¿Segunda entrega del bono 380 por medio de cuentas en los bancos?

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Estamos en la quinta semana de la cuarentena y aun no se ha podido iniciar la distribución de la segunda tanda del bono 380 correspondiente a las semanas 3 y 4, porque ni siquiera se ha podido culminar la entrega de la primera tanda, que solo ha llegado a alrededor de las 3/4 partes de los 3.5 millones de hogares beneficiarios. Con el agravante de que ello ha ocurrido generando aglomeraciones y colas en los bancos.

Es indispensable pasar a un mecanismo de repartición moderno basado en la apertura de cuentas básicas o billeteras electrónicas en los bancos, lo que de paso entrañaría un salto gigantesco en inclusión financiera, una de las brechas que ha mostrado su gravedad en esta coyuntura. ¿Es posible para la segunda entrega que se viene?

Un adelanto de esto, aunque muy primitivo todavía, se dio con los algo más de 700 mil independientes receptores del bono. Se dispuso que se les pagaría vía sus celulares. ¿Cómo? El Tesoro les enviaba a esos beneficiarios un giro al celular de cada uno y una clave, con la cual podían retirar el monto en un cajero automático del Banco de la Nación (BN). Un avance. El martes 14 el presidente del BN, Luis Alberto Arias, tuiteaba informado que 238 mil beneficiaros del bono independiente ya habían cobrado, la mayor parte en cajeros o agentes Multired. Mucho menos congestión.

Este procedimiento supone que los beneficiarios se registren entrando a la web y dando su número de celular, para que se les pueda abonar. Aparentemente más de la mitad no lo están haciendo.

El salto que debería darse ahora, para la segunda entrega, es que se haga vía cuentas individuales básicas abiertas en los bancos, o, alternativamente, disponiendo que los beneficiarios abran la billetera Móvil (BIM) en sus celulares.

Para ello se necesitaba que la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) diera una norma que facilitara abrir cuentas de manera masiva. Y la SBS la publicó ayer miércoles 15 (Resolución SBS n° 1287-2020). Según Carolina Trivelli, esta resolución simplifica las exigencias y amplía los montos para cuentas básicas, de modo que se podrán abrir masivamente. Martín Naranjo, presidente de Asbanc, opina lo mismo: “Cambia el producto al cambiar los montos de referencia, y abarca un universo más amplio de transacciones”.

Naranjo nos explica que las “cuentas básicas” las pueden abrir los beneficiarios gratuitamente desde su propio celular, sin necesidad de ir al banco. Se abren poniendo los números de DNI y del celular, y se escoge un password. Nada más. Trivelli explica que esa cuenta serviría para recibir transferencias, que el usuario podrá retirar (con una clave, vía su teléfono) de un cajero automático o de un a agente, y luego podrá transferir a su vez a otra cuenta del sistema o a BIM u otra billetera en el teléfono. “Esta sería como la base común y sobre ella montamos opciones para que el usuario opte de modo que a partir de una cuenta básica se pueda articular transferencias a otras cuentas o a BIM”.

Naranjo advierte, sin embargo, que todavía el “ecosistema” (cajeros, agentes) no está suficientemente expandido. Dependerá del uso. Si estas cuentas que se abran masivamente se usan para transar, no habrá problema, pero si se usan para retirar efectivo, “nos va a agarrar con la red de cajeros probablemente sobrecargada y con los agentes muy reducidos en número y en disponibilidad de efectivo”.

Patricia Balbuena, viceministra del MIDIS, nos indica que están evaluando aun la posibilidad de hacer la segunda entrega de bonos por medio de esta modalidad.

BIM

Una alternativa es masificar la BIM (billetera Móvil). Se baja la aplicación de la billetera BIM en el celular y se abre una cuenta. Se la puede cargar con dinero, puede retirar dinero, y puede pagar sin efectivo, de teléfono a teléfono, sin tarjeta ni nada. Como en la China. El gobierno depositaría en la BIM el bono.

La BIM tiene alrededor de 700 mil usuarios en este momento. Incorporar a los beneficiarios del bono implicaría un salto extraordinario. Naranjo opina que sería difícil que se produzca de golpe. “El crecimiento puede ser muy rápido cuando agarras crecimientos exponenciales hacia arriba. Ya casi estamos entrando a esa etapa. Pero sin ecosistema (bodegueros que actúan como agentes) que acompañe, puede desinflarse también muy rápidamente, porque la persona tiene que poder sacar plata cuando quiera. Si no puede sacar plata, no funcionará. Pero es un súper producto para acompañar la reactivación”.

Hay alrededor de 40 mil bodegueros agentes. Pero, sea o no agente, el bodeguero podría simplemente aceptar el pago con BIM en su propio celular. Obviando el efectivo. Solo tiene que bajar la BIM en su teléfono. Y pagarles a sus proveedores también con BIM. No tiene que ser agente. Se interesará en la medida en que sepa que muchos querrán pagarle con BIM, por más que prefiera el efectivo que “no deja huella”. Se puede comenzar entonces con el bono, y poco a poco ir expandiendo el “ecosistema”, es decir, ampliando el número de bodegas agentes, para que luego de usado el bono la gente continúe usando la BIM para sus propias transacciones.    

Esperemos que el MIDIS se decida por una de estas alternativas o por una combinación de ambas para hacer la segunda entrega del bono. Habrá alguna espera en los cajeros o en los agentes, pero hay que dar el salto. Lampadia




La politiquería mata a los pobres

Pobre país. Tenemos todo para que nos vaya bien, pero nos empeñamos en ponernos cabe. Cuando mejor nos iba, elegimos un gobierno que desconoció todos nuestros avances, cortó el proceso de crecimiento, incrementó la anemia; y luego elegimos a otro gobierno que aumentó la pobreza y siguió agravando los niveles de anemia infantil.

