Las dos caras de la desigualdad en el mundo

Tras el ascenso en la tendencia populista en el mundo, es oportuno examinar los vínculos entre el populismo y el malestar socioeconómico. Donald Trump y muchos otros líderes populistas regularmente hacen una conexión entre una «élite» interesada sólo en enriquecerse a sí mismos y a sus (ricos) partidarios y la marginación de «trabajadores».

El populismo es un término utilizado para describir un movimiento político que busca movilizar a las masas que se sienten alienadas e incluso resienten a las élites que creen que sólo están actuando para sus beneficios personales. El líder populista no tiene necesariamente ninguna ideología. Su objetivo es movilizar y unir a las masas. Y su manera de obtener más seguidores es mediante la manipulación del descontento de los segmentos más afectados. Fenómeno que curiosamente se está dando en los países ricos de Europa y EEUU.

Fuente: incomprendeus blogspot

El populismo se vuelve atractivo para las personas cuando existe la percepción de que las instituciones políticas tradicionales no han logrado cumplir la promesa de mejorar su calidad de vida. Esta percepción se amplifica cuando la mayoría ve que una pequeña clase de élite se está haciendo más rica mientras sus ingresos se estancan o aumentan a tasas muy bajas.

Recientemente, el Financial Times publicó un cuadro (que reproducimos líneas abajo) que muestra el crecimiento del ingreso disponible real de los principales países después de la crisis financiera del 2008-09. Entre 2007 y 2014, en España e Italia, el ingreso real disponible de los segmentos más pobres cayó en mayor medida que los de los más ricos, pero la caída más dramática se dio para las clases medias. Los ingresos de los más pobres también cayeron en Estados Unidos, donde el ingreso del 10 % más rico de la población aumentó. En Francia y Holanda, sin embargo, los hogares con altos ingresos vieron caer sus ingresos más abruptamente que los de los más pobres.

Esto expresa en cifras uno de los elementos han venido generando un amplio descontento en los países más ricos del mundo, donde el 10% más rico se ha hecho más rico, y los más pobres se han empobrecido aún más (como el caso del Reino Unido y EEUU) o donde los ingresos de todos se han reducido considerablemente (como Italia y España).

Sin embargo, la culpa no es de la globalización. Y mucho menos se puede afirmar que esta situación se puede generalizar a todo el mundo. El aumento de la desigualdad es un fenómeno de Europa y EEUU. En el Asia se ha dado todo lo contrario, un crecimiento muy grande de la clase media y una notoria disminución de la desigualdad. Lo mismo ha pasado en el Perú durante los últimos 25 años.

Contrariamente a la prédica de los nuevos líderes del populismo, la desigualdad, producida en buena medida por la pérdida de empleos manufactureros, no se debe a la globalización ni el comercio internacional. Según los últimos análisis, la pérdida de empleos se debe hasta en un 80% a la automatización (robots e inteligencia artificial).

El 2016 ha sido un año de grandes cambios en dirección del populismo.

Absurdamente, todos los días empeoran las críticas a la globalización y el libre comercio y, aún peor, se generalizan realidades muy diferentes entre los países más ricos y los países en desarrollo. Estos argumentos, muy mediáticos, son las nuevas banderas de la ola de populismo que aqueja a las democracias occidentales más desarrolladas.

Como hemos comentado anteriormente en Lampadia, un factor que no se menciona en los rebotes periodísticos es el de la ‘cuarta revolución industrial’, que ya empieza a mostrar sus impactos en la composición del empleo. Europa no llega a resolver la caída del empleo y es probable, que mientras continúe sobre-regulando e inhibiendo la innovación, no pueda corregirla. El tema anti comercio internacional y anti globalización es muy peligroso para países como el Perú. Ver en Lampadia: El sándwich que amenaza a los países emergentes

Felizmente, en las temidas elecciones de ayer en Holanda, fracasó el candidado populista, el extremista Geert Wilders. Líneas abajo reproducimos el despacho de El País de España.

Rutte proclama su victoria: “Hemos derrotado al populismo equivocado”

El partido del primer ministro obtiene una clara victoria frente al del ultraderechista Wilders

El primer ministro, Mark Rutte, celebra su victoria electoral en La Haya. Fuente: infobae

El partido de Mark Rutte, el primer ministro de Holanda, revalidaría su victoria con 31 de los 150 escaños según las encuestas a pie de urna. El partido antieuropeísta de Geert Wilders (PVV) solo obtendría 19 escaños, frente a los más de 25 que le otorgaban la mayoría de encuestas. Los democristianos (CDA) y los liberales de izquierda (D66) podrían superar al partido de Wilders. El partido ecologista (GroenLinks) multiplicaría por cuatro su actual representación y lograría el mejor resultado de su historia. Los socialdemócratas (PvdA), socios minoritarios en la actual coalición de Gobierno, sufren un varapalo histórico y perderían 29 escaños (de 38 a 9). Si se confirman los pronósticos a pie de urna, será necesaria una coalición de al menos cuatro partidos para poder formar Gobierno. La participación ha sido del 82%, la más alta desde 1986, según IPSOS.

Debemos tener una mejor clase dirigente y medios de comunicación para que, con compromiso cívico y pensamiento crítico, nos ayuden a evitar que poblaciones poco informadas caigan en las trampas políticas del populismo que nos acecha.  Lampadia




Mejora la estabilidad de la Unión Europea

El atractivo del Reino Unido para los inversores extranjeros, como era de esperar, ha sufrido una caída tras la decisión de abandonar la UE. Según un nuevo informe por EY Perú (Ernst & Young), titulado Plan B… for Brexit, el atractivo ha disminuido en un 34%. Los inversionistas, sin embargo, son cada vez más optimistas sobre Europa en general, con el 56% de los inversores afirmando que están planeando aumentar su presencia en los próximos tres años. Londres todavía sigue siendo la primera opción para la IED, aunque París está muy cerca.

La escena política global ha sufrido una sacudida mientras que las consecuencias del resultado del referéndum en el Reino Unido empiezan a salir a la luz y Donald Trump crea grandes incertidumbres en EEUU. En el nuevo informe de EY, donde se analiza la última ‘Encuesta Europea de Atractividad’,  la firma de consultoría se centra en el impacto del Brexit sobre el interés de los inversionistas en Europa. El estudio involucró a 254 altos ejecutivos de empresas de inversión de todo el mundo con inversiones en Europa, y se completó a fines del año pasado, antes de que Trump ascendiera como presidente de EEUU.

Fuente: EY Perú (Ernst & Young)​, European attractiveness survey Plan B … for Brexit

El panorama general del interés de los inversionistas en Europa es positivo. 56% de los encuestados dicen que están buscando aumentar su presencia en inversión extranjera directa (IED) en los próximos tres años (el 21% planea hacerlo de manera significativa), el 39% de los encuestados dicen que planean mantenerlo al mismo nivel y el 5% dice que reducirá su presencia actual.

Las razones del sentimiento optimista hacia el continente son múltiples, incluyendo talento, capacidad de innovación y un gran mercado integrado y sistema de producción. El continente también ha logrado impulsar ligeramente su crecimiento, alcanzando el 1.7% para 2016. El informe también señala que muchas empresas, incluso frente a incertidumbres considerables, están optimistas sobre el futuro. Muchas tendencias actuales y futuras, desde los cambios geopolíticos hasta los cambios demográficos, ofrecen oportunidades.

También se pidió a los encuestados que identificaran los tres principales riesgos a los que se enfrentan en relación con su próxima decisión de inversión en Europa. El riesgo más citado fue «alta volatilidad en monedas, commodities y otros mercados de capital», citada por el 37% de los encuestados. La “inestabilidad económica y política en la UE” ocupa el segundo lugar, citada por el 32% de los encuestados, mientras que el 38% menciona el “impacto del Brexit”.

Otros riesgos altamente calificados, como la “desaceleración de los flujos comerciales mundiales” (28%), la “inestabilidad mundial y regional” (20%) y la “competencia de los mercados emergentes” (19%). Entre los riesgos menos citados figuran la “escasa capacidad de innovación” (5%), la “escasez de talentos” (10%) y la “falta de capital” (11%).

Fuente: EY Perú (Ernst & Young)​, European attractiveness survey Plan B … for Brexit

La investigación también considera el cambio en el atractivo percibido para la inversión de IED durante los próximos tres años en el Reino Unido. Los resultados muestran una tendencia negativa. A comienzos de 2016, los informes que esperaban que las condiciones mejoraran ascendieran eran el 36%. En octubre del año pasado, quienes esperaban que el atractivo bajara alcanzó el 34%, mientras que los que esperaban mejorar fue de 29%.

Los inversores europeos fueron particularmente pesimistas sobre las perspectivas de la IED del Reino Unido, con un 43% esperando una disminución y un 23% una mejora.

El estudio también pidió a los encuestados que clasificaran los principales destinos (primera elección) para la inversión extranjera directa en el Reino Unido, la firma señala que los encuestados se han vuelto ligeramente más pesimistas con respecto a la inversión en el Reino Unido durante el período intermedio, de 27% en marzo a 22% en octubre. Alemania ha visto un aumento ligero de 2% (hasta el 40%), mientras que Francia ha visto un aumento de 1%  (llegando a 8%).

Según Andy Baldwin, EY Area Managing Partner de Europa, Oriente Medio, India y África, «El impacto financiero del Brexit no se limita al Reino Unido. La encuesta muestra que el 70% de las empresas europeas encuestadas se han visto afectadas de alguna manera. Las empresas y los inversionistas europeos necesitan certeza y quieren claridad sobre las futuras relaciones comerciales entre el Reino Unido y la Unión Europea. Mientras tanto, es probable que veamos un repunte en las empresas que reconfiguran las cadenas de suministro y los acuerdos de distribución para mitigar la volatilidad de las monedas y las presiones de los costos. La flexibilidad y la agilidad serán clave”.

Esperamos que los recientes giros políticos de Gran Bretaña con el Brexit, de EEUU con la elección de Trump y la posible victoria del anti musulmán y antieuropeo, Geert Wilders, en Holanda, esta semana, marquen el final de esta tendencia antiglobalización. El futuro de la Unión Europea y del mundo tendrá irremediables consecuencias económicas y políticas dependiendo de este desarrollo. Lampadia




Voto Electrónico: De ninguna manera

Además de los países que han prohibido el uso del voto electrónico, ahora Holanda, a puertas de una elección muy importante, acaba de desechar el uso del software para contabilizar la votación.

Holanda a decidido cuidarse de los hackers, internos y externos (explicitamente de Rusia, que habría manipulado las elecciones estadounidenses). Esto demuestra la vulnerabilidad de los sistemas de software más sofisticados.

Fuente: The Indian Express

Hace 3 años, alertamos al país sobre la inconveniencia de usar el voto electrónico. Nuestra recomendación se basó en las limitaciones técnicas de seguridad y en la eventual manipulación política del voto de poblaciones que reciben apoyo social de manos de funcionarios del Estado, en efectivo y en especie. Ver en Lampadia: No al voto electrónicoEl voto electrónico es inaceptable para el PerúNo más voto electrónico y La peligrosa campaña por el voto electrónico.

Increíblemente, la primera declaración del nuevo jefe de la ONPE, Adolfo Carlo Magno Castillo Meza, fue sobre la universialización del voto electrónico para las próximas elecciones.

Desde estas páginas, hacemos un nuevo llamado al país, especialmente a los parlamentarios, para que no permitan que el Perú cometa tremendo error, qe puede, eventualmente, causar una crisis de legitimidad.

Holanda contará sus votos a mano 

Los ministros no quieren repetir la controversia entre Estados Unidos y Rusia en la encuesta de marzo, en la que el partido de extrema derecha de Geeert Wilders tiene altas posibilidades de llegar al poder.

El líder holandés de extrema derecha Geert Wilders con su contraparte francesa Marine Le Pen.
La elección holandesa en marzo da inicio a un año de elecciones clave en Europa
Fuente: Michael Probst / AP

The Guardian
Agence France-Presse
2 de febrero de 2017
Traducido y glosado por Lampadia

Las autoridades holandesas contarán a mano todos los votos emitidos en las elecciones generales del próximo mes, descartando el uso de software informático «vulnerable» para frustrar cualquier intento de hacking cibernético, dijo un alto ministro.

«No puedo descartar que los actores estatales puedan tratar de beneficiarse de influir en las decisiones políticas y la opinión pública en Holanda», dijo el ministro del Interior Ronald Plasterk en una carta al Parlamento el miércoles.

El 15 de marzo, Holanda da inicio a un año de elecciones cruciales en Europa, que serán vigiladas de cerca por el surgimiento de partidos de extrema derecha y populistas en el continente.

Fuente: The Guardian

Los funcionarios holandeses ya están en alerta de cualquier señal de posible hacking informático tras las denuncias de agencias de inteligencia estadounidenses de que Rusia podría haber intervenido en las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos para ayudar a asegurar la victoria de Donald Trump. 

