El Pensamiento Arellano

Rolando Arellano es un acusioso lector de la realidad peruana. El innovó el análisis sociológico, económico y de mercado con la descripción de los estilos de vida, y contrariando al establishment de las empresas tradicionales, ayudó a describir la emergencia de la nueva clase media emergente del país, que pasó de pirámide a rombo.

En la siguiente entrevista nos vuelve a dar nuevos elementos de análisis. Por ejemplo, haciendo notar que en términos generales los millennials son más una categoría de análisis estadounidense que peruana. Anuncia un boom de construccción por la demanda de vivienda, hoy la mayoría de peruanos está entre 15 y 30 años.

Leamos la entrevista de Arellano:

“A la gran población no le preocupan ‘los cuellos blancos’, sino si su quiosco vende o si Guerrero hace un gol”

Entrevista a Rolando Arellano Cueva, presidente de la consultora Arellano
Gestión, 12 de julio de 2019
Por Raúl Castro Pereyra

Rolando Arellano está en Madrid para ser parte de una mesa del Edufin, un evento de educación financiera que organiza el BBVA. El especialista en marketing aprovecha su estadía para visitar museos y recorrer una ciudad que siempre parece nueva. En una pausa, aprovecha para reflexionar sobre sus libros, sus estudios y la vigencia de su clasificación de los peruanos a partir de su estilo de vida. Todavía no hay necesidad de cambiar la clasificación, señala a Gestión. “Lo que sí ha cambiado es que empiezan a aparecer grupitos nuevos que hay que empezar a estudiar”, agrega.

¿Cómo son estos grupos nuevos?

Siempre había el concepto de que en hombres estaba el progresista y el formalista, mientras que en mujeres estaba la moderna y la conservadora.

Pero ahora hay un nuevo hombre, que si bien no se queda en casa todo el tiempo se encarga de la administración del hogar.

¿Por qué?

Porque ahora hay cada vez más mujeres que trabajan y ganan mucho más que sus parejas.

Entonces, es una especie de amo de casa. Este hombre trabaja, pero su labor es menos relevante que el de su esposa.

¿Es un hombre joven?

Sucede más en los jóvenes que en los mayores. Se trata de un hombre de entre 25 y 35 años.

Se da más en Lima que en provincias. Todavía es un grupo pequeño que hay que seguirlo. Todavía debe llegar al 5% de la población.

¿Qué es lo que más ha cambiado entre los peruanos en los últimos años?

Durante muchos años, los peruanos nos hemos preocupado en trabajar mucho para sobrevivir. En los últimos años, la gente quiere gozar de ese crecimiento.

¿Cómo se traduce esa actitud?

En un gasto más conspicuo, en un gasto de decisión. Antes, salir a comer era un lujo, pero ahora es una necesidad permanente. Ya no es necesariamente un fast food, ni tampoco el pollo a la brasa, que hoy es la opción más básica.

Se busca ahora un restaurante de mejor calidad. Hemos pasado de sobrevivir a gozar de los beneficios del esfuerzo.

Pero la visión de los economistas es menos optimista…

No sé si todos los economistas piensan así. Admito que hay muy pocos economistas especializados en crecimiento y en consumo.

La mayoría está especializada en el tema macro y en tratar de mirar el futuro. No se fijan en el pasado. Rara vez, los economistas se alegran de que vamos a crecer.

¿Con excepción del ministro de Economía?

Sí, pero cuando deja de ser ministro de Economía se vuelve un negativo. Leemos mucho a las clases medias altas, pero no leemos a la gran población. A ella no le preocupan ‘los cuellos blancos’, le preocupa si su quiosco vende o si Guerrero hace un gol. Son dos mundos que no se miran.

Nuestros intelectuales, lamentablemente, solo están mirando al sector más pequeño. El sector más grande hoy mira hacia atrás y ve que hace cinco años no tenía un auto; hoy tiene uno chino. Mira diez años atrás y no tenía una casa, y ahora sí tiene su departamento y sus hijos están en la universidad.

¿Hay una mayor preocupación por la educación?

