Gas Natural: ¿Qué se quiere renegociar?

Carlos Gonzales Ávila
Director Gerente de ENERCONSULT S.A.
Para Lampadia

Los contratos de hidrocarburos son instrumentos de largo plazo, lo que significa que son susceptibles de ser renegociados frente a cambios en los supuestos y condiciones existentes al momento de suscribirse. No debe extrañar entonces que una de las Partes de un contrato solicite revisar alguna condición del mismo. Eso es natural. Lo que no es natural es que se hable de renegociar contratos sin decir qué es lo que se quiere renegociar, y peor aún, que se inicie una renegociación bajo amenaza.

Para comenzar, los que proponen la renegociación deben decir primero qué contrato quieren renegociar (¿Lote 88, Lote 56 o ambos?) y después precisar qué parte del contrato buscan renegociar. En este punto, cabe algunas reflexiones respecto a los contratos de Camisea.

  • Se habla de recuperar el Gas para todos los peruanos, pero no se dice que el Gas del Lote 88 está reservado para el mercado interno y que es el único contrato en el que se establecen precios máximos en boca de pozo, para generación y para los demás usuarios.
  • Se cuestiona la exportación de gas natural pero no se dice nada sobre el impacto social y económico que tiene dicha exportación no solo en regalías e impuestos, sino también por la mayor producción de GLP nacional, reduciendo nuestra dependencia del GLP importado.
  • Se cuestiona la exportación del gas natural, pero no se aclara que teniendo el Lote 88 gas natural para abastecer el mercado interno por más de 30 años, hubiese sido absurdo buscar inversionistas para otros lotes con la condición de abastecer el mercado interno. Nadie en su sano juicio habría hecho inversiones en sísmica y perforación de pozos para sentarse a esperar 30 años.
  • Se habla de “ampliar reservas” pero no se dice que hay solo dos formas de hacerlo, logrando nuevos descubrimientos con más exploración o reduciendo el costo de producción para convertir en “reservas probadas” lo que ahora solo son “recursos” porque su explotación no es económicamente viable.
  • No se aclara que la masificación del gas natural no depende de los productores de los lotes de Camisea, sino del Estado que debe invertir en infraestructura para ese objetivo. Tanto es así que en Camisea se tiene que reinyectar gas (más de 400 millones de pies cúbicos todos los días) porque no hay quien lo compre.
  • Se escuchan declaraciones sobre una inequitativa distribución de las utilidades de los contratos de Camisea, pero no se aclara que la participación del Estado (Government take) es de 65% y que la utilidad neta del contratista no llega al 35%.
  • En el caso del gas natural, solo califican como reservas probadas los volúmenes susceptibles de ser vendidos, esto significa que si no hay mercado que compre el gas, entonces no hay reservas y solo tendremos recursos cuya explotación no es económicamente viable.
  • Entre tanto, el verdadero drama del Perú es el petróleo. Producimos poco más de 30,000 barriles de crudo por día y consumimos más de 250,000. En lugar de pensar en renegociar los contratos de gas natural, deberíamos pensar en renegociar los contratos en cuyos lotes se produce petróleo, para incrementar reservas y nivel de producción.

La lista de reflexiones en torno a la renegociación de los contratos en general y de los contratos de Camisea en particular es larga y solo hemos hecho un breve recuento de algunas ideas al respecto. Si la decisión del Gobierno es renegociar algún contrato, esperemos que para tal fin, por lo menos conforme un equipo negociador con técnicos de experiencia comprobada en contratación petrolera y desarrollo de proyectos de gas natural. Lampadia




La edición genética nos brindará muchas oportunidades

La capacidad de reescribir el código genético de nuestras vidas es una gran oportunidad. En los últimos años, los científicos han revolucionado nuestra capacidad de hacerlo con el descubrimiento y el refinamiento de una herramienta molecular llamada CRISPR (las siglas provienen de Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats, una herramienta molecular utilizada para “editar” o “corregir” el genoma de cualquier célula), que nos permite editar secciones de ADN. Esta herramienta puede cortar partes específicas del código genético y reemplazarlas con segmentos nuevos, eliminando enfermedades o dando a las personas rasgos completamente nuevos.

 

Si bien era posible editar el ADN antes del descubrimiento de CRISPR, esta herramienta nos permite hacerlo de forma más precisa y económica que nunca. En una reciente publicación en Foreign Affairs (compartido y traducido líneas abajo), Bill Gates describió algunas de las formas en que las tecnologías de edición genética tienen el potencial de transformar el mundo. “Desde la década de 1990, el mundo ha logrado un progreso significativo para acabar con la mortalidad infantil, combatir las enfermedades y la hambruna, y sacar a la gente de la pobreza. Pero todavía hay un largo camino por recorrer. Si el mundo continúa el notable progreso de las últimas décadas, es vital que los científicos, sujetos a las pautas de seguridad y ética, se animen a continuar aprovechando herramientas tan prometedoras como CRISPR», escribió Gates.

