería y petróleo. El nuevo Primer Ministro de la India, Narendra Modi, ha adoptado el siguiente lema: “No red tape, only red carpet for investors” (Nada de papeleos, solo alfombra roja para los inversionistas).

En este contexto, el reciente Mensaje a la Nación del Presidente Humala, dejó un vacío muy grande. Él puede hablarles a los ciudadanos cualquier día, esperamos que recoja las críticas con nobleza y propósito de enmienda. ¡Queremos otro mensaje! Lampadia




Más sobre el ordenamiento pesquero

En Lampadia publicamos la semana pasada “Graves fallas del ordenamiento pesquero”, artículo en el que cuestionamos la política pesquera de Produce. El énfasis lo pusimos en las distorsiones que viene generando el polémico DS-005-2012-PRODUCE, que el actual Ministro, Piero Ghezzi, ha decidido mantener. Posteriormente, Produce nos hizo llegar un correo electrónico objetando nuestra posición. A continuación presentamos nuestros comentarios a dicho mail, que además publicamos en su integridad líneas abajo.

El pasado 1 de abril, publicamos nuestro el artículo “Graves fallas del ordenamiento pesquero”, el cual se ocupó principalmente de los efectos del DS-005-2012-PRODUCE, que a pesar de sus múltiples cuestionamientos, ha sido mantenido por el flamante Ministro de la Producción, Piero Ghezzi.

También afirmamos que en el sur, la pesca formal estaría a punto de desaparecer. Explicamos que dicho decreto establecía dos franjas exclusivas: una para la pesca artesanal y otra para la de menor escala, relegando al sector industrial más allá de la milla 10. Enfatizamos que ante la debilidad de los controles en las primeras franjas, se había creado de facto una zona no regulada. Este diseño y sus fallas de control alientan la pesca ilegal desviando la pesca de Consumo Humano Directo (CHD) a la producción ilegal de harina.

Indicamos, también, que la producción de harina de pescado en el sur (2013), había caído en 37% y que las exportaciones del sector (aceite y harina) en 17%, lo que equivale aproximadamente a nuestro último déficit de balanza comercial (US$ 600 millones). Agregamos, que si quería evitar la pesca ilegal, debería instalarse GPS y monitoreo satelital al íntegro de la flota.

El 3 de abril, recibimos en Lampadia un mail de la asesora del despacho ministerial, Ximena Pinto, en el cual plantean algunas observaciones a nuestro artículo. Dicho mail que ha sido difundido profusamente y publicado en el Facebook del Ministerio sin esperar nuestra respuesta.

En dicho mail, la representante del ministerio indica:

A.       “Que el DS-005-2012-PRODUCE no se aplica al sur, donde está vigente el DS-001-2013-PRODUCE”.

Efectivamente en nuestro artículo Graves fallas del ordenamiento pesqueroomitimos mencionar que el DS-005-2012-PRODUCE fue “modificado” por el DS-001-2013-PRODUCE. Sin embargo, éste último decreto no cambió la filosofía del manejo de las franjas, se fijó que la pesca industrial podía darse en el sur desde las  milla siete (7) en vez de la diez (10) y flexibilizó las capacidades de pesca de la flota artesanal y de menor escala más allá de sus franjas originales siempre y cuando lo hicieran para CHD.

 

B.       El Ministerio afirma que: El D.S. 005-2012-PRODUCE y las normas complementarias del ordenamiento pesquero, se emitieron precisamente para regular y controlar mejor la actividad pesquera entre la milla 0 a la 10, donde históricamente predominó la pesca ilegal e informal y donde ya se producía el desvío de anchoveta para consumo humano hacía la harina de pescado desde mucho tiempo atrás. Es por ello que, al amparo del ordenamiento pesquero, por primera vez durante el 2013, el Ministerio de la Producción dispuso vedas focalizadas de pesca de anchoveta que incluyó tanto a la pesca industrial, artesanal y de menor escala. Por tanto, no es cierto que no se apliquen vedas ni controles ni que existan zonas no reguladas. Es más, producto del ordenamiento, se han multiplicado los controles y mejorado los niveles de supervisión de la milla 10 para abajo, sin que ello signifique que no se pueda avanzar más”.

Lamentablemente, esto no es del todo cierto. Las vedas no se han aplicado de igual forma en las primeras franjas. Ya han pasado 19 meses desde la dación del famoso decreto “005” y los controles de la pesca artesanal y de menor escala adolecen de graves fallas, como lo ha reconocido el propio ministro en el programa Agenda Política del Canal N dirigido por Enrique Castillo: “El problema del decreto no ha sido el decreto mismo, sino que al no cumplirse se vuelve menos bueno.” (…) [Castillo repregunta]: ¿Pero no se le da más espacio a los informales? (…) “En Japón donde se respeta las leyes, seguramente sería un buen decreto”, respondió Ghezzi. ¡Qué preocupante que en el Perú se legisle asumiendo que estamos en el Japón!