Plasterk dijo al parlamento que los temores sobre «las vulnerabilidades del software» utilizado por el comité electoral del país «habían planteado dudas sobre si las próximas elecciones podían ser manipuladas».

Insistió en una carta a los diputados de que «no debería haber ninguna duda sobre los resultados» de las encuestas parlamentarias, que algunos analistas predicen podría dar lugar a una coalición de cinco partidos.

Por lo tanto, el Ministerio del Interior y el comité electoral decidieron «contabilizar los resultados basándose en un recuento manual».

Plasterk dijo a la emisora ​​RTL que posibles actores externos incluían a Rusia. «Ahora hay indicios de que los rusos podrían estar interesados, para las siguientes elecciones debemos recurrir a los viejos métodos de lapicero y papel», dijo.

Los holandeses anotarán sus votos en papel, que se contabilizarán a mano localmente. Sin embargo, la clasificación regional y nacional de los votos se realiza electrónicamente.

Unos 12.6 millones de votantes holandeses votarán para inaugurar una nueva cámara baja de parlamento de 150 asientos, con unos 31 partidos que se han registrado hasta ahora para presentar candidatos. El comité electoral decidirá el viernes cuántos a partidos se les permitirá participar.

El diputado de extrema derecha anti-islamista, Geert Wilders, y su Partido de la Libertad (PVV, por sus siglas en holandés) llevan meses liderando las encuestas de opinión, dejando en segundo lugar al Partido Liberal (VVD, por sus siglas en holandés) del primer ministro Mark Rutte.

Un total de sondeos pronosticó el miércoles que Wilders surgirá como el partido más grande con 27-31 escaños, con el partido de Rutte reuniendo sólo 23-27 escaños -ambos muy por debajo de la mayoría de 76 asientos necesaria. Tal resultado presagiaría un período de intensas negociaciones para formar el próximo gobierno. Lampadia




Las amenazas de la política francesa

Por muchos años, la política francesa ha ejercido una inspiración desproporcionada en la política y economía peruana. Efectivamente, nuestra formación intelectual, periodística y política ha bebido de las fuentes francesas hasta el embotamiento de la razón, y por décadas perdimos los aportes del liberalismo británico y su expresión estadounidense.

Eso determinó que, después de la salida de Beltrán del gabinete de Manuel Prado, empezáramos a forjar una economía esencialmente cerrada al exterior, que otorgaba al Estado roles que excedían con creces sus capacidades. Orientación política, que pasando por los gobiernos de Belaunde, la dictadura militar y García I, llevaron al Perú a la destrucción de su economía y la quiebra del Estado, que solo empezó a revertirse con la Constitución de 1993.

Por ello, lo que suceda en las próximas elecciones francesas es muy importante para el Perú. Sobre todo, habida cuenta de los recientes giros políticos de Gran Bretaña con el Brexit, de EEUU con la elección de Trump y la posible victoria del anti musulmán y antieuropeo, Geert Wilders, en Holanda, esta semana.

Las elecciones presidenciales de Francia se llevarán a cabo el 23 de abril y, de ser necesario, se celebrará una segunda vuelta el 7 de mayo. La decisión que se tome ese día tiene el poder de afectar irremediablemente el futuro de la Unión Europea y del mundo, que pueden terminar de alejarnos de la globalización y el libre comercio. 

Fuente: yahoo.com

El descontento en Francia ha venido en aumento durante los últimos años. Su administración socialista ha sido percibida como ineficaz en la gestión de la economía, su crecimiento tiene un promedio inferior al 1% durante la mayor parte del gobierno de François Hollande y el desempleo juvenil cerró el año pasado en 26.2%. Además, los ciudadanos reclaman un combate eficaz contra el terrorismo y un freno a la entrada masiva de inmigrantes.

Según un reciente análisis de The Economist (traducido y publicado líneas abajo), “Una victoria para Macron sería una prueba de que el liberalismo todavía atrae a los europeos. Una victoria para Le Pen haría a Francia más pobre, más insular y más desagradable. Si saca a Francia del euro, desencadenaría una crisis financiera y condenará a la UE que, con todos sus defectos, ha promovido la paz y la prosperidad en Europa durante seis décadas. A Vladimir Putin le encantaría eso. Tal vez no sea una coincidencia que el partido de Le Pen haya recibido un fuerte préstamo de un banco ruso y la organización de Macron haya sufrido más de 4,000 ataques de hackers.”

Felizmente, según el último sondeo de Harris Interactive el pasado 9 de marzo, “el candidato socio-liberal Emmanuel Macron supera por primera vez en intención de voto a Marine Le Pen.

Fuente: orange.fr

Macron es un ex banquero del grupo Rothschild francés, que comenzó su trayectoria política apoyando la candidatura de François Hollande en las primarias de 2011. Creó su movimiento «¡En Marcha!», en el cual afirma (durante su primer spot publicitario) que: “Creo en la libertad económica, social, política; en nuestra capacidad de crear nuevas reglas de progreso; y creo en Europa.”

De ganar, Francia quebraría la tendencia populista, anti globalización y anti comercio que está desbalanceando al mundo. Algo que sería especialmente favorable a países como el Perú.Lampadia

La Revolución Francesa que viene

La votación que podría arruinar la Unión Europea
Por qué las elecciones presidenciales francesas tendrán consecuencias que irán mucho más allá de sus fronteras
 
Fuente: twitter.com

The Economist
4 de marzo del 2017
Traducido y glosado por Lampadia

Han pasado muchos años desde que Francia tuvo su última revolución, o incluso un intento serio de reforma. El estancamiento, tanto político como económico, ha sido el sello distintivo de un país donde poco ha cambiado durante décadas, incluso cuando el poder ha girado entre los partidos establecidos de izquierda y derecha.

 
Hasta ahora. La elección presidencial de este año, la más emocionante en mucho tiempo, promete traer turbulencias. Los partidos socialistas y republicanos, que han mantenido el poder desde la fundación de la Quinta República en 1958 [con Charles De Gaulle], podrían ser eliminados en la primera vuelta de la votación presidencial el 23 de abril. Los votantes franceses pueden elegir entre dos candidatos insurgentes: Marine Le Pen, el carismático líder del Frente Nacional, y Emmanuel Macron, el líder de un movimiento liberal, En Marche! (¡En movimiento!), que fundó el año pasado.
 
Las implicaciones de estas insurgencias son difíciles de exagerar. Son el ejemplo más claro de una tendencia global: que la antigua división entre izquierda y derecha está haciéndose menos importante que una nueva, entre abierta y cerrada. El realineamiento resultante tendrá repercusiones más allá de las fronteras de Francia. Podría revitalizar la Unión Europea, o destruirla.
 
Los miserables
La causa inmediata de la revolución es la furia de los votantes ante la inutilidad y la auto repartija de su clase política.
 
Además de ira, los votantes sienten angustia por el estado en que se encuentra Francia. Una encuesta del año pasado encontró que los franceses son los más pesimistas de la Tierra, con un 81% protestando que el mundo está empeorando y sólo el 3% dice que está mejorando. Gran parte de esa desaliento es económico. La economía de Francia ha sido lenta desde hace mucho tiempo; su vasto estado, que absorbe el 57% del PBI, ha socavado la vitalidad del país. Un cuarto de los jóvenes franceses están desempleados. De los que tienen trabajos, pocos pueden encontrar unos permanentes, como los que gozaron sus padres. Frente a los altos impuestos y la excesiva regulación, los emprendedores se han ido al extranjero, a menudo a Londres. Pero el malestar va más allá del estancamiento del nivel de vida. Los repetidos ataques terroristas han alterado los nervios, obligando a los ciudadanos a vivir bajo un estado de emergencia y expuestos profundas divisiones culturales en el país con la comunidad musulmana más grande de Europa.

Muchos de estos problemas se han acumulado durante décadas, pero ni la izquierda ni la derecha han sido capaces de enfrentarse a ellos. El último intento serio de Francia por una reforma económica ambiciosa, una reforma de las pensiones y seguridad social, fue a mediados de los años 90 bajo la presidencia de Jacques Chirac. Se derrumbó ante las huelgas masivas. Desde entonces, pocos han intentado. Nicolas Sarkozy habló de un gran cambio, pero su agenda de reformas fue derribada por la crisis financiera de 2007-08. Hollande tuvo un comienzo desastroso, introduciendo una tasa impositiva del 75%. Él era entonces demasiado impopular para lograr mucho. Después de décadas de estancamiento, no es de extrañar que los votantes franceses quieran deshacerse de los holgazanes

Tanto Macron como Le Pen están aprovechando esa frustración. Pero ofrecen diagnósticos radicalmente diferentes de lo que aflige a Francia y remedios radicalmente diferentes. Le Pen culpa a las fuerzas exteriores y promete proteger a los votantes con una combinación de más barreras y mayor bienestar social. Ella denuncia la globalización como una amenaza para los empleos franceses y a los islamistas como fomentadores del terror que vuelven peligroso usar una falda corta en público. La UE es “un monstruo antidemocrático”. Ella se compromete a cerrar las mezquitas radicales, impedir el flujo de inmigrantes, obstruir el comercio exterior, cambiar el euro por un franco francés resucitado y convocar un referéndum al abandonar la UE.

Los instintos de Macron son completamente opuestos. Piensa que una mayor apertura haría a Francia más fuerte. Él es firmemente pro-comercio, pro-competencia, pro-inmigración y pro-UE. Él apoya el cambio cultural y la disrupción tecnológica. Piensa que la manera de conseguir que más gente francesa trabaje es reducir las engorrosas protecciones laborales, no incrementarlas. A pesar de que durante mucho tiempo se ha quedado corto en proponer políticas públicas precisas (iba a anunciar un manifiesto cuando The Economist realizó su publicación), Macron se está lanzando como el revolucionario pro-globalización.

Si se observa cuidadosamente, ninguno de los insurgentes es un ‘outsider’ convincente. Le Pen ha dedicado su vida a la política; su éxito ha sido hacer que un partido, hasta ahora extremista, sea socialmente aceptable. Macron era el ministro de Economía de Hollande.

¿Una Francia abierta o una Francia fortificada?

No obstante, representan un repudio del statu quo. La victoria de Macron evidenciaría que el liberalismo todavía atrae a los europeos. La victoria de Le Pen haría a Francia más pobre, más insular y más desagradable. Sacar a Francia del euro, desencadenaría una crisis financiera y condenaría a la UE que, con todos sus defectos, ha promovido la paz y la prosperidad en Europa durante seis décadas. A Vladimir Putin le encantaría eso. Tal vez no sea una coincidencia que el partido de Le Pen haya recibido un fuerte préstamo de un banco ruso y la organización de Macron haya sufrido más de 4,000 ataques de hackers.

Con dos meses por delante, parece que es poco probable que Le Pen asuma la presidencia. Las encuestas muestran que ella ganaría la primera vuelta pero perdería la segunda. Ahora, en esta elección extraordinaria, puede suceder cualquier cosa. Francia ya ha remecido al mundo. Podría hacerlo de nuevo. Lampadia




Gates y Bono conversan sobre el mundo de nuestros días

Desde dos perspectivas muy distintas, la informática y la música, Bill Gates y Bono, conversan sobre sus ideas acerca del mundo, los problemas que hay que superar y sus compromisos personales con la superación de la pobreza en las zonas más atrasadas del planeta.

Bono, que en el Perú podría ser calificado como caviar, cuenta de su primer encuentro con el mayor filántropo de la historia moderna (Gates):  “fui a ver a Bill y Melinda intentando conseguir algo de financiación para ONE [su ONG], formalizar nuestra relación y poder así contratar a la gente mejor y más preparada para nuestra tarea. Pero tras la primera entrevista, lo que me quedó grabado fue: ‘¡No, aquí no se trata de dinero! Son estas dos personas las que serán nuestra mayor ventaja’.