Gates siempre ha apoyado el uso de herramientas de edición genética. Fue uno de los primeros inversores en Editas Medicine, una de las primeras compañías en comenzar a utilizar CRISPR para eliminar las enfermedades humanas. Los investigadores de la Fundación Gates han trabajado durante casi una década en las formas de utilizar la edición genética para mejorar los cultivos y eliminar los mosquitos portadores de la malaria.

En su publicación, Gates establece exactamente dónde cree que la edición de genes podría tener el mayor impacto para la humanidad:

  1. Alimentando el mundo

Uno de los primeros lugares en que muchos expertos consideran que deberían iniciar los experimentos de CRISPR es en el mundo de la agricultura. Editar los genes de una planta o animal no implica agregar genes de otras criaturas, como algunas formas de modificación genética. Pero es posible cambiar los organismos de manera poderosa mediante la edición genética.

Como explicó Gates, los investigadores están estudiando formas de modificar los genes de los animales de ganado como las vacas tropicales, que normalmente no producen mucha leche, para que produzcan leche más como las vacas lecheras. Los científicos también intentan ver si pueden hacer que el ganado lechero sea más resistente en climas cálidos, algo esencial en un mundo que se calienta cada vez más. Los investigadores ya han descubierto cómo editar el código genético de las vacas para eliminar sus cuernos, por ejemplo.

Editar los genes de los cultivos también podría facilitarles la supervivencia de las condiciones cálidas y áridas, proporcionar más nutrientes y requerir menos agua para prosperar. Este es el tipo de modificaciones que podrían ser esenciales para alimentar al mundo: como escribió Gates, se espera que la población de África aumente a más del doble para el año 2050. Y el mundo seguirá calentando.

2. Eliminando las enfermedades

Muchos investigadores también están interesados ​​en usar la edición de genes para modificar genes humanos y tratar o eliminar enfermedades con causas genéticas, como una forma de ceguera o la enfermedad de Huntington.

 

Pero Gates señala que la misma herramienta de edición genética podría lograr un progreso enorme en la lucha contra la malaria, una enfermedad que su Fundación Gates ha tratado de erradicar durante años. La enfermedad transmitida por mosquitos mata a unas 450,000 personas cada año e infecta a cientos de millones.

Los debates por el uso de la edición genética aumentan

El uso de CRISPR y otras tecnologías de edición genética es la fuente de muchos debates filosóficos sobre cuánta influencia deben imponer los humanos sobre el mundo natural. En términos de prevención de enfermedades, Gates argumenta cómo la edición de genes podría ayudar a la humanidad a superar algunos de sus «desafíos más grandes y persistentes» en la salud y la agricultura mundial durante la próxima década.

La Fundación Gates ya apoya financieramente la investigación de un proyecto que verá el desarrollo de un tipo de arroz que puede generar su propia energía a través de la fotosíntesis de manera más eficiente. Gates destaca que para hacer cualquiera de estos avances en la edición de genes, la regulación gubernamental debe ser flexible, progresista, pero sobre todo ética: «Un entorno normativo más armonizado resultaría más eficiente y probablemente también elevaría los estándares generales de vida», escribe.

«La tecnología hace que sea mucho más fácil para los científicos descubrir mejores diagnósticos, tratamientos y otras herramientas para combatir enfermedades que aún matan y causan sufrimiento a millones de personas cada año, principalmente los pobres», escribió. Tenemos que apoyar este gran avance de CRISPR para transformar nuestro desarrollo global y mejorar nuestra calidad de vida. Lampadia

Edición genética para bien                       

Cómo CRISPR podría transformar el desarrollo global

Bill Gates
Foreign Policy
10 de abril, 2018
Traducido y glosado por
Lampadia

Hoy en día, más personas viven vidas saludables y productivas que nunca antes. Estas buenas noticias pueden sorprender, pero hay muchas pruebas para ello. Desde principios de la década de 1990, la mortalidad infantil mundial se ha reducido a la mitad. Se han producido reducciones masivas en casos de tuberculosis, malaria y VIH/SIDA. La incidencia de la poliomielitis ha disminuido en un 99 %, llevando al mundo al borde de erradicar una gran enfermedad infecciosa, una hazaña que la humanidad ha logrado solo una vez antes, con la viruela. La proporción de la población mundial en extrema pobreza, definida por el Banco Mundial como que vive con menos de US$ 1.90 por día, ha descendido del 35 % a alrededor del 11 %.

Sin embargo sigue habiendo una gran cantidad de sufrimiento e inequidad innecesaria. Para fines de este año, cinco millones de niños menores de cinco años habrán muerto, principalmente en países pobres y en su mayoría por causas prevenibles. Cientos de millones de otros niños seguirán sufriendo innecesariamente de enfermedades y malnutrición que pueden causar discapacidades cognitivas y físicas de por vida. Y más de 750 millones de personas, en su mayoría familias de agricultores rurales en el África subsahariana y en el sur de Asia, todavía viven en la pobreza extrema, según las estimaciones del Banco Mundial. Las mujeres y niñas, en particular, se les niegan la oportunidad económica.