Si bien se han hecho 47% más de inspecciones que en el 2012, solo se han dado 200 permisos y el control satelital (SISESAT) alcanza solo a 130  embarcaciones de menor escala, siendo el universo alrededor de 1,000 naves, según el ministro. Queda claro que no se ha podido controlar a la gran mayoría de las embarcaciones de menor escala y, ni que decir, de las artesanales.

En noviembre del 2013, en el diario Correo, la presidenta de la Sociedad de Pesquería, Elena Conterno, estimó que la pesca ilegal extraía “1 millón de TM de anchoveta” anualmente. Una cifra gigantesca si calculamos que la pesca total de este producto es de 6 millones. Es claro, que los controles no funcionan.

Todo lo indicado líneas arriba sustenta la posición fundamental de nuestro artículo: se estableció, contra viento y marea, mediante un decreto una franja desregulada, pues no se aplicaron los controles requeridos  que debieron ser de un “estándar japonés”.

C.      En otra objeción que hizo el Ministerio a nuestro artículo se afirma que: “La caída de 37% de los desembarques en el sur, según informes de IMARPE, se debió a factores climatológicos y falta de esfuerzo pesquero de las embarcaciones industriales (no salieron a pescar)”.

Algo realmente extraño. En la misma zona (sur del país), nuestros vecinos de Chile batieron records de pesca. Es pues ilógico lo que señala Produce, pues de acuerdo al IMARPE la zona sur del Perú y norte de Chile comparten la misma biomasa de anchoveta. Según la presidenta de la Sociedad Nacional de Pesquería (SNP), Elena Conterno: “En el 2013, Chile ha pescado el triple que el Perú [en el norte]. Hablamos de una diferencia de 500,000 toneladas«. (Edición web de El Comercio 28 de enero 2014).

D.       El Ministerio, además, afirma: “a la fecha, no tenemos noticias de empresas que hayan quebrado como consecuencia del D.S. 005-2012-PRODUCE”.

Nuestro artículo se centra en los efectos del referido Decreto en la zona sur, justamente, porque allí se concentraban los principales problemas. Las empresas industriales no tuvieron  posibilidad de pescar en la franja de 7 millas. El impacto en las empresas del sector ha sido muy fuerte. Para muestra un botón: hace un año, el Diario Correo de Moquegua alertaba: “7 plantas de harina de pescado han dejado de producir. Las empresas han suspendido a 70 trabajadores y al menos 500 personas pueden quedar desempleadas” (Diario Correo-Moquegua, 11 de Febrero 2013). Y como está hay decenas de llamados de atención sobre los perniciosos efectos que estaba teniendo el 005 en la actividad pesquera del sur. Llama la atención que Produce no las tenga registradas o que las niegue tan categóricamente.

En Lampadia saludamos que los funcionarios públicos debatan y defiendan sus posturas, aunque no siempre estemos de acuerdo con las formas que empleen. Nos gustaría que Produce analice desapasionadamente si el DS 005-2012-PRODUCE es conveniente o no para el país. Quizá la manera más transparente de realizar esta tarea sea evaluar si se han cumplido o no los objetivos para los que fue creada esta norma. A saber, tres objetivos se buscan con la emisión de esta medida:

  1. Conservación del recurso pesquero.
  2. Incentivar el CHD de la anchoveta y creación de zonas de reserva.
  3. Mejorar el control de la actividad pesquera.

Como demuestra nuestro análisis previo, así como abundante evidencia científica, económica e, incluso, periodística, la implementación de la polémica norma no ha cumplido con ninguno de los objetivos. Si la medida fue diseñada para incentivar el consumo de anchoveta, está claro que no ha servido para tal fin. Por el contrario la actividad ilegal se ha acrecentado en la zona dedicada la actividad artesanal. Las plantas residuales así como las fábricas clandestinas han estado operando a su máxima capacidad, porque simplemente no se ha cumplido o no se ha podido implementar los controles. Lo cierto es que esta norma en vez de proteger el recurso e incentivar el consumo ha causado un efecto nocivo. Se sigue esperando una explicación técnica que aclare porque se ha establecieron estas franjas. Se debe recordar que en una Resolución de la Corte Suprema de noviembre del 2013 se objetó esta norma justamente por carecer de sustento técnico. Esa fue una de las razones por la que se declaró al DS-005 parcialmente inconstitucional.

Con los precios internacionales de la harina de pescado altos y escaso interés de la población en consumir anchoveta, está claro que el incentivo de los pescadores está en vender la anchoveta que pescan para que sea procesada. Y en este hecho radica el problema de esta norma: querer cambiar la realidad por Decreto. El uso que se le da a la anchoveta no va cambiar porque un burócrata iluminado así lo ordene desde su cómodo escritorio. No, el mercado y la realidad, pronto les demostrarán su error.