En Lampadia estamos empeñados en difundir las voces más auspiciosas del mundo, para que, por lo menos de vez en cuando, los peruanos nos alejemos del ambiente parroquial y su caldera de pasiones que nubla nuestra visión de futuro. Leamos:

BILL GATES Y BONO Copresidente de la Fundación Gates y presidente de la ONE ONE
Fuente: Huffington Post

“Si los Estados frágiles se convierten en fallidos todos tenemos un problema”

El País, 23 de febrero de 2017

M. Calabresi, L.Huete Machado, T.Jungholt

Uno viste traje y corbata, el otro una camiseta y botas negras, pendientes y gafas redondas de cristal azulado. Uno es el empresario estadounidense más rico del mundo; el otro, una superestrella del rock. Uno (1955) es estadounidense, fundador de Microsoft; otro (1960), irlandés, cantante de U2. Bill Gates y Bono acudieron la semana pasada a la Conferencia de Seguridad de Múnich, el foro internacional en el que se juntaron líderes de un mundo ya no tan unido. La sombra de Donald Trump presente en toda reunión o conversación. Orden mundial, ejércitos, terrorismo, vallas, refugiados, Siria, África, fake news, asistencia humanitaria, bioterrorismo y pobreza… palabras repetidas en los grandes discursos. El país anfitrión, Alemania, que da un paso al frente e impulsa un nuevo plan para África, un intento de Africa first, nuevas responsabilidades de política y desarrollo global. Altos cargos estadounidenses que acuden a tranquilizar las aguas revueltas y pedir aumento de inversión militar. Los dos entrevistados son cabeza de dos organizaciones, la Fundación Bill y Melinda Gates y ONE. Están aquí para lanzar un mensaje público y sonoro: la seguridad en salud global y la disminución de la desigualdad en el mundo son armas tan importantes y útiles como las otras. Invertir en ellas debe ser una prioridad. Pensemos, cuentan, en pandemias, en su control, en lo que sucedería si éstas brotan en Estados frágiles, convulsos, empobrecidos, superpoblados; pensemos en lo que ha mejorado el estado del mundo en las últimas décadas con la receta de la colaboración internacional; en lo que vendrá en las próximas gracias a los avances de la tecnología, la ciencia, la conectividad… Y más si política y solidaridad van unidas. Están sentados uno junto al otro y charlan con gusto. Se conocen bien. Frente a ellos, tres periodistas de medios europeos: La Republica, Die Welt y ELPAÍS. Uno es más reservado, discreto, observador y a menudo levanta el brazo derecho como abarcando un mundo pleno de retos e historias esperando ser contadas. «Nosotros amamos los medios», asegura. El otro, más dicharachero, es activista declarado, un narrador nato. «La pobreza es sexista», afirma. Bill Gates bebe Coca-Cola Light y Bono un simple vaso de agua. ¿Qué diablos están haciendo juntos?

Fuente: The Guardian

Bill Gates. Nuestra relación se remonta bastante en el tiempo. Nos conocimos en la cumbre de Davos celebrada en Nueva York, justo después del 11-S.

Bono. ¡Sí, tú te estabas comiendo una Big Mac!

BG. Yo convencí a Bono para que aportase su labor y experiencias en África. La fundación estaba entonces en una fase muy inicial; la Alianza GAVI y el Fondo Mundial recién comenzaban, y desde entonces hemos apoyado y amado el trabajo de ONE. Y hemos tenido muy buenos resultados.

B. Tras nuestro primer encuentro… y el consejo dietético (risas), fui a ver a Bill y Melinda intentando conseguir algo de financiación para ONE, formalizar nuestra relación y poder así contratar a la gente mejor y más preparada para nuestra tarea. Pero tras la primera entrevista, lo que me quedó grabado fue: “¡No, aquí no se trata de dinero! Son estas dos personas las que serán nuestra mayor ventaja”.

BG. Bueno, éramos muy ingenuos… En aquel momento nuestra teoría del cambio se basaba principalmente en ayudar a inventar nuevas herramientas, encontrar vacunas y fármacos. No comprendíamos bien entonces cómo suministrarlos, lo difícil que era hacerlos llegar a todos los niños pobres y vacunarlos; cómo había problemas de cobertura, y cuánto dependíamos de la ayuda exterior para obtener las vacunas existentes y las nuevas. Todo ese asunto de la distribución y la ayuda exterior y la necesidad de aliarse con los diferentes Gobiernos se consiguió de hecho en años posteriores. Y lo que hizo ONE fue mostrar dónde iban funcionando las cosas, buscar políticos a los que realmente les interesasen estos temas y darnos la oportunidad de conocerlos. Los dos hemos aprendido mucho a este respecto. Y hay que contar la historia de la salud, que es una historia asombrosa. Hemos conseguido grandes avances en 15 años. Y suponiendo que la generosidad siga siendo fuerte, tendremos otros 15 años buenísimos, porque la ciencia nos lo permitirá. Somos mucho menos ingenuos que cuando nos conocimos respecto a la capacidad de llevar estas cosas a cabo.

B. He repetido a la gente en los últimos días que si los titulares les causan pesimismo, si les deprime el estado del mundo, que lean la carta anual de Bill y Melinda. Es literalmente la mejor noticia del mundo. Es increíble: 122 millones de niños se han salvado desde 1990. Es una locura: creo que son más de 13.000 al día, algo parecido. ¡Es algo tremendo! Y, oye, si tu vida no te parece útil, implicarte en un movimiento como ONE te da una gran sensación de estar haciendo algo, porque realmente tienes impacto. De modo que yo les diría “únete, participa”, porque realmente funciona.

Pregunta. Han asistido a la Conferencia de Seguridad de Munich para concienciar sobre las enfermedades como un riesgo para la seguridad mundial. ¿Están satisfechos con la Conferencia?

BG. Estamos satisfechos, porque la conciencia de la conexión que existe entre prosperidad, desarrollo y seguridad, y la relación entre salud y seguridad, son muy fuertes aquí. Así que calculo que hoy hablaremos mucho de epidemias, y de que es necesario colaborar con los organismos de seguridad y hacer inversiones y estar más preparados. Y la canciller Merkel ha asegurado que, aunque está dispuesta a aumentar los gastos en defensa, siempre hay que pensar conjuntamente en el gasto en desarrollo.

B. Esto es lo extraordinario, que los militares parecen ir a veces por delante de sus jefes en lo referente a la necesidad de invertir en las personas, la necesidad de invertir más en previsión que en intervención. Pienso que probablemente es porque conocen mejor que nadie el precio del conflicto. Y ya no hay nadie en Europa que piense que lo que ocurre en el norte de África carece de importancia. Hace cinco años, era fácil pensar “no me importa, está lejos”, pero ahora sabemos lo cerca que está el continente y yo creo que eso le ha dado prioridad a nuestro trabajo, el que hace la Fundación Gates en relación con la salud, las mejoras agrícolas, y el nuestro, que consiste en alentar a los políticos que están dispuestos a hacer las cosas bien.

P. ¿Qué opinan ustedes acerca de la nueva estrategia de desarrollo del Gobierno alemán, y de su impulso al llamado Plan Marshall para África?

BG. Ahora mismo este Plan no dispone de cifras y forma concretas, pero lo que es fantástico es ver que se está pidiendo la aportación de los africanos. Así que anoche [por el viernes pasado] cené aquí en Múnich con grandes inversores del sector privado en África y estoy aprendiendo de ellos. ¿Qué nos impide invertir más allí? ¿Cuál es el problema? ¿Qué pueden hacer los Gobiernos de países ricos comprometidos en esto como Alemania? ¿Y qué deben hacer los africanos?

B. Vi al ministro Wolfgang Schäuble ayer [por el viernes pasado] y me impresionó la pasión que ponía en este proyecto, el Compacts for Africa del G20 (el Pacto Mundial por África). Mostró mucha pasión al afirmar que Alemania, Europa de hecho, necesitan Estados prósperos, mantener una estrategia de Estados prósperos. Hay también buenas razones para hablar de Estados frágiles, porque los frágiles se convierten en fallidos, y entonces todos tenemos un verdadero problema… No existe nada peor que un espacio sin gobierno; en el caos, el radicalismo se impone. Debemos empezar a mirar a África de otro modo. Hay riesgo, pero es una gran oportunidad. Hemos visto lo que ha sucedido cuando Siria, un país de 22 millones, cae en el olvido… ¿Puede usted imaginarse un país 10 veces más grande? Eso es Nigeria. Es objetivo declarado de Boko Haram que Nigeria falle. No sé si conocen la expresión «zona gris». ¿Han oído hablar de ella? La zona gris es la zona en la que cristianos y musulmanes se entienden, y de hecho y en general, en Nigeria hay una gran relación. Es una comunidad muy interreligiosa. Eso es lo que se llama la zona gris. Si eres un extremista querrás destruirla. Acabo de estar en Borno, al noreste de Nigeria, y he visto… lo qué es tener más de dos millones de desplazados: es un caos. [Bono participa mañana en la Conferencia de Donantes de Oslo para conseguir fondos y ayudar en la zona del Lago Chad). La idea que hay tras ese pacto mundial por África es que teniendo Estados prósperos, la gente no querrá salir de su país. El año pasado visité campamentos de refugiados en cuatro países. El gran tema de conversación común era “queremos volver a casa”. No quieren subirse a una embarcación para cruzar el mar. Hay que acercarse a las personas, ir donde están y ayudarles a avanzar y prosperar. Y me entusiasma oír hoy a la canciller Merkel hablar de educación, y de la de las niñas en concreto, porque las estadísticas son una locura. Un niño que nace de una madre alfabetizada tendrá un 50% más de probabilidades de superar los cinco años.

P. Y usted mismo le ha dado incluso el programa en su discurso durante esta Conferencia de Seguridad: las tres “es” lo llamó: educación, empleo y empoderamiento…

B. Sí, intentaba apoyarlo. Lo que se está viendo del G20 alemán es en realidad extremadamente estratégico e inteligente. No se trata solo de compasión y ayuda inteligente. Se trata de revisar una relación de tal modo que si hay países dispuestos a enfrentarse a la corrupción, dispuestos a poner a las personas primero, dispuestos a establecer un buen gobierno, nosotros los apoyemos. Nosotros nos ponemos de su lado. Quizá, y Bill es realmente firme en esto, podamos ayudar a acelerar las conexiones.

P. ¿Y qué pasa con su estrategia para los refugiados? Ustedes [la Fundación Gates] empezaron a trabajar el año pasado con la causa de los refugiados, con Siria…

BG. Sí, como parte de nuestras actividades, no es gigantesco. Nuestra principal experiencia es en salud, y, de hecho, en saneamiento y servicios financieros por móvil. Así que dijimos, vale, aportemos lo que sabemos hacer bien y asegurémonos de que los refugiados se benefician. Queremos asegurarnos de que están llegando las vacunas a los campamentos, que disponen de retretes para evitar la difusión de enfermedades y tener una calidad de vida decente.

P. ¿Les preocupa la creciente desconfianza que hay en Occidente hacia la vacunación?

BG. Mire, las vacunas son totalmente seguras. En mi primera reunión con el presidente Trump iba a discutirlo con él. El mensaje caló. Ha habido algunos países ricos en los que las vacunaciones han caído por debajo del umbral de seguridad, y los casos de tosferina y sarampión han llegado incluso a causar muertes… Es realmente trágico. Es cierto que los rumores negativos a veces se mueven mejor que los datos positivos. A los datos positivos les resulta difícil seguir el ritmo de las falsedades. Incluso eso sobre el autismo y la vacunación, que se demostró que era falso hace casi 20 años, ese artículo se retiró pero sigue circulando por ahí. La comunicación es un reto en el que debemos seguir trabajando.

Y por eso, en parte, tenemos tanto cuidado con la seguridad de las vacunas, porque si una vacuna tuviese problemas, perjudicaría a la percepción de la gente sobre todas las demás, de modo que no podemos permitirnos riesgos, porque cualquier error perjudicaría todo el esfuerzo. Por eso la seguridad es tan importante, y esto hace que nos lleve mucho más tiempo obtener la aprobación de las vacunas de lo que se debería, pero esto es algo que apoyamos firmemente.

P. Y si el presidente Trump decide recortar el presupuesto para programas de planificación familiar, de educación… ¿Qué puede ocurrir con África?

BG. Estados Unidos es en conjunto el mayor donante, unos 30.000 millones de dólares al año, y aproximadamente 10.000 millones para temas de salud, entre ellos la malaria y el VIH. El Gobierno de Trump no ha presentado aún su presupuesto, de modo que por ahora no lo ha reducido. Siempre que hay nuevos dirigentes, es imprescindible que la sociedad civil y organizaciones como las nuestras dejen claro que incluso en este contexto de America first, la estabilidad que se consigue, el rol económico que se consigue al evitar una epidemia que podría llegar a nuestras costas, estas son buenas inversiones. Conozco a Rex Tillerson, el nuevo Secretario de Estado, me reuniré con él, en su nueva función, dentro de unas semanas. Va a ser un reto, porque el presupuesto estadounidense está muy ajustado, hay muchas prioridades, de modo que… Y el asunto de la ayuda exterior siempre es duro, porque está lejos, y te llega el cuento de que el 2% no se ha gastado adecuadamente, y eso contamina el otro 98%. Estamos en una época en la que realmente tenemos que hablar de la multitud de beneficios. Por eso estamos aquí.

B. Creo que los estadounidenses se vuelven más patriotas cuando hablan de lo que su Gobierno hace para luchar contra el VIH/sida. Se sienten muy orgullosos, y esta es la mayor intervención sanitaria en la historia de la medicina. Y fue un conservador quien la encabezó, el presidente Bush. Yo estuve en el Despacho Oval y le dije: “Estas pastillas… Puede usted pintarlas de rojo, blanco y azul, señor presidente, y serán la mejor publicidad de Estados Unidos que jamás consiga. Y él se rio, pero llevó adelante el proyecto, y de hecho, la opinión a favor de Estados Unidos es realmente elevada en África. Pienso que mantener esa relación podría ser un imperativo no solo moral, sino también estratégico. Ya veremos…

P. Pero en muchos países occidentales, incluido, por supuesto, Estados Unidos, se están ganando elecciones exigiendo poner su país por delante. También en Europa hay este debate. ¿Piensa usted que esta conducta podría afectar a sus proyectos internacionales, en África, por ejemplo?

