Minería ilegal liberada por Pedro Castillo

Por: Ruben Vargas
Expreso, 28 de Setiembre del 2022

Mandatario decide retirar FF.AA. de zonas rojas y, sin embargo, reafirma adquisición de naves y pertrechos.

El presidente Pedro Castillo decidió retirar a las Fuerzas Armadas de la lucha contra la minería informal, y decidió no prorrogar el estado de emergencia en la zona, denunció el experto en crimen organizado y lucha antidrogas Rubén Vargas Céspedes.

“Castillo decidió retirar a las FF.AA. de la lucha contra la minería ilegal en La Pampa (Madre de Dios) y Alto Nanay (Loreto). En la lucha contra esta economía ilegal es fundamental el apoyo de las FF.AA. Gobierno decidió no prorrogar el estado de emergencia”️, señaló el exministro del Interior.

Advirtió también que el Gobierno “tiene acuerdo político con coca ilegal. Las víctimas de ese acuerdo son los nativos que siguen perseguidos y asesinados por los narcotraficantes. Comisión de Defensa del Congreso debe citar al jefe de Devida para que explique la estrategia antidrogas del Ejecutivo”.

ARMAS PARA MILITARES

Ayer el mandatario llegó a Piura para dirigir las maniobras tácticas «Fortaleza 2022», que realizó el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas-Co mando Operacional del Norte.

En su alocución justificó su empeño en la compra de armamento en tiempos de crisis. «Hemos tenido un informe de que parte del armamento corresponde a muchos años de adquirido, pero es tiempo que el Perú este a la altura de otros países», enfatizó.




¿Cómo conservar y regenerar naturaleza?

Juan Manuel Benites
Ex ministro de Desarrollo Agrario y Riego del Perú
Para Lampadia

En el Perú, la deforestación en la Amazonía, según el CENAGRO 2012, alcanza una superficie cercana a 12 millones de hectáreas, de las cuales 2 millones de hectáreas corresponden a superficie agrícola en producción. Estas tierras en producción, están conducidas por más de 459 mil agricultores (96% corresponde a pequeños y medianos productores de menos de 50 hectáreas).

Esta expansión de frontera agropecuaria está vinculada, principalmente, a procesos de migración de agricultores de extrema pobreza, que van a la selva buscando un mejor futuro. Adicionalmente, otros factores determinantes de la deforestación son la ausencia de políticas de ordenamiento territorial y de derechos de propiedad de la tierra.

La actual legislación en materia forestal y ambiental, no ha logrado resolver esta problemática generando, por el contrario, mayores barreras burocráticas que van en contra de la seguridad jurídica, la formalización de la agricultura y la producción de servicios ambientales en la Amazonía.

Esta realidad se puede corroborar con cifras del Servicio Nacional de Certificación Ambiental (SENACE), en las que se observa que menos del 1% de las unidades agropecuarias, de más de 10 hectáreas en el país, han presentado instrumentos ambientales. A partir de ello, podemos inferir que casi la totalidad de la agricultura se encuentra en informalidad ambiental, y, por consiguiente, no tienen clasificación de capacidad de uso mayor (estudio de aptitud de los suelos para determinados usos) y, tampoco, la autorización de cambio de uso de suelos (permiso administrativo que otorga el Estado para retirar cobertura forestal).

La actual Ley Forestal (Ley 29763) y su reglamento, prohíben hacer agricultura en suelo forestal y, para el caso de los suelos con aptitud agropecuaria, exigen contar con una autorización de cambio de uso. Sin embargo, gran parte de la expansión de la frontera agrícola en la selva se ha desarrollado sin conocer cuál es la aptitud de los suelos y sin contar autorización de cambio de uso. Esta situación genera un enorme vacío legal y deja en incertidumbre jurídica a pequeños y medianos productores agrarios. Lo mismo ocurre con comunidades nativas que tienen cerca de 466 mil hectáreas de tierras en producción agropecuaria. Todo ello, dado que la Ley Forestal actual, no contempla la regularización de la autorización de cambio de uso y hasta podría poner en tela de juicio la validez de los títulos y constancias de posesión otorgados por el propio Estado.