Algunos de estos problemas que todavía existen se pueden aliviar si se continúa financiando los programas de asistencia para el desarrollo y las alianzas multilaterales que se sabe que funcionan. Estos esfuerzos pueden ayudar a mantener el progreso, especialmente a medida que el mundo mejora utilizando cifras y data para ayudar a guiar la asignación de recursos. Pero en última instancia, la eliminación de las enfermedades y las causas más persistentes de la pobreza exigirán mayores descubrimientos científicos e innovaciones tecnológicas.

Eso incluye CRISPR (las siglas provienen de Clustered Regularly Interspaced Short Palindromic Repeats, una herramienta molecular utilizada para “editar” o “corregir” el genoma de cualquier célula) y otras tecnologías para la edición de genes específicos. Durante la próxima década, la edición de genes podría ayudar a la humanidad a superar algunos de los desafíos más grandes y persistentes en la salud y el desarrollo mundial. La tecnología hace que sea mucho más fácil para los científicos descubrir mejores diagnósticos, tratamientos y otras herramientas para combatir enfermedades que aún matan y deshabilitan a millones de personas cada año, principalmente los pobres. También está acelerando la investigación que podría ayudar a poner fin a la pobreza extrema al permitir que millones de agricultores del mundo en desarrollo, cultiven y críen ganado que sea más productivo, más nutritivo y más resistente. Las nuevas tecnologías a menudo se encuentran con escepticismo. Pero si el mundo desea continuar el notable progreso de las últimas décadas, es vital que los científicos, sujetos a las pautas de seguridad y ética, se animen a continuar aprovechando herramientas tan prometedoras como CRISPR.

Alimentando el mundo

A principios de este año, viajé a Escocia, donde me reuní con científicos extraordinarios asociados con el Centro de Genética y Salud del Ganado de la Universidad de Edimburgo. Aprendí sobre la investigación genómica avanzada para ayudar a los agricultores en África a criar pollos y vacas más productivas. Como explicaron los científicos, las razas de vacas lecheras que pueden sobrevivir en ambientes cálidos y tropicales tienden a producir mucha menos leche que las Holsteins, que tienen un rendimiento pobre en lugares cálidos pero son extremadamente productivas en climas más moderados, gracias en parte a mutaciones naturales que los criadores han seleccionado por generaciones. Los científicos en Escocia están colaborando con Etiopía, Kenia, Nigeria, Tanzania y los Estados Unidos. Están estudiando formas de editar los genes de las razas de ganado tropical para darles los mismos rasgos genéticos favorables que hacen que los Holsteins sean tan productivos, lo que podría impulsar la producción de leche y proteínas de las razas tropicales hasta en un 50 %. Por el contrario, los científicos también están considerando editar los genes de Holsteins para producir una sub-raza con un pelo corto y liso, lo que permitiría que el ganado tolere el calor.

Este tipo de investigación es vital, porque una vaca o unos pocos pollos, cabras u ovejas pueden marcar una gran diferencia en las vidas de las personas más pobres del mundo, tres cuartas partes de las cuales obtienen sus alimentos e ingresos cultivando pequeñas parcelas de tierra. Los agricultores con ganado pueden vender huevos o leche para pagar los gastos diarios. Los pollos, en particular, tienden a ser criados por mujeres, que son más propensas que los hombres a usar los ingresos para comprar artículos para el hogar. El ganado ayuda a las familias de los agricultores a obtener la nutrición que necesitan, lo que permite que los niños crezcan y tengan éxito en la escuela.

Del mismo modo, mejorar la productividad de los cultivos es fundamental para acabar con la pobreza extrema. 60% de las personas en el África subsahariana se ganan la vida trabajando la tierra. Pero dada la generalmente baja productividad agrícola de la región, los rendimientos de los cereales básicos son cinco veces más altos en Norte América: África sigue siendo un importador neto de alimentos. Esta brecha entre la oferta y la demanda solo crecerá a medida que aumente la cantidad de bocas que alimentar. Se espera que la población de África aumente a más del doble para 2050, alcanzando los 2,500 millones, y su producción de alimentos deberá igualar ese crecimiento para alimentar a todos en el continente. El desafío será aún más difícil a medida que el cambio climático amenace los medios de subsistencia de los pequeños agricultores en África y el sur de Asia.

La edición genética para hacer que los cultivos sean más abundantes y resistentes podría salvar vidas a una escala masiva. La tecnología ya está empezando a mostrar resultados, atrayendo inversión pública y privada, y por buenas razones. Los científicos están desarrollando cultivos con características que mejoran su crecimiento, reducen la necesidad de fertilizantes y pesticidas aumentan su valor nutricional y fortalecen las plantas durante las sequías y los períodos cálidos. En la actualidad, muchos cultivos que se han mejorado mediante la edición de genes se están desarrollando y probando en el campo, incluidos los hongos con vidas útiles más largas, papas con bajo contenido de acrilamida (un posible carcinógeno) y la soja que produce un aceite más saludable.