BG. Bien… por supuesto, cada país se pone a sí mismo primero. De modo que esas palabras por sí solas no son un problema. La cuestión es si la gente comprende que, después de la Segunda Guerra Mundial, el hecho de que los países colaboren ha sido absolutamente fantástico para la paz y el desarrollo. Mi opinión, por lo tanto, es que sí, en Estados Unidos siempre hemos puesto nuestros intereses por delante y, redunda en nuestro interés ser grandes donantes; la amistad con Europa y la colaboración con Europa han redundado en nuestro interés. Y por lo tanto, creo que el peligro está en que la población se fije exclusivamente en el corto plazo, que no se dé cuenta de lo que se ha avanzado, y eso sí es un reto.

B. Setenta años de paz… mediante la colaboración mundial. Pienso que el recuerdo de un mundo en guerra se ha esfumado, y esa es la razón por la que Roosevelt y otros intentaron re-imaginar un mundo de cooperación. Naciones Unidas, las instituciones de Bretton Woods, la OTAN… Creo que probablemente es hora de volver a fijarse en ellas, pero fijarse en ellas en el sentido de mejorarlas, si es posible… Tenemos que hacer eso con todo. Y creo que no hay opción, es decir, realmente no hay opción, no se puede mantener esta especie de mentalidad de isla, de izar los puentes levadizos. Las pandemias, las enfermedades, no respetan las órdenes. Esta globalización está con nosotros. Nos hemos convertido en una especie de rey Canuto. ¿Conoce la leyenda? Intentó parar las olas, y ya se sabe que eso es imposible. Tenemos que entender que las poblaciones han sufrido momentos duros. La crisis financiera mató a Irlanda… y muchos estaban furiosos, y sabían que no era culpa suya… pero les tocó llevarse la peor parte. De modo que la gente se enfadó con la globalización, en algunas comunidades sobre todo.

Sabemos que la globalización ha sacado de la pobreza a cientos de millones de personas. Y ha sido buena para la economía en general, pero no para todos. Y pienso que el capitalismo es una especie de bestia y tiene que recibir órdenes sobre cómo comportarse. No podemos dejar que nos diga lo que tenemos que hacer. Y creo que eso es lo que está ocurriendo. Hay un reinicio, y que este es un momento breve. Volveremos a un tiempo en el que las personas confíen unas en otras. La gente habla de posverdad, poshechos… Podríamos estar en el pos confianza y pienso que reconstruirla va a ser muy importante. Y para lograrlo se necesita contar bien las historias.

Fuente: Today News

P. En su opinión, ¿salvará la filantropía el mundo o lo salvará la política?

BG. Bueno, la filantropía es una parte muy pequeña de la economía mundial. Incluso en Estados Unidos, donde tenemos una base muy amplia de todos los niveles, asciende al 2% de la economía. Pero puede influir mucho. A veces, hay problemas que nadie del sector privado puede resolver, como la malaria. A menudo, estos requieren creatividad y aceptación de riesgos, algo para lo que los Gobiernos quizá no sean los mejores. La filantropía puede financiar cosas geniales, como por ejemplo muchas de las nuevas vacunas que están a punto de desarrollarse. Hemos logrado ponernos al frente de eso de un modo que no han conseguido los gobiernos. Pero cuando se trata de otra escala –hablamos de la educación de las niñas, de sistemas agrícolas, de estabilidad, de justicia– dependemos por completo de los Gobiernos. De modo que los grandes actores de este mundo son el sector privado y los Gobiernos. La filantropía, ya sabe, esa es mi vida, pero en el gran guion de las cosas es sólo una nota a pie de página, cuyos proyectos piloto pueden ayudar a los dos grandes sectores a trabajar mejor.

P. Hay quien piensa que usted invierte gran cantidad de dinero en su fundación porque siempre gana algo. ¿Por qué lo hace?

BG. Aparte de creer que todas las vidas tienen el mismo valor, no me imagino otra motivación para financiar vacunas contra la malaria, o fármacos contra la malaria, o para que Melinda viaje a Mali e intente reunirse con madres para saber cuáles son sus necesidades de anticonceptivos, o realmente para mejorar la atención primaria en comunidades rurales del norte de Nigeria. Y así es como gastamos el dinero. Ganamos dinero, ya sabe que Microsoft tuvo mucho éxito y proporcionó aproximadamente la mitad de los recursos de la fundación, y ahora esta es la forma de devolverlo. No hay otro motivo. Es un trabajo muy placentero y va muy bien. Por eso me gusta dedicarle muchas horas, porque estoy entusiasmado con el progreso.

P. Bono, ¿cuál es su motivación personal para luchar en este terreno?

B. Valorar todas las vidas humanas por igual, y ese es el punto de partida. La única razón de que podamos estar viendo cómo el potencial humano se desperdicia y no hagamos nada es creer que esas vidas no son tan valiosas como las nuestras. El hecho de que se esté desperdiciando potencial humano realmente me enloquece. Cuando veo a un sin techo en la calle, pienso que podría ser pintor o jugador de ajedrez; veo personas que por haber recibido una mala educación de sus padres no consiguen ir a la universidad, porque fueron desgraciadas durante la adolescencia… Veo todo esto alrededor. Pienso que la gente lo entenderá de esta forma: debemos verlo pensando que el amor existe, y existe, el amor sirve a la idea del potencial humano. Y sea lo que sea, lo opuesto a eso se regocija desperdiciando el potencial humano.

Es asombroso alinearse con las fuerzas del amor, por ser abstracto, si me lo permite, porque cuando lanzas un puñetazo, es mucho mayor el puñetazo que esta estrellita de rock es capaz de dar, o incluso este gigantesco filántropo es capaz de dar. Te estás alineando con algo más, pienso… ¿Y eso te hace sentir bien? Sí, eso de estar en el lado correcto de la historia. Y lo que hemos aprendido, siento repetirme, es que creíamos que la libertad, la justicia para todos, la igualdad…, creíamos que todas estas cosas nos eran dadas, que eran en cierto modo inevitables. Yo crecí creyendo esto: que cada día era un poco mejor, el respeto mutuo, los derechos de gais, los derechos de las mujeres, todo parecía avanzar hacia delante. Solo recientemente tenemos la sensación de que esto podría estarse ralentizando y uno piensa, vale, tal vez no era algo dado eso de avanzar y ahora tengamos que manifestarnos con mucha fuerza, con independencia de nuestro color político. Ahora es el momento de colocarse donde uno quiere ser en esta conversación, en esta marcha hacia la decencia.

P. ¿Les preocupa el aumento de las noticias falsas?

BG. ¡Por supuesto! No solo la noticias falsas, que son un problema, sino también la idea de un lugar común, donde las personas leen las mismas cosas y ven solo aquello con lo que están de acuerdo. Y mire, esto es una crítica a la libertad digital que en ocasiones permite a algunos aislarse del mundo. Y creo que incluso está forzando a quienes ven la tecnología como algo fenomenal a pensar en cómo afrontarlo. De verdad creo que son sistemas que se corrigen a sí mismos, que los datos falsos conducirán a la la gente a un callejón sin salida y que al final esto no abrumará a la ciudadanía. Pero es interesante que se esté debatiendo tanto.

B. Tiendo a confiar en la dirección que sigue la tecnología de la información: avanza hacia una mejor información. Y ahora mismo estamos atravesando un periodo en el que se puede dar mala información y tal vez carezcamos de un mecanismo corrector. Pienso que se introducirán mecanismos de corrección en los sistemas. Hacer comprobaciones de datos no debería ser tan difícil, de hecho, porque hay verdades empíricas, la verdad es que las hay.

Y hay una reacción ante este tipo de noticias falsas. Estamos viendo ya surgir páginas que hacen comprobaciones. Los ciudadanos empiezan a familiarizarse con esas páginas. El control de la información, sin embargo, es lo que hay que vigilar, porque se puede hacer de dos maneras: impidiendo el acceso –es lo que autócratas y similares intentan hacer– o mediante la desinformación. Eso es lo que tenemos que vigilar, allí donde la verdad pierde credibilidad. Es algo muy, muy peligroso. Pero al final, no creo que el futuro esté en los hombres fuertes, pienso que está en las mujeres instruidas.

P. Una última pregunta, su sueño. ¿Se erradicará la malaria?

BG. Conseguir liberarnos de la polio [la batalla actual, quedan una treintena de casos] será un gran triunfo para la salud mundial, y dará energía y credibilidad a todo lo que hacemos y, creo yo, dará energía en especial a lo que será un esfuerzo de varias décadas para librarnos de la malaria. La primera década de dicho esfuerzo se dedicará a regiones determinadas, Sudamérica, sur de África y sureste de Asia, para demostrar que podemos lograr erradicaciones regionales. Esos lugares no son tan difíciles como África central. Pero si lo logramos en esas zonas y las herramientas y conocimientos siguen mejorando, por fin, en la segunda década, nos centraremos en África ecuatorial, donde la malaria está más extendida. Sí, librarnos de estas enfermedades infecciosas, a eso voy a dedicar el resto de mi vida. No me cansaré de resaltar que la ciencia nos dará cada vez mejores herramientas. Es cierto que debemos hablar de financiación, es importante, pero estaremos mucho mejor armados dentro de cinco, de diez años. Y eso es muy emocionante. Lampadia




El poder económico gira hacia el Asia

Desde los desarrollos políticos de Gran Bretaña con el Brexit y de EEUU con Trump, que de alguna manera marcan una regresión de sus políticas internacionales hacia el interior de sus países, alejándose de importantes espacios de interés en el plano internacional, así como del libre comercio y la globalización, en Lampadia estamos compartiendo con nuestros lectores, producción intelectual del Asia, especialmente desde Singapur, que goza de una perspectiva privilegiada en el debate político este-oeste que se empieza a formar.   

Fuente: Shutterstock

Días atrás publicamos la visión del 2017 desde el Asia y las ideas de Kishore Mahbubani, el gran intelectual singapurense sobre las relaciones de oriente y occidente, preparado para Davos 2017. Ahora presentamos líneas abajo un interesante artículo de Danny Quah, profesor de economía en la Escuela Lee Kuan Yew de Políticas Públicas de Singapur, quien afirma que, a pesar de los múltiples políticos que han culpado a la globalización y el libre comercio por una supuesta creciente desigualdad económica dentro de las economías desarrolladas, en realidad es la mejora de la igualdad de ingresos entre todas las naciones lo que ha creado esta tendencia a una reacción populista de proteccionismo.

Según Quah, “Durante los años noventa, existía una brecha de ingresos de 70% entre las economías emergentes y el G7. Esa brecha se redujo a menos del 14% en 2016 y desaparecerá en 2020”. La verdad es que el proceso de integración mundial se está consolidando, sin importar cuanto quiera negarlo Donald Trump. Los ajustes de las instituciones multilaterales son necesarios para que se permita una mejor gobernanza global y la convergencia entre las dos mayores potencias mundiales, EEUU y China, es esencial para la armonía y el mayor bienestar global.

Sin embargo, como afirma el profesor Quah, «los americanos comunes y corrientes se preocupan – a un nivel profundo e instintivo – de que ellos, o al menos sus líderes electos, lleguen a estar a cargo, y lleguen a escribir las reglas del juego. Otros en todo el mundo los están alcanzando, y lo que ahora está en las cartas es un futuro compartido, genuinamente global, donde ninguna nación es excepcional o indispensable».

En efecto, en su último libro, ‘Orden Mundial’, Henry Kissinger nos advirtió que un estudio de Harvard mostraba que históricamente, de 15 casos de interacción entre una potencia emergente y una establecida, 10 terminaron en guerra. Y agregaba que no era sorprendente que hoy pensadores estratégicos significativos, a ambos lados, consideraran que el patrón histórico hacía inevitable el conflicto.

Por su lado Mahbubani, nos decía que estábamos construyendo una nueva y mejor civilización, que nadie habría pensado hace unos años que Singapur podría ser tan próspero como Londres. Pero aún había una gran resistencia a hablar de una gobernanza global que permitiera y cuidara la consolidación de la armonía entre occidente y oriente.

Más vale darse cuenta a tiempo de la dirección e intensidad de los nuevos vientos, que en nuestra opinión alterarán profundamente el mundo que se estaba construyendo: uno que era favorable al espacio de desarrollo que necesitan países como el Perú. Lampadia

A pesar de Trump, el poder económico seguirá girando hacia Asia en 2017

Danny Quah, profesor de economía en la Escuela Lee Kuan Yew de Políticas Públicas de Singapur

Publicado en Quartz

8 de febrero de 2017

Traducido y glosado por Lampadia

Si Estados Unidos se vuelve más proteccionista -tal vez porque piensan que el comercio está dejando que otros ganen mientras ellos pierden-, el Asia emergente buscará otros acuerdos de seguridad «, predice el profesor Quah. «¿Se beneficiará China de este nuevo equilibrio? No le hará daño a China, no”.