Si casi el 76% del suelo de la selva es forestal o de protección, existe una altísima probabilidad que los terrenos dedicados a cultivos como el café, cacao, palma aceitera, arroz, maíz amarillo duro, cítricos, plátano, papaya, piña, camu camu, entre otros, estén instalados sobre este tipo de suelos y, por lo tanto, sean cultivos en situación de ilegalidad debido a la inviabilidad de aplicar la Ley 29763 para la agricultura que ya está en curso.

La norma forestal ha sido hecha para proyectos agrarios que parten de cero y no tomó en cuenta operaciones que ya fueron iniciadas, es decir, en donde ya no existe cobertura forestal. Esta situación se da a pesar de ser el propio Estado quien en las últimas décadas ha promovido procesos migratorios, otorgando derechos de propiedad, créditos, asistencia técnica, subsidios, entre otros bienes y servicios públicos.

En ese sentido, ¿Sería razonable exigirle al agricultor paralizar su actividad y/o resembrar el bosque deforestado? Incluso, algunos agricultores podrían enfrentar sanciones administrativas, civiles y hasta penales, habiendo sido incentivados para hacer agricultura, por el propio Estado. No sólo no resulta razonable, sino que además es contrario a la realidad y se podría generar un foco de conflicto social considerable. Imponer la norma, sin considerar la realidad existente, podría generar una grave afectación económica al patrimonio de los agricultores y se atentaría contra la seguridad alimentaria de la población.

El proyecto de Ley (649, 894 y 2315), que modifica la actual ley Forestal, debería definir una línea de corte entre la agricultura que ya está consolidada y los nuevos proyectos agrarios que tendrán que cumplir con todo lo establecido en la ley vigente, garantizando los derechos sobre el uso de la tierra de los miles de pequeños productores agropecuarios en la selva, generando condiciones para su formalización y certificación ambiental. Con ello, se busca contribuir, principalmente, en la seguridad jurídica de los predios rurales de los agricultores, reducir la incertidumbre en su actividad productiva y evitar posibles pérdidas de su capital. Asimismo, abrirles la posibilidad a los productores agrarios a la certificación ambiental, aumenta su potencial de ingreso a mercados más exigentes.

En la búsqueda de solucionar la situación descrita anteriormente, el mencionado proyecto de ley debería proponer disposiciones complementarias que se apliquen solamente para predios que tengan derechos de propiedad, otorgados por un ente competente del Estado, en la parte del predio que ya no tiene cobertura forestal y no se aplicaría para ampliación de frontera agrícola.

Asimismo, este proyecto de Ley debería incorporar medidas que eviten la titulación de nuevos predios en terrenos de propiedad pública con cobertura forestal. Debe organizarse el uso del territorio y anclar la superficie que puede usarse para fines agropecuarios. Asimismo, debe considerarse la opción de compensar los posibles impactos en el ecosistema y, además, evitar la impunidad de los delitos asociados al tráfico de tierras.

Entonces, se podría tener incentivos que arraiguen al productor a su tierra para producir cultivos permanentes, de preferencia, pudiendo atraer capitales para mejorar su productividad y reducir la presión por más tierra para generar los ingresos familiares que necesita. En ese orden de ideas, se podrá regenerar bosque en las tierras excedentes, que ya no tienen cobertura forestal, balanceando ingresos provenientes del agro con captura de carbono, por ejemplo. No hay que olvidar que casi un millón de personas de la Amazonia, es decir, el 54% de la población de la selva rural (dependiente de actividades como la agricultura)se encuentra en situación de vulnerabilidad monetaria, según el INEI. Es decir, cualquier cambio en las condiciones económicas de las familias rurales, en esta región natural, podrían mermar sus actuales niveles de vida.