Cada año, el universo de estudiantes universitarios crece 10% o 12%. Hay el doble de universidades que hace unos años y con la Sunedu se eleva el nivel de las que quedarán.
El mundo del peruano de hoy es que no solo se preocupa en trabajar, sino también de sus propios beneficios. Lo que se viene es que no solo quiere bienestar sino prestigio.

¿A qué se refiere?

A que se le trate mejor o igual que a cualquier otro. Lo que se viene en el Perú es que la clase que trabaja para subsistir busque reconocimiento social. Incluso eso ya se ve en lo político.

Otros marketeros, a diferencia de usted, basan sus estudios en divisiones a partir de edades, por lo que surgen los X, Y y hasta Z. ¿Coincide con ellos, con sus ideas?

Lo que sucede con muchos de nuestros intelectuales es que en lugar de hacer sus propios estudios sobre nuestra realidad agarran tendencias de otros países. En Estados Unidos, hoy hablan de los millennials y antes, en Europa, de los metrosexuales, y eso lo traen al Perú. Esas son tendencias de otros países.

¿No es tan cierto que el millennial cambie repetidamente de trabajo porque se aburre?

Probablemente, eso pasa con el hijo de un gerente general. Eso es solo el 5% de la población. Pero eso no sucede con el grueso de la población, con un muchacho trabajador de Comas, por ejemplo.

Este muchacho no solo trabaja, sino que al salir se va a su universidad o instituto. Existe el millennial por una cuestión generacional, pero no es igual al gringo. No miramos al Perú para hacer análisis.

¿Encuentra algún tipo de clasificación para nuestra clase empresarial?

De hecho, está el progresista, que es un tipo de empresario. Hay otro que es el sofisticado, que es el gerente de una gran empresa.

¿Pero este último no es un empresario?

Como tal no, porque no es el dueño de una empresa. En cambio, los progresistas sí. Incluso, dentro de los progresistas, hay quienes son empresarios por supervivencia, pues no consiguen trabajo. Pero apenas ven un trabajo estable dejan lo que estaban haciendo. Se ve mucho en las pequeñas bodegas.

Si podría definir al ejecutivo al gran empresario, ¿cómo lo haría?

De manera general, creo que es bastante conservador. Ese sector empresarial, al fin y al cabo, en los diez primeros años de este siglo, tuvo crecimientos impresionantes porque se abrió el mercado. Ellos crecieron mucho básicamente porque el mercado creció. Pero ahora muchos de esos gerentes que lo hicieron bien en aquellos años están viviendo una segunda etapa.

¿De qué trata esta segunda etapa?

Es una etapa de un crecimiento más moderado, ya no es 8% sino 4%. No solo se crece menos, sino que hay mayor competencia de empresas de fuera, así como de otros peruanos. Muchos empresarios siguen pensando que son buenos, que no hay competencia para ellos.

¿Es un error?

Es un error, porque hay muchos empresarios que están sobreestimando sus capacidades y no están adaptando sus productos ni sus estrategias a las características propias del mercado, que es lo único que los va a defender de la competencia foránea.

¿Qué sectores cree que crecerán en el futuro?

La agroindustria sin duda, porque tenemos capacidades diferentes de las del resto de países. Lo que se viene también es un boom de la construcción.

¿Por qué?

Por la demanda de vivienda. Hoy la mayoría de peruanos está entre 15 y 30 años. Son ellos los que hicieron crecer al sector educación, sobre todo a nivel de universidades. Son más o menos el 20% de la población. Ahora ellos van a casarse y buscar una vivienda. No estamos preparados para esa demanda que se viene.

Después de Lima, ¿cuál es la ciudad que tiene su propia dinámica comercial, educativa, social?

Ya se están creando macrorregiones más allá de lo que digan las leyes y los gobiernos. En estos espacios, la gente ya no piensa en enviar a sus hijos a Lima para estudiar o ir a la capital a hacer compras.

¿Dónde están estas macrorregiones?

Lima es una macrorregión que se une cada vez más con Ica. Ahora, hay una macrorregión sur cuya capital es Arequipa, allí va la gente de Cusco y Puno. En el norte, la capital se la disputan entre Trujillo y Chiclayo, a donde llegan los cajamarquinos y piuranos. En el centro, el secreto mejor guardado es Huancayo, que ha crecido mucho y está lleno de ayacuchanos, huanuqueños. Estas son las ciudades del futuro.