Durante una década, la Fundación Bill y Melinda Gates ha respaldado la investigación del uso de la edición de genes en la agricultura. En uno de los primeros proyectos que financiamos, muchos científicos de la Universidad de Oxford desarrollaron variedades mejoradas de arroz, incluido uno llamado arroz C4. Usando la edición de genes y otras herramientas, los científicos de Oxford pudieron reordenar las estructuras celulares en las hojas de la planta de arroz, haciendo que el arroz C4 sea un notable 20 % más eficiente en la fotosíntesis, el proceso por el cual las plantas convierten la luz solar en comida. El resultado es un cultivo que no solo produce mayores rendimientos sino que también necesita menos agua. Eso es bueno para la seguridad alimentaria, los medios de subsistencia de los agricultores y el medio ambiente, y también ayudará a los pequeños agricultores a adaptarse al cambio climático.

Tales alteraciones de los genomas de plantas e incluso animales no son nuevas. Los humanos han estado haciendo esto durante miles de años a través del crecimiento selectivo. Los científicos comenzaron a recombinar moléculas de ADN a principios de la década de 1970, y hoy en día, la ingeniería genética se usa ampliamente en la agricultura y en la medicina, la última para producir en masa insulina humana, hormonas, vacunas y muchas drogas. La edición de genes es diferente ya que no produce plantas o animales transgénicos, lo que significa que no manipula la combinación de ADN de diferentes organismos. Con CRISPR, las enzimas se utilizan para dirigir y eliminar una sección de ADN o modificarla de otras maneras que den como resultado características favorables o útiles. Lo más importante es que hace que el descubrimiento y el desarrollo de innovaciones sean mucho más rápidos y precisos.

Terminando con la Malaria

En salud global, uno de los usos más prometedores a corto plazo de la edición de genes es la investigación sobre la malaria. Aunque las mosquiteras tratadas con insecticida y las drogas más efectivas han reducido drásticamente las muertes por paludismo en las últimas décadas, la enfermedad parasitaria aún tiene un costo terrible. Cada año, se registran alrededor de 200 millones de casos de malaria y unas 450,000 personas mueren a causa de esta enfermedad, de los cuales cerca del 70 % son niños menores de cinco años. Los niños que sobreviven a menudo sufren discapacidades mentales y físicas. En los adultos, la fiebre alta, los escalofríos y la anemia causados ​​por la malaria pueden impedir que las personas trabajen y causen que las familias entren en un ciclo de enfermedad y pobreza. Más allá del sufrimiento humano, los costos económicos son asombrosos. En el África subsahariana, que alberga el 90 % de todos los casos de malaria, los costos directos e indirectos asociados con la enfermedad suman aproximadamente un 1.3 % del PBI, un lastre significativo para los países que trabajan para salir de la pobreza.

Con suficientes fondos e intervenciones inteligentes utilizando los enfoques existentes, la malaria es en gran parte prevenible y tratable, pero no del todo. Las herramientas actuales para la prevención, como la pulverización de insectos y sus larvas, solo tienen un efecto temporal. El tratamiento estándar para la malaria actual -medicamento derivado de la artemisinina, un compuesto aislado de una hierba utilizada en la medicina tradicional china- puede aliviar los síntomas, pero también puede dejar en el cuerpo humano un parásito de la malaria que aún puede propagarse mediante mosquitos. Para empeorar las cosas, el parásito de la malaria ha comenzado a desarrollar resistencia a las drogas, y los mosquitos están desarrollando resistencia a los insecticidas.

Los esfuerzos contra la malaria deben continuar haciendo uso de las herramientas existentes, pero avanzar hacia la erradicación requerirá avances científicos y tecnológicos en múltiples áreas. Por ejemplo, los sofisticados sistemas de vigilancia geoespacial, combinados con modelos computacionales y simulación, permitirán adaptar los esfuerzos antipalúdicos a condiciones locales únicas. La edición genética también puede jugar un rol importante. Hay más de 3,500 especies conocidas de mosquitos en todo el mundo, pero solo unas pocas son buenas para transmitir parásitos de la malaria entre las personas. Solo los mosquitos hembras pueden transmitir la malaria, por lo que los investigadores han utilizado CRISPR para crear con éxito impulsos genéticos -que producen ediciones heredables de sus genes- que hacen que las hembras se vuelvan estériles o las inclinen hacia la producción de descendencia mayoritariamente masculina. Los científicos también están explorando otras formas de usar CRISPR para inhibir la capacidad de los mosquitos de transmitir malaria, por ejemplo, mediante la introducción de genes que podrían eliminar los parásitos cuando pasan por el intestino de un mosquito hacia las glándulas salivales, el principal camino a través del cual las infecciones se transmiten a los humanos De manera similar, la herramienta también promete combatir otras enfermedades que transmiten los mosquitos, como el dengue y el virus Zika.

Pasarán varios años, sin embargo, antes de que cualquier mosquito editado genéticamente se libere en la naturaleza para ensayos de campo. Aunque muchas preguntas sobre seguridad y eficacia tendrán que ser respondidas primero, hay razones para ser optimistas de que la creación de unidades de genes en mosquitos propagadores de la malaria no hará mucho daño, si es que causan daño alguno, al medio ambiente. Esto se debe a que las ediciones se enfocarían solo en las pocas especies que tienden a transmitir la enfermedad. Y aunque la selección natural eventualmente producirá mosquitos que son resistentes a cualquier impulso genético liberado en la naturaleza, parte del valor de CRISPR es agiliza el desarrollo de nuevos enfoques, lo que significa que los científicos pueden mantenerse un paso adelante.