Esta propuesta puede ser corroborada analizando los datos proporcionados por el MIDAGRI y la plataforma GEOBOSQUES del MINAM al 2021, sobre ingresos agrícolas y deforestación por hectárea. Utilizando datos de más de 290 distritos agrícolas pertenecientes a la selva, en los que se viene desarrollando agricultura, encontramos que el primer quintil de distritos que menos deforestan muestra el mayor nivel de ingreso agrícola por hectárea, siendo estos ingresos explicados, en gran proporción, por cultivos permanentes (55% del total de ingresos). Por otro lado, haciendo la comparación entre el Quintil I (menor deforestación) y el Quintil V (mayor deforestación), los niveles de ingresos por hectárea del primer grupo son 39% mayores que el grupo de distritos de mayor deforestación, siendo esta tasa de crecimiento mayor para los cultivos permanentes (+54%) frente a los transitorios (+24%).

Finalmente, como conclusión, creemos que la modificación de la norma forestal podría resolver una serie de limitaciones de la Ley 29763, estableciendo medidas transitorias para garantizar los derechos en el uso de la tierra de los agricultores familiares de la Amazonía y generar los incentivos correctos para proteger el bosque. Adicionalmente, se evitaría la criminalización de pequeños y medianos productores agropecuarios, que tendrían que asumir responsabilidades que le corresponden al Estado por su acción negligente y falta de coherencia en cuanto a la ejecución de políticas públicas. Lampadia




Las ganancias climáticas son una ‘verdad incómoda’

The Wall Street Journal
Björn Lomborg
Presidente del Consenso de Copenhague y miembro visitante de la Institución Hoover de la Universidad de Stanford. Su último libro es “Falsa alarma: cómo el pánico por el cambio climático nos cuesta billones, daña a los pobres y no logra arreglar el planeta”.
6 de setiembre, 2022

La Gran Barrera de Coral de Australia cerca de Airlie Beach, Queensland. Ayanadak123/Wikimedia Commons

Es fácil creer que la vida en la Tierra está empeorando cada vez más. Los medios destacan una catástrofe tras otra y hacen predicciones aterradoras. Con un torrente de pesimismo sobre el cambio climático y el medio ambiente, es comprensible por qué muchas personas, especialmente los jóvenes, creen genuinamente que el mundo está a punto de terminar.

El hecho es que, mientras persisten los problemas, el mundo, de hecho, está mejorando. Rara vez lo escuchamos.

Se nos habla incesantemente de desastres, ya sea la última ola de calor, una inundación, un incendio forestal o una tormenta. Sin embargo, los datos muestran de manera abrumadora que durante el siglo pasado, las personas se han vuelto mucho, mucho más seguras de todos estos eventos climáticos. De hecho, en la década de 1920, alrededor de medio millón de personas murieron a causa de desastres meteorológicos, mientras que en la última década el número de muertos promedió alrededor de 18.000. Este año, al igual que 2020 y 2021, está por debajo de eso. ¿Por qué? Porque cuando las personas se vuelven más ricas, se vuelven más resistentes.

Las noticias de televisión fijadas en el clima nos harían pensar a todos que los desastres están empeorando. Ellos no están. 

Alrededor de 1900, alrededor del 4,5% de la superficie terrestre del mundo se quemaría cada año. Durante el siglo pasado, esto se redujo a alrededor del 3,2%. En las últimas dos décadas, los satélites muestran un declive aún mayor: en 2021 solo se quemó el 2,5 %. Esto ha sucedido principalmente porque las sociedades más ricas previenen los incendios. Los modelos muestran que para fines de siglo, a pesar del cambio climático, la adaptación humana significará aún menos quema.

El porcentaje de área de tierra quemada ha visto una disminución en las últimas dos décadas. AFP vía Getty Images

Y a pesar de lo que puede haber escuchado sobre los costos récord de los desastres climáticos (principalmente porque las poblaciones más ricas construyen casas más caras a lo largo de las costas), los costos de los daños están disminuyendo, no aumentando, como porcentaje del PIB.