Lampadia




Sobre formalización, pensiones e IGV

Estos tres temas, la formalización del empleo, las pensiones de jubilación y el manejo futuro del IGV han terminado, curiosamente, en una intersección que puede ser una ayudadita del Ángel de la Guarda, después de tanto mamarracho que hemos hecho, por separado, con los tres temas.

El Caballo de Troya, ejemplo clásico de un disparate (folly en ingles)

La informalidad laboral es una trampa de la que aún no logramos salir. Esta se originó desde las primeras migraciones de la sierra a Lima, hasta la formación de la nueva clase media con la emergencia de nuestra incipiente economía de mercado. Una clara expresión de resiliencia social que permitió, de alguna manera, convertir la tragedia del abandono y el desempleo en una bullente propagación del emprendedurismo. Ver: La fuerza del migrante: emprendimiento y libre mercado.

En cuanto a las pensiones hemos producido una suerte de ‘suicidio social previsional’ al haber desbaratado el Sistema Privado de Pensiones con las normas que permiten el retiro del 95.5% de los fondos individuales a los 65 años de edad y, con el retiro optativo del 25% del mismo para el financiamiento de vivienda. Ambas medidas se sacaron apuradamente en uno de los peores Congresos de nuestra historia (sino el peor a secas). Toda la sociedad fue manipulada o acobardada por unos cuantos activistas que ante el vacío de buena parte de la clase dirigente, llenaron los titulares de los periódicos y las preguntas de las encuestas de opinión.

En este tema se llegó al colmo de tener a un diretor de maestría en economía de una importante universidad, haciendo una campaña mediática para promover la absurda legislación. El mismo afirmaba que la gente que retirara su dinero, lo iba a cuidar para mantener el sustento en la vejez. 

Sintomáticamente, en Lampadia publicamos un informe sobre como los jubilados de uno de los países más ricos del mundo, Japón, robaban en las tiendas de departamentos para ser arrestados, pues vivían mejor en la cárcel por la calidad de la comida, alojamiento y cuidado de la salud, en comparación con lo que podían lograr con sus pensiones.

En el resto del sistema pensionario, la ONP, que paga pensiones de miseria apropiándose de los aportes de un 65% de sus afiliados que no llegan a acumular 20 años de aportaciones. Un sistema quebrado, que representa un forado de la caja fiscal que nos acompañará muchos años. Finalmente, tenemos también Pensión 65, un programa social del gobierno de Humala, basado en la filosofía del fracasado asistencialismo de Chávez en Venezuela y Lula en Brasil.

Por el lado del IGV tenemos la propuesta del gobierno de PPK para reducirlo el IGV hasta en tres puntos. Su aplicación sería paulatina, empezando con un 1% y graduándose según la respuesta fiscal.

¿Cuál es la intersección? ¿Cómo conectamos los tres temas?

Usando parte de los pagos de IGV como aportes individuales a fondos privados de pensiones de todos los peruanos sin excepción.

Este mecanismo permitiría formalizar el empleo y dar acceso a pensiones privadas al 100% de los trabajadores.

Esta idea fue propuesta por Lampadia en enero del 2014, ver El IGV como aporte al Fondo de Pensiones y formalización del empleo. Esta es diferente a la de Santiago Levi del BID que concibió que los aportes fueran a un pozo común para pensiones de reparto.

Con el aporte de una parte de los pagos por IGV a cuentas individuales se podrían obtener los siguientes resultados:

  • Registrar y formalizar a toda la clase trabajadora, pues sería muy extraño que alguien dejara de canjear su IGV por ahorro previsional privado bien remunerado.
  • Establecer un sistema universal de pensiones al que se podría aportar desde los 18 años y que podría permitir acumular un fondo adecuado, por lo menos para una pensión base o mínima de buen nivel, dado el período de aportes de 47 años (18 a 65) con el efecto de la tasa de interés compuesta. Por ejemplo, un aporte de 10 soles después de 47 años con un rendimiento de 7% anual generaría 240 soles, y en 24 años, el promedio del período sugerido de aportes, 51 soles por cada 10.
  • Se podría disminuir la evasión de pagos del IGV.
  • Se podría cerrar la ONP y poner coto al forado fiscal que hoy representa.
  • Se podría ir eliminando las inafectaciones al IGV y tener un sistema plano y universal.
  • Aumentaría la recaudación de IGV, lo que podría compensar (total o parcial) los puntos que se usen en los canjes.