El camino hacia adelante

Al igual que otras tecnologías nuevas y potencialmente potentes, la edición de genes plantea preguntas legítimas y preocupaciones comprensibles sobre posibles riesgos y mal uso. ¿Cómo, entonces, debería ser regulada la tecnología? Las reglas desarrolladas hace décadas para otras formas de ingeniería genética no encajan necesariamente. Observando que los organismos editados por genes no son transgénicos, el Departamento de Agricultura de EEUU ha concluido razonablemente que las plantas modificadas genéticamente son como las plantas con mutaciones que ocurren naturalmente y por lo tanto no están sujetas a regulaciones especiales y no plantean preocupaciones especiales de seguridad.

La edición de genes en animales o incluso humanos plantea cuestiones más complicadas de seguridad y ética. En 2014, la Organización Mundial de la Salud emitió directrices para probar mosquitos genéticamente modificados, incluidos los estándares de eficacia, bioseguridad, bioética y participación pública. En 2016, la Academia Nacional de Ciencias se basó en las directrices de la OMS con recomendaciones para una conducta responsable en la investigación de genes en animales. (La Fundación Gates cofinanció este trabajo con los Institutos Nacionales de Salud, la Fundación para los Institutos Nacionales de Salud y la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa). Estas recomendaciones enfatizaron la necesidad de una investigación exhaustiva en el laboratorio, incluyendo evaluaciones intermedias en establecer puntos, antes de que los científicos pasen a las pruebas de campo. También instaron a los científicos a evaluar los riesgos ecológicos y a involucrar activamente al público, especialmente en las comunidades y países directamente afectados por la investigación. Dondequiera que se lleve a cabo la investigación de edición de genes, debe involucrar a todas las partes interesadas clave -científicos, sociedad civil, líderes gubernamentales y comunidades locales- desde donde sea que sea posible su despliegue.

Parte del desafío para regular la edición genética es que las reglas y prácticas en diferentes países pueden diferir ampliamente. Un entorno normativo más armonizado resultaría más eficiente, y probablemente también elevaría los estándares generales. Las organizaciones internacionales, especialmente de científicos, podrían ayudar a establecer normas globales. Mientras tanto, los financiadores de la investigación de edición de genes deben asegurarse de que se realice de acuerdo con los estándares establecidos por la OMS y la Academia Nacional de Ciencias, sin importar dónde se realice la investigación.

Cuando se trata de la investigación de edición genética sobre malaria, la Fundación Gates se ha unido a otras para ayudar a las universidades y otras instituciones en las regiones afectadas por la enfermedad a realizar evaluaciones de riesgo y asesorar a los organismos regionales sobre experimentos y futuras pruebas de campo. El objetivo es empoderar a los países y comunidades afectados para que tomen la iniciativa en la investigación, evalúen sus costos y beneficios y tomen decisiones informadas sobre si aplicar o no la tecnología resultante.

Finalmente, es importante reconocer los costos y riesgos de no explorar el uso de nuevas herramientas como CRISPR para la salud y el desarrollo global. Los beneficios de las tecnologías emergentes no deberían reservarse solo para las personas en los países desarrollados. Usada de forma responsable, la edición de genes tiene el potencial de salvar millones de vidas y empoderar a millones de personas para salir de la pobreza. Sería una tragedia dejar pasar la oportunidad. Lampadia




Impactos positivos de nuevas tecnologías

En Lampadia nos parece interesante difundir este tipo de información que muestra los impactos positivos para la humanidad que se pueden generar con las nuevas tecnologías:

IBM revela las innovaciones que cambiarán nuestras vidas en los próximos 5 años

Fuente: IBM Research
2018

Innovaciones tecnológicas parecen ocurrir todos los días, cambiando radicalmente la forma en que vivimos y trabajamos. Hace una década, nadie tenía un iPhone, la inteligencia artificial era una historia de película y la computación cuántica era un concepto teórico. Gracias a la velocidad de transformación, nuestro mundo parece muy diferente hoy de lo que era hace diez años. Entonces, ¿cómo será nuestra vida en un año, o cinco años?

5 en 5 es la lista de predicciones anuales que presenta IBM. Se trata de cinco innovaciones científicas con el potencial de cambiar la forma en que las personas trabajan, viven e interactúan en los próximos cinco años. Este año se enfoca en las tecnologías más disruptivas de nuestra era: inteligencia artificial, computación cuántica, blockchain y ciberseguridad.

1.    Nuestros océanos están sucios. Robots microscópicos que incorporan inteligencia artificial pueden salvarlos

Para 2025, más de la mitad de la población mundial vivirá en áreas con estrés hídrico, es decir, con un fuerte deterioro de los recursos de agua en cantidad y calidad. Pero hasta el momento, los científicos luchan incluso para lograr recopilar y analizar los datos más fundamentales sobre las condiciones en tiempo real de nuestros océanos, lagos y ríos.