Los funcionarios públicos debieran tomar un ejemplo muy cercano para entender cómo verdaderamente nace, crece y obtiene éxito y reconocimiento mundial un sector industrial. Nos referimos al boom de nuestra gastronomía. Como recientemente señalaba The Economist: “La industria de restaurantes de Lima es un ejemplo perfecto de un grupo de negocios de la clase que los gobiernos latinoamericanos y los burócratas internacionales anhelan crear por decreto. Sin embargo, como la mayoría de los ecosistemas empresariales exitosos, este ha surgido desde abajo, impulsado por las fuerzas del mercado”.

Dejen, pues que las fuerzas del mercado operen. La anchoveta puede servir bien para impulsar el crecimiento de una industria que es el futuro de la humanidad: la acuicultura para la producción de las proteínas del futuro. Así la emplean ya en Chile para su industria del salmón y así, también, la utilizan en China, el principal importador de nuestra harina de pescado y el mayor productor acuícola del mundo. Ese es el camino. Lampadia

Adjuntamos  el mail del Ministerio de la Producción a Lampadia

Estimado señor:

Pablo Bustamante

Director del Portal Lampadia

De mi mayor consideración.-

Queremos expresarle nuestro cordial saludo y, a su vez, manifestarle nuestra preocupación por el artículo “Graves fallas del ordenamiento pesquero” publicado en el portal de su dirección que contiene graves fallas, imprecisiones y errores de información. Nos sorprende que un artículo de crítica tan frontal, no haya verificado previamente muchas afirmaciones fácticas. Por ello, nos vemos obligados a aclarar lo siguiente:

1.- Se señala: Una de las primeras declaraciones del nuevo ministro Piero Ghezzi, fue que mantendría la vigencia el Decreto Supremo 005-Produce. La polémica norma transformó las reglas de la industria pesquera. Sus efectos, están llevando a la quiebra a la pesca formal en el sur, desbaratando el conjunto del sector.

La nueva administración del ministro Piero Ghezzi ha analizado de manera técnica y desapasionada el ordenamiento pesquero y ha reafirmado su vigencia pues considera que está en la línea correcta de introducir equidad, sostenibilidad y promover el consumo humano directo. Un primer gran error de su artículo es afirmar que el Decreto Supremo 005-2012-Produce se aplica en la zona sur del país. No es así. La región sur, por sus características especiales, tiene una regulación propia contenida en el Decreto Supremo-001-2013-Produce, que establece la pesca industrial a partir de la 7 milla. Tampoco es cierto que se esté llevando a la quiebra a la pesca formal. Todas las embarcaciones que pescan en la zona sur, pertenecen a las mismas empresas que pescan en la zona centro-norte y, a la fecha, no tenemos noticia de empresas que hayan quebrado como consecuencia del D.S.005-2012- Produce.

2.- Se afirma:Tradicionalmente la pesca se regula mediante cuotas y vedas. Esta norma mantenía ambos procedimientos más allá de la milla 10, pero de facto, estableció una zona no regulada en las primeras 10 millas, sin cuotas, vedas, ni nuevos controles….

El D.S. 005-2012-PRODUCE y las normas complementarias del ordenamiento pesquero, se emitieron precisamente para regular y controlar mejor la actividad pesquera entre la milla 0 a la 10, donde históricamente predominó la pesca ilegal e informal y donde ya se producía el desvío de anchoveta para consumo humano hacía la harina de pescado desde mucho tiempo atrás. Es por ello que, al amparo del ordenamiento pesquero, por primera vez durante el 2013, el Ministerio de la Producción dispuso vedas focalizadas de pesca de anchoveta que incluyó tanto a la pesca industrial, artesanal y de menor escala. Por tanto, no es cierto que no se apliquen vedas ni controles ni que existan zonas no reguladas. Es más, producto del ordenamiento, se han multiplicado los controles y mejorado los niveles de supervisión de la milla 10 para abajo, sin que ello signifique que no se pueda avanzar más.

3. Se afirma: En el sur, por el perfil del zócalo marino, la anchoveta se pega a la costa, por lo que mover la pesca industrial hasta la milla 10 tiene efectos devastadores. Estos son los evidentes resultados del DS-005.

Nuevamente se incurre en un grave error. En el sur no se aplica el D.S. 005-2012-Produce, ni las embarcaciones pescan a partir de la milla 10. Eso sólo sucede en el centro-norte, que representa el 90% de la pesca nacional y donde las actividades se vienen realizando prácticamente de manera normal. El año 2013, la biomasa de anchoveta se recuperó a 10,3 millones de toneladas (venía de una caída a 5,3 millones de toneladas en la segunda temporada del 2012). Esta mayor biomasa originó una mayor cuota industrial y un crecimiento del PBI pesquero de 12% en el 2013, incluso más del doble del crecimiento del país que fue de 5%.