En Lampadia asumimos que el nivel de canje debería estar entre 3 a 5 puntos de los actuales 18 puntos del IGV. Sin embargo, es evidente que habría que hacer los cálculos adecuados en función de los períodos de aporte y demás factores vinculados. 

También será necesario ver como se establece un objetivo de pensión mínima que podría lograrse mediante aportes del Estado que complementen lo que el trabajador pueda haber acumulado por su cuenta.

Esta propuesta no fue nunca recogida por la Asociación de AFPs ni por las empresas individualmente. La verdad es que nunca manifestaron ningún interés en siquiera conversar del tema. En Lampadia hemos defendido el sistema privado y no a las AFPs.

A diefrencia de las AFPs, nuestra propuesta ha sido recogida por importantes analistas económicos y políticos independientes como:

  • Elmer Cuba[1]
  • Eduardo Ferreyros[2]
  • Pablo Secada[3] (confundiendo la propuesta con la de Levi) 
  • Farik Matuk[4]
  • Luis Galarreta[5]

Con el mayor de los respetos, invocamos al gobierno del Partido de Peruanos por el Kambio y a su futuro Ministro de Economía, Alfredo Thorne, a convocar un debate técnico sobre estos tres temas antes de proceder a ejecutar decisiones parciales que puedan debilitar la eventual acción conjunta sobre los mismos. Esperamos, de igual manera, que la bancada de Fuerza Popular se sume a este debate.

Nuestra propuesta puede sonar disruptiva para algunos, pero no debemos olvidar que muchas veces los problemas que no tienen solución, como la persistente informalidad, la falta de acceso a un sistema de pensiones de los trabajadores independientes y, el alto nivel de evasión del IGV, solo pueden enfrentarse ‘saliendo del cuadrado’.

Por el lado de Lampadia hemos tenido que multiplicar nuestra publicaciones sobre el tema, para compartir nuestras ideas y también para llenar el vacío que debió ser llenado por gremios empresariales, analistas, académicos y en general, líderes de opinión, que prefirieron pasar al lado de los observadores. Ver nuestras publicaciones:

¿Quieres que tu papá tenga una pensión?

Ancianos japoneses prefieren la cárcel a pobres pensiones

Legisladores parecer ir más allá de la razón

AFPs: La voz del gremio

Un debate técnico sobre el futuro de las pensiones

¡Juguemos a la Ronda! Todos a Pensión 65

Futuro de los jubilados en la picota

Réquiem por las pensiones decentes y seguras

En el país de los mitos, los falsarios son reyes

Una pensión para todos como se debe

Propuestas para mejorar el sistema

Cuidado, no destruyamos las AFP, mejoremos el Sistema

Enfoquemos adecuadamente el debate 

Lampadia

 

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[1] Gestión, 12 de mayo de 2016

[2] Perú21, 15 de marzo de 2016

[3] Entrevistas con Jaime de Althaus

[4] La República, 30 de junio de 2016

[5] La República, 17 de noviembre de 2015




La izquierda se desmorona en América Latina

El antes alabado modelo brasileño del gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) de Lula da Silva parece haber llegado a su fin con la histórica votación para procesar la destitución de la presidenta Dilma Rousseff. Esto significaría el fin de 13 años de gobierno de su partido que ha llevado al Brasil a una crisis económica, política y moral sin precedentes

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Millones de brasileños exigieron la destitución de Rousseff

Formalmente, la acusación contra Rousseff es por su manipulación del déficit fiscal que trató de cubrir recurriendo a los fondos de agencias y bancos del Estado que no forman parte del presupuesto nacional. Muchos pretenden decir que esta es una cosa menor, además, Dilma Rousseff está también vinculada a la ominosa corrupción del ‘lava jato’, ella fue presidente de Petrobras cuando se desarrollaron los esquemas fraudulentos y se estima que su campaña política fue financiada por fondos de la corrupción. En todo caso, esto puede parecerse a la condena del famoso Al Capone, que recibió su castigo por evasión fiscal y no por los múltiples crímenes que llevaba a cuestas.