IBM adelanta que en cinco años pequeños robots microscópicos con inteligencia artificial, conectados en red a la nube y desplegados en todo el mundo, serán capaces de monitorear continuamente el agua, un recurso crítico para nuestra supervivencia. Esto permitiría, por ejemplo, estudiar el comportamiento del plancton en su hábitat natural y en tiempo real, sin necesidad de recolectar muestras y llevarlas al laboratorio. El plancton es considerado un sensor natural y biológico de la salud acuática porque su comportamiento se altera incluso con pequeños cambios en la calidad del agua.

Existen sensores especializados que se pueden implementar para detectar sustancias químicas y condiciones específicas en el agua, pero se pierde información valiosa que permitiría, por ejemplo, alertar sobre especies invasoras o la introducción de nuevos productos químicos al agua. Actualmente en los océanos podemos encontrar sensores ópticos como el Oxygen (dispositivo electrónico que mide la proporción de oxígeno) y el espectrofotómetro (para medir la cantidad de intensidad de luz absorbida y la presencia de productos químicos) que tienen una vida útil de 2 años. El mayor problema es la bioincrustación, la acumulación de microorganismos y algas en el sensor y puertos de entrada.

Los investigadores de IBM están construyendo robots microscópicos pequeños y autónomos que pueden colocarse en cuerpos de agua para monitorear el plancton in situ, identificar diferentes especies y rastrear su movimiento en 3D. Los descubrimientos se pueden usar para comprender mejor su respuesta ante cambios en el entorno, desde temperatura a derrames de petróleo. Incluso, podrían emplearse para predecir amenazas como la marea roja.

A diferencia de otros sensores, no tiene lente y se basa en un chip generador de imágenes -como el de los teléfonos celulares- para capturar la sombra del plancton mientras “nada” al chip y generar una muestra digital de su salud, sin la necesidad de enfocar. En el futuro, podría estar equipado con Inteligencia Artificial para analizar e interpretar los datos localmente y así informar cualquier anormalidad en tiempo real para que podamos actuar. Al estar todos conectados en la nube de IBM es más seguro para los datos, más sencillo de monitorear, de indicarles acciones a todos a la vez o a uno en particular, escalable y flexible.

Estos pequeños robots comenzarán siendo miles para estudios en pequeña escala, pero en un plazo de cinco años, y con la ayuda de los socios interesados, podremos llegar a cientos de miles. Dependerá de cuántos casos de estudio obtengamos. Se trata de un herramienta que permitirá analizar en tiempo real datos de suma importancia y, si bien los microscopios son relativamente económicos, la infraestructura de IA puede tener un costo mayor en términos de desarrollo inicial, implementación y mantenimiento. A la larga, el proyecto será más barato y efectivo que cualquier cosa hasta ahora.

2.    A nadie le gustan las imitaciones. «Cripto-anclas» y blockchain se unirán contra falsificadores

El fraude le cuesta a la economía mundial más de USD 600 mil millones al año. Y en algunos países, casi el 70 por ciento de algunos medicamentos que salvan vidas son falsificados. Las cadenas de suministro complejas -compuestas por docenas de proveedores en varios países- facilitan que “los malos” manipulen todo y que “los buenos” tengan más dificultades para prevenir falsificaciones.

Las “cripto-anclas” son huellas digitales a prueba de manipulaciones que los investigadores de IBM están desarrollando para integrar en productos o parte de productos. En los próximos cinco años, los anclajes criptográficos utilizados con la tecnología blockchain garantizarán la autenticidad de un producto, desde su origen hasta las manos del cliente.

Por ejemplo, una prueba de sangre plástica para la malaria -del tipo que es falsificada por millones y que se transmite como genuina en toda África- podría estar grabada con un código óptico inalterable. Incluso las píldoras contra la malaria podrían recubrirse con tinta magnética comestible. Entonces, un médico o paciente podría verificar con un simple escaneo de un teléfono inteligente que su medicamente sea seguro y genuino.

Otro tipo de anclaje criptográfico emplea un sensor móvil o un teléfono con dispositivo óptico especial combinado con inteligencia artificial para aprender e identificar estructuras ópticas y características de todo. Todo esto en muy pocos segundos. Esta cripto-ancla puede emplearse para garantizar la autenticidad de contenido líquido -una botella de vino, por ejemplo- o un metal muy caro, incluso sirve para identificar la presencia de ADN en minutos.

Algunos de estos anclajes criptográficos harán más que autenticar bienes físicos. La computadora más pequeña del mundo (literalmente) es una plataforma de computación y arquitectura de dispositivo diseñada por IBM que es más pequeña que un grano de sal, costará menos de diez centavos fabricarla y puede monitorear, analizar, comunicar e incluso actuar sobre los datos. Encapsula varios cientos de miles de transistores en una huella apenas visible para el ojo humano y puede ayudar a verificar que un producto se haya manejado correctamente durante todo el proceso.

Se crean nuevas soluciones para abordar la seguridad alimentaria, autenticar componentes fabricados, productos genéticamente modificados, identificación de objetos falsificados y la procedencia de productos de lujo. Los primeros modelos podrían estar disponibles para los clientes en los próximos 18 meses. Y en cinco años, los avances en microfluídos, criptografía, memoria no volátil (tipo de memoria que no necesita energía para durar) y diseño llevarán estos sistemas del laboratorio al mercado.