El mes pasado fue un fabricante de refrigeración. Este mes son los fabricantes de automóviles. Hasta ahora, el Presidente ha cumplido con sus promesas de campaña en dirigirse a las empresas que obtienen su fuerza de trabajo en el extranjero.

Durante mucho tiempo, Trump ha proclamado que quiere detener el ‘offshoring’ mediante la renegociación de acuerdos comerciales «injustos» y presionar a las firmas con sede en Estados Unidos para que repatrien sus operaciones en el extranjero -y, lo que es más importante, los empleos extranjeros- a los Estados Unidos.

Sería conveniente desechar gran parte de su discurso como posturas políticas. La campaña de Trump no fue la única en culpar a la globalización, ni tampoco fue el primero -políticos de ambos partidos tienden a demonizar los acuerdos comerciales en lugar de vender sus beneficios. Y a pesar de algunas regresiones altamente promocionadas por empresas como Carrier y Ford, pocos caracterizarían un ‘shakedown de empresa por empresa’ como una forma eficaz de debilitar las fuerzas del comercio mundial.

Aun así, la embestida muestra un sentimiento anti-globalización muy preocupante.

A raíz del Brexit, el ascendente nacionalismo europeo y las elecciones estadounidenses, se ha escrito mucho sobre la amenaza del populismo al crecimiento del comercio mundial y las instituciones económicas internacionales establecidas después de la Segunda Guerra Mundial. Hay una serie de explicaciones para este ‘giro hacia adentro’. Muchos han culpado a la creciente desigualdad económica dentro de las economías desarrolladas –parte de la culpa sería la subcontratación o la transición tecnológica.

Otros postulan que un factor motivador puede ser una disminución de la desigualdad. Danny Quah, profesor de economía en la Escuela Lee Kuan Yew de Políticas Públicas de Singapur, y Kishore Mahbubani, decano de la escuela, culpan a la mejora de la igualdad de ingresos en todas las naciones como la causa del aumento del populismo. Durante los años noventa, existía una brecha de ingresos de 70% entre las economías emergentes y el G7. Esa brecha se redujo a menos del 14% en 2016 y desaparecerá en 2020.

Mahbubani y Quah proponen que el cambio en el poder -incluyendo el poder adquisitivo- de las naciones más ricas a las economías emergentes y al este de Asia es una idea inquietante para los ciudadanos de los países desarrollados.

«Los americanos comunes y corrientes se preocupan – a un nivel profundo e instintivo – de que ellos, o al menos sus líderes electos, lleguen a estar a cargo, y lleguen a escribir las reglas del juego», dice el profesor Quah. «Otros en todo el mundo los están alcanzando, y lo que ahora está en las cartas es un futuro compartido, genuinamente global, donde ninguna nación es excepcional o indispensable».

Sólo el tiempo determinará cómo se llevará a cabo este cambio. No obstante, el actual clima anti-globalización plantea algunas preguntas para Asia, que, al menos hasta ahora, se ha beneficiado en gran medida de la globalización. Si el retorno al mercantilismo se acelera y el comercio mundial se ralentiza, ¿girará Asia? Y si el Oeste se aparta de impulsar soluciones internacionales, ¿llenarán otros esos zapatos?

“El Oeste solo representa el 12% de la población mundial. El 88% vive fuera del Oeste. 

Y, en total, sus condiciones de vida nunca han sido mejores.” – Kishore Mahbubani

“No es un juego de suma-cero.  No lo volvamos así.” – Danny Quah

Hay una idea de que las economías emergentes de Asia han crecido sólo porque los asiáticos exportan a los consumidores estadounidenses y que el consumo es demasiado débil en Asia para apoyar el crecimiento sostenible. Pero igual que en cualquier otra economía, los economistas nos dicen que, cuando los ingresos disponibles crecen, también lo hará el consumo.

«La demanda interna se ha mantenido notablemente resistente en la mayor parte de la región, apoyada por el aumento de los ingresos reales», dice Changyong Rhee, Director del Departamento de Asia y el Pacífico del FMI. La demanda externa no será ayudada por la muerte de la Asociación Transpacífica, y el reequilibrio de China continuará teniendo efectos en el comercio mundial. Pero no se puede negar que la economía de Asia seguirá desempeñando un papel importante en la economía mundial a medida que sus mercados emergentes y fronterizos continúen creciendo.

De hecho, China, que habría sido excluida del TPP, ahora tendrá más posibilidades de impulsar el comercio con sus socios regionales. Los canales comerciales de Asia tienen un largo alcance, y sólo se fortalecerán si iniciativas como «One Belt, One Road» y la Asociación Económica Regional Amplia son exitosas.

A medida que Asia crece, la concentración de consumidores y los mercados en rápida expansión necesitarán infraestructuras e industrias para apoyarlos. Al mismo tiempo, a medida que el neo-mercantilismo occidental tome forma, las compañías estadounidenses tendrán que decidir cómo será su papel.

En una entrevista con el Wall Street Journal, John Dulchinos, vicepresidente de fabricación digital de Jabil, proveedor de empresas como Apple y Electrolux SA, dice: «En ningún otro país se puede escalar tan rápidamente. Uno tiene la capacidad de moverse rápidamente y hay una cadena de suministro de electrónica muy fuerte en Asia, centrada en China”.

Ya sean estadounidenses o asiáticos, las industrias que tengan éxito serán aquellas que no enfrenten a los humanos contra las máquinas, sino que usen la velocidad y precisión para permitir que los seres humanos funcionen mejor. Asia ha aprendido esa lección: es el centro mundial de manufactura avanzada y logística sofisticada.

Además, China es ahora el mayor mercado consumidor de teléfonos inteligentes y otros aparatos. Y sin importar el este o el oeste, los negocios astutos buscarán siempre capitalizar  las oportunidades disponibles. Asia tiene muchas. Lampadia




Bill Gates y Warren Buffet – Enseñanzas de una vida

Bill Gates y Warren Buffett tienen más en común que su tremendo éxito empresarial; también han emprendido importantes aventuras juntos, incluyendo las filantrópicas, y son muy buenos amigos. En un reciente post en su blog personal GatesNotes, Bill Gates, el fundador de Microsoft publicó extractos de una charla que tuvo con su gran amigo y consejero sobre su amistad, sus fracasos y el futuro.

La mayor enseñanza que nos da Gates es que “Si hay un tema subyacente [en la charla], fue nuestra creencia compartida que a pesar de lo que podemos leer en los titulares del día a día, el mundo está mejorando y nuestros mejores días todavía están por venir”. Entre otros consejos que nos regalan Buffet y Gates es que los jóvenes deben buscar siempre dedicarse a una industria que les apasione, que no pierdan el tiempo deambulando en empleos que no los hagan felices y, sobretodo, que se rodeen de personas que admiren, ya sea de amistades como, muy especialmente, de sus cónyuges. Solo así podrán mejorar como personas y continúan reinventándose para lograr ser las mejores versiones de sí mismos.

Bill Gates y Warren Buffet entrevistados en la Universidad de Columbia. Fuente: GatesNotes

Esta amistad entre Gates y Buffett ha producido, por ejemplo, una de las asociaciones de más alto perfil entre la gente del mundo de los negocios. Gates es accionista y director de Berkshire Hathaway Inc. (de Buffett) y Buffett ha donado millones de dólares a la fundación formada por Gates y su esposa Melinda, a la que apoya como fiduciario. Juntos, empezaron la mayor iniciativa filantrópica de la historia, el ‘Compromiso de Dar’ (‘Pledge to Give’ en inglés) en 2010 para alentar a los multimillonarios a donar como mínimo el 50% de su fortuna a proyectos de caridad dirigidos a los más pobres, muy lejos del lugar donde hicieron sus fortunas, mayormente, en el África. Buffett ha afirmado estar especialmente impresionado por el entusiasmo que Gates y su esposa tienen por tratar de hacer el mayor bien para el mayor número de personas. Ver en Lampadia: Los líderes de la nueva filantropía intercontinental.

“Un gran hito para nosotros fue cuando nuestro amigo Warren Buffet decidió darnos la gran mayoría de su fortuna, también para la fundación. Eso casi duplicó la escala del trabajo que podíamos hacer. Fue muy emocionante e hicimos lo mejor que pudimos para responder a la confianza que había puesto en nosotros”, añadió Gates en una entrevista con The Guardian.

En Lampadia seguido muy de cerca esta gran iniciativa, y hemos reportado la nueva ola de filantropía y su rol en cubrir las necesidades de los más pobres. Ver: El Circuito Virtuoso del Capitalismo y Otro testimonio de filantropía orientado a los pobres.

Líneas abajo compartimos la nota de Gates con los extractos principales de esta iluminadora charla. Lampadia

Una conversación sobre la amistad, el fracaso y el futuro

Bill Gates
1 de febrero de 2017
Traducido y glosado por
Lampadia

La semana pasada, estuve en Nueva York para una conversación con Warren Buffett en la Universidad de Columbia. El evento, moderado por Charlie Rose, combinó dos de mis actividades favoritas: reunirme con estudiantes universitarios y hablar con mi buen amigo, Warren.

Con los años, he tenido la oportunidad de hablar con miles de estudiantes en los campus de todo el país. Su energía juvenil, pasión y curiosidad son contagiosas y ayudan a alimentar mi optimismo sobre nuestro mundo. Del mismo modo, el ingenio y la sabiduría de Warren son un tesoro nacional. Tal como lo ha hecho durante los últimos 25 años de nuestra amistad, mantuvo a todos en la sala (y a más de un millón en Facebook) aprendiendo y riendo.

Warren y yo dirigimos una amplia gama de preguntas reflexivas sobre la salud global, el miedo al fracaso, la educación, la innovación, los negocios, nuestra amistad y los libros. Si había un tema subyacente, era nuestra creencia compartida que a pesar de lo que podemos leer en los titulares del día a día, el mundo está mejorando y nuestros mejores días todavía están por venir.

Muchas gracias a Warren, Charlie, la Universidad de Columbia, sus estudiantes, Facebook y a las miles de personas que vieron la conversación en línea.

Los animo a que vean toda la conversación en línea. Pero aquí están algunas de mis preguntas favoritas y extractos de nuestras respuestas.

Pregunta:
¿Qué es lo que más te sorprende?

Warren:
Esa es una pregunta interesante. Supongo que lo que realmente me sorprendió inicialmente es que encontráramos tantas cosas en las que conectamos. Bill intentó venderme una computadora. Esa es probablemente la única venta que no hizo, aunque la computadora cambió mi vida para mejor de una gran manera, posteriormente. Pero, él tenía la misma curiosidad.

Bill:
Me sorprendió tanto que Warren llegue a invertir con este amplio modelo del mundo. Así que una de las primeras preguntas que me hizo fue, hey, Microsoft es una pequeña empresa, IBM es una gran empresa, ¿por qué crees que puedes hacerlo mejor? ¿Por qué no te pueden ganar en el juego de softwares que estás jugando? Y siempre- cada día, pensaba, bien, ¿qué ventaja tenemos, qué hacemos? Pero nadie me hizo esa pregunta.

Y hablamos de la economía del software, que es una cosa muy diferente y especial y que podría relacionarlo con cosas que había visto. Y no entendía la banca, por qué algunos se adelantan y otros no. Y así fue capaz de poner eso en términos muy claros. Y así encontré a alguien cuyo modelo era lo suficientemente rico que me ayudó a entender las cosas que realmente quería saber y que podíamos reírnos de cosas que nos sorprendían.

Yo diría que su humildad y su sentido del humor realmente destacaron de manera increíble. Quiero decir, disfruta lo que hace y comparte eso con otras personas. E incluso cuando hago preguntas que son bastante ingenuas, que probablemente le han preguntado 50 veces, él es muy amable al respecto.

Pregunta:
¿Qué esperanza y preocupación mayores tienen ambos en este nuevo ambiente político?

Warren:
América seguirá adelante. Cuando miras a lo que sucedió en este país durante 240 años, es un milagro absoluto. Digo que la persona más afortunada en la historia del mundo es un bebé nacido hoy en este país. Compré mi primera acción cuando tenía 11 años en abril de 1942. El DOW era 100. Por si no lo saben, ahora es de 20,000. Algo bueno debe haber ocurrido y va a seguir sucediendo, amigos.

Bill:
Bueno, el optimismo es en parte porque creo que la innovación americana es fuerte, el apoyo a la investigación es en gran medida bipartidista, y por lo tanto si se trata de los avances de la salud o incluso los avances de la energía, creo que cada año que vamos a mejorar aún más.