Rousseff y sus partidarios, afirman que van a luchar hasta el final contra lo que ven como ‘una conspiración’ y ‘un intento de golpe’. Pero el proceso de limpieza de la política brasileña sigue adelante. Acaba de ser condenado a 23 años de cárcel, José Dirceu, el brazo derecho de Lula. El PT ha dilapidado su ascendencia en Brasil, según la encuestadora Datafolha, la popularidad de la presidenta está en 8% y el abrumador voto en su contra en el Senado indica que hay pocas posibilidades de que sea absuelta.

El impeachment de Rousseff tendrá consecuencias en toda América Latina. Brasil llegó a considerarse una potencia económica emergente con numerosos programas sociales que aceleraron la reducción de la pobreza y fomentaron una nueva clase media, algo que esperamos pueda preservarse.

En Lampadia no nos dejamos engañar por los cuentos de grandeza del PT y sus políticas aislacionistas y proteccionistas que fomentaron el mercantilismo empresarial, ni por sus políticas asistencialistas que duraron lo que duró el ciclo de ingresos extraordinarios por el precio de la soya y otros. En una visita de Lula al Perú (segundo gobierno de García), declaró  que era mejor distribuir para crecer (equívoca política adoptada luego por Humala). Lula alardeó con sus cifras, pero en Lampadia las comparamos con las peruanas (Luces y sombras de la visita de Lula al Perú) y mostramos que nuestras políticas y performance eran muy superiores.

La oportunidad que ha perdido Brasil ha sido probablemente la mejor de su historia (ver en Lampadia: El ‘país del futuro’ tendrá que diseñar otro futuro). Pero Brasil no ha sido el único que malogró sus oportunidades en la región. Casos muy parecidos, con distintos énfasis y ritmos de reversión, los tenemos en Venezuela, Argentina, Ecuador y Bolivia. Los países que mejor aprovecharon las grandes oportunidades del nuevo siglo, son los de la Alianza del Pacífico, México, Colombia, Chile y el Perú. Nosotros, después de las reformas pro mercado de los años 90, estuvimos listos para transformar ‘oportunidades en realizaciones’. Así lo dijeron en el Perú hace un par de años Paul Krugman y Nouriel Roubini. (Ver en Lampadia: Paul Krugman rompe mitos).

Es por eso que reportajes como el publicado por Cuarto Poder (Poder de Cuarta), la semana pasada sobre el caso brasileño, en el especial conducido por el colaborador de La República, René Gastelumendi, es sorprendente y alarmante. Parecía un programa de la televisión chavista de Venezuela en el que se hizo una defensa cerrada del gobierno del PT (el conductor llegó a discutir con los furibundos brasileños), apoyando los reclamos de Dilma. No importó, ni se mencionó que días antes hubo una manifestación de seis millones de brasileños exigiendo la destitución de la presidente.

En verdad, las traumáticas experiencias de Venezuela, Argentina y Brasil, con el decimonónico ‘socialismo del siglo XXI’, un aislacionismo anti globalización y una dantesca corrupción, son una de las mejores lecciones de economía y política para nuestros ciudadanos y debemos mostrarlas y compartirlas sin manipulaciones políticas. 

Estos son tiempos importantes para América Latina, de hecho, parece que estamos entrando en un nuevo ciclo político relativamente pragmático y centrista, como afirma el artículo del Financial Times que glosamos líneas abajo:

Desaparición del izquierdismo brasileño resonará en las Américas

Los latinoamericanos ya no tolerarán la corrupción como antes

Por John Paul Rathbone

Publicado por el Financial Times

12 de Mayo de 2016

Traducido y glosado por Lampadia

 

Dilma Rousseff se mostró desafiante. «Me voy a resistir por todos los medios legales», dijo después de que el Senado de Brasil votara a favor de iniciar el proceso de destitución.

A pesar de su actitud desafiante, la decisión del Senado probablemente marca un punto de inflexión para la séptima mayor economía del mundo. Michel Temer, el vicepresidente, ha juramentado como presidente interino.