3.    Los hackers van a hackear. Hasta encontrar el criptograma de red

La escala y la sofisticación de los ciberataques aumentan cada año, al igual que lo que está en juego. En cinco años, los nuevos métodos de ataque harán que las medidas de seguridad actuales sean completamente inadecuadas. Por ejemplo, dentro de muchos años, una computadora cuántica universal con millones de qubits podría calcular rápidamente las probabilidades y descifrar incluso la encriptación más sólida.

Los investigadores de IBM están desarrollando un nuevo método de seguridad diseñado para resolver esto. Se basa en una arquitectura subyacente conocida como “lattice cryptography”, es decir, criptografía de grilla de puntos que oculta datos dentro de estructuras algebraicas complejas. En matemáticas representan problemas muy difíciles de resolver como, por ejemplo, el “Problema del Vector más Corto”: encontrar el punto de la grilla más cercano al origen. Como no se puede resolver, los criptógrafos pueden usar la misma lógica para proteger información, incluso cuando las computadoras cuánticas sean lo suficientemente potentes como para descifrar las técnicas actuales.

La criptografía en grilla de puntos no es solo para frustrar futuras computadoras cuánticas, también es la base de otra tecnología de encriptación llamada cifrado homomórfico -Fully Homomorphic Encryption (FHE)-. En la actualidad, los archivos se cifran cuando están en tránsito y guardados, pero no cuando están en uso. Este proceso proporciona a los atacantes una gran oportunidad para ver o robar archivos en los momentos en que no están cifrados. Las tecnologías como FHE eliminan esta vulnerabilidad al permitir la realización de cálculos sobre los datos sin desencriptar el archivo, es decir sin acceder nunca a los datos reales. Hasta hace poco, FHE era lento y caro para ser empleado a escala, pero nuevas técnicas de aceleración de hardware y algoritmos redujeron el tiempo y costo de uso. Ahora se pueden hacer en horas o incluso minutos los cálculos que tomarían años.

FHE y otras herramientas de seguridad podrían permitir que muchas partes colaboradoras realicen cálculos en un archivo sin ver datos confidenciales ni exponerlo a los atacantes. Por ejemplo, una agencia de informes crediticios analizaría y generaría puntaje de crédito sin descifrar nunca los datos personales. Los médicos de atención primaria podrían compartir registros de pacientes con especialistas, laboratorios o investigadores de genómica de manera que cada uno accede a los datos pertinentes sin revelar la identidad de la persona.

Vivir en un mundo basado en datos significa que hay más riesgo que nunca de que se robe información personal. En 2017, los desafíos de la economía de datos -desde las violaciones masivas de datos hasta la manipulación intencionada de las plataformas en línea- captaron la atención mundial y plantearon interrogantes sobre cómo podemos aprovechar todos los beneficios de este nuevo mundo mientras que limitamos los riesgos. Esto solo puede suceder a través de un amplio compromiso de todos los actores y es urgente que los líderes empresariales y gubernamentales adopten principios de administración de datos y transparencia. IBM cree que las organizaciones que recogen, almacenan, administran o procesan datos tienen la obligación de tratarlos con responsabilidad. Esta convicción lleva más de 100 años incorporada dentro de nuestro compromiso de confianza y responsabilidad en todas nuestras relaciones. Esto explica por qué las mayores empresas del mundo han creído en IBM como el guardián y administrador de sus datos más valiosos.

La comunidad de seguridad ya se está preparando para el futuro. En diciembre de 2017, los científicos de IBM presentaron sus técnicas de encriptación post-cuántica al National Institute of Standards and Technology para su consideración como estándar global.

4.    Solo IA imparcial sobrevivirá

Dentro de cinco años, aumentará el número de algoritmos y sistemas de inteligencia artificial sesgados, similar al aumento que experimentaron los virus informáticos en los 1900’s. Pero actuaremos en consecuencia para encontrar nuevas soluciones que nos ayuden a controlar los sesgos en IA, nos permitan identificar el prejuicio que se esconde en los datos y podamos construir sistemas más justos y mejores.

Los sistemas de inteligencia artificial son tan buenos como los datos con los que se han entrenado. Los datos incorrectos pueden contener sesgos raciales, de género o ideológicos implícitos. El problema escala porque muchos sistemas de IA son entrenados con información de esa categoría y los datos tendenciosos puende generar resultados injustos. IBM cree que el sesgo puede ser contenido y minimizado, y que los sistemas de IA que puedan lograr ese efectos serán los más exitosos.

A medida que las personas y la IA trabajan cada vez más para tomar decisiones, los investigadores están buscando formas de garantizar que los prejuicios humanos no afecten a los datos o algoritmos utilizados para entrenar esas decisiones. Desde el MIT-IBM WATSON AI LAB están trabajando en modelado de inteligencia artificial y computación cognitiva, como enfoques contractuales a la ética, para describir los principios que las personas utilizan para tomar decisiones y determinar cómo sus mentes los aplican. El objetivo es construir sistemas capaces de emplear ciertos valores humanos y nociones del proceso de toma de decisiones.