Ahora esta administración es bastante nueva, no sabemos cómo serán sus prioridades presupuestarias. Hay cosas como la ayuda externa, que es una pequeña parte del presupuesto, unos 30,000 millones de dólares al año, pero eso significa que EEUU es el más grande, que cada vez que hay un nuevo liderazgo, tenemos que entrar y articular los beneficios, asegurarnos de que esté bien gastado, no es la imagen que la gente tiene del pasado. Y ahora mismo, creo que hay mucha intensidad para asegurarnos de sacar ese mensaje y conseguirlo, tanto en el Poder Ejecutivo como en el Congreso, para mantener cosas increíbles como la Iniciativa de la Malaria del Presidente o PEPFAR (Plan de Emergencia del Presidente para el Alivio del SIDA, por sus siglas en inglés). Estas cosas comenzaron con el presidente Bush. Y por eso nuestra Fundación ha tenido una gran relación de trabajo con las Administraciones Democráticas y Republicanas.

Pregunta:
¿Cómo superaron su miedo al fracaso?

Bill:
Bueno, creo que tuve mucha suerte de que cuando estuve en la escuela secundaria me trajeron una computadora y desarrollé una fascinación por ella y me volví un poco fanático, de modo que no la vi como algo arriesgado, lo vi como un tipo de afición. Pero creo que es genial tomar riesgos, sobre todo cuando eres joven, probando cosas diferentes, campos que no son muy populares que podrías disfrutar.

Warren:
No temas el fracaso. Harvard me rechazó. Fue lo mejor que pasó. Hay algunas cosas buenas que sucedieron que no parecían buenas en ese momento. No te preocupes. Y no dejes que el mirar hacia atrás te carcoma. Sigue adelante, porque vas a pasar por algunas cosas y olvidarlas. Sigue avanzando.

Pregunta:
Si tuvieras que hacerlo todo de nuevo, ¿en qué industria lo harías? ¿Dónde empezarías tu propio negocio hoy?

Warren:
Yo haría lo mismo. Para empezar, sería un fracaso en cualquier otra cosa. Me divertí cuando tenía 20 años, mis 30, ahora tengo 86 y me estoy divirtiendo. Así que aconsejo a los estudiantes tanto como sea posible, busquen el trabajo que tomarían si no necesitaran un trabajo. Quiero decir, no sean sonámbulos por la vida y no digan que todo va a ser genial, haré esto y aquello, y estoy pasando el tiempo para ser mayor. Como le he dicho a la gente, eso es como ahorrar sexo para su vejez, simplemente es una locura. No es una buena idea.

Bill:
Bueno, me encantan las ciencias duras y hay algunas cosas fenomenales que la gente tendrá la oportunidad de formar parte. Seguramente escogería la informática, porque el trabajo en inteligencia artificial hoy está en un nivel muy profundo.

Pregunta:
Si el gobierno actual pidiera su consejo sobre inmigración, ¿qué le recomendarían?

Warren:
Sobre la inmigración, este país está construido sobre ella. Si lo piensas, estamos sentados aquí en parte debido a dos inmigrantes judíos que, en agosto de 1939, firmaron quizás la carta más importante en la historia de los EEUU. Leo Szilard y Albert Einstein, dos inmigrantes vinieron aquí directamente de Alemania (Szilard vino de Hungría antes) y le dijeron al presidente Roosevelt que era probable que los alemanes desarrollaran una bomba atómica, que era probable que funcione y que era mejor que trabajáramos en algo rápido. Y el Proyecto Manhattan salió de eso. Y si no hubiera sido por esos dos inmigrantes, quién sabe si estaríamos sentados en esta habitación. Este país ha sido bendecido por los inmigrantes y se pueden tomar del país que desee y han llegado aquí y han encontrado algo que desató sus potenciales (algo que no podían hacer en sus lugares de origen) y somos el producto de ello

Pregunta:
¿Y su consejo sobre la reforma de salud?

Bill:
Bueno, no hay duda de que con el fin de proporcionar salud decente el porcentaje del PBI dedicado a ello va a subir con el tiempo. Ya es muy alto, y sí, hay algunas eficiencias que se deben lograr, aproximadamente el 18 % o más. Pero a medida que la sociedad envejece, a medida que nos planteamos cosas nuevas como un trasplante articular, trasplante de órganos, que van a crear muchos beneficios humanos, tendremos que tener más recursos en general, incluyendo más recursos gubernamentales para la atención médica.

Por lo tanto, es un problema difícil porque actualmente existen problemas de acceso y problemas de costos. Y cada vez que miro un problema, tengo un lente o visor muy simple, que me ayuda a identificar dónde puede ayudar a mejorar las cosas la innovación; pero en este caso, la innovación, mientras que proporcionará medicamentos de avanzada que ahorrarán costos, si se logra curar el Alzheimer, que sin duda no hemos logrado todavía, ahorraremos  enormes costos de cuidado a largo plazo.

Así que tenemos estas enfermedades crónicas en las que hemos progresado menos que algunas otras, y el mecanismo de mercado para conseguir que las farmacéuticas escojan las investigaciones, y los fondos de investigación básica, estoy bastante optimista de que tendremos algunos avances. Pero también nos darán algunas cosas muy caras que significarán que estamos gastando más dinero en ellos.

Y espero que, en algún momento, realmente estamos llamando a las mejores mentes para ver los incentivos para los avances, el sistema más eficiente que tenemos aquí. Creo que hay mucha infelicidad en el país ahora, que se deriva del hecho de que el sistema de salud no está logrando sus objetivos, y sin embargo la gente está diciendo “menos gobierno”, “más gobierno”. No creo que se les ha dado la suficiente educación acerca de por qué es tan difícil votar por la solución correcta.

Pregunta:
Ambos han invertido una gran cantidad de dinero en el extranjero, pero hay problemas apremiantes en EEUU. Hay gente pobre aquí, gente enferma, y debemos ocuparnos de eso primero, incluso antes de abordar cualquier cosa en el extranjero. ¿Qué piensan de eso?

Warren:
Mi pensamiento personal es que cada vida es de igual valor. Y de muchas maneras, si uno tiene un número limitado de dólares, en realidad puede hacer más por más gente fuera de los Estados Unidos. Y tenemos más recursos aquí para nuestros 320 millones de personas que recursos en todo el mundo para más de 7 millones de personas. Así que podemos mejorar la suerte de más personas gastando inteligentemente mil millones de dólares, o cualquier otro número, en otras áreas del mundo que aquí.

Viniendo de Omaha y teniendo el dinero que tengo, la gente puede decir, bien, por qué no gastarlo todo en Omaha. Creciste aquí y Omaha te ha ayudado en el camino. Y lo reconozco absolutamente. Pero al final, si tengo X dólares para gastar, puedo hacer la vida mejor para más gente si puedo asignarla inteligentemente en otras partes del mundo que en los Estados Unidos. Y eso atrae una buena cantidad de críticas, pero yo vivo con ella porque es lo que creo.

Bill:
En términos de ayudar a la gente en otros países, el presupuesto de ayuda externa de los Estados Unidos es del 8 % del presupuesto. Y, en los próximos años, habrá una discusión acerca de si vale la pena hacerlo. Y, en términos de estabilidad y países que finalmente son autosuficientes para ser parte de la economía mundial, hay algunos beneficios enormes a eso.

Así que si estábamos hablando de si pasamos a 20 o 30 % en el extranjero, de acuerdo, sería una discusión muy interesante. Pero lo que estamos tratando de preservar es algo que se ha hecho más inteligente cada vez, ha demostrado beneficios, todos los cuales son cosas que nuestra Fundación co-invierte, como la polio. Así que tengo la esperanza de que, en un gran mundo, eso pueda seguir siendo una prioridad.

Pregunta:
¿Hay alguna lección importante de vida que ustedes dos hayan aprendido acerca de las relaciones a través de sus experiencias personales?

Warren:
Bueno, es una pregunta muy importante. Uno se moverá en la dirección de la gente con las que uno se asocia. Por lo tanto, es importante asociarse con personas que son mejores que uno y en realidad la decisión más importante que muchos harán, no todos, será el cónyuge que elijan. Y realmente… quieres asociarte con personas que son el tipo de persona que te gustaría ser. Te moverás en esa dirección. Y la persona más importante en ese respecto es el cónyuge. No puedo enfatizar lo importante que es eso. Y tienes razón, los amigos que tienes, te formarán a medida que vayas a través de la vida y hagas buenos amigos, manténganlos por el resto de sus vida, pero que sean gente a la que admiran.

Bill:
Algunos amigos sacan lo mejor de ti y por eso es bueno invertir en esas amistades. Y algunos amigos te desafían sobre las cosas que estás haciendo y ese nivel de intimidad es grande. Es realmente a través de Melinda y ver a otras personas que me di cuenta que vale la pena invertir en esas personas, ya que siempre estás ahí para ayudarlos y viceversa.

Lampadia

 




El mundo empieza a enfrentar las locuras de Trump

La mayor amenaza para los Estados Unidos en este momento no es el terrorismo o la economía. La mayor amenaza es Donald Trump, el actual presidente de EEUU. “Europa incluye a Trump entre las mayores amenazas externas” (El País de España, 1 de febrero, 2017). En Lampadia lo dijimos el 30 de junio del 2015 (hace 18 meses, aproximadamente): “Debemos declarar a Donald Trump persona non grata a la humanidad”.

En nuestra opinión es necesario hacer frente a este tipo de personajes apenas aparecen. Si continúa actuando como lo ha hecho en sus primeros 15 días, este impetuoso y descarrilado líder causará un gran daño a toda la humanidad.

Como afirma un artículo de The Economist titulado ‘Un insurgente en la Casa Blanca’ (4 de febrero, 2017):

Washington está ad portas de una revolución. La sombría cadencia de la inauguración del mes pasado aún circulaba en el ambiente cuando Donald Trump lanzó el primer cóctel molotov de políticas y órdenes ejecutivas contra los pórticos blancos y brillantes de la capital. No se ha detenido. Renunciando a la Asociación Transpacífica, exigiendo una renegociación del TLCAN y un muro con México, refrendando la inmigración, mostrándose amistosamente con Gran Bretaña y Rusia, enfriándose con la Unión Europea, defendiendo la tortura y atacando a la prensa: Dejando los escombros de la opinión pública ardiendo en su estela.

Así se presenta a Trump en las revistas más serias del mundo

Su más escandalosa medida fue una reforma migratoria que prohíbe a personas de siete países (Siria, Irak, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen) de entrar a Estados Unidos. ¿Su motivo? El documento presidencial aduce razones de seguridad, afirmando que «numerosos individuos nacidos en el extranjero han sido condenados o implicados en delitos relacionados con el terrorismo desde el 11 de septiembre de 2001». Ver en Lampadia: La historia del efímero «caballo loco» global

Y es que, como dice The Economist, “Trump ya está probando los límites de la propiedad presidencial y el poder. Los tribunales pueden emitir estancias para detener las acciones ejecutivas. Pero podría tomar más de un año para que el desafío de los estados llegue a la Corte Suprema. Para entonces, Trump podría haber cambiado tanto el sistema de inmigración de Estados Unidos que el veredicto de los jueces sería, en gran medida, irrelevante”.

Otra publicación de The Economist, ‘El sistema de pesos y contrapesos de EEUU puede crujir para contener a un déspota’, (que glosamos a continuación), nos dice: “La interpretación más preocupante de la orden ejecutiva que Donald Trump firmó el 27 de enero, prohibiendo temporalmente a los visitantes de siete países principalmente musulmanes, no es que el presidente quiera cumplir sus promesas de campaña. Es que encontrará maneras de hacerlo aun cuando lo que prometió -en este caso, mantener a los musulmanes fuera de América- es ilegal”.

“¿Qué hacer? La primera tarea es limitar el daño”.

“Todo esto es preocupante. Sin embargo, el lamentable estado del sistema de controles y equilibrios de Estados Unidos, una red de poderes mutuamente comprometidos tejidos, empeora las cosas por miedo a los tiranos alrededor de la presidencia, el Congreso y el poder judicial. «No estamos en el código azul», dice Norm Ornstein, del American Enterprise Institute. «Pero definitivamente estamos en la sala de emergencias y nos dirigimos a la unidad de cuidados intensivos».               

“Es sorprendente que tales grandes cambios no hayan causado más inquietud. Eso probablemente refleja el hecho de que mientras los partidos se alejaban, Estados Unidos continuó eligiendo presidentes que eran más centristas que sus partidos”.

«¿Acaso el sistema, que puso a un demagogo en la Casa Blanca, es ahora capaz de controlarlo?» Pregunta Ackerman. -No lo sabemos. Pero puedo decir que en el último medio siglo su capacidad de contención se ha reducido drásticamente”.

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“El final del mundo”. (Fuente: Der Spiegel​)

Según The Economist, “La política del conflicto [en EEUU] se aprovecha de una visión del mundo que rechaza décadas de política exterior estadounidense. Sin el apoyo y la participación activa de los Estados Unidos, la maquinaria de la cooperación mundial podría fracasar. La Organización Mundial del Comercio no sería digna de este nombre. La ONU caería en desuso. Innumerables tratados y convenciones serían socavados”. El ascenso de Trump ha fomentado un sentimiento anti globalización y anti libre comercio, a través de un discurso (populista) que promete proteger a los trabajadores de EEUU y a la industria nacional e impedir el ingreso de bienes que fabrican las empresas de EEUU en el extranjero. Ver en Lampadia: Parece que EEUU se gobernará a ‘Trumpeadas’ y Mayor globalización generará mayor bienestar

En pocos días ya está en problemas con México, China, Japón, y hasta Francia. En Gran Bretaña ya han firmado más de 1.6 millones de personas exigiendo no se le reciba. Las protestas por el tema migratorio se multiplican todos los días en EEUU y el resto del mundo. Ver en Lampadia: ¿Cuál es el futuro del comercio mundial?