La partida de Rousseff marca el final del PT después de 13 años. Desde su fundación en 1980, el PT se convirtió en el mayor partido socialdemócrata en la región, el «principal movimiento de izquierda en el mundo democrático», señala Matias Spektor, profesor asociado de relaciones internacionales de una institución académica de Sao Paulo.

Durante la última década, muchos gobiernos de izquierda en la región han sido auxiliados por el PT. Brasil mostró una extraordinaria «paciencia estratégica» con sus vecinos socialistas como Bolivia y Venezuela, haciendo la vista gorda a sus deficiencias, como también lo hizo con la Habana. Pero ahora la mayor parte de América del Sur se está moviendo hacia el centro político.

El impeachment de Rousseff se debe en realidad al disgusto popular por la mala gestión económica y el escándalo de corrupción en Petrobras y también marca otra tendencia regional: los latinoamericanos ya no tolerarán la corrupción como lo hacían antes.

De acuerdo con Kevin Casas-Zamora, del diálogo Inter-Americano con sede en Washington, este alboroto popular no se debe a que la región es más corrupta. Las encuestas realizadas por grupos como Transparencia Internacional sugieren que hay menos corrupción, no más.

Más bien, el crecimiento de las redes sociales, combinado con una clase media cada vez más activa y mejores garantías institucionales en contra de abusos, han llevado a una fuerte reacción negativa.

Lampadia




El poder adquisitivo sustenta el desarrollo del retail moderno

El retail en el Perú ha experimentado un auge impresionante en los últimos quince años. Desde entonces se ha convertido en uno de los sectores de más rápido crecimiento, con nuevos centros comerciales, supermercados, tiendas de departamentos y de conveniencia y tiendas de marcas internacionales, y han cubierto una buena parte del territorio nacional. Un fenómeno similar, aunque de menor magnitud se ha dado en el resto de la región.

Las inversiones en locales comerciales han aumentado, con la creación de 45 centros comerciales en la última década y se proyectan más de 100 centros comerciales en 2016. Lima, Arequipa, Trujillo, Piura y Chiclayo, que tienen la mayor población, concentran una mayor actividad y desarrollo del sector de retail, sin embargo, los inversores están buscando nuevas oportunidades en las ciudades más pequeñas de provincias.

La multiplicación de Centros Comerciales (CC) o “malls”, es una de las muestras más palpables del desarrollo del país, y una demostración del surgimiento de una nueva clase media cada día más grande y pujante. En el 2000, apenas existían 8 centros comerciales en el Perú, todos concentrados en Lima. Hoy, superan los 70 y se ubican en 13 regiones del país (La Libertad, Ancash, Lambayeque, Piura, Cajamarca, Huánuco, Ucayali, Huancayo, Lima, Ica, Arequipa, Cusco y Puno).

Es importante destacar que estos espacios comerciales modernos, no solo tienen una oferta comercial variada y moderna, también constituyen, especialmente en provincias e incluso en las nuevas Limas, espacios sanos de expansión familiar y socialización.

El grupo Intercorp viene ampliando en los últimos años, las cedes de la cadena de CC: Real Plaza, conservando su enfoque en las regiones. Los centros comerciales abiertos más recientemente están en la Avenida Salaverry en Lima, en Cusco y en Cajamarca, ciudades de 350,000 y 160,000 habitantes, respectivamente. Real Plaza se ha convertido en la marca de centros comerciales más grande en el país, con un crecimiento de ventas anuales de 60%  entre 2013 y 2014.

Además, el mercado peruano está teniendo un atractivo para las tiendas extranjeras. Walmart y El Corte Inglés, una de las empresas de retail más potentes de España, han anunciado planes de entrar al mercado en 2016. Walmart ya tiene una gran presencia en toda América Latina, con tiendas en México, Brasil, Argentina, Chile y varios mercados de América Central.

Starbucks tiene una presencia cada vez mayor, especialmente en Lima, y ​​planea tener 100 tiendas en el país en 2016. Zara, por su parte, abrió su primera tienda en Lima en 2012 y  vendió un millón de ítems en su primera semana. H&M abrió su primera tienda en 2015.

