El reacomodo de las grandes multinacionales

El 2017 será también un año de gran incertidumbre para las empresas multinacionales. En un claro ejemplo de autoritarismo y de una conducta digna de dictador de un ‘Banana Country’, el actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, viene amenazando a las empresas multinacionales con aplicarles aranceles fronterizos más altos si continúan funcionando fuera de EEUU.  Esta es solo una más de sus amenazas proteccionistas con la intención de frenar la inversión de las empresas fuera de EEUU.

Uno de los países más atacados es México. A través de Twitter, Trump afirma que “México se ha aprovechado de Estados Unidos por mucho tiempo”, haciendo referencia a los déficits  comerciales. La principal medida que ha anunciado para impedir que las empresas sigan teniendo sede en México, o en algún otro país que no sea EEUU, es endurecer su política fiscal, implementando un 20 % de impuesto a las importaciones de productos mexicanos en Estados Unidos.

Un ejemplo de esto es que Trump ha amenazado a Toyota con aplicarle aranceles fronterizos más altos si cumple su plan de construir una planta en Baja California, México. “Toyota Motor dice que construirá una nueva planta en Baja, México, para fabricar autos modelo Corolla que se venden en Estados Unidos. De ninguna manera, construyan la planta en Estados Unidos, o pagarán más aranceles”, escribió Trump en su cuenta de Twitter.

Sin embargo, según The Economist (ver artículo líneas abajo), el regreso de las multinacionales a sus países de origen, ya se está dando, sin conexión con los aprontes de Trump. La razón de este proceso es que las operaciones globales ya no pueden beneficiarse de arbitrajes laborales y tributarios, como hasta hace poco, pues el terreno se ha ido aplanando y las operaciones globales están llegando a ser más pesadas y menos rentables que las locales. The Economist llega a plantear la eventual necesidad de los monstruos globales de subdividirse en operaciones más eficientes.

Este proceso de ‘retorno’, más las reacciones apuradas a las amenazas y cambios de reglas por parte del autoritario y caprichoso Trump, como la vergonzosa cancelación de la nueva planta  de Ford en México, llegan a constituir decisiones disfuncionales con costos sociales, por ahora difíciles de ponderar. Sin lugar a dudas, en el corto plazo, el costo de estas disrupciones pesará sobre las economías emergentes, empezando por México. Lampadia

En retirada

Las empresas multinacionales están en problemas

Las empresas globales son sorprendentemente vulnerables a los ataques

The Economist
28 de Enero de 2017
Traducido y glosado por
Lampadia​

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Entre muchas de las cosas que no le gustan a Donald Trump son las grandes empresas globales. Sin rostro y sin raíces, se les acusa de desencadenar «la carnicería» en los estadounidenses ordinarios mediante el envío de empleos y fábricas al extranjero. Su respuesta es domesticar a estas multinacionales. El imponer impuestos más bajos atraerá efectivo a casa, los cargos fronterizos afectarán sus cadenas de suministro transfronterizas y los acuerdos comerciales que les ayudarán a hacer negocios serán reescritos. Para evitar un procedimiento punitivo, «todo lo que tienes que hacer es quedarte», dijo a los CEOS  estadounidenses esta semana.

Trump es inusual en su tono agresivamente proteccionista. Pero en muchos sentidos está atrasado en el tiempo. Las empresas multinacionales, los agentes detrás de la integración global, ya estaban en retirada mucho antes de las revueltas populistas de 2016. Su desempeño financiero ha disminuido y ya no superan a las empresas locales. Muchos parecen haber agotado su capacidad de recortar costos e impuestos y de superar a sus competidores locales. Los anuncios de Trump están dirigidos a empresas que son sorprendentemente vulnerables y, en muchos casos, ya se dirigen a casa. El impacto en el comercio mundial será profundo.

El final del arbitraje

Las empresas multinacionales (las que realizan una gran parte de su negocio fuera de su región de origen) emplean sólo uno de cada 50 trabajadores del mundo. Pero importan. Unos cuantos miles de empresas influyen en lo que miles de millones de personas observan, usan y comen. Empresas como IBM, McDonald’s, Ford, H & M, Infosys, Lenovo y Honda han sido el punto de referencia para los gerentes. Ellos coordinan las cadenas de suministro que representan más del 50% de todo el comercio. Representan un tercio del valor de los mercados de valores del mundo y poseen la mayor parte de su propiedad intelectual, desde diseños de lencería hasta software de realidad virtual y medicamentos para la diabetes.

Ellos florecieron a principios de los 90, cuando China y el antiguo bloque soviético se abrieron y Europa se integró. A los inversores les gustaban las economías de escala y eficiencia de las empresas globales. En lugar de funcionar como feudos nacionales, las empresas desagregaron sus funciones. Una fábrica china podría utilizar herramientas de Alemania, tener propietarios en Estados Unidos, pagar impuestos en Luxemburgo y vender a Japón. Los gobiernos de los países ricos soñaban con que sus campeones nacionales se convirtieran en campeones del mundo. Los gobiernos de los países emergentes dieron la bienvenida a los empleos, las exportaciones y la tecnología que trajeron las empresas mundiales. Fue una era de oro.

Uno de los argumentos centrales para el surgimiento de las empresas globales fue su afirmación de ser una ‘máquina de ganar dinero’. Esa afirmación ha sido destruida. En los últimos cinco años, los beneficios de las multinacionales han disminuido en un 25%. Los rendimientos del capital han caído a su nivel más bajo en dos décadas. Un dólar fuerte y un bajo precio del petróleo explican parte del descenso. Las superestrellas tecnológicas y las firmas consumidoras con marcas fuertes siguen prosperando. Pero la caída se ha extendido y prolongado demasiado para ser descartada como un ‘blip’. Alrededor del 40% de todas las multinacionales obtienen una rentabilidad sobre el patrimonio inferior al 10%, un indicador bastante alarmante. La mayoría de las industrias están creciendo más lentamente y son menos rentables que las empresas locales que se quedaron en su ‘patio trasero’. La participación de las multinacionales en las ganancias globales ha caído del 35% hace una década al 30% ahora. Para muchas empresas industriales, manufactureras, financieras, de recursos naturales, medios de comunicación y telecomunicaciones, el alcance global se ha convertido en una carga, no una ventaja.

Esto se debe a que se está cerrando una ventana de 30 años de arbitraje. Se han reducido las facturas de impuestos de las firmas tan bajo como se puede; los salarios de los trabajadores de fábrica de China están aumentando. Las empresas locales se han vuelto más sofisticadas. Pueden robar, copiar o desplazar las innovaciones de las empresas globales sin construir costosas oficinas y fábricas en el extranjero. Desde la industria ‘shale’ de Estados Unidos hasta la banca brasileña, desde el comercio electrónico chino hasta las telecomunicaciones indias, las empresas de vanguardia son locales y no globales.

El cambiante panorama político está haciendo las cosas aún más difíciles para los gigantes. Trump es la manifestación más reciente y estridente de un cambio mundial para captar más valor de las multinacionales. China quiere que las firmas globales ubiquen no sólo sus cadenas de suministro, sino también sus actividades más inteligentes como la investigación y el desarrollo. El año pasado, Europa y Estados Unidos lucharon por quién obtendría los 13,000 millones de dólares de impuestos que Apple y Pfizer pagan anualmente. De Alemania a Indonesia, las normas sobre adquisiciones, antimonopolio y datos se están endureciendo.

La llegada de Trump sólo acelerará un proceso sangriento de reestructuración. Muchas empresas son simplemente demasiado grandes: tendrán que reducir sus imperios. Otros están echando raíces más profundas en los mercados donde operan. General Electric y Siemens están «localizando» cadenas de suministro, producción, empleos e impuestos en unidades regionales o nacionales. Otra estrategia es convertirse en «intangible». Las estrellas de Silicon Valley, de Uber a Google, siguen expandiéndose en el extranjero. Las empresas de comida rápida y las cadenas hoteleras están cambiando de lanzar hamburguesas y hacer camas a vender derechos de marca. Pero esas multinacionales virtuales también son vulnerables al populismo porque crean pocos empleos directos, pagan poco impuestos y no están protegidos por normas comerciales diseñadas para bienes físicos.

Retirando el control

El retroceso de las firmas globales dará a los políticos un sentimiento de mayor control ya que las empresas se comprometen a cumplir sus promesas. Pero no todos los países pueden obtener una mayor participación en la producción, los empleos y los impuestos de las mismas empresas. Y un rápido desenvolvimiento de la forma dominante de hacer negocios de los últimos 20 años podría ser caótico. Muchos países con déficits comerciales (incluyendo «Gran Bretaña») dependen del flujo de capital que traen las multinacionales. Si los beneficios de las empresas caen más, el valor de los mercados de valores probablemente caerá.

¿Qué pasará con los consumidores y los votantes? Ellos tocan pantallas, usan ropa y se mantienen sanos con productos de empresas que no les gustan, que las consideran inmorales, explotadoras y distantes. La edad de oro de las empresas globales también ha sido una edad de oro para la elección y la eficiencia del consumidor. Su desaparición puede hacer que el mundo parezca más justo. Pero el retiro de la multinacional no puede traer de vuelta todos los trabajos que promete Trump. Y significará el aumento de los precios, la disminución de la competencia y la desaceleración de la innovación. Con el tiempo, millones de pequeñas empresas que comercian a través de las fronteras podrían reemplazar a las grandes empresas como transmisoras de ideas y capital. Pero su peso es pequeño. La gente todavía puede mirar hacia atrás a la época en que las empresas globales gobernaron el mundo de los negocios, y lamentar que se hayan ido. Lampadia

 




La historia del efímero «caballo loco» global

Pablo Bustamante Pardo
Director de
Lampadia

(Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia)

Cuentan que hace muchos años, en un país muy grande, donde todo salía bien, atravesaron ciertos problemas que su clase dirigente no supo aquilatar oportunamente.

El vacío permitió que en ‘Y-Land’ se encaramara al poder un líder de la anti política, que eventualmente la humanidad designó como ‘caballo loco’ (wild horse), que hizo una campaña electoral pasando de declaraciones escandalosas a otras más escandalosas. Lo más increíble es que muchos asumieron que sus palabras eran solo retórica electoral, pero cuando ‘caballo loco’ tomó el poder, se mostró como presidente, aún peor que como candidato.

Sus primeras medidas fueron contra los ciudadanos más sufridos de países pequeños, muy acongojados por violencia política, que buscan refugio en el resto del mundo.

La reacción inmediata fue de estupor, pero no por parte de otros líderes, sino, por parte de la gente común, tanto en Y-Land como en el resto del mundo.

Los jueces trataron de impedir las inhumanas medidas de ‘caballo loco’, las industrias del conocimiento, industrias sin fronteras, alzaron su voz, pero quienes de verdad movieron los acontecimientos fueron los ciudadanos de a pie en todas partes del mundo.

Primero se empezó a exigir a muchos gobiernos, medidas compensatorias contra ciudadanos de Y-Land en el resto del mundo. Eventualmente, sus gobiernos se vieron obligados a hacer algunos gestos en esa dirección, pero poco a poco el griterío de las minorías fue contagiando al conjunto de las sociedades que exigían el castigo a Y-Land para forzar la salida de ‘caballo loco’ del gobierno.