3. Se afirma: Las razones declaradas para establecer una franja de 10 millas para el uso exclusivo de la pesca artesanal y de mediana escala, no se acompañaron nunca de nuevos mecanismos de control, que evitaran que se hayan producido todo tipo de efectos disfuncionales, que contradicen la propia existencia de la norma.

Es exactamente lo contrario. Producto del ordenamiento se han establecido nuevos mecanismos de control no existentes anteriormente a lo largo litoral y la nueva gestión fortalecerá aún más a la Dirección General de Supervisión y Fiscalización, dotándolo de las herramientas tecnológicas y la fuerza de un organismo regulador. En el 2013, se realizaron 133,077 visitas de inspección, 47% más que en el 2012. También se ha avanzado en la formalización de las embarcaciones de menor escala. Después de un largo proceso de evaluación, se han otorgado 200 permisos, de las cuales 130 ya cuentan con SISESAT (control satelital). Toda esta información es totalmente pública.

Este nuevo sistema es obligatorio, al punto que hoy en día, la Dirección General de Supervisión y Fiscalización, no autoriza el zarpe de las embarcaciones de menor escala, si no cuentan con el SISESAT a bordo. Además, de 831 titulares de embarcaciones que presentaron su solicitud para ser evaluados inicialmente, el Ministerio de la Producción declaró improcedentes 551 solicitudes de empresas que ya no podrán pescar en esa franja.

4. Se afirma: “En 2013, el desembarque de anchoveta para harina de pescado cayó 32% en el sur; en contraste en el resto del país creció 37%”.

A nivel global, en el 2013 el desembarque de anchoveta para harina y aceite de pescado creció 27,2% en comparación con el 2012, alcanzando un total de 4699.8 millones de toneladas (incluye todo el litoral). La caída de 37% de los desembarques en el sur, según los informes de IMARPE, se debió a factores climatológicos y a la falta de esfuerzo pesquero de las embarcaciones industriales (no salieron a pescar). Adicionalmente, las empresas optan por realizar sus faenas de pesca en la zona norte-centro, porque históricamente, ésta concentra el 90% de la pesquería de anchoveta en comparación con el 9.7% que tiene la zona sur. Es decir, se trata de una decisión económica que el sector industrial adopta libremente.

5. Se afirma: “Un dato interesante es que la menor exportación de productos pesqueros del año 2013, de US$ 600 millones, coincide exactamente con nuestro déficit de balanza comercial”.

La contracción de las exportaciones de harina y aceite de pescado durante el 2013 reflejó principalmente la menor cuota fijada en 810 mil toneladas para la segunda temporada de pesca de anchoveta en el 2012. Esta menor cuota se debió a la caída de la biomasa de anchoveta a 5,3 millones de toneladas, que reportó IMARPE. Esta caída no es atribuible al D.S. 005-2012, que se implementó recién a partir de la primera temporada de pesca del 2013. En su momento, IMARPE explicó que la caída se debió a factores climáticos (Ondas Kelvin) y al excesivo descarte de juveniles en altamar.

6. Se afirma: “Para detener la pesca ilegal, todas las embarcaciones pesqueras deberían contar con GPS y ser monitoreadas mediante control satelital, actualmente solo se controla a la flota industrial”.

Tampoco es cierto. Como se ha señalado en las respuestas anteriores el Ministerio de la Producción, ha intensificado el control de las actividades pesqueras a lo largo litoral. Y esto se aplica tanto en las zonas de desembarque para consumo humano indirecto como para consumo humano directo. También se aplica en las plantas de procesamiento y todo el transporte. Es decir, a toda la actividad pesquera industrial y no industrial. De las 200 embarcaciones de menor escala ya autorizadas a pescar, más del 60% ya tiene instalado el Sistema de Seguimiento Satelital, SISESAT, es decir, está sujeto a control y supervisión. Con el incremento de los derechos de pesca los controles a la pesca ilegal se profundizarán.

Finalmente, señor Director, queremos indicarle que no estamos señalando que el actual ordenamiento pesquero es totalmente perfecto, pero claramente representa un avance en las políticas públicas pesqueras y permite un control más estricto de las actividades ilegales en un sector que históricamente ha tenido -al lado del sector formal- un número importante de actividades ilegales que estamos dispuestos a combatir en la nueva administración, perfeccionando las normas y trabajando de la mano con el sector privado.

Agradecemos que esta aclaración sea publicada en su portal, en aras de una mejor información al público.

Atentamente,

Ximena Pinto La Fuente
Asesora del despacho ministerial
Directora Oficina de Prensa e Imagen Institucional
Ministerio de la Producción