El mercado peruano está mejorando: los hábitos de los consumidores han cambiado, ya que buscan formatos comerciales organizados y prefieren marcas globales. Estas condiciones, que describen con exactitud la situación actual en Perú, son favorables a la apertura de las tiendas directamente gestionadas por marcas extranjeras. Perú se considera que está en una fase temprana ya que la penetración de retail es todavía baja, por lo que es un objetivo atractivo para la inversión.

Por otro lado, los formatos tradicionales, como los de bodegas y puestos de mercados también se han fortalecido. Gamarra, el gran centro de producción y retail de la Lima emergente, sigue igualmente pujante, más allá de los llantos anuales de sus dirigentes.

No olvidemos que la empresa chilena del Grupo del Parque Arauco, es propiedad del Gruop Said, creado por el arequipeño José Said, que tuvo una intervención muy emotiva en Arequipa cuando inauguró Parque Lambramani hace pocos años.

Todas estas mejoras se deben al crecimiento de la clase media. Como ha señalado el Banco Mundial, la clase media (consolidada y emergente) tuvo un crecimiento sorprendente hasta 2013 y bordea el 67% de la población, muy superior al promedio de América Latina que llegó al 50%. Por su lado, el HSBC asegura que para el 2030, el 70% de la población nacional tendría  ingresos medios y altos (entre US$ 3,000 y US$ 15,000), si la economía peruana mantiene un crecimiento mínimo de 5.5% anual.

Además, durante su presentación en el Congreso de Retail 2015, el jefe de análisis sectorial de Apoyo Consultoría, Víctor Albuquerque, aseguró que en el 2021, el 52% de hogares peruanos urbanos pertenecerían a la clase media [consolidada]. Es precisamente el ensanchamiento de la base de este grupo, lo que a su vez genera el crecimiento del negocio del retail moderno y, por ende, de los malls. 

Fuente: Peru21

Como señala el historiador Juan Luis Orrego, cuando nos referimos a un centro comercial, plaza comercial o mall, hablamos de uno o varios edificios, por lo general de gran tamaño, que alberga locales y oficinas comerciales, cuyo fin es aglutinarlos en un espacio determinado para así potenciar su oferta,  diferenciándose de los hipermercados y tiendas por departamentos, porque está pensado como un espacio público con distintas tiendas, además de incluir lugares, esparcimiento y diversión, como cines o ferias de comidas dentro del recinto.

El desarrollo de esta industria es una verdadera historia de inclusión económica y social. Hoy se están igualado los niveles de servicio entre las zonas tradicionales y las emergentes. Como en muchos otros aspectos, la geografía socio-económica del país es irreconocible con la que teníamos a principios de los 90. Hoy todos los peruanos aspiran al mismo nivel de servicio, seguridad y modernidad que las poblaciones de los países más desarrollados. Esta revolución de realizaciones y aspiraciones es el cambio más importante del Perú, y nuestra población no está dispuesta a retroceder. Lampadia

Líneas abajo, compartimos con nuestros lectores el importante reporte de EY sobre el desarrollo de retail en el país:

Retail en el Perú: Retos y oportunidades para un mercado en desarrollo

Publicado en Perspectivas EY Perú

Por Oscar Mere

22 de marzo de 2016

Glosado por Lampadia

 

Uno de los sectores económicos más sensibles al crecimiento y/o desaceleración en la economía peruana es el retail. La razón de ello es la forma en que se ha desarrollado este sector en los últimos años, el cual no abarca únicamente un tipo de negocio, sino que se han constituido grupos económicos claramente identificables que incluyen tiendas por departamento, tiendas de mejoramiento del hogar, supermercados o hipermercados, centros comerciales, entidades financieras y otros como restaurantes, cines y servicios; ello sumado a los notables cambios en el comportamiento del consumidor peruano y su capacidad adquisitiva. Sin embargo, en el Perú este sector tiene todavía un enorme potencial de desarrollo para pequeñas, medianas y grandes empresas, no solamente en Lima sino también en provincias . Es cierto que la realidad económica, social y política en el Perú es sumamente compleja y distinta a la de estos países, por lo que el crecimiento de este sector es una tarea difícil, pero no imposible.