La cosa fue yendo a mayores y dentro del propio Y-Land la situación se hizo insostenible. Las clases populares de todo el mundo y de Y-Land empezaron a corear: ‘You are fired’ – ‘You are fired’ – ‘You are fired’.


Fuente:  The Daily Vox

Poco a poco, las cosas se fueron precipitando hasta que el grito popular de ‘You are fired’ se convirtió en el primer reclamo popular global de los nuevos tiempos y, a ‘caballo loco’ solo le quedó renunciar a la presidencia de Y-Land.

Moraleja

La vida de las sociedades y los países no puede ser dejada a la buena suerte de los acontecimientos. Las clases dirigentes y los ciudadanos con pensamiento crítico, deben vigilar y participar constantemente, en los espacios cívicos de sus sociedades.

En el mundo de hoy nada es seguro y permanente, empezando por el poder. La fuerza está en las redes sociales y las movilizaciones ciudadanas. Los vacíos de liderazgo seguirán llenándose hasta que las clases dirigentes nos den una nueva visión de futuro. Lampadia




Star Wars al súper museo de George Lucas

A pesar de ser conocido mayormente por sus películas de Star Wars, George Lucas también es un ávido coleccionista de arte, y ha estado tratando de encontrar un lugar para mostrar su colección durante más de una década. Parece que por fin, encontró una locación para su Museo de Arte Narrativo en Los Ángeles.

Fuente:  diariodecine.es

Es sorprendente cuánto tiempo le ha tomado a George Lucas encontrar un espacio para compartir su arte. Primero consideró San Francisco, donde sólo consiguió un área relativamente pequeña. Después evaluó Chicago, pero terminó enfrentándose a una demanda de un grupo de conservacionistas que querían proteger el espacio, para recuperar áreas verdes.

Ahora, su colección ha encontrado un hogar en el parque de la exposición de Los Ángeles. El museo es descrito como un «museo sin barreras donde no hay divisiones artificiales entre el high art y el arte ‘popular’», que albergará una amplia colección que incluirá obras de artistas como Edgar Degas y Pierra-Auguste Renoir y obras de artistas populares como Norman Rockwell y Maxfield Parrish.

Además de romper las barreras entre los distintos tipo de arte, el museo ha sido catalogado como un «aula para la imaginación», centrándose en cómo se crea el arte. Incluirá una serie de teatros, salas de clase y salas de conferencias, y contará con una programación que permitirá a los estudiantes cineastas proyectar sus películas, y será el anfitrión de artistas visitantes, talleres y programas después de clases.

El arquitecto del museo es el chino Ma Yansong, de la empresa MAD Arquitects. Se espera que el proyecto cueste más de US$ 1 mil millones, inversión que financiará casi completamente el cineasta de Star Wars. La construcción está planificada en comenzar este año y estar terminar el 2020.

Compartimos con nuestros lectores algunas imágenes del futurismo de este museo:

Fuente:  lucasmuseum.org

Fuente:  lucasmuseum.org

Fuente:  lucasmuseum.org

La Saga de Star Wars se inicio con Episodio IV – Una nueva esperanza en 1977, hace ya 40 años. Ahora, la saga retoma su brillo con una nueva trilogía que ya ha batido récords con su primer capítulo y seguramente será peregnizada en el Museo de Arte Narrativo de George Lucas en Los Ángeles:

Fuente:  esmas.com

Además compartimos con nuestros lectores un video que explica cómo se escogió la ciudad de Los Ángeles, y todo el proceso de más de una década para encontrar el lugar ideal.

 

Estas son algunas opciones anteriores de modelos arquitectónicos en Chicago:

Fuente:  lucasmuseum.org

Fuente:  lucasmuseum.org

Fuente:  lucasmuseum.org




¿Cómo se encuentra la confianza de nuestros empresarios?

En octubre del año pasado, se publicó el “15º Barómetro de la Confianza para la Inversión” de EY Perú (Ernst & Young), un estudio realizado bianualmente y conducido por el Economist Intelligence Unit (EIU). En esta encuesta se presentan las principales perspectivas de altos ejecutivos de empresas (locales e internacionales) de diversos sectores, con respecto a sus estrategias de crecimiento, acceso al capital, fusiones y adquisiciones y situación económica.

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En el Perú, los resultados de la encuesta destacan un mayor optimismo por parte de los empresarios, especialmente después de una etapa electoral en el Perú, ya que consideran que el actual gobierno apoya el libre mercado y las inversiones extranjeras. En comparación a la encuesta del año pasado,  han duplicado sus expectativas positivas con respecto a las ganancias corporativas, la estabilidad del mercado a corto plazo, las perspectivas de valuación de las acciones y la disponibilidad del crédito.

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Según la encuesta, “los ejecutivos peruanos consideran que la economía nacional está mejorando frente a la encuesta anterior (21%). Esto se vería fundamentado en la visión planteada por el nuevo Gobierno (julio-2016), el cual genera un panorama positivo para la economía”.

Por otro lado, dentro de los mayores riesgos económicos se encuentra la estabilidad política, donde el 58% de los ejecutivos lo considera como la mayor preocupación. Esto se debe a que la inestabilidad política tiene un impacto directo sobre las inversiones, el comercio internacional y el mercado crediticio. En segundo lugar, con 23%, se encuentra el aumento de la volatilidad de las materias primas y divisas. Otro de los grandes riesgos considerados por los empresarios es el enfriamiento en los flujos comerciales globales (incluyendo nacionalismo económico, proteccionismo, política industrial), donde el 33% de ellos lo consideran como el segundo riesgo más importante.

A nivel empresarial y estrategia corporativa, el principal enfoque de las empresas locales será crecer (31%), y esto estará relacionado esencialmente a la integración de la tecnología digital en su modelo de negocio. Para lograrlo, las empresas están cambiando sus estrategias de reclutamiento, dándole un mayor énfasis a la tecnología. Según EY Perú. “el 85% de los encuestados está dispuestos a renovar las habilidades de sus empleados para responder a los cambios de destrezas requeridos en un entorno impulsado por la tecnología. A esto se suma una mayor creación de empleo (55%), aunque existe una minoría que considera que el avance tecnológico también involucraría una disminución de la fuerza laboral (13%)”.

Como parte de la integración de las empresas peruanas a la llamada Cuarta Revolución Industrial, éstas se están adaptando para sacar provecho de la tecnología y automatización, en busca de una mayor productividad. Por ahora, los resultados de esta mayor automatización han sido mixtos, con 44% de casos de éxito y 35% de fracaso. Sin embargo, las empresas buscan aprender de sus errores y continuar el proceso de adaptación a estas nuevas tecnologías para lograr un mayor nivel productivo y de eficiencia.

En una visión más globalizada, dentro de los destinos top de inversión para los ejecutivos peruanos se encuentran: EEUU, China, Reino Unido y Brasil. Según los resultados de la encuesta, “Si bien la mayoría opta por invertir en su mercado local [peruano] como prioridad, en los últimos años se está notando el paso de una concentración de inversión regional a internacional donde las potencias nuevamente están concentrando inversiones y China aparece como uno de los favoritos para ello, antes hablábamos de China como mercado destino de productos al igual que EE.UU., hoy es uno de los mercados preferidos para invertir.”

EEUU es un socio históricamente atractivo para los inversionistas peruanos, ya que “las bajas tasas de crecimiento de la economía estadounidense y de interés internacionales, han llevado a los inversionistas de ese país a buscar activos que les ofrezcan mejores retornos fuera de sus fronteras”. Ahora esperamos que esto no llegue a cambiar mucho con la nueva administración de Donald Trump y su visión proteccionista y aislacionista.

Por su lado, durante los últimos años, China se viene convirtiendo en uno de los principales socios comerciales del Perú. Su crecimiento y la gran cantidad de adquisiciones por parte de empresas abastecedoras de recursos naturales a nivel global han sido motivos de gran atractivo.

Más sorprendente en esta lista son el Reino Unido y Brasil. El primero por la gran incertidumbre de un “Brexit duro” que insiste en ofrecer Theresa May, y el segundo por la profunda crisis económica y política que ha generado el destape del mayor caso de corrupción de la historia de Brasil.

En general, la última encuesta de la Confianza para la Inversión muestra que “si bien estos resultados influyen en el optimismo sobre la mayoría de los indicadores económicos, hay que destacar que aún existe cierto recelo sobre la estabilidad política nacional y también global”.

Sin embargo, hay que tener mucho cuidado. Los indicadores de confianza se mueven muy rápido. Es claro que el nuevo gobierno generaba, desde el principio, una base de respaldo y confianza empresarial. Se esperaba que la economía girara en la dirección de un mayor crecimiento, pero ha sucedido lo contrario, la demanda interna pronunció su caída, así como la inversión privada. El gobierno, en cabeza del Presidente de la República, don Pedro Pablo Kuczynski y de sus vice presidentes, no transmite coherencia y capacidad de decisión. Para consolidar la confianza y lograr los indicadores de recuperación, en un ambiente tremendamente oscurecido por los escándalos de corrupción del caso Odebrecht, se necesita una gestión mucho más asertiva y un liderazgo más claro. Contamos con ello. Lampadia




China se toma en serio su nuevo rol

Días atrás hemos compartido con nuestros lectores la visión del 2017 desde el Asia y las ideas de Kishore Mahbubani, el gran intelectual singapurense sobre las relaciones de oriente y occidente. Ahora presentamos líneas abajo un curioso artículo del Embajador de China en Chile, que recoge los planteamientos del Presidente  chino, Xi Jinping expresados en Davos acerca del compromiso del ‘Reino Medio’ con el libre comercio y la globalización.

China toma la posta del libre mercado, su Presidente instruye a sus embajadores (seguramente se ha hecho lo mismo en otros países) que escriban y difundan el nuevo catecismo económico de China en países de especial interés para el gigante asiático.

Fuente:  Financial Times

Más allá de la publicación, cabe que nos preguntemos ¿por qué no se ha hecho algo similar en el Perú? ¿No guarda la China una relación ‘estratégica y especial’ con el Perú? ¿Se debilitó nuestra relación con China, después de la visita del Presidente PPK, en que el gobierno peruano les dijo, con argumentos falsos, que su tren no nos gustaba?

En todo caso, es muy importante que un gigante económico como la China se comprometa a defender el modelo económico que EEUU, de la mano del ‘ominoso’ Trump, quiere destruir. Lampadia

Economía mundial y propuestas chinas

Li Baorong, Embajador de China en Chile
El Mercurio
25 de enero de 2017

Li Baorong: «Lo que debemos hacer con la globalización económica no es desecharla y culparla de todos los males, sino adaptarnos a ella y orientarla, amortiguar sus efectos negativos y repartir sus beneficios entre todos los países…».