Un escándalo inaceptable. Pero los temas sociales se siguen manejando con criterio político y no técnico. Esperamos que el presidente viajero se siente un día para firmar la destitución de los responsables de esta situación y que convoque especialistas técnicos para enfrentar esta crisis.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el problema de salud pública más importante del mundo es la anemia infantil. En el Perú, la anemia ha sido mayor al 40% en los últimos diez años, lo cual constituye un problema de salud pública que afecta a niños y gestantes de bajos recursos.

De acuerdo a un reciente estudio del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI):

  • Entre el 2017 y el primer semestre de 2018, la anemia en el Perú pasó de 43.6% a 46.6%, habiendo subido desde 41.6% el 2011.
  • A nivel urbano el deterioro de la salud infantil pasó de 37.5% el 2011, a 44.7% el 2018, pasando por 40.0% el año anterior.
  • A nivel rural, el 2011 teníamos  un 49.6% y 53.3% el 2017, mejorando ligeramente el 2018 a 51.9%.

  • En Lima Metropolitana la anemia en niños menores de tres años pasó de 33.2% en el 2017 a 41% en el primer semestre del 2018, registrándose un aumento de casi 8%.
  • El promedio de prevalencia de la anemia en la sierra es de 54.2%.
  • En la selva la anemia marca 48.8%.

Según el INEI, la anemia afecta a más cuatro de cada diez niños y niñas menores de tres años de edad a nivel nacional, es decir, al 46.6% de los peruanos. Esta cifra es casi igual a la del 2014 (46.8%), pero cabe recordar que luego se redujo a 43.6% entre el 2015 y 2017. Es decir, este año se estaría retrocediendo a niveles de hace cuatro años.

Y si vamos aún más atrás en el tiempo, la situación es aún más grave. Como afirmamos en Lampadia, en el Perú el 2011 marcó dos puntos de inflexión, uno social y otro económico, que fueron causados por el ‘gobierno de la inclusión’. En el aspecto social, se produjo un punto de quiebre en la reducción del nivel de anemia en niños menores de tres años, luego de una sostenida reducción entre el 2007 y el 2011. Y en lo económico se paró la inversión minera y toda la cola de inversión en el resto de la economía. (Ver en Lampadia: En el 2011 se dio el Punto de Inflexión de nuestro Desarrollo).

Como se puede observar en el gráfico superior, la verdad es que la anemia infantil tuvo una apreciable caída entre el 2007 y el 2011, pasando de 56.8% a 41.6%. Lo que muchos dejan de mencionar es que a partir del 2011 las cifras se elevan de manera alarmante, llegando a 46.8% en el 2014. Entonces, podríamos decir que hemos retrocedido a cifras peores que en el 2010.

También vale la pena recordar que fue en el 2011 que el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS) dejó de distribuir sulfato ferroso (en gotas) y las chispitas de hierro; y además, cortó el Programa Nacional de Asistencia Alimentaria (Pronaa), el cual tenía como objetivo combatir el hambre en las zonas más pobres del país, garantizando la seguridad alimentaria de la población peruana, contribuyendo a prevenir la malnutrición en niños menores de 12 años de edad y priorizando la acción hacia niños menores de 3 años de edad en situación de vulnerabilidad nutricional y mejorando su calidad de vida.

Este programa fue reemplazarlo por el Qali Warma, un nuevo esquema que demoró dos años en implantarse. Ahora se pueden ver los resultados. En Lambayeque, varios niños se intoxicaron tras consumir pan con atún del programa de alimentación escolar Qali Warma. Lo mismo sucedió en Ucayali. En total se habrían intoxicado más de 900 niños por alimentos en mal estado, llevando a la población a cambiarle el nombre de Qali Warma a ‘Qali Mata’. Ver en Lampadia: No se puede jugar con las cifras de desnutrición infantil.

Increíblemente, la actual ministra de Inclusión Social, Liliana del Carmen La Rosa Huertas, ante las denuncias, previas a conocerse los últimos datos del INEI, se dió el lujo de declarar que los niños [pobres extremos] estaban en libertad de no consumir los alimentos de Quali Warma. No se entiende que no renuncie y vaya a una escuela de reentrenamiento en acción social.

Impacto humano de la anemia

Según la OMS, la prevalencia de la anemia en el Perú es la tercera más alta en América Latina, solo después de Venezuela (62%) y Bolivia (47%). Además, el Perú tiene la mayor prevalencia entre los países de la Alianza del Pacífico: Chile (20%), Colombia (27%) y México (28%).

La anemia está asociada a la falta de hierro en la alimentación. Médicamente, la anemia se define por “los niveles reducidos de hemoglobina, comparados con los valores normales en individuos del mismo género y misma edad”, según la OMC. La causa principal de la anemia es la deficiencia de hierro y es dañina porque expone a quienes la padecen a secuelas que durarán el resto de sus vidas.

Debido a que la anemia genera una carga importante para el desarrollo de las personas desde una edad temprana, se puede decir que tiene un efecto no solo en la vida de cada persona que la padece, sino también sobre la sociedad en su conjunto en términos sociales y económicos.

El estudio “Impacto económico de la anemia en el Perú”, de Lorena Alcázar, investigadora de Grade, revela que los costos se explican por tres principales causas: la pérdida de productividad futura de los niños que sufren anemia, la pérdida de productividad de los adultos que actualmente sufren de anemia, y el costo al Estado por el aumento de la repitencia y la atención de partos prematuros.

Estos tres efectos le cuestan al Perú entre 0.5% y 0.6% del PBI. Alcázar estima que un programa de prevención de la anemia que cubra a todos los niños menores de tres años y madres gestantes, por medio de la administración de suplementos de hierro, necesitaría un presupuesto menor a 0.01% del PBI.