Sea una tienda pequeña en nuestro distrito o un gran centro comercial, hay ciertos aspectos de gestión que toda compañía retail debe tener en cuenta al momento de empezar, en el desarrollo normal de sus operaciones y en épocas de crecimiento y/o desaceleración en la economía. A continuación, algunos de estos aspectos:

1. Entender el comportamiento del consumidor peruano: En las últimas décadas el perfil del consumidor peruano ha cambiado significativamente, no sólo por un tema generacional, sino por diversos factores tales como el crecimiento económico del país, mayor capacidad adquisitiva, desarrollo y masificación de las comunicaciones, mayor cantidad de oferta de bienes y servicios, sofisticación de la publicidad, etc., y lo cierto es que, en este contexto, muchas veces (incluso diría que la mayoría de las veces).

2. Programación y gestión de compras: Las programaciones de las compras de mercaderías deben hacerse contemplando la mayor cantidad de variables internas y externas posibles, construyendo modelos cuya precisión pueda, incluso, prever la mayoría de los efectos de variables externas que no necesariamente se puedan controlar, como por ejemplo la presencia de fenómenos naturales como “El Niño”.

Se debe gestionar minuciosamente la rotación de los inventarios, la cual debe ir de la mano con cada sector del retail (por ejemplo, en promedio tres meses para las tiendas por departamento, un mes para los súper e hipermercados, etc.). Se deberían programar campañas de realización enfocadas a minimizar las pérdidas para la compañía. Por ejemplo, en el caso específico de las tiendas por departamento, dado que este segmento del retail gira en torno al concepto de “Moda por temporada”, es crítico para las compañías de este sector que la rotación de sus inventarios vaya de la mano con cada estación del año y, a su vez, con las tendencias de moda para cada una de dichas estaciones.

3. Obtención de descuentos y gestión de cuentas por pagar (financiamiento barato): Resulta clave en la negociaciones para las compras de mercadería el obtener la mayor cantidad descuentos asociados a dichas compras (descuentos por volúmenes de compra o rebates, descuentos por pronto pago, etc.). Asimismo, para las compañías retail es ideal que los plazos para el pago de sus cuentas por pagar por compra de bienes y servicios sean lo más lejanos posibles, ya que, de esta forma, obtienen prácticamente un “financiamiento” sin intereses (las ventas de estas compañías son en su mayoría cobradas en efectivo).

4. Cadena de suministros: Adecuada distribución y reposición de la mercadería en las tiendas. Es imprescindible abastecer a los puntos de venta con la mercadería de forma apropiada y oportuna, teniendo en cuenta estudios actualizados de mercado que contemplen gustos, preferencias y comportamiento de los consumidores.

5. Sinergia con otros negocios: A través de una adecuada sinergia en un determinado grupo, se puede mantener un constante contacto con los clientes y; por lo tanto, mayores oportunidades de negocio y fidelización de los clientes (por ejemplo, el otorgar descuentos en un cine o restaurante por la compra con tarjeta de ropa).

6. Promover las compras con tarjetas: El éxito del negocio no solo depende de vender volúmenes y precios adecuados, sino también (o quizá con mayor relevancia), de vender a plazos mediante las tarjetas de crédito que pueda emitir la compañía o alguna de sus relacionadas.

7. Seguimiento exhaustivo a los indicadores de la industria aplicados a la entidad: Para una adecuada planificación, gestión, control y toma de decisiones, es sumamente importante (casi una obligación), hacer un seguimiento exhaustivo, minucioso y diario de los principales indicadores de la industria, como por ejemplo las ventas por tienda, ventas por metro cuadrado, crecimiento de ventas en tiendas existentes (“SSS” por sus siglas en inglés), ticket promedio, margen bruto, índices de provisiones por deterioro de inventarios, periodos de rotación de inventarios y de cuentas por cobrar y por pagar, entre otros.

Si bien el mercado peruano ofrece grandes oportunidades para el desarrollo de compañías de retail en todos sus formatos, los retos también son considerables por la complejidad del comportamiento del consumidor peruano y el contexto político y económico previsto para los años 2016 y 2017. Es cierto que no todas las variables internas y externas que afecten al negocio pueden ser controladas, pero sí pueden tomarse medidas preventivas, sobre todo partiendo del conocimiento del consumidor, una buena programación y gestión de compras o buscando eficiencias en la cadena de suministros y desarrollando soluciones creativas para generar más y mejores formas de crear vínculos con los consumidores finales.