Las voces crecientes del proteccionismo y aislacionismo en el ámbito mundial traen inquietudes sobre el futuro de la globalización y la economía mundial, lo que se reflejó en las discusiones de la reunión anual del Foro Económico Mundial celebrada la semana pasada en Davos, Suiza. El Presidente de China, Xi Jinping, asistió por primera vez a ese evento, donde expuso las opiniones y propuestas de China, las cuales fueron muy aplaudidas en el Foro, porque ayudan mucho a fortalecer la confianza y esperanza de los países en las perspectivas de la globalización económica y la economía mundial.

¿Cómo vemos la globalización? El Presidente Xi afirmó que la ola de refugiados, la crisis financiera internacional y muchos problemas que aquejan al mundo no tienen su causa en la globalización, sino en la guerra, la falta de supervisión financiera y otras cosas. La globalización ha sido una necesidad del desarrollo de la productividad social y un resultado inevitable de los avances científicos y tecnológicos; constituye una gran fuerza motriz para el crecimiento económico mundial y ha contribuido a promover el flujo de productos y capital, el progreso científico y tecnológico y de las civilizaciones humanas, así como los contactos entre diversos pueblos del mundo. Es claro que la globalización también tiene sus efectos secundarios, pero nada en el mundo es perfecto. Lo que debemos hacer con la globalización económica no es desecharla y culparla de todos los males, sino adaptarnos a ella y orientarla, amortiguar sus efectos negativos y repartir sus beneficios entre todos los países. En su momento, China también tenía dudas sobre la globalización, pero al final tomó la decisión de abrirse al mundo y «aprendió a nadar en el mar».

¿Qué está ocurriendo mal en la economía mundial? El Presidente chino se refirió a tres problemas principales: la insuficiencia de la fuerza motriz del crecimiento, el retraso en la gobernanza económica y el desequilibrio en los niveles de desarrollo. Presentó las propuestas chinas para enfrentarlos: desarrollar un modelo de crecimiento dinámico, impulsado por la innovación; un modelo de cooperación abierto y mutuamente beneficioso, con mejor coordinación e interconexión; un modelo de gobernanza justo y razonable, de acuerdo con la tendencia de nuestros tiempos; y un modelo de desarrollo equilibrado, equitativo e inclusivo.

El Presidente Xi remarcó que China se opone explícitamente al proteccionismo y que esta práctica es como cuando uno se encierra en un cuarto oscuro y aparentemente logra protegerse del viento y la lluvia, pero también queda aislado de la luz y el aire. Afirmó que nadie saldrá ganador en una guerra comercial. El Presidente chino exhortó a adquirir una firme conciencia sobre la comunidad de destino compartido de la humanidad, asumir conjuntamente la responsabilidad y ayudarse mutuamente, a fin de lograr que el mundo sea más hermoso y que los distintos pueblos tengan una vida más feliz.

Y ¿cómo actúa China? El Presidente Xi explicó el camino de desarrollo con peculiaridades chinas, el cual se basa en las realidades del país. El pueblo chino, con sus propios esfuerzos de varias décadas, ha conseguido en este camino grandes logros de desarrollo, aportando al mismo tiempo grandes contribuciones al desarrollo mundial. Dos ejemplos de ello: primero, en los años posteriores al inicio de la crisis financiera internacional, el promedio del aporte del crecimiento chino al crecimiento mundial superó el 30%; segundo, la iniciativa china de «One Belt, One Road» está estimulando el desarrollo de los países relacionados y creando gran cantidad de empleos. En mayo del año en curso se celebrará en Beijing el Foro de Cooperación Internacional de «One Belt, One Road», con el objetivo de encontrar soluciones a los problemas que afronta la economía mundial e inyectar nueva energía a un desarrollo interconectado a escala mundial. China seguirá esforzándose por elevar la calidad del desarrollo económico, estimular el dinamismo del mercado, crear un ambiente de inversión favorable y ordenado, y promover cooperaciones de prosperidad común con el exterior. Como destacó el Presidente Xi, la puerta de China no se cerrará, sino que se abrirá más. Damos la bienvenida a otros países a abordar el tren expreso de China hacia el desarrollo. Lampadia

 




Justin Trudeau, el modelo de un líder diferente

Justin Trudeau, el Primer Ministro de Canadá, se consolida como el modelo del líder que necesita la humanidad. En estos tiempos de graves fallas de liderazgo, cuando los políticos no tienen la pasta suficiente para liderar a sus pueblos sin recurrir al facilismo cortoplacista del populismo, Trudeau emerge como un político con gran sensibilidad social y sentido práctico de la economía.

Tras su primer año de mandato, el Primer Ministro de Canadá se ha convertido en una celebridad de internet. Con gran simpatía y carisma, ha logrado que cada aparición pública se vuelva en una publicación viral en las redes. A sus 43 años, Justine Trudeau es uno de los Primer Ministro más jóvenes en la historia de Canadá.

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Fuente:  www.metronews.ca

Justin Trudeau, de 44 años, no salió de la nada. Es hijo de Pierre Trudeau, ex Primer Ministro de Canadá (1968 – 1979 y 1980 – 1984), considerado como el refundador del Canadá moderno que asumió el federalismo, el bilingüismo y el multiculturalismo como señas de identidad.  En el año 2000, en el funeral de su padre, Trudeau pronunció un elogio que ha asegurado su lugar en la historia de Canadá: «Pero más que nada, para mí, era papá. Y qué papá. Él nos amó con una pasión y una devoción que acompasaba toda su vida. Nos enseñó a creer en nosotros mismos, a luchar por nosotros mismos, conocernos a nosotros mismos y aceptar nuestras responsabilidades. Sabíamos que éramos los niños más afortunados del mundo. Y no habíamos hecho nada para merecerlo. En su lugar, era algo que tendríamos que pasar el resto de nuestras vidas trabajando para estar a su altura.”. Ver en Lampadia: Un nuevo líder refresca la política del mundo global

Tras poco más de un año desde que Trudeau tomó el poder en Canadá, el ex profesor de escuela secundaria e instructor de snowboard de 44 años continúa un gobierno mayoritario, después de hacer campaña en un manifiesto ambicioso que prometió tomar acciones audaces con respecto al cambio climático, reactivar la economía del país y restablecer la relación del país con los pueblos indígenas.

Durante la campaña electoral, su equipo acumuló 219 promesas que aparentemente ofrecían algo para todos. Hasta el momento, según el Huffington Post de Canadá, 34 de estas promesas se han cumplido y 64 están en curso. En su primer año, el gobierno ha destrabado los proyectos de científicos del gobierno, terminado los ataques aéreos de Canadá contra Isis y traído 33,239 refugiados sirios, entre otras acciones.

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Justin Trudeau dándoles la bienvenida a los refugiados sirios

Estos hechos solo han aumentado su popularidad y, según sugieren rutinariamente las encuestas, si se llevara una elección hoy, Trudeau y su partido ganarían un número aún mayor de escaños que los 184 ganados el año pasado. Las cifras en las redes confirman su condición de político ‘trendie’: el video principal de su campaña electoral sumó más de 3 millones de visitas. En tanto, una aparición pública en abril, cuando dio una cátedra sobre computación cuántica en medio de un instituto universitario tecnológico, cosechó nada menos que 1.5 millones de visitas y lo consagró con el rótulo de «Primer Ministro Viral».

 Al comienzo de la campaña electoral del año pasado, estaba claro que los votantes estaban buscando cambios. Muchas de las acciones de Trudeau hasta el momento han buscado demostrar que están promoviendo el cambio que prometieron. Se destaca por su astucia y  por su lucha por mantener a Canadá como un país multicultural que apuesta por la equidad de género y la diversidad. Ejemplo de ello es que su gabinete está conformado por una mayoría de mujeres, inmigrantes, personas de diferentes etnias, religiones y con capacidades diferentes. Además, ha aceptado a más de 25 mil refugiados, provenientes de siria, llamándolos «amigos, vecinos y nuevos canadienses». En el plan económico, invertirá en infraestructuras para estimular la reactivación de la economía, que se ha mantenido estancada en los últimos meses, y elevará los impuestos al 1% más rico para reducir los de la clase media.

Su slogan “Crecimiento integrador” lo ha elevado a ser uno de los principales líderes liberales de hoy y el rol que juega Canadá actualmente podría ser muy importante en la geopolítica mundial. Canadá es una nación que ha resistido la ola del discurso nacionalista, reflejado a nivel internacional con la elección de Donald Trump en Estados Unidos y el sí al Brexit en el Reino Unido. Trudeau promete trabajar muy duro para demostrar que el modelo económico global puede ser funcional.

Para reiterar este tema, en diciembre Trudeau recordó la firma del Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y Canadá, además de su controvertida decisión al aprobar la creación de dos oleoductos: “Pudimos firmar un acuerdo de libre comercio con Europa en un momento en que la gente tiende a cerrarse (…) fuimos capaces de aprobar oleoductos en un momento en que todos quieren protección del medio ambiente. Podemos demostrar que hay gente con miedo y que somos capaces de disiparlo de manera constructiva y no sólo tomar decisiones ignorándolos y dándole la gran oportunidad al sistema”, señaló.

Fuente:  noticias.terra.com

Finalmente, Justin Trudeau indicó que es muy consciente de la mirada que el mundo tiene sobre Canadá y el papel que le toca desempeñar. “Pienso que siempre se ha entendido que Canadá no es un país que se pondrá de pie y golpeará su pecho en la escena mundial, pero podemos ser muy útiles para crear modelos que funcionen (…) si podemos demostrar que la perspectiva global funciona para todos, entonces se difuminara una gran parte de la incertidumbre que está surgiendo en el mundo”, explicó.

De esta manera, Trudeau se ha establecido como un líder que busca mantener la globalización y el libre comercio, luchando contra el proteccionismo aislacionista que viene avanzando en diversas economías del mundo. Y es que la globalización es la mejor manera de generar riqueza y bienestar para la mayoría de los ciudadanos del mundo. Como hemos afirmado en Lampadia, el libre comercio, la más clara expresión de la globalización económica de las últimas décadas, produjo los grandes avances de la humanidad en términos de reducción de la pobreza y de la desigualdad globales, la mortalidad infantil, el aumento de la esperanza de vida, la emergencia de una clase media global y el crecimiento de la población mundial al doble de lo que fue hace pocas décadas, con mejor calidad de vida, salud e ingresos. Ver en Lampadia: Mayor globalización generará mayor bienestar.

Al mismo tiempo, Justin Trudeau es un referente sobre muchos temas sociales, ambientalistas, igualitarios y otros. Tal vez podríamos calificarlo como ‘el modelo del izquierdista moderno’ que necesitamos en la política de nuestros días en todo el mundo. En esencia, Trudeau es un hombre que suma, busca los balances entre una economía sólida y una sociedad sana, abierta y solidaria.

Justin Trudeau felicita a Ahmed Hussen tras nombrarlo ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía. Hussen, refugiado somalí, llegó a Canadá con 16 años en 1993. © Cordon Press

«Una de las habilidades esenciales de la política en la democracia, es conocer la diferencia entre un enemigo y un adversario. Un adversario trata de ganarte, un enemigo trata de destruirte». (Michael Ignatieff, escritor, antiguo líder del partido Liberal de Canadá y profesor de Harvard, Financial Times, 20 de octubre, 2015). Una frase que parece inspirar a este gran líder que está demostrando que para guiar y generar bienestar, no hace falta recurrir al facilismo del populismo.