En el Perú, este problema está exacerbado por el hecho de que parte de la población habita a gran altura sobre el nivel del mar y requiere, por ello, mayor cantidad de hierro. En nuestro país, el consumo de hierro es de solo 3 miligramos al día cuando lo correcto es de 10 miligramos al día para una mejor alimentación.

Pareciera que el Estado no ha tomado conciencia de la magnitud del problema o no es consciente de la importancia de la anemia dentro de la sociedad peruana y de sus consecuencias y costos para el país. Y en lugar de manejar este tema con criterio técnico, se sigue dando espacio a la ideología. En teoría, en abril del 2017, el del Ministerio de Salud (Minsa) publicó el “Plan nacional para la reducción de la anemia (PNRA) al 2021”, que proponía como objetivo principal que hacia el año del bicentenario la anemia infantil se debía reducir a un 19%. No obstante, la reciente publicación del INEI demuestra que esto no se ha cumplido y que, en realidad, nos estamos alejando del cumplimiento de estos objetivos.

Esto no dá más.

  • La lucha contra la anemia debe ser declarada prioridad nacional.
  • Su conducció debe darse a personal absolutamente técnico.
  • Debe invocarse la ayuda internacional para montar un programa acelerado de recuperación.
  • Debe convocarse al sector privado para desarrollar fórmulas de complementos nutritivos y dejar de tratar a las empresas privadas, como si fueran una fuerza de ocupación extranjera.

Se tiene que ver la realidad. El Estado no está tomando las medidas correctas. Hay que reaccionar de una vez. Lampadia




Señor Presidente, ¡usted no está solo!

Nuestra Patria está sumergiéndose en una sensación de crisis, por demás innecesaria, que llama a un giro de timón, que estamos seguros espera la mayoría de peruanos, más preocupados con su futuro y el de sus hijos, que por los juegos y trampas de la política.

Se dice que el poder siempre se ejerce en soledad. Pero en su caso, señor presidente, nos imaginamos que su soledad, es más profunda.

  • Usted sigue siendo un provinciano que vino a Lima a estudiar en la UNI, para volver a su tierra.
  • Su vocación lo llevó a gobernar la región de Moquegua, uno de los departamentos menos presentes en la mente de los limeños, pues con la minería se podía manejar solo.
  • De alguna forma extraña terminó como primer vicepresidente de PPK, un hombre de pocos amigos y más sajón que latino.
  • Luego termina de embajador en la lejanía de Canadá.
  • Y superando mil intrigas aterriza en la presidencia del Perú.

Se presenta en sociedad con un dictum formidable, que la gran mayoría de peruanos esperaban, pero que, lamentablemente, no fue recogido ni asumido por nadie. Usted afirmó: “poner punto final de una política de odio y confrontación”.

Los PPKuys, sin excepción, desconocieron el llamado a la convergencia política, dejándolo solo. Su premier no asumió ese eje programático. Los medios se encargaron de mantener las provisiones de sal en las heridas de las batallas de las elecciones y de los absurdos meses de confrontación desde el gobierno, incluyendo a los otrora medios serios.

Para colmo de males, usted y su premier, no repararon en uno de los mayores errores del gobierno de PPK, y metieron las dos piernas en el fango. No solo erraron pensando que nuestros izquierdistas tradicionales podían ser una buena compañía de viaje; los invitaron a convivir. Ojo, no hay nada más desleal que la izquierdista tradicional peruana (PPK puede atestiguarlo).

Así fue como en un ministerio muy importante, el de Trabajo, seleccionaron un personaje anti-inversión, que adolece del mismo mal que nuestros izquierdistas, que lloran por los pobres, pero siempre los condenan a perpetuarse en la pobreza. Lo mismo, y tal vez peor, se aplica a la presencia de una militante del Frente Amplio (que no es ni frente, ni amplio), en el MIDIS, un ministerio donde se encuentran el gobierno repartidor y los más pobres del país, los beneficiarios de los programas sociales. Además, Liliana La Rosa ha probado ser discriminatoria, prepotente y mentirosa.

Al otro lado de la avenida Abancay, si bien recogieron mejor que los propios, su llamado a la convergencia, se andan metiendo auto goles, y dando pie a los desestabilizadores de la armonía política, para propiciar una campaña de demolición del congreso. Campaña en la que presumiblemente, se habrían infiltrado hasta los llamados ‘reservistas’.

A todo esto, señor presidente, no podemos dejar de sumar los errores de liderazgo, que, en su evidente soledad, apapacha y protagoniza:

  • Las tarifas de agua y los 300 de Moquegua
  • La falta de liderazgo para explicarle a la población los pros y con de las inversiones mineras
  • La anulación de los decretos sobre la inversión petrolera
  • La tolerancia con los ataques al cobro de peajes
  • La falta de visión sobre el régimen de las agro-exportaciones
  • La referencia a un mecanismo de delación de trabajadores para evitar la supuesta evasión de impuestos por parte de las empresas
  • Haber recogido el brulote de grandes empresas supuestamente resistentes a las contribuciones tributarias
  • La falta de la aplicación de la ley para castigar los desmanes  

Hoy día, a dos meses de iniciado su gobierno, parecen asumirlo con inseguridad, como si hubieran entrado por la puerta falsa. Nada más equivocado, su gobierno tiene exactamente las mismas prerrogativas y calidad, que el de su antecesor PPK.

Lógicamente, sus enemigos le hacen ver lo contrario, entre ellos, lo más graneado del Partido de Peruanos por el Kambio, Mercedes Aráoz, a quién debiera alejar del entorno palaciego, Juan Sheput, Gilbert Violeta y Carlos Bruce, entre otros; y por supuesto las periodistas de varios canales de televisión con sus maniobras sibilinas.