Como hemos comentado anteriormente, el mundo necesita buenos líderes. La tragedia de nuestro tiempo es que los mejores hombres y mujeres no están en la política. Hay que hacer de la política un mejor espacio de desarrollo personal. Lampadia




¿Cómo clasifican los países en el Índice de Democracia Global?

El Índice de Democracia Global de The Economist Inteligence Unit, que analizamos y compartimos líneas abajo, registra el deterioro de la democracia de EEUU, que ha sido degradada, y nos muestra las mayores debilidades del Perú. La publicación incluye 60 indicadores usados para determinar el score de cada país, de modo que puede constituirse en una hoja de ruta para nuestras tareas pendientes.

Estados Unidos ya no es una democracia plena, afirmó recientemente la prestigiosa Unidad de Inteligencia de la publicación británica “The Economist”, que compila cada año un Índice de Democracia, proporcionando «una imagen del estado de la democracia en todo el mundo para 167 países». El país que durante mucho tiempo se ha definido como el estándar de la democracia para todo el mundo ahora es considerado «una democracia imperfecta».

La unidad del índice se basa en los resultados de 60 indicadores que se agrupan en cinco categorías: proceso electoral y pluralismo, libertades civiles, funcionamiento del gobierno, participación política y cultura política. La clasificación de los países se hace de acuerdo a su puntuación: países con democracia plena, países con democracia imperfecta, países con regímenes híbridos y países con regímenes autoritarios. Esto se puede observar más claramente en la tabla inferior:

Para ser clasificado como una democracia plena, un país debe mantener una calificación de 8.0 a 10.0, basada en las cinco categorías. La calificación de EEUU fue de 8.05 el año pasado, pero este año cambió de categoría bajando a 7.98, por lo que ya no está clasificado en la categoría de «democracia plena» con Australia, Canadá, Alemania y el Reino Unido. Y está muy por debajo de las democracias sociales como Noruega (Nº 1 en el Índice de Democracia 2016), Islandia (Nº 2) y Suecia (Nº 3).

En el caso de EEUU, “La confianza popular en el funcionamiento de las instituciones públicas ha disminuido [en EEUU]», explica la introducción al recién publicado Índice de Democracia. Continúa diciendo que “para aquellos de nosotros que desde hace muchos años estamos preocupados por el vulnerable estado de la democracia en Estados Unidos, la noticia es aún más preocupante porque el análisis del Índice de Democracia nos recuerda que esto va mucho más allá de  Donald Trump, como se puede ver en el gráfico inferior, el cual muestra que desde el 2003, la confianza de los estadounidenses ha venido cayendo en picada”.

«La confianza popular en el gobierno, los representantes electos y los partidos políticos ha caído a niveles extremadamente bajos en EEUU. (…) Al golpear una tensión profunda del descontento político con el funcionamiento de la democracia, Trump se convirtió en un beneficiario de la baja estima en la cual los votantes de los EEUU sostienen a su gobierno, los representantes elegidos y los partidos políticos”.

Un patrón similar de disminución de la confianza popular en las elites políticas y en las instituciones también ha sido evidente en Europa. Este descontento ayudó a disminuir las puntuaciones de más de 70 países en comparación con 2015. Aunque Gran Bretaña es uno de los principales ejemplares de esta tendencia, fue uno de los 38 países que registraron un mejor puntaje gracias a la sólida participación del 72.2% en el referéndum Brexit de junio de 2016.

Los países desarrollados de la OCDE en Europa dominan entre las «democracias plenas» del mundo. Según The Economist, “el predominio casi completo de los países de la OCDE entre los clasificados como ‘democracias plenas’ sugiere que el nivel de desarrollo económico es una restricción significativa, sino una obligación, para el desarrollo democrático”. Las ‘democracias imperfectas’ se concentran en América Latina (15), Europa del Este (13) y Asia (13), aunque Europa occidental cuenta ahora con seis, incluidos los principales países europeos como Francia e Italia.

A nivel global, el ranking se encuentra liderado por Noruega con un puntaje de 9.93 de 10, seguido por Islandia con 9.58 y Suecia con 9.45. El primer lugar entre países de América Latina fue Uruguay, alcanzando la 19ª posición con un puntaje de 8.17, seguido por Costa Rica en el puesto número 23. El Perú ocupa el lugar 59, con una puntuación de 6.65. Nuestro vecino, Chile, obtuvo el puesto 34, Brasil el 51 y Colombia el 57.

En 2016, el aumento del populismo trastornó el establishment político y el statu quo en gran parte del mundo, pero América Latina resistió en gran medida la tendencia. Sufriendo de una «resaca populista», como lo tilda The Economist, la región comenzó a moverse en una dirección más estable en 2016, con candidatos de centroderecha y pro-mercado tomando el mando en muchos países.

Según The Economist, América Latina sigue siendo la región más democrática de los países en desarrollo. Sin embargo, la puntuación media de la región ha continuado disminuyendo, bajando a 6.33 en 2016, de un promedio anual de 6.37 en 2011-15 y un pico de 6.43 en 2008. Perú, por su lado, obtuvo una puntuación de 6.65, ocupando el puesto 59 a nivel global y 12 a nivel regional. La categoría en la que obtuvo el menor puntaje es Cultura Política, seguido por el Funcionamiento del Gobierno.

Una cultura política democrática es crucial para la legitimidad, el buen funcionamiento y, en última instancia, la sostenibilidad de la democracia. Esto se debe a que “una cultura de pasividad y apatía -una ciudadanía obediente y dócil- no es consistente con la democracia. El proceso electoral divide periódicamente a la población en ganadores y perdedores. Una cultura política democrática exitosa implica que las partes perdedoras y sus partidarios acepten el juicio de los votantes y permitan la transferencia pacífica del poder”. Por otro lado, Funcionamiento del Gobierno se refiere a la capacidad del gobierno de implementar sus decisiones democráticamente.

En el caso del Perú, nuestras peores calificaciones se dan en ‘Cultura Política’ (4.38/10.0) y ‘Funcionamiento del Gobierno’ (5.36/10.0). Para profundizar el análisis de estas categorías, el cuadro inferior muestra ejemplos de las preguntas hechas en las encuestas del Economist Intelligence Unit, con las que determinaron su ranking.

Ejemplo de encuesta de Opinión Pública para Índice de Democracia

Entonces, ¿triunfó de la democracia este año? Esta fue la pregunta planteada por el Economist Intelligence Unit dado los dramáticos acontecimientos políticos de 2016. La respuesta del equipo fue inequívocamente negativa. “La respuesta predominante entre las élites políticas a los acontecimientos de 2016 ha sido la de arruinar la reacción popular contra el orden democrático y de interpretarlo como una amenaza para el futuro de la democracia liberal. Algunos incluso han cuestionado si se debe confiar en la gente común para tomar decisiones sobre asuntos importantes como la pertenencia del Reino Unido a la UE. Sin embargo, la reacción popular contra el orden establecido también puede verse como una consecuencia, no una causa, de las fallas de la democracia contemporánea”. Lampadia




La crisis de corrupción requiere rigor y tranquilidad

El 19 de enero pasado publicamos nuestro Editorial sobre la crisis desatada por la corrupción política y empresarial de Lula y sus empresas constructoras en el Perú: ‘Decisión y firmeza en el combate de la corrupción – A grandes males, grandes remedios (sin matar al paciente)’. Dijimos:

Esto configura una situación muy difícil de manejar. Hay que separar la paja del trigo y, para ello, se necesita enfrentar esta crisis con mucha seriedad, sin cacería de brujas, que nos pueda llevar a apuntar a elementos ‘distractivos’ o ‘scape goats’, en lugar de los peces gordos.

En nuestra opinión, en vez de jugar a la ‘gallinita ciega’, una delicia para los medios irresponsables, debemos empezar a tomar medidas drásticas alrededor de la mata de corrupción, por ejemplo: por necesidad moral de la República, el gobierno debe intervenir las empresas brasileñas involucradas en la acusación del Departamento de Justicia de Estados Unidos, que ha singularizado a corruptos y corruptores.

Esperamos que el gobierno actué con firmeza y rigor, que muestre a la ciudadanía un compromiso absoluto de llegar a las últimas consecuencias. ¿Qué mejor manera de hacerlo, que vigilando la gestión de dichas empresas desde adentro? Cuidando así de evitar daños colaterales, pero evitando también que todas las acciones de las empresas estén dirigidas a cautelar el mejor interés nacional, y no a salvaguardar los intereses de los corruptos.

De esta manera se puede dejar el tiempo y espacio para que los procesos judiciales, que deben ser lo más sumarios posibles, puedan ejercerse con seriedad.

Parece que nuestra propuesta de intervenir las empresas involucradas en el escándalo no ha sido entendida por el gobierno. Veamos:

· Hay una confesión de parte de Odebrecht en una corte de justicia de EEUU, en la que reconoce el uso de coimas en proyectos específicos

· Esta declaración de culpa y de malos manejos en el Perú ha sido confirmada en los procesos judiciales llevados a cabo en Brasil

· Ya no hay que confirmar si hubo delito o no. Estos han sido declarados por Odebrecht.

· En todos los procesos, Odebrecht ha aceptado otorgar compensaciones económicas por los daños causados.

· Mientras se determinan todos los detalles de los delitos y se establecen las compensaciones, multas y cargos de toda naturaleza, es menester cuidar las fuentes de los recursos que deberá recibir el Estado y no enterarnos, como hoy, que Odebrecht envió maquinaria a Brasil.

· Las fuentes de recursos a cautelar son los activos físicos y los recursos financieros de las empresas y los proyectos operados por Odebrecht.

· ¿Cómo se cautelan recursos en una situación así?
– ¿Haciendo embargos preventivos que pueden destruir la fuente de recursos?
– ¿Cerrando las empresas y paralizando los proyectos?

· ¡NO!

· La mejor manera de cautelar los intereses del Perú es tener la capacidad de controlar los activos y recursos financieros vinculados al tema.

· Para ello, si además se requiere cuidar la continuidad de las operaciones y proyectos mientras se vayan desarrollando las acciones finales, y dar tiempo al poder judicial para separar la paja del trigo y encausar a los verdaderos responsables, lo mejor es intervenir las empresas y proyectos.

· Esto significa, poner un interventor en cada empresa y proyecto de Odebrecht, con poderes especiales para cautelar los intereses del país.

· Dada la autoincriminación de Odebrecht, se debe poder articular los sustentos jurídicos para hacerlo o, incluso, negociar la presencia de interventores con el propio Odebrecht, puesto que la figura es mejor que embargos o paralizaciones descontroladas.

· Esta medida permitiría mostrar una acción decidida y sólida a la ciudadanía por parte del gobierno para enfrentar esta tremenda crisis.

Hoy coexisten en el Perú múltiples crisis. La inversión privada sigue cayendo. La economía, más allá de las colas del aporte minero, y la demanda interna, dejan mucho que desear. La conflictividad (política) social está atrapando al actual gobierno, como lo hizo con los anteriores. La corrupción de Lula y sus empresas en la política y la economía peruana ha creado una crisis de credibilidad en todas las esferas del país. La popularidad del gobierno está en picada y la economía global se debilitará por acción del ominoso Trump.

Hay que decirles a los vicepresidentes de PPK que se dejen de jugar a la pequeña política, a sus parlamentarios que sean más responsables, y al propio PPK, que estamos jugando con fuego en medio de una situación explosiva. Les toca a ellos romper la inercia de la confrontación. Hoy se requiere de la unión y sentido de propósito de todos los peruanos de buena voluntad. Esperemos que así sea. Lampadia

 




Tecnología: ¿Fuente de creación de nuevos puestos de trabajo?

En estos nuevos tiempos de la política populista en los países más desarrollados, muchos culpan a la globalización y el comercio internacional por la pérdida de empleos en distintas industrias, principalmente la manufacturera, empezando por el lamentable nuevo presidente de EEUU. La verdad es que el fenómeno de pérdida de empleo en los países ricos, se explica hasta en un 80% por Cuarta Revolución Industrial, los avances de la  tecnología y la automatización. Sin embargo, nuevos estudios conducidos por algunos antropólogos en EEUU, nos hablan de la creación de nuevos puestos de trabajo a causa de la tecnología.

Según un artículo del Financial Times (traducido líneas abajo), un muevo estudio de un grupo de antropólogos afirma que “Sí, las máquinas están eliminando algunos trabajos humanos, pero la gente también está trabajando con robots en nuevos roles. Esa versión más optimista de la historia tiende a oscurecerse, pero merece mucho más atención”.