En 1970, John Lennon afirmó que «Si todos los políticos fueran como [Pierre] Trudeau, habría mucha más paz en el mundo», refiriéndose al padre del actual primer ministro. Parece que la llamada «Trudeaumanía» ha vuelto a Canadá. Esperamos grandes cosas de él.  Lampadia

 




Mayor globalización generará mayor bienestar

La semana pasada terminó Davos 2017, y la sensación principal a lo largo de la reunión fue que estamos viviendo un cambio geopolítico muy importante, pasando de un mundo unipolar a uno multipolar. «Nos estamos moviendo hacia un mundo en el que tenemos muchas grandes potencias», afirmó el economista Nouriel Roubini. «Estas grandes potencias o bien trabajan juntas, o habrá fricciones y conflictos cada vez mayores sobre comercio y divisas, sobre economía y finanzas».

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Fuente:  The Telegraph

La pregunta principal que apareció durante la conferencia fue ¿Qué sucederá ahora? El aumento de la tendencia populista parece poner en duda los beneficios de la globalización y se nutre de los miedos de las personas para el ascenso al poder de los contestatarios populistas.

Donald Trump fomentó una ola de populismo que lo llevó a la Casa Blanca. Lo mismo sucedió en el Reino Unido, donde los populistas lograron el voto por el Brexit. Las próximas elecciones en Francia y Alemania están yendo en la misma dirección. Al parecer, los votantes están hartos de las elites tradicionales y de la política dominante y prefieren ir con movimientos que creen que escucharán sus preocupaciones. «Hay una tendencia populista que no hemos visto en décadas», dijo Eric I. Cantor, Vicepresidente y Director Gerente de Moelis & Company, USA en la charla “¿Política del miedo o rebelión de los olvidados?” (Politics of Fear or Rebellion of the Forgotten?). «Hay una sensación de que el establishment, la clase gobernante, se equivocó.”

Muchos analizaron el tema del populismo, pero quizás la opinión más resaltante vino del presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, quien advirtió que las soluciones populistas por sí solas son insuficientes para hacer frente al reciente recrudecimiento del populismo global y la búsqueda de respuestas más individualistas a los problemas del mundo. «Sin desarrollo económico, el progreso social no es posible y sin progreso social, el desarrollo económico no es sostenible», afirmó Schwab.

«Cada economía de mercado producirá ganadores y perdedores, pero el sistema sólo será sostenible si hay suficiente solidaridad entre los ganadores y los perdedores», advirtió el cofundador del WEF al enfatizar la necesidad de hacer que el capitalismo de mercado sea más inclusivo. «Los problemas que enfrentamos tecnológica, económica, social y políticamente son tan grandes, que las soluciones sostenibles requieren un enfoque sistémico y holístico … Y en particular la colaboración de todos los actores globales, unidos en una misión: mejorar el estado del mundo», concluyó.

El mayor proteccionismo y el discurso populista son justamente los causantes de parte del freno al crecimiento mundial, como afirmó el Centro para la Investigación de Política Económica, el cual estima que sólo durante los primeros ocho meses de 2016, los gobiernos del G-20 implementaron casi 350 medidas que afectaban los intereses extranjeros. «Los saltos en el proteccionismo del G-20 en 2015 y 2016 coinciden ominosamente con el freno en el crecimiento de los volúmenes de crecimiento del comercio global», afirmó el centro europeo (al que los europeos no hacen caso). Ver en Lampadia: Es importante defender el libre comercio (y …).

El libre comercio, la más clara expresión de la globalización económica de las últimas décadas, produjo los grandes avances de la humanidad en términos de reducción de la pobreza y de la desigualdad globales, la mortalidad infantil, el aumento de la esperanza de vida, la emergencia de una clase media global y el crecimiento de la población mundial al doble de lo que fue hace pocas décadas, con mejor calidad de vida, salud e ingresos. Ver en Lampadia: El libre comercio benefició a los países emergentes.

En palabras de Bjorn Lomborg, “Los beneficios del libre comercio, aunque mucho mayores, no son tan obvios. Los consumidores obtienen una variedad mayor de bienes a menor precio: se estima que el estadounidense de clase media típico deriva del comercio internacional un 29% de su poder adquisitivo; es decir, puede comprar un 29% más con cada dólar que si no hubiera comercio internacional. El efecto es aún mayor (62%) para el decil más pobre de los consumidores estadounidenses. (…) La oposición al libre comercio ignora la interconexión del mundo en que vivimos. Según un informe de la ONU publicado en 2013, un 80% del comercio internacional se produce a lo largo de las cadenas de suministro de las empresas transnacionales.” Ver en Lampadia: La globalización es la mayor fuente de bienestar.

Ahora, mientras EEUU y partes de Europa contemplan el proteccionismo, y la globalización y el libre comercio se ven amenazados, ¿puede China sobresalir como un líder en el nuevo orden mundial? China ya es la segunda mayor economía del mundo, contribuyó con el 39% al crecimiento mundial en 2016, según el FMI, y su influencia en la economía mundial está creciendo. La participación del presidente Xi Jinping en la Reunión Anual de Davos 2017 fue la primera vez que un presidente chino ha asistido al evento del WEF y ha sido visto como una señal de su creciente compromiso con los asuntos mundiales (Ver en Lampadia: Davos 2017 en defensa de la globalización y libre mercado). Además, debemos recalcar el que hecho que China está promoviendo la globalización y la capitalización del mercado libre en un momento en el que el nuevo presidente de EEUU ( país líder histórico del capitalismo) se muestra en contra de la competencia, la globalización y el libre comercio.

Los líderes en Davos parecen estar de acuerdo en que la globalización es la mejor manera de generar riqueza y bienestar para la mayoría de los ciudadanos del mundo. Sin embargo, los políticos y líderes actuales parecen no querer escuchar estos argumentos. ¿Qué sucederá?  En palabras del profesor de la Universidad de Nueva York, Nouriel Roubini, “Lo único claro es que nada está claro”. Lampadia

 




Inspiremos a nuestros líderes

Recientemente publicamos en Lampadia una entrevista a Simon Sinek, escritor y motivador inglés, en la que analizó a la generación de los ‘Millennials’. Ahora, queremos compartir con nuestros lectores una de las charla TED más visualizadas, sobre liderazgo titulada ‘How great leaders inspire action’ (Como inspiran la acción los grandes líderes).

Según los asertos más comunes, la generación de Millennials tecnológicos está desilusionada con casi todos los líderes actuales, convirtiéndose en una generación huérfana (La caída de nuestros líderes es una tragedia). De alguna manera la humanidad, especialmente en occidente, desde sus juventudes, estaría perdiendo la esperanza y el respeto por los “viejos de la tribu”, por el establishment, que sienten que les ha fallado e interrumpido sus expectativas de un mundo mejor. ¿Cabe sin embargo preguntarse si, por ejemplo en Wall Street, los Millennials son una fuerza determinante de la gestión?

Por esta razón consideramos importante analizar y compartir la idea del “círculo dorado” de Sinek, un patrón biológico que, según él, explica por qué nos inspiran algunos pensadores, organizaciones y, ante todo, líderes. Y por qué otros no.

¿Por qué algunos oradores inspiran y motivan? Según Simon Sinek, la respuesta es el ´Círculo de Oro’ (The Golden Circle). Este es un concepto muy sencillo que encierra una gran verdad. Se basa en tres círculos concéntricos donde cada uno describe un pilar: ¿Por qué? ¿Cómo? y ¿Qué? Sinek lo explica así: “Cada persona, cada organización del planeta sabe lo que hace en un 100%. Algunas saben cómo lo hacen: llámese propuesta de valor agregado, proceso patrimonial, o PUV (Propuesta Única de Venta). Pero muy, muy poca gente u organizaciones saben por qué hacen lo que hacen. Y cuando digo «por qué» no me refiero a «ganar dinero». Eso es un resultado. Siempre lo es. Con «por qué» quiero decir: ¿cuál es el propósito? ¿Cuál es la causa? ¿Cuál es la creencia? ¿Por qué existe la compañía? ¿Cuál es la razón para levantarse cada mañana? ¿Y por qué debería importarle a alguien?”

charla de Simon Sinek

Fuente: VisualTED

La clave del liderazgo se encuentra en cómo se produce la comunicación: desde afuera hacia adentro, o desde dentro hacia afuera. Los líderes inspirados y las organizaciones inspiradas sin importar su tamaño, sin importar su rubro, todos piensan, actúan y se comunican desde adentro hacia afuera. Y es que, según Sinek, “cuando nos comunicamos de adentro hacia afuera, estamos hablando directamente con la parte del cerebro que controla el comportamiento y entonces le permitimos a la gente racionalizarlo con las cosas tangibles que decimos y hacemos.”

Y, lamentablemente, en la coyuntura actual no tenemos muchos líderes que hablen de adentro hacia afuera, que estén comprometidos al 100%. Es como comprar un producto de una marca u otra. Como dicen Sinek, “Las personas no compramos lo que hace una marca, sino compramos el por qué hacen lo que hacen”. Esta es la gran diferencia. Por esa razón, cuando se contrata a alguien en una empresa o se elige a un líder, se debe hacer porque esa persona cree en lo que hace y no porque necesita un trabajo. La diferencia es que las primeras trabajarán convencidos, porque lo creen; y las segundas sólo lo harán por el dinero.

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Actualmente, hay personajes políticos que dejan mucho que desear. Como hemos manifestado hace poco más de un año en Lampadia, Donald Trump debería ser declarado como ‘persona no grata a la humanidad’. Sus posiciones extremistas contra los más débiles en su propia sociedad y su desdén por muchos otros pueblos del mundo, lo deberían haber descalificado para encarnar la postulación republicana. Lamentablemente, muchos no lo tomaron en serio al principio y, cuando pretendieron impedir su nombramiento fue muy tarde. Ver en Lampadia: En un momento difícil el mundo opta por los peores líderes.

Y es que hoy existe un gran vacío de liderazgo político a nivel mundial. Según Fortune, “el sistema político en EEUU está roto y vemos pocas razones para pensar que los contendientes actuales puedan solucionarlo.” Este es un indicio más de que hay un problema importante: un extraordinario nivel de disfunción política en el mundo y una aparente incapacidad de cualquiera de nuestros líderes actuales para salir adelante.

Los líderes que actualmente hacen nuestras leyes, escriben nuestros presupuestos y establecen nuestras agendas no son vistos como eficaces. Las personas que nos conducen a través de desastres naturales o crisis locales no están destacando por su liderazgo. Pero actualmente hay una falta grave y alarmante de liderazgo en los cargos de elección popular. Es por este motivo que compartimos las enseñanzas de Sinek, con el genuino interés que los futuros líderes aprendan a comunicarse de adentro hacia afuera, inspirando y motivando a las generaciones futuras. Lampadia




EEUU se encierra y China se postula al libre comercio

Hasta hace pocos meses, cuando se hablaba de la relación del Asia con occidente, o de China con EEUU, ésta se refería al crecimiento de China y su eventual primer lugar en la economía global. A esos pensamientos y análisis, hay que sumarle hoy día la evolución política, que lleva a EEUU a alejarse del libre comercia, y a China, a pretender liderarlo.