Presidente, hay un indicador que nadie menciona, el deseo de emigrar de nuestros jóvenes, que después de los buenos años, hasta inicios, de la segunda década del siglo, ha vuelto a dispararse llegando a 83% en Lima.

Y en el total de la población a 65%, después de haber bajado a 39% el 2010.

Ver en Lampadia: Recrudece el deseo de emigrar.

Este dato, y la evaluación del comportamiento de los tres millones de peruanos que ya nos dejaron, permiten reenfocar el liderazgo político hacia el fomento de la inversión, la agenda de reformas institucionales y la mejora de la seguridad interna y la armonía entre los ciudadanos. Veamos:

  1. Hay un alto deseo de migrar
  2. ¿Cuáles son los destinos más favorecidos? – EEUU, España, Italia y Chile. Economías de mercado donde solo se puede prosperar por el esfuerzo individual.
  3. ¿Cuántos peruanos viven en el exterior? – Tres millones, el 10% de nuestra población, una muestra inmensa
  4. ¿Cómo se comportan? – En su gran mayoría muy bien. Trabajan duro y largas horas. Ahorran. Educan a sus hijos. Participan de actividades cívicas. Y envían unos 3,000 millones de dólares anuales a sus familiares en el Perú.

¿Por qué entonces, no podemos ofrecer a nuestros jóvenes, construir en el Perú un espacio que les de las mismas oportunidades de transformar su esfuerzo individual en la prosperidad de sus familias?

Porque, simple y llanamente, en el Perú, el discurso político correcto es el del papá protector, o el del abuelo regalón. Todos los políticos, con más o menos énfasis, recalan en esas costumbres propias del populismo.

Como regalando beneficios y sin crecer, no se pueden cumplir las promesas, viene el desencanto y el deseo de migrar. Más allá de la política cotidiana, nuestros jóvenes saben perfectamente qué necesitan para su prosperidad.

¿No es hora presidente, en estos momentos de crisis y desconcierto, de innovar el discurso político e invitar a nuestros jóvenes a que nos acompañen en la gesta del desarrollo? ¿Protegiendo y alentando las inversiones, haciendo una verdadera revolución educativa, y emprendiendo las reformas que nos acerquen a las imágenes de prosperidad que alojan detrás de sus retinas?

También es el momento de cerrar el camino de confrontación con Fuerza Popular, hay que llamarlos a fijar juntos las líneas de gobierno que nos saquen del marasmo actual.

¡Vamos señor presidente! Usted no está solo. Aléjese de los jueguitos políticos, y asuma con valentía el discurso del camino del esfuerzo en pro del bienestar general. Lampadia




Una revolución de la asistencia social

Un gran problema de muchos gobiernos es que no logran desarrollar o adaptar eficazmente los sistemas de protección social para reducir la desigualdad o apoyar eficientemente a los más pobres. Actualmente, se ha desarrollado el interés por las rentas básicas universales, un pago que el gobierno hace a los ciudadanos del país de manera gratuita e incondicional. En el caso de los países más ricos, esto responde al impacto en el empleo de la automatización y la robótica. En la India, se plantea como un mecanismo más eficaz y menos corrupto.

¿No más colas para uno y otro subsidio?

En India existen más de 950 programas sociales a nivel nacional, más los regionales, los más grandes se dan como subvención de alimentos y fertilizantes. El verdadero problema es que la profusión de subsidios ineficaces, plagados de corrupción y manipulados políticamente, han dejado a más de 350 millones de personas, alrededor del 30% de la población, sumida en la pobreza, incluso después de dos décadas de alto crecimiento económico.

Esto se debe a que el actual sistema de bienestar de la India es muy ineficiente. El gobierno tiene grandes problemas con el almacenaje de granos, por ejemplo, y continuamente se publican titulares con historias de comida que se pudre en los almacenes. El Estado tampoco es eficiente en identificar quién debe obtener este apoyo ni asegurar que aquellos que deben recibirlo, lo consigan. Según un reciente artículo de The Economist (compartido y traducido líneas abajo), en la India “más del 35% del 1% más rico de los indios se beneficia de alimentos subsidiados a los que no tienen derecho. Peor aún, al 27% de la quinta parte más pobre de la población se les niega su derecho a recibirlo”.

El consejero económico principal del Gobierno indio, Arvind Subramanian (que estuvo en Lima en ocasión de la reunión del FMI y del BM el 2015), afirma que uno de los objetivos de este programa es solucionar las trabas burocráticas que impiden que los ciudadanos  reciban sus dotaciones: «El proceso no puede ser más sencillo: los beneficiarios recibirán el dinero directamente en sus cuentas y podrán sacarlo cuando quieran, evitando las trabas burocráticas».

Al adoptar el sistema más eficiente, se puede aliviar más pobreza por el mismo costo o, por supuesto, aliviar el mismo importe a un costo menor. Según comento Subramanian, “Es una idea muy simple. Se basa en tres principios: universalidad (la reciben todos), incondicionalidad (como saben no hay que hacer algo para recibirla) y acción (la reciben en efectivo). Pienso que es una idea nueva muy radical”. Es evidente que estos criterios corrigen las desviaciones de los programas tradicionales que caen en el ruleteo político, desperdicios y corrupción abierta. Una muy interesante iniciativa que debiéramos mirar de cerca, especialmente desde el MIDIS y el MEF.

Finlandia también acaba de lanzar un plan piloto para dar a los desempleados dinero en efectivo en lugar de otro tipo de beneficios. Ver en Lampadia: ¿Renta básica universal para un mundo sin empleos?