Y es que la automatización está creando nuevos puestos de trabajo, especialmente para monitorear, administrar e interpretar la data generada por los robots y las máquinas. Si bien no tienen cifras exactas para asegurar que el nuevo de empleos nuevos compensa la pérdida de los mismos gracias a la automatización, esta información no pierde importancia. La lección principal que se debe extraer de este análisis es “la necesidad urgente de un mayor debate político sobre cómo preparar a los trabajadores para este nuevo mundo. El entrenamiento de la fuerza de trabajo necesita cambiar para inculcar más habilidades digitales.”

Este tema va muy ligado a  nuestra propuesta de que tenemos que hacer un “salto cuántico”, o un “Big Bang”, una verdadera revolución educativa y no el mamarracho de Saavedra ni Mora. Ver en Lampadia: Educación y Habilidades para el Futuro y Líneas de acción y compromisos para la educación del siglo XXI.

Fuente:  fortune.com

La Cuarta Revolución Industrial, la cual está relacionada con la robótica y la inteligencia artificial, entre otras muchas tecnologías disruptivas, jugará un papel trascendental en la vida de los ciudadanos, empresas y naciones en los próximos años. (Ver en Lampadia: Aceleremos el desarrollo del Perú mediante la innovación y Los retos de la Cuarta Revolución Industrial. Todas las revoluciones industriales traen consigo una disrupción económica, política y social. Ésta no es diferente, más bien se piensa que sus impactos y discontinuidades serán mayores a cualquier cosa que hayamos visto antes. Por ello es tan importante que los peruanos no perdamos más tiempo, pues no solo tenemos que superar brechas inmensas en educación, salud, infraestructuras y tecnología; también tenemos que nivelarnos con el mundo más desarrollado para ser parte de los ganadores de la `cuarta revolución industrial’. Ver en Lampadia: Gobernabilidad con un gabinete multipartidario.

El reto ahora es buscar la estrategia que lleve al Perú a una mejora acelerada y extraordinaria de la educación. Debemos aprovechar el desenvolvimiento la Cuarta Revolución Industrial’, ya que nos presenta amenazas y oportunidades disruptivas para el empleo y la educación en el mundo.

El futuro del Perú depende de cómo formemos a nuestros jóvenes. Esperamos que el gobierno  pueda tomar conciencia de las reformas que necesitamos asumir para iniciar la inmensa tarea de dar a las nuevas generaciones los beneficios y capacidades que nos ofrece el mundo del siglo XXI. Lampadia                        

Cómo los robots están volviendo indispensables a los seres humanos

Paradójicamente, las políticas de Trump podrían acelerar la automatización y la pérdida de puestos de trabajo

Fuente:  Financial Times

Gillian Tett
Financial Times
22 de Diciembre de 2016
Traducido y glosado por
Lampadia

En los últimos meses, los antropólogos han estado investigando el enmarañado mundo de la mano de obra de Estados Unidos en busca de una respuesta a una de las grandes preguntas de nuestro tiempo: ¿qué sucederá con los trabajos humanos cuando lleguen los robots?

Uno pensaría que la respuesta es muy deprimente. Si hay algo en lo que casi todos los economistas están de acuerdo, es que las tecnologías digitales están haciendo muchos de los trabajos que antes hacían los humanos.

La manufactura es un ejemplo particularmente duro. Un estudio de la Universidad Ball State sugiere que se perdieron 5.6 millones de empleos manufactureros en Estados Unidos entre los años 2000 y 2010, casi nueve de diez gracias a la automatización y no al comercio. Podría ser peor: McKinsey, una consultoría, estima que el 45 % de las tareas que actualmente realizan los seres humanos podrían automatizarse a medida que el patrón se extienda al sector de servicios. Esto equivale a US$ 2,000 millones en salarios anuales – y millones de empleos.

Eso suena aterrador. Hay, sin embargo, un giro intrigante. Cuando los antropólogos llevaron a cabo «la observación de la participación» entre los trabajadores estadounidenses, es decir, observar lo que realmente está ocurriendo en la vida cotidiana de las personas, en lugar de observar estadísticas de arriba hacia abajo, descubrieron una historia más compleja de lo que sugieren las cifras.

Sí, las máquinas están eliminando algunos trabajos humanos, pero la gente también está trabajando con robots en nuevos roles. Esa versión más optimista de la historia tiende a oscurecerse, pero merece mucho más atención – particularmente cuando el presidente electo Donald Trump asuma el cargo el próximo mes.

Consideremos las conclusiones de Benjamin Shestakofsky, un antropólogo que pasó 19 meses dentro de una empresa de California que utiliza tecnologías digitales para conectar a compradores y vendedores de servicios domésticos. Shestakovsky inicialmente asumió que su investigación mostraría cómo las máquinas estaban reemplazando a los trabajadores humanos. Cuando realizó un análisis de base, se dio cuenta de que la empresa estaba creciendo rápidamente, con sistemas de computación tan grandes y complejos, que constantemente estaba contratando a más humanos, no robots, para monitorear, administrar e interpretar los datos. «La automatización de software puede sustituir a la mano de obra, pero también crea nuevos complementos humano-máquina», dijo recientemente en una reunión de la American Anthropological Association, señalando que las empresas «están creando nuevos tipos de trabajos».

Shreeharsh Kelkar, otro antropólogo, vio el mismo patrón en el mundo de la educación. Hasta hace poco se suponía que el aumento de las herramientas didácticas digitales volverían menos importante a los profesores humanos. Pero observando a los educadores en acción, Kelkar encontró que los profesores humanos están trabajando con estas herramientas digitales para ser más eficientes. El problema no es que las computadoras estén automatizando los trabajos, dice, sino que » están surgiendo asociaciones entre humanos y computadoras”.

Una respuesta obvia es que todavía no está claro si estas anécdotas son típicas, ni nadie sabe si estos nuevos «conjuntos» de humanos y máquinas crearán suficientes trabajos para compensar los perdidos por la automatización. Además, los nuevos empleos digitalizados pueden parecer menos atractivos que los viejos roles, ya que a menudo se estructuran como «trabajos contingentes», con trabajadores autónomos que proveen los servicios demandados.

De todos modos, las conclusiones de los antropólogos no deben ser ignoradas. En primer lugar, sugieren que existe una ardiente necesidad de que los responsables de la formulación de políticas obtengan mucho mejores datos sobre lo que realmente está ocurriendo en el lugar de trabajo estadounidense. Los estudios antropológicos son de pequeña escala, mientras que los datos a nivel macro son sorprendentemente débiles, en parte debido a que la Oficina de Estadísticas Laborales tiende a recopilar datos a través de los canales tradicionales. «No sabemos lo que está pasando con el trabajo contingente hoy», dice Mary Gray, una antropóloga que trabaja en Microsoft. «Las empresas de tecnología no controlan el trabajo mejor que la Oficina de Estadísticas Laborales».

En segundo lugar, si alguien consigue pintar un retrato exacto de esa fuerza de trabajo, necesitan demostrárselo a Trump. En los últimos meses, el presidente electo ha declarado en repetidas ocasiones que está decidido a mantener más negocios de manufactura en Estados Unidos, en parte porque a él le gusta culpar -equivocadamente- la pérdida de puestos de trabajo manufactureros a la competencia China o de México. Pero si logra este objetivo de America First, paradójicamente, sólo acelerará la tendencia de la automatización a medida que las empresas se apresuren a recortar costos. Esto no es necesariamente malo, pero sugiere que las esperanzas de Trump de recrear los viejos empleos estadounidenses están equivocadas.                                                                                                               

Eso nos lleva al tercer punto: la necesidad urgente de un mayor debate político sobre cómo preparar a los trabajadores para este nuevo mundo. El entrenamiento de la fuerza de trabajo necesita cambiar para instalar más habilidades digitales. Nuevos tipos de sistemas de seguridad social, salud y pensiones son necesarios para acomodar a los trabajadores contingentes.

Algunos políticos entienden esto. Senadores como Mark Warner, un demócrata, por ejemplo, están presionando por nuevas redes de seguridad para los trabajadores contingentes. Sin embargo, si este debate es para asegurar una tracción seria, es imprescindible que intervenga el propio sector de la tecnología. Hasta ahora, Silicon Valley no ha sido particularmente líder en estas cuestiones, pero Trump parece tener la intención hacerlos el centro de atención: la semana pasada convocó a los líderes tecnológicos al Trump Tower para «tranquilizarlos» sobre sus planes.

Por lo tanto, Silicon Valley debe aprovechar esta oportunidad e iniciar un diálogo sobre cómo ayudar a los seres humanos a lidiar con todos esos robots en la fuerza de trabajo. De lo contrario, llegará el día en que el propio Silicon Valley podría verse culpado por las pérdidas de empleos en Estados Unidos. Lampadia

 




Un inaceptable intervencionismo político

Desde la muerte de Mao y la caída del imperio soviético, y más allá de la captura de Venezuela por parte de Cuba, no se habían visto nuevos proyectos de control y dominación política de terceros países, hasta las recientes malhadadas aventuras de Putin en EEUU y Lula da Silva en Latinoamérica.

Ambos personajes han usado sus capacidades para influir indebidamente más allá de sus fronteras.

Putin, según las más recientes revelaciones, influyó de manera explícita en las elecciones de EEUU para favorecer a Trump, mediante ciber-ataques que debilitaron la candidatura de Hillary Clinton. Algo nunca visto, que ha generado críticas muy fuertes y a lo que no se ha sabido responder institucionalmente. 

Por su lado, Lula, habría dirigido la instrumentación de un anillo de corrupción con Petrobras y las más afamadas compañías constructoras brasileñas, para sifonear recursos financieros a partidos y líderes políticos de izquierda en la región, así como para financiar movimientos y eventos como el Foro de Sao Paulo, que alteraron la agenda de desarrollo de Latinoamérica (como fue con el sabotaje de la Iniciativa de las Américas en 1992, que frenó la apertura comercial en el continente).

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Fuente: brasilpost.com

En el caso de Lula se llegó al extremo de autorizar a sus embajadores en la región, para confirmar que la alianza del presidente de Brasil con las compañías constructoras brasileñas, era un política de Estado.

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Fuente:  elmundo.sv

El ilegal, corrupto y nada fraterno, intervencionismo de Lula en la política de la región se ha ido estableciendo país por país, habiéndose llegado a confirmar, el día de ayer (según la revista Veja de Brasil), que la empresa OAS habría financiado la campaña de Michelle Bachelet.

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Fuente:  La Tercera

Todo esto constituye un atentado de carácter imperialista de Brasil en la Región. Como dice Jaime de Althaus:

La cancillería peruana debería enviar una nota de protesta al Brasil exigiendo una reparación porque la penetración corruptora de las empresas brasileñas en nuestro país, profundamente dañina y desmoralizadora, no fue el producto de iniciativas propias y aisladas de cada empresa sino fue una política de Estado dirigida desde los más altos niveles del gobierno del Partido de los Trabajadores (PT).

Ver en Lampadia: Nota de protesta al Brasil

Se hace pues evidente que muchos eventos de la vida política peruana, como hasta tres procesos electorales, presidenciales, el 2006, 2011 y 2016, habrían estado manchados por la corrupción política del ‘padrino’ Lula y su PT.

Del mismo modo, incluyendo la participación del mismo ‘estratega’ marketero que apoyó a Ollanta Humala, la ex alcaldesa Susana Villarán, se habría beneficiado del apoyo de Lula para su elección y para evitar su revocatoria.

Es de suponerse además, que Verónika Mendoza y varios congresistas hayan recibido también, apoyo ‘petista’ (del PT).

Igualmente hay que señalar a los caseritos del ‘Foro de Sao Paulo’ y quién sabe cuantos desaguisados más.

A la fecha, todos los procesos de investigación sobre la corrupción promovida por Lula en el Perú parece dirigida mayormente a los temas vinculados a los proyectos de inversión y concesiones, al amparo de coimas.

Hasta ahora, no parece haber el propósito de develar la corrupción política y la penetración imperialista de Brasil en el Perú.

Instamos a las autoridades judiciales y a los medios de comunicación, a dedicar parte de sus esfuerzos a investigar la peor interferencia política extranjera de nuestra historia. Sin embargo, como esta viene del ‘padrino’ de las izquierdas latinoamericanas, será difícil movilizar voluntades, pues muchos medios, unos desde arriba y otros desde abajo, están comprometidos con un periodismo ultramontano que aún sigue detrás de las ‘ideas muertas’, que tanto daño han hecho en la región.

No dejemos de preguntarnos tampoco, si estos dineros cochinos han estado financiando a las ONGs anti inversión y anti minería, que en su momento han servido a agendas políticas de liderazgos locales y nacionales.

Ojalá nuestros lectores nos puedan aconsejar el tipo de compensación que nuestro país debe reclamar a Brasil. Estaremos atentos a las sugerencias. Lampadia