Este proceso ya no se puede entender desde el punto de vista de la retórica occidental. Si el liderazgo económico y político se mueve al Asia, debemos escuchar a los líderes intelectuales del Este.

¿Quién mejor para ilustrarnos sobre esta (nueva) realidad que nuestro conocido intelectual de Singapur, Kishore Mahbubani?

Recordemos que Mahbubani estuvo en Lima el 2009, ver su presentación en Lampadia. El escribió en «The New Asian Hemisphere» (El Nuevo Hemisferio Asiático) y en The Great Convergence (La Gran Convergencia), su tratado sobre la necesidad de que la geopolítica global vaya tendiendo hacia la convergencia entre occidente y oriente. Lamentablemente, lo que está sucediendo es todo lo contrario. Líneas abajo compartimos el artículo que Mahbubani preparó para la actual edición del World Economic  Forum.

Fuente: www.world-governance.org

Mahbubani, propone actualizar las instituciones mundiales —Naciones Unidas, las instituciones de Bretton Woods, la OMC— adaptándolas a la ascensión del resto e, igualmente, actualizar el pensamiento de Occidente, “En lugar de tratar constantemente de retener el control del mundo, Occidente debe aprender a compartir el poder. A los asiáticos se les debe permitir dirigir el FMI y el Banco Mundial. Igualmente importante, los expertos occidentales deben abandonar su condescendencia tradicional al hablar del resto. Las entidades asiáticas emergentes, como China, la India y la ASEAN, deben ser tratadas con más respeto. La India debería ocupar inmediatamente un lugar en el Consejo de Seguridad de la ONU, con el Reino Unido y Francia a un lado.”

“Todo esto suena inconcebible para muchas mentes occidentales. Pero hasta hace poco, era también inconcebible que el resto pudiera ser más optimista que Occidente. Occidente debe ahora hacer lo inconcebible para prepararse para el inevitable mundo inconcebible.”

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Fuente: www.theamericanconservative.com

Lo que defiende Mahbubani no es crear nuevas instituciones que consagren el traslado mundial de poder, sino remediar el “déficit democrático” del sistema antiguo. Mientras que el populismo aumenta en Occidente, (dando como resultado situaciones como Trump y el Brexit), no ha surgido en las regiones más pobladas de Asia y África. Y, como resalta Mahbubani, “Occidente sólo representa el 12% de la población mundial. El 88% restante vive fuera de Occidente. Y sus condiciones de vida (con excepción de algunos países árabes y Corea del Norte) nunca han sido mejores.”

De esta manera, Mahbubani propone una convergencia y una mayor democracia global, al igual que Niall Ferguson en ‘Civilización: Occidente y el resto’ donde propone la idea de que el formidable progreso económico de China irá abriendo el camino a la democracia política. Mahbubani aboga por un proceso de convergencia. Ver sus ideas al respecto en Lampadia: WEF: ¿Se detendrá la gobernanza global en un mundo multipolar? y Mahbubani: “No nos equivoquemos con China”

Lo que se necesita es un verdadero compromiso global. Esto implica que ningún país establezca la agenda mundial y que la gobernabilidad se vuelva más difusa. Esto crea un “orden” mundial multipolar, donde el control de los recursos se concentra en diferentes centros de poder, cuyo peso económico se ve reforzado por los acuerdos comerciales intra-regionales.

¿Cómo, entonces, se podría asegurar la gobernabilidad global en un mundo multipolar?  «A medida que el mundo se vuelve cada vez más pequeño, necesitamos una mejor gobernanza mundial», afirma Kishore Mahbubani.

En Lampadia seguimos a Mahbubani desde hace varios años. Nuestro país no tiene una vocación internacionalista y estamos bastante lejos de seguir los acontecimientos globales, pero los movimientos tectónicos que pasan por nuestros ojos, deben llevarnos a desarrollar una mejor visión de los hechos y a estar preparados para participar en el diseño de las políticas globales, como pronto, seguramente, va a ser necesario. Lampadia

Sí, este es el siglo del Asia.

Pero todavía hay motivos para el optimismo de occidente

An illuminated cube bearing the Chinese flag is seen in the entrance foyer of the London Stock Exchange in London

La ascensión de Asia. Eso no significa que Occidente tenga que ser pesimista
Fuente: REUTERS / Peter Nicholls

Kishore Mahbubani, 
Decano de la Escuela Lee Kuan Yew de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Singapur
Foro Económico Mundial
13 de enero de 2017
Traducido y glosado por
Lampadia

 

La gran cuestión de nuestro tiempo es simple: ¿debemos, todos los 7 mil millones de nosotros, sentirnos optimistas o pesimistas sobre el futuro de la humanidad?

La respuesta del mundo está dividida. Muchas sociedades occidentales se están ahogando en el pesimismo. Por el contrario, el resto nunca ha sido más optimista. Esto representa una inversión del patrón de los siglos anteriores, donde Occidente siempre fue más optimista. ¿Qué ocurrió? ¿Y qué nos dicen los hechos?

Los hechos son claros. La condición humana nunca ha estado mejor. La pobreza mundial está disminuyendo constantemente. En 2015, superamos ampliamente el Objetivo de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas de reducir a la mitad la pobreza mundial. Según la NIC, la pobreza extrema podría reducirse a la mitad para el año 2030.

Las clases medias globales están explotando: de 1,800 millones en 2010 a 3,200 millones en 2020 y 4,900 millones en 2030. La tasa de mortalidad infantil mundial ha disminuido de un estimado de 60 muertes por mil nacimientos en 1990 a 32 en 2015. Esto se traduce en más de 4 millones de muertes infantiles menos por año. Si fuéramos racionales y objetivos, estaríamos celebrando la condición humana actual.

La auto-contemplación de Occidente

¿Por qué no celebramos? Una respuesta simple es que los intelectuales occidentales que dominan el discurso intelectual global sólo son conscientes de los desafíos a corto plazo de sus sociedades, no de las promesas globales a largo plazo. Francis Fukuyama ilustra esto bien. En un ensayo escrito después de la elección de Donald Trump, dice: «La derrota electoral de Hillary Clinton ante Donald Trump marca un hito, no sólo para la política estadounidense, sino para todo el orden mundial. Parece que estamos entrando en una nueva era de nacionalismo populista, en la que el orden liberal dominante que se ha construido desde la década de 1950 ha sido atacado por las mayorías democráticas enojadas y energizadas. El riesgo de caer en un mundo de nacionalismos competitivos e igualmente enojados es enorme, y si esto sucede, marcaría una coyuntura tan trascendental como la caída del Muro de Berlín en 1989. «[Nota: énfasis añadido.]

Por favor, estudiemos cuidadosamente sus palabras. El está confundiendo la condición de Occidente con la condición del mundo. Es cierto que el populismo ha aumentado en Occidente. Eso explica a Trump y el Brexit (y posiblemente Le Pen). Pero no ha surgido en las regiones más pobladas de Asia y África.

Más importante aún, Occidente sólo representa el 12% de la población mundial. 88% vive fuera de Occidente. Y sus condiciones de vida (con excepción de algunos países árabes y Corea del Norte) nunca han sido mejores.

Tomemos tres de los países más poblados de Asia: China, India e Indonesia. Las vidas de casi 3 mil millones de personas en estos países nunca han sido mejores. Y van a mejorar mucho en las próximas décadas, como muestra el gráfico.

La década de 2010 a 2020 es probablemente la mejor década que Asia haya experimentado. La población de clase media asiática va a pasar de 500 millones en 2010 a 1,750 millones en 2020. En resumen, Asia va a añadir 1.5 veces la población total de Occidente a la población de clase media mundial en una década.

¿Por qué está pasando esto? Una respuesta simple es el triunfo de la razón. La difusión de la ciencia y la tecnología occidentales lo demuestra más claramente. En el nivel más básico, los seres humanos en todo el mundo pueden ver los beneficios de la medicina occidental moderna. Como resultado, la razón está reemplazando a la superstición. En todas las esferas de la vida humana, desde las políticas económicas hasta la gestión ambiental, desde la educación hasta la planificación urbana, las prácticas óptimas occidentales están siendo adoptadas casi universalmente por todas las sociedades.

Entonces, ¿por qué todo el pesimismo?

Si el mundo está mejorando, ¿por qué el Oeste se vuelve más pesimista? La respuesta simple es que Occidente ha seguido una estrategia profundamente defectuosa desde el colapso de la Unión Soviética en 1991. Al igual que los defensores británicos de Singapur en la Segunda Guerra Mundial, apuntaron sus armas al mar en el Sur cuando los japoneses vinieron por tierra desde el Norte.

Para dejar este punto aún más claro, Occidente pensó que había ganado una colosal y épica lucha con su dramática victoria en la Guerra Fría. Como resultado, no se dio cuenta de que, al mismo tiempo, una lucha aún mayor había comenzado con el «retorno» de Asia. China decidió volver a unirse a la economía mundial en los años ochenta. La India lo hizo en los años noventa. El regreso de 3 mil millones de asiáticos, obviamente, iba a sacudir la economía global. Occidente no se dio cuenta.

No se dio cuenta porque las mentes occidentales estaban intoxicadas con un opiáceo insalubre de triunfalismo. El famoso ensayo de Francis Fukuyama «El Fin de la Historia» capturó este error. Como resultado, Occidente desarrolló una estrategia intervencionista defectuosa hacia el resto. Muchas de las intervenciones llevaron al desastre. Michael Mandelbaum señala que «el historial de la administración Clinton no fue alentador: prometió el orden en Somalia y lo dejó en caos. Fue a Haití para restaurar la democracia y la dejó en anarquía. Bombardeó Bosnia por el bien de la unidad nacional, pero presidió una partición de facto”.

Y el 11 de septiembre empeoró las cosas. Sedujo a los asesores neoconservadores de George W. Bush para invadir Irak, después de invadir Afganistán. Una década más tarde, los europeos vieron a dos tercios de sus refugiados proceder de tres países: Irak, Afganistán y Siria.

Pero ese no era el verdadero desastre. Mientras que los pensadores estratégicos occidentales estaban distraídos, no vieron que el acontecimiento más importante en 2001 no fue 9/11. Fue la entrada de China en la Organización Mundial del Comercio. La entrada de casi mil millones de trabajadores al sistema comercial mundial obviamente daría como resultado una masiva «destrucción creativa» y la pérdida de muchos puestos de trabajo.

Trump y Brexit son, por lo tanto, los resultados naturales y lógicos de una estrategia occidental defectuosa de no tratar con los desafíos económicos reales a Occidente. Mientras Occidente estaba distraído, China emergió. Según las estadísticas del FMI, en 1980, en términos de PPP, la participación de EEUU en el PBI mundial era del 25%, mientras que la de China era del 2.2%. En 2016, la participación de Estados Unidos se ha reducido a 15.5%, mientras que la de China ha aumentado a 17.9%.