Los resultados todavía están por verse. De ser exitoso, podría ser un modelo a seguir para los demás países en vías de desarrollo que todavía mantienen programas de apoyo social con subvenciones de todo tipo. Esperamos que esta tendencia continúe y cree un sistema de bienestar más eficiente y mejor direccionado para lograr mayores beneficios a la población. Lampadia

Subvenciones a la hoguera

India debate el caso de una renta básica universal

India debe reemplazar su gran portafolio de pagos de asistencia social por un único pago

The Economist

4 de febrero de 2017

Traducido y glosado por Lampadia

Una de las muchas indignidades asociadas con ser pobre en la India es navegar entre la gran cantidad de programas de bienestar que mantiene el país. Sólo el gobierno central tiene 950; además, los estados operan muchos más. Algunos son grandes, como los que distribuyen alimentos y fertilizantes subvencionados. Muchos son poco más que una excusa para que los ministros del gobierno se tomen una foto.

Esta semana, el gobierno indio propuso la idea de reemplazar la mayoría de estos regímenes con un «ingreso básico universal» (UBI, por sus siglas en inglés), un pago incondicional en efectivo que podría ser desembolsado no sólo a los pobres, sino a todos. En los países ricos, la UBI se plantea como una posible respuesta a un mundo en el que la inteligencia artificial y la automatización sacan a un gran número de personas de su trabajo. Pero, a menos que la tecnología destruya puestos de trabajo en una escala sin precedentes y no cree ninguno en su lugar, el caso para tal esquema es prematuro. Las redes funcionales de seguridad social e instrumentos como los créditos fiscales permiten dirigir dinero a los necesitados en estos países. En la India, a pesar de sus dificultades prácticas, la idea tiene una lógica diferente y merece una audiencia más comprensiva.

Por un lado, un poco de dinero recorrería un largo camino para los pobres de la India. Más de una quinta parte de su población vive por debajo de la línea de pobreza. El esquema esbozado esta semana por el asesor económico principal del gobierno indio, Arvind Subramanian, reduciría esa cifra a menos del 0.5% transfiriendo alrededor de US$ 9 al mes a todos los indios adultos. Si se repartiera a todos, eso costaría alrededor del 6-7% del PBI; los 950 esquemas de bienestar absorben el 5% del PBI.

Dar dinero a la gente sería mucho mejor que el sistema actual de repartir medidas de bienestar en especies. La plétora de esquemas que existen para que los indios reclamen alimentos subsidiados, combustible, gas, electricidad y así sucesivamente son ineficientes y corruptos. Los beneficiarios están a la merced de funcionarios venales que pueden forzarlos a aceptar menos de lo que deberían. Los pagos en especie se basan en la suposición paternalista de que los indios pobres son incapaces de tomar decisiones racionales de gasto. Un pequeño juicio en el estado de Madhya Pradesh desacreditó la noción de que una UBI sería desperdiciada en alcohol y juegos de azar.

La idea de incluir a los plutócratas de la India es un obstáculo en el camino. El documento del gobierno sobre la UBI no deja clara la parte «universal», lo que sugiere que una cuarta parte de la población debe ser excluida de alguna manera para hacer el plan más asequible. Pero medir quién es pobre y quién no lo es ha demostrado estar más allá de la capacidad de las autoridades indias repetidas veces. Más del 35% del 1% más rico de los indios se beneficia de alimentos subsidiados a los que no tienen derecho. Peor aún, al 27% de la quinta parte más pobre de la población se les niega su derecho a recibirlo.

Las cuestiones de la asequibilidad serían menos importantes si las autoridades indias recaudaran más impuestos: los ingresos del gobierno central representan un escaso 11% del PBI. Y un beneficio universal puede operar mejor si la clase media tuviera interés en asegurarse de que funcionase bien.

Extrañemos al robot

Incluso los fans de la idea aceptan que hay problemas prácticos. La acreditación de efectivo a las cuentas bancarias de cientos de millones de indios es técnicamente factible gracias a Aadhaar, un esquema de identificación digital que cubre al 99% de los adultos. Pero en ausencia de una densa red bancaria, especialmente en las zonas rurales, muchos indios pobres podrían tener dificultades para acceder al dinero. La capacidad del estado de la India para gestionar la transición a un solo pago de bienestar también es cuestionable, para decirlo amablemente. Existe un riesgo real de que las UBI complementen los programas de bienestar, en lugar de reemplazarlos. Totas estas son razones para no saltar a ciegas en dirección al UBI, pero el programa sigue teniendo grandes argumentos a favor de ser un programa fuerte que ayudaría a la gente más pobre del mundo. Lampadia




Sobre Asistencialismo Social y Apoyo Productivo

Pablo Bustamante Pardo

Presidente del Patronato de Sierra Productiva

Desde principios de siglo ningún gobierno ha querido apoyar el programa de apoyo productivo para la sierra alto andina llamado ‘Sierra Productiva’, desarrollado por Carlos Paredes Gonzales (un antiguo correligionario de Javier Diez Canseco en el PUM), que puede ayudar a superar la pobreza de los campesinos minifundistas que aún se mantienen en una suerte de Siglo XVI.

Sierra Productiva actúa sobre el predio de la unidad familiar campesina y hace que sus potencialidades: agua, tierra, recursos naturales, cultivos, crianzas y su sapiencia, que viene heredada de sus padres y abuelos, se potencien con tecnología. Al aplicar conocimientos innovadores y la implementación de tecnologías, hace que sus productividades se eleven sustantivamente. Solo en pastos, la elevación de productividad con riego tecnificado, riego por aspersión, se eleva en 100 veces, cuestión que no ocurre en cualquier otra actividad de la economía.

Efectivamente, ninguno de los gobiernos recientes quiso apoyar este extraordinario programa. El gobierno de Humala lo recogió a medias cambiándole el nombre a Haku Wiñay aplicándolo en una proporción muy pequeña y con varias distorsiones en su concepción. En esta oportunidad se estaría produciendo un cambio total en el enfoque del nuevo gobierno que ha manifestado su intención de desarrollar programas productivos desde el MIDIS (Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social). Lo que es más, es indudable que el gobierno de PPK tendrá un gran apoyo para este cometido por parte de Fuerza Popular, ya que el programa de Sierra Productiva es parte de su plan de gobierno.