El principio crucial, tanto para humanos como para los sistemas, es evitar el sesgo y, por lo tanto, no discriminar. El sesgo en el sistema de IA se produce principalmente en los datos o en el modelo algorítmico. A medida que trabajamos para desarrollar sistemas de inteligencia artificial en los que podamos confiar es fundamental crearlos y entrenarlos con datos imparciales. Al mismo tiempo es clave que los algoritmos puedan explicarse. IBM cree que las empresas deben ser capaces de explicar cómo sus algoritmos llegaron a determinada recomendación; si no pueden hacerlo, sus sistemas no deberían estar en el mercado.

Con este objetivo en mente, los investigadores de IBM desarrollaron una metodología para reducir el sesgo que puede estar presente en el conjunto de datos de entrenamiento, entonces cualquier algoritmo que los utilice para “aprender” perpeturará la menor inequidad posible. Los científicos de IBM también idearon una metodología para probar los sistemas de inteligencia artificial incluso cunado los datos de entrenamiento no están disponibles. Propone un sistema de clasificación de prejuicios que pueda determinar el nivel de equidad: el sistema podría ser imparcial y capaz de compensar el sesgo de los datos (escenario ideal), podría simplemente seguir los sesgos de su entrenamiento (se puede resolver mediante téncicas de despersonalización de datos) o incluso podría introducir un sesgo si los datos son justos o no (peor escenario). El usuario final del sistema de IA podrá determinan el nivel de confiabilidad en función del nivel de prejuicio.

Identificar y mitigar el sesgo en los sistemas de IA es esencial para generar confianza entre los humanos y las máquinas que aprenden. A medida que los sistemas encuentran, entienden y señalan las inconsistencias humanas en la toma de decisiones, también podrían revelar formas en que somos parciales y prejuiciosos para que adoptemos puntos de vista más imparciales e igualitarios.

5.    Hoy, la computación cuántica es el patio de los investigadores. En cinco años, será el principal medio de trabajo

En cinco años, los efectos de la computación cuántica llegarán más allá del laboratorio de investigación. La computación cuántica ya no será exclusiva de la comunidad científica, sino que será utilizada ampliamente por nuevas categorías de profesionales y desarrolladores que buscan este método emergente para resolver problemas que una vez se consideraron insolubles.

La computación cuántica será omnipresente en las aulas universitarias, e incluso estará disponible -hasta cierto punto- en el nivel secundario. Desde cursos de ciencia de la computación hasta química y clases de negocios, los estudiantes se familiarizarán con esta tecnología y buscarán trayectorias profesionales relacionadas. Se integrará en una variedad de planes de estudio y aprender sobre el tema será un requisito previo para los programas de ciencia e ingeniería en todo el mundo. Todas las universidades tendrán al menos un programa y enseñarán a sus alumnos a través de experimentos reales y prácticos, que se ejecutarán en computadoras cuánticas en funcionamiento a las que se accederá a través de la nube. Ningún estudiante se graduará sin haber estado expuesto a aprender sobre computación cuántica.

Es interesante porque una nueva comunidad de desarrolladores aparecerá. El concepto de “aprender a codear” (escribir código) tendrá su versión cuántica en la currícula de ciencias de la computación. Los algoritmos cuánticos se enseñarán junto a los clásicos en teoría de la información.

Esta explosión en el conocimiento público general, en los próximos cinco años, ayudará a iniciar la era comercial de la cuántica, un período en el que la computación cuántica y sus primeros casos de uso se desarrollan rápidamente. Es probable que se trate de casos que utilizarán computadoras cuánticas para simular exactamente moléculas y reacciones químicas cada vez más grandes, lo que podría ayudar a acelerar la investigación y en el futuro conducir a la creación de nuevos materiales, desarrollo de fármacos más personalizados o descubrimiento de fuentes de energía más eficientes y sostenibles.

Los investigadores de IBM ya están logrando hitos de la química cuántica, por ejemplo, emplearon una computadora cuántica para simular con éxito la unión atómica en hidruro de berilio (BeH2), la molécula más compleja jamás simulada por una computadora cuántica. En el futuro, continuarán abordando problemas con una complejidad cada vez mayor, alcanzarán y superarán eventualmente lo que podemos hacer solo con las máquinas clásicas.

Dentro de cinco años, la industria habrá descubierto las primeras aplicaciones donde una computadora cuántica (utilizada junto con una computadora clásica) ofrecerá un beneficio para resolver problemas específicos. Se otorgará una clara ventaja a los primeros usuarios en la era de la computación cuántica.

En el futuro, las computadoras cuánticas ya no serán vistas como misteriosas. El público abrazará esta nueva era. Nuestra comprensión colectiva seguirá creciendo y afectando a todas las industrias y a todas las instituciones educativas. Los conceptos y el vocabulario arraigados en la computación cuántica ya no serán vagos o incomprendidos, sino que formarán parte de la lengua convencional. Las conversaciones sobre la computación cuántica serán normales. Todos sabrán qué es un qubit o estarán familiarizados con la idea.

Ver más información en el siguiente link: http://research.ibm.com/5-in-5/.

Lampadia