El declive relativo de Occidente

Por lo tanto, hay razones estratégicas sólidas para el pesimismo occidental: de 1820 a aproximadamente 1980, el poder económico occidental creció de manera constante o mantuvo una enorme posición dominante a nivel mundial. En las últimas tres décadas, el PBI combinado de América del Norte y Europa Occidental se redujo de 51.5% en 1990 a 33.45% en 2014.

Un cambio estratégico aún más destructivo sucedió al mismo tiempo. Mientras que los trabajadores en Occidente sufrieron pérdidas de empleo y el deterioro de los ingresos, la élite occidental se convirtió en súper ricos de la globalización acelerada y el regreso de Asia.

RW Johnson describe bien cómo sufrieron los trabajadores estadounidenses: «Entre 1948 y 1973, la productividad aumentó un 96.7% y los salarios reales un 91.3%, casi exactamente al mismo paso. Eran los días de abundantes empleos en el acero y la industria automotriz cuando los trabajadores podían permitirse enviar a sus hijos a la universidad y verlos ascender a la clase media. Pero de 1973 a 2015 -la era de la globalización, cuando muchos de esos puestos de trabajo desaparecieron en el extranjero- la productividad aumentó un 73.4%, mientras que los salarios aumentaron sólo un 11.1%. Desde 2000, los salarios pagados a los graduados universitarios han caído. «

Una razón para ser optimista

Las preguntas existenciales que Occidente enfrenta hoy en día son bastante simples. ¿Está todo perdido? ¿Disminuirán constantemente el poder y la influencia occidental? ¿O hay esperanza para Occidente? ¿Puede beneficiarse también del resurgimiento del resto?

La respuesta simple es que Occidente puede beneficiarse de la oleada del resto. 12% de la población mundial puede ser arrastrada por el restante 88%. Para lograr esto, los líderes occidentales y expertos necesitan hacer muchos ajustes psicológicos significativos.

En lugar de tratar constantemente de retener el control del mundo, Occidente debe aprender a compartir el poder. A los asiáticos se les debe permitir dirigir el FMI y el Banco Mundial. Igualmente importante, los expertos occidentales deben abandonar su condescendencia tradicional al hablar del resto. Las entidades asiáticas emergentes, como China, la India y la ASEAN, deben ser tratadas con más respeto. La India debería ocupar inmediatamente un lugar en el Consejo de Seguridad de la ONU, con el Reino Unido y Francia a un lado.

Todo esto suena inconcebible para muchas mentes occidentales. Pero hasta hace poco, era también inconcebible que el resto pudiera ser más optimista que Occidente. Occidente debe ahora hacer lo inconcebible para prepararse para el inevitable mundo inconcebible. Lampadia

 




¿Cuál es el futuro del comercio mundial?

El 2016 se caracterizó por algunas derrotas del libre comercio y una mayor tendencia anti globalización. Este año será clave para el orden económico mundial ya que el impulso hacia una mayor integración económica se ha estancado y en algunos aspectos se ha revertido. Esto es importante porque, como afirma Christine Lagarde, “el péndulo de las políticas públicas podría inclinarse en contra de la apertura económica, y si no se adoptan medidas de política contundentes, el mundo podría registrar tasas de crecimiento decepcionantes por mucho tiempo”.

Y es que el comercio mundial lleva varios años a la baja y continúa cayendo. Esto se debe, parcialmente al proteccionismo y a la ola anti-globalización que ha venido surgiendo en el mundo, como se nota claramente en los fenómenos políticos como el Brexit y los discursos aislacionistas del presidente electo de EEUU, Donald Trump. Tanto el FMI como el G-20 temen guerras comerciales, con medidas proteccionistas que reduzcan aún más los volúmenes de comercio.

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Fuente:  www.youtube.com

El libre comercio, la más clara expresión de la globalización económica de las últimas décadas, produjo los grandes avances de la humanidad en términos de reducción de la pobreza y de la desigualdad global, la mortalidad infantil, el aumento de la esperanza de vida, la emergencia de una clase media global y el crecimiento de la población mundial al doble de lo que fue hace pocas décadas, con mejor calidad de vida, salud e ingresos.

Hoy solo falta que menos de mil millones de personas salgan de la pobreza, lo que se estima pueda suceder para el 2030. Sin embargo, si se llega a producir un retroceso de la apertura comercial por parte de los países más ricos, sus efectos en los países emergentes serían dramáticos. Esta situación es casi el peor evento económico posible que se puede imaginar y golpearía muy duramente a los países y poblaciones más pobres del mundo. Como afirmó Martin Wolf (Ver: ¿El fin de la globalización?), “Si se llega a producir un retroceso de la apertura comercial por parte de los países más ricos, sus efectos en los países emergentes serían dramáticos. Esta situación es casi el peor evento económico posible que se puede imaginar y golpearía muy duramente a los países y poblaciones más pobres del mundo.”

Líneas abajo compartimos un artículo del Foro Económico Mundial con colaboración de Vox EU que presenta un ejercicio empírico que proporciona resultados informativos sobre los factores que impulsan el comercio mundial. En particular, destacan la importancia de incluir el desarrollo endógeno de las estructuras de la cadena de suministro global. Entre sus conclusiones principales se afirma que “los recientes resultados del referéndum del Brexit y las elecciones presidenciales en Estados Unidos sugieren que no es probable que en un futuro próximo se produzcan vínculos de producción más estrechos entre fronteras. Además, se espera que las proporciones globales importación/PBI sigan siendo bajas a medida que la demanda final china siga adurando.”

Debemos prepararnos para defender el libre comercio y la globalización para proteger el crecimiento económico y la superación de la pobreza de los países emergentes y del crecimiento mundial. Lampadia

El futuro del comercio mundial: ¿hacia dónde nos dirigimos y debemos preocuparnos?

World Economic Forum
En colaboración con VoxEU
Gaaitzen de Vries, Bart Los, Robert Stehrer y Marcel Timmer
28 de noviembre de 2016
Traducido y glosado por
Lampadia

La desaceleración del comercio internacional desde 2011 ha sido ampliamente discutida. El consenso general es que la relación entre el comercio y el crecimiento del PBI está experimentando un cambio fundamental.1 Sin embargo, las razones de esto todavía se discuten. Algunos señalan que el gasto en bienes duraderos disminuyó en relación con los servicios; su diferencia en la intensidad del comercio demostró ser una explicación importante del Gran Colapso del Comercio en 2008. Si es cierto, una futura recuperación de la demanda agregada impulsaría nuevamente el comercio mundial. Otros argumentan que la fragmentación de la producción internacional y el comercio asociado a insumos intermedios se han agotado últimamente. Esto podría deberse a una mayor protección, aumentos en las capacidades de producción local o reajuste después de la superación inicial. Esto sugeriría una «nueva normalidad» de estancamiento de la intensidad comercial del PBI mundial.

Un enfoque integrado: La intensidad global de importación de la producción

Hasta ahora, la evidencia para cualquiera de estas hipótesis ha sido dispersa y, a veces, difícil de reconciliar. Las explicaciones del lado de la demanda se basan en los análisis de las estadísticas de gastos a nivel nacional, ignorando básicamente los cambios en las estructuras internacionales de producción. Por otro lado, las explicaciones del lado de la producción están respaldadas por las tendencias encontradas en los datos del comercio internacional, ignorando los cambios en las estructuras de la demanda.2 Esta separación impide la cuantificación de las fortalezas relativas de ambos factores al explicar la desaceleración. En un trabajo reciente, presentamos un nuevo marco de modelado que permite un enfoque integrado.

Nos basamos en un modelo impulsado por la demanda de la ‘tradición Leontief’, que proporciona un mapeo directo de la demanda final exógena a los flujos de importaciones, ampliando el enfoque de Bems et al. (2011). Medimos todas las importaciones necesarias en cualquier etapa de la producción. Éstas incluyen las importaciones del país en el que se realiza la última etapa de producción, así como las importaciones de otros países que participan en etapas anteriores de producción. La relación de todas las importaciones necesarias sobre el valor del producto final se denomina «intensidad global de importación» (GII, por sus siglas en inglés) de la producción. Esta es una novedosa medida de la fragmentación de la producción internacional, ya que está positivamente relacionada con el número de etapas en la producción, así como la probabilidad de que cualquier vínculo entre dos etapas involucre el comercio transfronterizo.

Tendencias de la fragmentación de la producción internacional

Actualizamos la base de datos mundial de insumo-producto para proporcionar una explicación de los cambios en el comercio mundial durante el período 2000-2014. Encontramos que el proceso de fragmentación de la producción internacional se ha estancado desde 2011. Esto se muestra en la Figura 1. Tenemos datos de panel sobre los GII de la producción de 836 bienes finales y lugeo se hace una regresión en un conjunto de variables ficticias. La figura muestra los coeficientes estimados para las variables ‘dummy’ del año y los intervalos de confianza del 95%. Se ha omitido el modelo para el año 2000, por lo que todas las estimaciones puntuales deben considerarse como relativas al 2000. La cifra refleja claramente el aumento generalizado de las GII. Los ‘dummy’ del año fueron significativamente diferentes de cero a partir de 2004. El aumento continuó hasta el inicio de la crisis en 2008. La crisis provocó una importante caída, pero esto parecía ser un efecto a corto plazo a medida que los GII se recuperaban. Desde 2011 se observa una disminución constante, con niveles recientes no significativamente diferentes del nivel de 2008.

Figura 1. Tendencia de la fragmentación internacional de la producción de bienes

Reflexionando sobre los cambios en la intensidad global de las importaciones

A continuación, empleamos una nueva técnica de descomposición para explicar el cambio en la intensidad de las importaciones del PBI mundial. En pocas palabras, esta intensidad puede aumentar cuando los procesos de producción se fragmentan más (es decir, cuando aumentan los GII), o cuando la demanda final se desplaza hacia productos con mayores GII. El primero puede considerarse como un efecto intra (dentro de las cadenas de producción) y el segundo como un efecto de cambio (a través de la producción de las cadenas de producción). Al mantener fija la demanda global final de cada producto, encontramos la contribución de los cambios en los GII de la producción. A la inversa, derivamos la contribución de los cambios en la estructura del producto de la demanda final global al mantener los GII constantes. La descomposición de los cambios (anuales) de las importaciones en el PBI mundial se muestra en la Figura 2. Aproximadamente la mitad del aumento durante 2000-2008 (0.033 puntos al año) se debió a la fragmentación de la producción internacional. Los cambios de demanda representaron la otra mitad. Después del gran colapso comercial en 2008, el comercio se recuperó en los dos años siguientes. Pero la fragmentación aumentó sólo marginalmente durante todo el período de 2008 a 2011. Y el efecto de cambio de demanda incluso se volvió negativo. Desde 2011, los GII de muchos productos cayeron realmente (como se muestra arriba) de tal manera que el efecto de fragmentación también se volvió negativo. Durante el período 2011-2014, ambos efectos redujeron la intensidad de las importaciones del PBI mundial, en promedio cada una de ellas por 0.005 puntos logarítmicos por año.