Durante el gobierno de Humala hemos multiplicado los programas sociales, invirtiendo en ellos recursos muy importante. El presupuesto de los programas sociales (MIDIS) pasó de 213´629,382 soles el 2012 a 4,305´578,000 de soles el 2016. El enfoque de gobierno fue básicamente de asistencialismo tradicional, al estilo del chavismo y del gobierno de Lula en Brasil.

La oportunidad de multiplicar el asistencialismo, dados los recursos fiscales que estuvieron disponibles, permitió que dichos gobiernos se obnubilaran con el asistencialismo que, mientras duraran los recursos, creara resultados de un aparente bienestar. Aparente,  pues no son sostenibles fiscalmente, ni superan la pobreza (solo la compensan) y, a diferencia de los programas de apoyo productivo, no dan dignidad a los pobres como lo hace un Sierra Productiva, que en vez de solo compensar la pobreza, tiende a su superación con un admirable efecto de empoderamiento individual y la ‘explosión’ de dignidad.

Evidentemente, tampoco se trata de abandonar el asistencialismo social. Allí donde hay pobreza extrema, todos, el Estado, las empresas y los individuos debemos apoyar. Lamentablemente, eso no permite que todos los pobres superen sus carencias, pero para algunos hace toda la diferencia. Permítanme compartir con ustedes, dos anécdotas muy ilustrativas al respecto:

Las Estrellas de Mar (de un video de hace 25 años)

Cuentan que un hombre sabio se encontraba en lo alto de una playa observando el mar. En la arena se veían miles de estrellas de mar rojas expuestas al sol. Hacia la derecha, el sabio divisó a un joven que recogía una estrella, corría hacia el mar y la tiraba al agua, para luego repetir la misma acción, una y otra vez.

El sabio se acercó al joven: “Oiga con tantas estrellas quemándose al sol, ¿cree usted que puede ayudarlas?” El joven lo miró a los ojos, recogió otra estrella, corrió hacia el mar y la echó al agua. Volvió hacia el sabio y le dijo: “Para esa estrella, hace toda la diferencia”.

El SIS, la Diálisis y el Canillita

Hace pocos días me encontré con el canillita que me reparte los periódicos. Él es un hombre relativamente mayor, pero más afectado por su duro trabajo que por su edad. Su oficio le exige madrugar, llevar mucho peso en la bicicleta, haga calor, frío o llueva.

El buen señor se enfermó de los riñones y en un centro de salud pública le indicaron que necesitaba que lo dialicen tres veces por semana. El canillita no tenía recursos para afrontar el tratamiento y tampoco había adquirido ningún seguro en su vida. Sin embargo, el funcionario público le indicó que iba a verificar si por casualidad su nombre figuraba en el SIS (el Sistema Integral de Salud). Para suerte del canillita, si figuraba y desde entonces le hacen las diálisis. No solo ha superado su dolencia, de alguna manera, hasta ha rejuvenecido después de haber estado envenenándose, sabe Dios cuanto tiempo. Para él, el asistencialismo hizo toda la diferencia.

MORALEJA

El asistencialismo hace toda la diferencia para uno o varios individuos, pero no para todos y, los administradores de un país donde prevalece la pobreza, están obligados a buscar soluciones para todos, soluciones sostenibles. Y esa es:

“Traer a los pobres a la economía de mercado”, en vez de optar por ‘distribuir para crecer’ hasta que se acaben los recursos o cambie el gobierno, para que a otro le toque retroceder.

Para emprender esta tarea se necesitan recursos sostenibles, para ello hay que crecer y optar por ‘crecer para distribuir’, pero privilegiando el apoyo productivo, sin dejar al más pobre en el abandono.

Pero, para apoyar los programas productivos, no hace falta hacer preguntas maliciosas ni maniqueas como las expresadas por mi respetado amigo, Carlos Eduardo Aramburú en su artículo de ayer en el diario El Comercio que tituló: ¿Basta con crecer? Veamos:

“¿Qué relación hay entre crecimiento económico y pobreza? ¿Será cierto que basta con crecer para salir de pobres? Entre los países desarrollados, no son los de mayor crecimiento los que tienen mejores niveles de vida”.

Algunas importantes reflexiones al respecto:

  • Que yo sepa nadie ha dicho nunca que basta con crecer. Ver en Lampadia: La agenda pendiente.
  • La relación entre crecimiento y reducción de la pobreza es muy clara. A mayor crecimiento mayor reducción de la pobreza. Extraña pregunta para un estudioso del país. Recordemos que en el Perú, cuando empezamos a crecer a principios de siglo, por cada 1% de crecimiento del PBI, la pobreza se reducía en 0.5%. Pero, cuando el crecimiento se aceleró, por cada 1% de crecimiento del PBI, llegamos a reducir la pobreza en más de 2%. Esa relación entre crecimiento y pobreza es dinámica. Ver en Lampadia: Crecer para reducir la pobreza.
  • Nadie ha dicho que basta con crecer para salir de pobres.
  • Finalmente, decir que: “Entre los países desarrollados, no son los de mayor crecimiento los que tienen mejores niveles de vida”, es otro comentario insidioso, pues la foto actual de los que son más desarrollados no tiene, evidentemente, ninguna relación con su ritmo de crecimiento actual. Esa riqueza, desde la cual ya no crecen al mismo ritmo, la construyeron antes.

Los peruanos necesitamos faros nítidos para que no equivoquemos las prioridades. Efectivamente, el crecimiento económico no es el objetivo del desarrollo, como si dice correctamente Carlos Eduardo Aramburú, es el medio para todo lo demás. Ver en LampadiaSin crecimiento económico no hay desarrollo. Ya tenemos muchos agentes políticos negando los beneficios de la economía de mercado y planteando el absurdo pos-extractivismo. Está muy bien que Aramburú apoye el eventual desarrollo del magnífico programa de Sierra Productiva, pero no es necesario dar pita a las ideas que promueven los economistas que hablan cotidianamente en nombre de la PUCP.

Busquemos un alto ritmo de crecimiento, apoyemos los programas productivos y no olvidemos que para los más pobres, una ayuda ‘hace la diferencia’.




No se puede jugar con las cifras de desnutrición infantil

En el suplemento especial del Ministerio de Salud (MINSA), publicado en el diario La República el día viernes 21 de agosto, se habla sobre la prevención de la anemia con micronutrientes, un tema social muy importante para el país.

La anemia infantil condena a nuestros niños a limitaciones, algunas de ellas irreversibles. La anemia infantil tiene un grave efecto en el crecimiento de un niño, afecta su desarrollo mental, conduce a problemas de atención, retrasos en su capacidad de lectura y bajo rendimiento escolar.

Según el MINSA, en el 2007, de cada 10 niños, 5 tenían anemia. Sin embargo, gracias a su programa de distribución de micronutrientes, se logró “reducir los índices de anemia en poco tiempo”. Ellos aseguran que hubo una reducción de 28% de acurdo a los centros de salud. Luego pasan a explicar los beneficios de estos sobrecitos de micronutrientes que estarían repartiendo de manera gratuita en módulos de atención en todo el país.

Ahora veamos las cifras oficiales, en el gráfico inferior, que fueron publicadas hace poco por la última Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) del INEI (y además por Lampadia: En el 2011 se dio el Punto de Inflexión de nuestro Desarrollo).

Como se puede observar, es verdad que la anemia infantil tuvo una apreciable caída entre el 2007 y el 2011, pasando de 56.8% a 41.6%. Lo que oculta el MINSA en su suplemento de cuatro páginas, es que a partir del 2011 las cifras vuelven a elevarse de manera alarmante, llegando a 46.8% en el 2014. La deplorable tendencia de los últimos años se registra tanto en el medio urbano como en el rural: hay más niños con anemia hoy que en el 2011 en el campo y en la ciudad. Sin embargo, el porcentaje de anemia infantil rural, casi 58%, es en especial alarmante.

De acuerdo con las cifras, Puno ocupa el primer lugar de los departamentos con mayor índice de anemia infantil con un 63.5%, seguido por Loreto, Junín, Madre de Dios, Huancavelica y Cusco.

Vale la pena recalcar que la asignación para el Producto Presupuestal  “Niños con suplementación con hierro” en el 2011 era de 15.4 millones de soles y en el 2014 esta cifra alcanzó los S/. 67.1 millones.

Según el congresista Juan Carlos Eguren, “el presupuesto 2015, asignado al proyecto ‘Población informada sobre el cuidado infantil y prácticas saludables para la prevención de anemia y desnutrición crónica infantil’  asciende a S/. 17.7 millones de soles y solo se ha ejecutado el 16.6%, al séptimo mes del año.”

Por lo tanto, ¿qué podemos rescatar de este suplemento? Es una gran mentira que cita información engañosa. No se puede afirmar que se está reduciendo la anemia infantil, porque simplemente no es cierto. Tal vez en ciertos lugares específicos (como los módulos de atención que mencionan), si se ha reducido. Pero a nivel nacional, estamos mucho peor que antes.

En el 2011 hemos tenido un punto de inflexión que está condenando a nuestros niños a una situación deplorable, ya que esto puede tener impactos irreparables en el futuro. Fue en este año que el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS) cortó el Programa Nacional de Asistencia Alimentaria (Pronaa), el cual tenía como objetivo combatir el hambre en las zonas más pobres del país, garantizando la seguridad alimentaria de la población peruana, contribuyendo a prevenir la malnutrición en niños menores de 12 años de edad y priorizando la acción hacia niños menores de 3 años de edad en situación de vulnerabilidad nutricional y mejorando su calidad de vida.

Este programa fue reemplazarlo por el Qali Warma, un nuevo esquema que demoró dos años en implantarse. Ahora se pueden ver los resultados. En Lambayeque, varios niños se intoxicaron tras consumir pan con atún del programa de alimentación escolar Qali Warma. Lo mismo sucedió en Ucayali. En total se habrían intoxicado más de 900 niños por alimentos en mal estado, llevando a la población a cambiarle el nombre de Qali Warma a ‘Qali Mata’.

El ministerio solo ha atinado a echarle la culpa a los proveedores.

No solo se tuvo problemas de alimentos en mal estado. En el mes de mayo, el presidente de la Asociación de Apafas de Lima y Callao, Edgar Trejo Cuentas, denunció que más 260 mil niños de 850 escuelas de inicial y primaria no recibían sus desayunos desde el inicio del periodo escolar 2015.

Se tiene que ver la realidad. El programa no está funcionando. Hay que reaccionar de una vez, antes que sea demasiado tarde. Lampadia

Ver el facsimil del suplemento mentiroso más abajo:

 

 

 

 




En el 2011 se dio el Punto de Inflexión de nuestro Desarrollo

En el 2011, coincidiendo con el inicio del gobierno de la inclusión, se han producido dos puntos de inflexión muy graves en el proceso virtuoso que estábamos viviendo, tanto en aspectos sociales como económicos.

En el aspecto social (ver el cuadro superior), en el 2011 se produjo un punto de quiebre enla reducción del nivel de anemia en niños menores de tres años, luego de una sostenida reducción entre el 2007 y el 2011.