Figura 2. Contabilidad de los cambios en la intensidad global de las importaciones

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El efecto China

En un paso final, analizamos el impacto de los cambios de la demanda final de cada país. Tal vez sorprendentemente, encontramos que la creciente demanda china no tuvo un impacto importante en la intensidad del comercio global. Esto se debe a que el GII de la demanda china estuvo apenas por encima del promedio mundial en los años 2000 (véase la Figura 3). Además, ha estado en descenso desde entonces, a medida que la demanda se desplazó hacia los servicios. Además, la demanda se desplazó hacia productos finalizados en el país, que contienen una parte cada vez mayor del valor agregado interno3. Con un movimiento hacia una mayor autosuficiencia, la intensidad de las importaciones de la demanda final china cayó por debajo del promedio mundial. Para 2014 el nivel era comparable a los niveles en Japón y los EE.UU. Cuando el crecimiento chino se mantenga por encima del promedio mundial, continuará atenuando la intensidad de las importaciones del PBI mundial.

Gráfico 3. Intensidad global de las importaciones de la demanda final por país

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Observaciones finales

No pretendemos que este ejercicio proporcione un análisis causal de los factores que impulsan el comercio mundial. Más bien consideramos que es una organización útil de los hechos empíricos que se explicarán en trabajos posteriores. Los resultados pueden ser informativos para la parametrización de la parte comercial en modelos macroeconómicos. En particular, destacan la importancia de incluir el desarrollo endógeno de las estructuras de la cadena de suministro global en dichos modelos. En cuanto al futuro del comercio global, vemos dos fuerzas a contrarrestar sobre la base de este estudio. El proceso de fragmentación de la producción internacional podría reactivarse. Baldwin y Los et al sostienen que aún queda mucho por hacer. Sin embargo, los recientes resultados del referéndum del Brexit y las elecciones presidenciales en Estados Unidos sugieren que no es probable que en un futuro próximo se produzcan vínculos de producción más estrechos entre fronteras. Además, se espera que las proporciones globales importación/PBI sigan siendo bajas a medida que la demanda final china siga madurando. Desde esta perspectiva, la actual desaceleración del comercio mundial es natural y no debería ser una preocupación importante.

Notas finales:
[1] Se proporciona una lista en una reciente columna de Vox por Al-Haschimi et al. (2016).
[2] Las contribuciones en el libro de Vox, editado por Hoekman (2015), y un estudio reciente del FMI (2016) proporcionan una muestra de métodos y fuentes de datos utilizados.
[3] Ver Kee y Tang (2016) para pruebas a nivel de empresa.

 




Parece que EEUU se gobernará a ‘Trumpeadas’

Después de la Segunda Guerra Mundial, EEUU se convirtió en el paladín de la democracia que trató de exportar, por las buenas y también por las malas. Después de los años 60, los derechos civiles le dieron a la política interna un nuevo tono. Más adelante, fueron los derechos humanos los que ocuparon un importante espacio en la política estadounidense. En el plano económico, EEUU ha sido el campeón del libre comercio y la globalización. El estilo ha sido cada vez más diplomático y basado en negociaciones en foros internacionales o directas, pero basadas en lineamientos de política global.

Pronto, todo ello será parte del pasado. EEUU está a punto de entrar a formas de gobierno contrarias a las que las actuales generaciones han conocido. La política tomará un tono agreste, con un populismo bastante extremo y tendrá una expresión de voluntarismo digna de otros tiempos y lugares. Y, por lo que ya se puede ver, aún a días de la toma del mando, con características autoritarias y hasta caprichosas, que simplemente, se impondrán a ‘Trumpeadas’.

Un giro fatal de los acontecimientos, cuando justamente Rusia está gobernada por una suerte de zar, que ya tomó por la fuerza territorios ajenos, controla el 70% del PBI de Rusia y juega a la geopolítica usando inclusive la empolvada baraja nuclear.

Otra infeliz coincidencia, es la de la evolución de la política en China, donde desde la muerte de Deng Xiaoping, que tuvo que revertir 25 años de comunismo, no se había vuelto a ver la construcción de un culto a la personalidad, como lo está haciendo Xi Jinping, incluso especulándose la posibilidad de que se alteren los mecanismos de sucesión.   

El discurso anti libre comercio y anti globalización viene expandiéndose en el mundo, sobre todo en los países ricos, sumándose a la inestabilidad e incertidumbre política, generada por el aumento de la desigualdad en las economías avanzadas, la migración y el impacto del Brexit. La perspectiva de que el presidente Donald Trump abandone el globalismo es real. La elección de Trump consolida la tendencia anti-comercio internacional y anti-globalización, que  pueden ser fatales para el crecimiento en el mundo.

www.news1971.com

Fuente:  www.news1971.com

Lo que distingue a Trump de sus predecesores es su falta de convicción en las normas y tradiciones, y su temperamento autoritario y errático. Se esperaba que el período de transición entre las elecciones y la toma de mando permitieran un paulatino ‘appeasement’ (apaciguamiento), pero no ha sido así. Ahora nos encontramos ante la perspectiva de que Trump, como presidente, sea aún peor que como candidato.

Nadie puede estar seguro de qué hará Trump cuando asuma el cargo. Pero ya podemos hacer algunas suposiciones.

  • Podemos asumir con seguridad que Trump se mantendrá firme en su promesa de «Make America Great Again». Durante su campaña, enmarcó la idea que EEUU abandone su papel de liderazgo mundial. Un EEUU que avanza hacia el nacionalismo aislacionista seguirá siendo el país más poderoso del mundo por un amplio margen, pero ya no garantizará la seguridad de los países occidentales ni defenderá un orden internacional basado en el libre comercio, la globalización y la democracia.
  • Trump ya descarriló el TPP y el TTIP (la Asociación Transpacífica de 12 países y la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión con la Unión Europea, respectivamente).
  • Seguramente pretenderá renegociar el Acuerdo Norteamericano de Libre Comercio (NAFTA) con Canadá y México.
  • Peor aún, usará la amenaza de aranceles punitivos para manipular las decisiones empresariales de las industrias estadounidenses, como ya lo ha hecho los últimos días con Ford y GM.
  • Es probable que haga lo mismo con las importaciones de China, sin reparar que el nivel de integración global determina que muchas de ellas contienen producción estadounidense de hasta 45%. Este frente de su gobierno puede provocar una absurda guerra comercial.
  • Con Rusia, muestra una cercanía inconducente en relación a la política externa de EEUU. Sin embargo, tuvo que reconocer la posibilidad de que Rusia hackeara una serie de objetivos durante las elecciones de noviembre, pero aseveró que los ataques cibernéticos no tuvieron ningún efecto en el resultado de la elección.
  • Muchos de los nombramientos de puestos clave parecen llenos de personajes más confrontacionales y extremistas que conciliadores. Nombró como jefe de gabinete de la Casa Blanca a  Reince Priebus.  A Stephen Bannon (director ejecutivo de la web de noticias de extrema derecha Breitbart News), como director de estrategia y asesor principal (alguien acusado de racismo, antisemitismo y sexismo). También ha elegido a Steven Mnuchin, un exbanquero de Goldman Sachs que se habría beneficiado de la crisis inmobiliaria, como su secretario del Tesoro. Por otro lado, el crítico contra las vacunas, Robert Kennedy Jr., ha aceptado una posición dentro de la administración de Donald Trump, como presidente de un panel sobre la seguridad de las vacunas y la integridad científica.
  • Se prepara para desafiar las leyes anti-nepotismo al confirmar a su yerno Jared Kushner, esposo de su hija Ivanka, como asesor presidencial. Según Associated Press, Kushner tendrá que discutir una ley que no se aplica a sí mismo.
  • En un claro ejemplo de autoritarismo y de una conducta digna del dictador de un ‘Banana Country’, Trump amenazó a Toyota con aplicarle aranceles fronterizos más altos, si continua su plan de construir una planta en Baja California, México. “Toyota Motor dice que construirá una nueva planta en Baja, México, para fabricar autos modelo Corolla que se venden en Estados Unidos. De ninguna manera, construyan la planta en Estados Unidos o pagarán más aranceles”, escribió Trump en su cuenta personal de Twitter.

Una cosa queda clara: el excéntrico fascistoide, futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, es una de las mayores amenazas a los valores de la civilidad, la tolerancia, la concordia y el orden mundial que representa EEUU, así como al libre comercio y globalización, las fuerzas que hicieron posible el gran avance de la humanidad durante las últimas décadas. Esperamos que una oportuna reacción del ‘establishment’ americano, pueda contener y balancear los impulsos autoritarios de Trump, así como sus pulsiones altaneras y despectivas. Lampadia




Viendo el 2017 desde Oriente

La gran pregunta en los países asiáticos en este momento es qué sucederá tras la victoria de Donald Trump en Estados Unidos. Según Kishore Mahbubani, escritor, decano de la Escuela de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Singapur y ex embajador en las Naciones Unidas, el centro de la atención debería estar en el cambio geopolítico que se viene.

Según Mahbubani, China e India son una fuerza que no puede seguir siendo tratada con desdén o desprecio. Incluso su pequeño país, Singapur, también tiene importantes lecciones que occidente debiera aprender. Mahbubani afirma que Singapur no tendrá las mejores empresas del mundo, pero tiene las mejores políticas públicas.

En Lampadia queremos compartir con nuestros lectores una reciente entrevista de NHK World (uno de los principales canales de Japón), a Mahbubani, que nos muestra una visión  qué es fundamental para entender el mundo de nuestros días.

Como afirmó Martin Wolf en ¿El fin de la globalización?), el impulso hacia una mayor integración económica se ha estancado y en algunos aspectos se ha revertido. La globalización ya no está impulsando el crecimiento mundial. Si se llega a producir un retroceso de la apertura comercial por parte de los países más ricos, sus efectos en los países emergentes serían dramáticos. Esta situación es casi el peor evento económico posible que se puede imaginar y golpearía muy duramente a los países y poblaciones más pobres del mundo.

Así lo hemos explicado en Lampadia en nuestro artículo: The wind beneath our wings, en el que explicamos que los países emergentes como el Perú, necesitan el libre comercio para su desarrollo. Debemos prepararnos para defender el libre comercio y la globalización para proteger el crecimiento económico y la superación de la pobreza de los países emergentes como el Perú.

Ayer compartimos con nuestros lectores la visión occidental del 2017, hoy tenemos la visión oriental. Lampadia

Las perspectivas para 2017 desde Asia

NHK WORLD – Tokio
4 de enero de 2017
Traducido y glosado por
Lampadia

Entrevista de Sho Beppu (NHK) a Kishore Mahbubani

La xenofobia y la frustración con la globalización se están extendiendo en países que son considerados modelos de democracia. ¿A dónde se está dirigiendo el mundo? ¿Está en el camino correcto? Le preguntamos a uno de los pensadores más importantes de Asia, su punto de vista sobre las perspectivas para el año 2017.

«Ha llegado el momento para que los líderes occidentales e intelectuales sean más humildes y acepten que tienen varias lecciones que aprender del resto del mundo», dice el profesor Kishore Mahbubani, decano de la Escuela Lee Kuan Yew de Política Pública en Singapur. «Sólo quieren escucharse a sí mismos, y eso es muy peligroso.»