Según la última Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) del INEI, el promedio nacional de anemia volvió a elevarse desde su menor nivel, el 2011, de 41.2 % a 46.8 % en el 2014; y en menores de 5 años el promedio subió de 30.7 % en 2011 a 35.6 % en 2014.

El porcentaje más alto de esta terrible afección se dio en Puno, donde afecta a 8 de 10 niños menores de 3 años. En el Perú rural llega ahora al 54 % de los niños. Los indicadores señalan que la anemia infantil se elevó en 13 regiones del país, principalmente en San Martín. En Lima, más de 147 mil niños menores, sufren ahora de esta perniciosa deficiencia.

Esto expresa un problema social e institucional. El 2011, el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS) cortó el Programa Nacional de Asistencia Alimentaria (Pronaa), parareemplazado por un nuevo esquema que demoró dos años en implantarse. Dicho programa se implementó en el 2007 con resultados impresionantes: a nivel nacional,la anemia en niños entre 6 meses y 3 años bajó de 56.8% el 2007 a 41.6% el 2011. Ver el cuadro superior.

Este resultado es producto de un nivel de irresponsabilidad y falta de consecuencia sin nombre. No es aceptable que esto se haya producido y que además se haya ocultado al país. Esta información se dio a conocer hace más de un año por el ex ministro Luis Carranza cuando, refiriéndose al MIDIS, afirmó: “Las reglas impuestas para asegurar el cumplimiento y el monitoreo permanente del buen uso de gasto se han dejado de lado. El presupuesto para atención social [Proanaa] se ha incrementado varias veces, (…). Como resultado de esta inacción la anemia viene subiendo desde el 2011 y en el 2013 se llegó a 46.4%, subiendo casi 5 puntos.” Ver en Lampadia: Piel de Gallina

Sin embargo el gobierno todavía no toma las medidas correctivas, condenando a nuestros niños a limitaciones, algunas de ellas irreversibles. La anemia infantil tiene un grave efecto en el crecimiento de un niño, afecta su desarrollo mental, conduce a problemas de atención, retrasos en su capacidad de lectura y bajo rendimiento escolar.

Peor aún, ni siquiera aceptan estar cometiendo un error. En una entrevista de El Comercio del pasado 11 de abril a Paola Bustamante Suárez, Ministra de Desarrollo e Inclusión Social, se puede leer lo siguiente:

“¿Cuáles son los resultados de los programas sociales?

Es el tercer año del ministerio y estamos haciendo las evaluaciones de los diferentes programas para hacer ajustes o tomar decisiones. Calculo que hacia fines de año o a principios del próximo estaremos dando resultados sobre las evaluaciones de impacto.

¿Se tiene algún adelanto?                 

No, todavía. (…)

El ex ministro Luis Carranza dice que los programas sociales se usan con fines político-electorales.

Las afirmaciones vertidas sobre un supuesto manejo político de los programas sociales no tienen ninguna evidencia que lo confirme. (…)

¿Después de los resultados de la evaluación de los programas sociales podríamos hablar de desaparición, fusión o incremento de ellos?

Lo que identificamos desde el ministerio es que una vez que se realizan las evaluaciones uno puede identificar que el programa puede pasar a ser política pública, (…).

Con crecimientos de 5% y 6% del PBI se reducía la pobreza en medio millón de personas. Será difícil llegar a esas cifras ahora.

Estamos seguros que si llegaremos porque, como bien lo señala el estudio del Banco Mundial, no solo con crecimiento se reduce la pobreza (…).

¿La reducción de la pobrezade cuanto será entonces?

Yo preferiría que salgan los resultados”.

No es necesario esperar las evaluaciones. Las cifras mostradas dejan claro que el cierre del Pronaa han traído resultados muy negativos, a los que se ha debido reaccionar oportunamente. Y, argumentos como que “la lucha contra la anemia es responsabilidad del Sector Salud” (según declaraciones del MIDIS en El Comercio el día que se publicaron las cifras sobre la anemia), son inconsecuentes en boca de un ministerio de políticas sociales del gobierno de la “inclusión”.

La anemia infantil es uno de los indicadores sociales más importantes, su nivel es altísimo y el que se haya agravado, contando con recursos financieros es imperdonable.

Este desastre coincidió con la paulatina paralización de varios los proyectos mineros, empezando por el de Conga. Como hemos explicado varias veces, la minería fue el gran motor de crecimiento de los últimos años y el mayor generador de recursos fiscales.

En el tema económico, el punto de inflexión se dio también en el 2011. Ver en Lampadia: El país resbala después de muchos años, que incluye el siguiente gráfico y es muy explicativo:

 

Lo peor que se puede hacer es no reconocer la realidad, pues solo en base a ella se pueden tomar medidas correctivas. Afortunadamente, el Primer Ministro, Pedro Cateriano, se ha comprometido a recuperar el crecimiento económico,que contrariamente a lo manifestado por la Ministra de Desarrollo e Inclusión Social, es el principal camino para la reducción de la pobreza, la generación de empleo y la recaudación fiscal, fuente de la acción redistributiva del EstadoLampadia




Focalización: un atentado contra la igualdad

Chile es un país más rico y más desigual que el Perú. El siguiente artículo escrito por Claudia Sanhueza y Fernando Atria en el blog “Conversando sobre políticas sociales” que Sanhueza publica en La Tercera, se analiza la situación de un país que ha hecho grandes esfuerzos por desarrollar el paradigma de la focalización para reducir la desigualdad. Sin embargo, su análisis desafía el concepto tradicional que se tiene de la focalización como modelo de intervención pública. Resulta muy interesante poner en contexto este análisis en el Perú, ya que en los en los últimos años se han creado programas e incluso ministerios sobre el paradigma de la focalización como mecanismo de convergencia y reducción de brechas sociales. (LAMPADIA). 

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