Tenemos un proverbio en Japón que dice que «no permitamos que lo inaceptable se vuelva la norma.» He encontrado esta frase particularmente relevante el año pasado.

Me pregunto, ¿acaso no nos estamos acostumbrando demasiado en escuchar los comentarios xenófobos de algunos políticos occidentales, tanto así que comenzamos a perder nuestro sentido de indignación?

Algunos dicen que nuestra democracia está en el borde, mientras que otros dicen que es un fenómeno en declive en Occidente, y sólo tendrá un impacto limitado en el resto del mundo.

Beppu: Podríamos caracterizar el año 2016 con 2 grandes conmociones políticas. Una de ellas es Brexit y la otra es la victoria de Trump en la elección presidencial de Estados Unidos. Hay muchas maneras de interpretar estos dos acontecimientos políticos. ¿Qué le impactó más?

Mahbubani: Bueno, creo que tienes toda la razón cuando dices que son «conmosiones» que ocurrieron en 2016. Se han producido cambios fundamentales en el orden mundial. Tres grandes cambios estructurales han tenido lugar al mismo tiempo y han afectado gravemente las condiciones de las personas que viven en Occidente.

Y los 3 grandes cambios estructurales son: Nº 1, el regreso de Asia, lo que ha significado que una gran cantidad de chinos e indios se han unido a la economía global y que ha llevado a la destrucción creativa y a que muchas personas pierdan sus puestos de trabajo. Luego tenemos la globalización, y el tercer cambio es, por supuesto, el rápido avance de las nuevas tecnologías, que ha hecho que el mundo sea más pequeño y más interconectado.

Los políticos occidentales han intentado continuar fingiendo que todo está igual. Y debido a que los líderes occidentales no lograron preparar a su población, entonces la gente se ha hartado de los políticos y dicen que nunca más confiarán en ellos. Nosotros decimos, traduciendo ligeramente, «arrojemos a los bastardos y probemos algo nuevo.» Y así fue como sucedió con Donald Trump.

Beppu: ¿Cree usted que esto representa la decadencia en el propio sistema democrático occidental?

Mahbubani: Bueno en realidad soy optimista con el Occidente, porque el Occidente ha pasado por un montón de retos, ha superado los desafíos y ha resurgido de nuevo. Así que este es otro reto importante. La diferencia hoy es que todavía no han reaccionado ante este desafío. Pero para hacer eso, tienen que cambiar su modo de pensar en primer lugar, y aceptar que el regreso de Asia es real y que ahora tienen que hacer frente a los asiáticos como iguales y no como inferiores. Y ese cambio de mentalidad no ha sucedido todavía.

Beppu: ¿Qué está obstaculizando que logren comprender completamente lo que está sucediendo ahora?

Mahbubani: Bueno, yo creo que el problema es que, sencillamente, si estás acostumbrado a ser número 1 durante tanto tiempo, y todo el mundo te dice que eres el No.1, ¿cómo entonces, psicológicamente, puedes adaptarte y aceptar que tal vez eres el No.2? Eso es muy difícil, sabes.

Una de las razones por las que a veces soy poco popular, especialmente con los intelectuales norteamericanos, es que expongo sus dobles estándares. Son muy rápidos para criticar a otros países cuando piensan que ellos se están cerrando. Pero la paradoja de Estados Unidos es que se trata de una sociedad abierta con una mente cerrada. Y su prensa, por desgracia, no se está abriendo a escuchar otros puntos de vista. Sólo quieren escucharse a sí mismos y eso es muy peligroso.

Beppu: ¿Qué piensas que ellos pueden aprender de la dinámica que estamos viendo ahora en Asia, particularmente la experiencia de Singapur, por ejemplo?

Mahbubani: Bueno, creo cuando Singapur cumplió 50 años en 2015 publiqué un artículo en el Huffington Post que decía algo muy extravagante. Decía que en toda la historia humana, desde hace miles de años, una sociedad nunca ha mejorado el nivel de vida y de integración de su gente con la rapidez que Singapur lo ha hecho. Y el artículo fue viral, conseguido 400,000 vistas, que es increíble, ¿verdad?

Pero si vas donde un líder estadounidense o los líderes europeos y dices: «¿Por qué no aprenden de Singapur?» La idea es casi inconcebible para ellos. Así que creo que ha llegado el momento de que los líderes occidentales e intelectuales sean más humildes y acepten que tienen lecciones que aprender del resto del mundo. Puede que no tengamos las mejores empresas del mundo en Singapur, pero tenemos algunas de las mejores políticas públicas en el mundo.

La experiencia de Singapur

Beppu: ¿Puede decirnos más acerca de la fuerza de las políticas de Singapur para la armonización de las distintas comunidades?

Mahbubani: Definitivamente, como usted sabe, es bastante notable. Yo soy étnicamente sindhi. Mi familia vino de Sindh, que ahora es parte de Pakistán. Y los sindhi son una minoría dentro de la comunidad indígena y la comunidad india es una minoría dentro de Singapur. Así que pertenezco a una minoría dentro de la minoría en Singapur, y sin embargo, me convertí en embajador en las Naciones Unidas en dos ocasiones.

Singapur es realmente una sociedad meritocrática, y mientras que Singapur siga siendo una sociedad meritocrática, va a estar bien. Además, proporcionará oportunidades para las minorías, y un modelo para otras sociedades multiculturales del mundo.

Beppu: ¿Qué hay de las políticas del país hacia los que perdieron en la globalización? Muchas personas se aprovecharon de la globalización – América, por ejemplo – pero no todos. Les pasa a otros países también. Que está haciendo su país para ayudar o ¿cómo lidiar con las personas que se sadrán de la competencia debido a la globalización?

Mahbubani: Bueno, creo que también en este caso vale la pena que las sociedades occidentales estudien lo que se ha hecho en Singapur, porque en Occidente tienen el concepto de ‘bienestar’ (wellfare). Singapur tiene el concepto de ‘prestaciones sociales condicionadas’ (más conocido como workfare), y la diferencia entre workfare y wellfare es que el wellfare te apoya cuando estás desempleado. El workfare trata de mantenerte empleado.                                                                                                                                    

Así, por ejemplo, en lo más alto de la crisis financiera de 2008-2009, el gobierno de Singapur pagó parte de los salarios de la gente en los niveles más bajos. Así incentivó que el empleador mantenga a la persona empleada por un par de años hasta superar la recesión y luego, cuando la economía se elevó nuevamente, el gobierno de Singapur detuvo el workfare y la gente siguió trabajando todo el tiempo.

Beppu: Cuando se trata de Singapur, muy a menudo se oyen críticas de que el sistema carece de la libertad de prensa. ¿Qué opinas de Singapur con respecto a si es que esta noción de libertad de la prensa es tan buena como otros aspectos del sistema de el país?

Mahbubani: Puede parecer como si Singapur está en desventaja, pero la paradoja es que el Reino Unido tiene la prensa más libre y tiene Brexit. Estados Unidos tiene la prensa más libre y elige a Donald Trump. Así que dime, ¿cuál es la virtud de tener libertad de prensa, si al final del día la gente está en una peor situación? Así que creo que en realidad el sistema de Singapur puede funcionar mejor para Singapur y, ya sabes, las diversas restricciones a la libertad de prensa en Singapur son a menudo diseñadas teniendo en cuenta las circunstancias especiales de Singapur.

Por ejemplo, en Francia se puede dibujar caricaturas del profeta Mahoma. En Singapur no se puede porque se deben respetar las sensibilidades religiosas de cada una de las religiones en Singapur. Si vives en una sociedad multicultural, tienes que imponer algunas restricciones sobre lo que las personas pueden o no pueden decir cuando se habla de otras religiones.

Beppu: ¿Crees que la diplomacia de los Estados Unidos bajo la próxima presidencia de Donald Trump haría que Asia florezca independientemente de -si lo ves desde ese ángulo- la intervención de los Estados Unidos? ¿O piensas que si hay un retiro de Estados Unidos de esta parte del mundo habrá más confusión en esta parte del mundo?

Mahbubani: Bueno, para empezar creo que nadie sabe qué va a hacer Trump y Trump  no sabe lo que Trump va a hacer. Pero al mismo tiempo, ha hecho una locura, alejarse del TPP. Y eso es un gran error, porque si Estados Unidos ya no está participando activamente en el juego económico de esta región, China va a dominar. Por lo que China ha ganado cuando Estados Unidos se alejó del TPP. Gran error.

Desafíos de Asia

El año 2017 puede ser un reto para Asia con respecto a que tendrá que hacer frente a sus propios problemas, y uno se refiere a las disputas territoriales en el Mar del Sur de China.

Es una situación lejos de ser ideal para Asia, ya que trata de volver a la etapa de centro del mundo, y luego está la difícil cuestión de las relaciones internacionales en el noreste de Asia.

Mahbubani: Cuando viajé en Europa y América, todo el mundo pensaba que estaba a punto de estallar la guerra en el sur de China. Así que cada vez que doy un discurso en el sudeste de Asia, le digo a mi público americano, te voy a dar una sorpresa… No habrá guerra en el Mar del Sur de China.

Ahora, ¿por qué puedo predecir con confianza que no habrá guerra en el Mar del Sur de China? Porque, mientras que las disputas continuarán, no es de interés de nadie iniciar la guerra en el Mar del Sur de China, por lo que al final del día predigo que se llegará a varios acuerdos bilaterales. Por ejemplo, podría haber una distribución de los recursos. Podrían  haber acuerdos de pesca.

Beppu: ¿Qué hay de las relaciones entre Japón y China? ¿Cuál podría ser la solución entre los dos países para mejorar sus relaciones?

Mahbubani: Por desgracia, en el caso de China y Japón, el rol de la historia es mucho más fuerte, y, francamente, no hay absolutamente ninguna razón para que algo que pasó hace 70 años siga dominando el futuro de las relaciones entre Japón y China. Así que creo que ambos lados deberían encontrar una manera de lidiar con la historia y decir que el pasado pertenece al pasado. No discutamos sobre la historia.

Beppu: Por lo tanto, profesor Mahbubani, para concluir la entrevista, mi pregunta es acerca de sus perspectivas de este nuevo año 2017 en términos del futuro de la propia globalización. ¿Cree que la tendencia de la globalización está en un punto de inflexión o piensa que a pesar de todo lo que está sucediendo, los acontecimientos políticos de 2016, es un proceso inevitable que va a continuar?

Mahbubani: Se está llevando a cabo una fusión de la civilización y si nos fijamos en las estadísticas, el mundo está cada vez mejor y mejor, en parte a través de la globalización. Y sobre la tendencia a largo plazo, soy optimista que la globalización va a continuar. Pero en 2017, en los primeros 6 meses, habrá mucha incertidumbre. Y la incertidumbre se debe a que no sabemos qué hará Donald Trump. Él será el líder del país más poderoso del mundo. Así que espero que después de los 6 meses, el mundo se asiente de nuevo en un ritmo constante de crecimiento y desarrollo más cómodo.

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Lo que es interesante es que muchas personas parecen aliarse a la globalización al largo plazo mientras que consideren que recibirán ganancias, pero empiezan a odiarlo cuando ven que otros la disfrutan más. Lampadia