Pero no son solo los desastres meteorológicos los que se están volviendo menos dañinos a pesar de las terribles predicciones. Hace una década, los ambientalistas declararon en voz alta que la magnífica Gran Barrera de Coral de Australia estaba casi muerta, muerta por la decoloración causada por el cambio climático. The UK Guardian incluso publicó un obituario.

Este año, los científicos revelaron que dos tercios de la Gran Barrera de Coral muestran la mayor cobertura de coral vista desde que comenzaron los registros en 1985. El informe de buenas noticias atrajo una fracción de la atención.

No hace mucho tiempo, los ambientalistas usaban constantemente imágenes de osos polares para resaltar los peligros del cambio climático. 

Los osos polares incluso aparecieron en la aterradora película de Al Gore «Una verdad incómoda». Pero la realidad es que el número de osos polares ha ido en aumento, de entre cinco y diez mil osos polares en la década de 1960, hasta alrededor de 26,000 en la actualidad. No escuchamos esta noticia. En cambio, los activistas simplemente dejaron de usar osos polares en su activismo.

El número de osos polares ha aumentado de menos de 10.000 a alrededor de 26.000. imágenes falsas

Hay tantas historias de malas noticias que rara vez nos detenemos a considerar que, en los indicadores más importantes, la vida está mejorando mucho. 

La esperanza de vida humana se ha duplicado durante el último siglo, de 36 años en 1920 a más de 72 años en la actualidad. Hace cien años, las tres cuartas partes de la población mundial vivían en la pobreza extrema. Hoy, es menos de una décima parte.

El problema ambiental más mortífero, la contaminación del aire, tenía cuatro veces más probabilidades de matarte en 1920 que en la actualidad, principalmente debido a que las personas en situación de pobreza cocinaban y calentaban con estiércol y leña.

A pesar de los contratiempos relacionados con COVID, la humanidad ha mejorado cada vez más. Sin embargo, los traficantes de fatalidades seguirán diciéndote que el final está cerca. Esto es excelente para su recaudación de fondos, pero los costos para la sociedad son altísimos: tomamos decisiones políticas malas y costosas y nuestros hijos están locos de miedo.

También terminamos ignorando problemas mucho más grandes. 

Considere toda la atención dedicada a las olas de calor. En los Estados Unidos y muchas otras partes del mundo, las muertes por calor en realidad están disminuyendo, porque el acceso al aire acondicionado ayuda mucho más de lo que daña el aumento de las temperaturas.

La ONU estima que sin el calentamiento global, la persona promedio en 2100 estaría un 450% mejor que hoy. SOPA Images/LightRocket a través de Getty Images

Sin embargo, en casi todas partes, el frío mata silenciosamente a muchos más. En los EE. UU., unas 20 000 personas mueren por calor, pero 170 000 mueren por frío, algo en lo que rara vez nos enfocamos. Además, las muertes por frío están aumentando en los EE. UU., y nuestro enfoque incesante en el cambio climático está exacerbando esta tendencia, porque los políticos han introducido leyes ecológicas que encarecen la energía, lo que significa que menos personas pueden permitirse el lujo de mantenerse calientes. La falta de perspectiva significa que no nos enfocamos primero en dónde podemos ayudar más.

En una escala más amplia, el calentamiento global lleva a celebridades y políticos a volar alrededor del mundo en jets privados para sermonearnos al resto de nosotros, mientras gastamos menos en problemas como el hambre, las enfermedades infecciosas y la falta de educación básica. ¿Cuándo se reunieron los políticos y las estrellas de cine por una causa importante como desparasitar a los niños?

Necesitamos algo de equilibrio en nuestras noticias, pero eso no significa ignorar el calentamiento global: es un problema real, causado por la humanidad. Solo necesitamos perspectiva. 

Para saber qué esperar de un planeta que se calienta, podemos observar las estimaciones de daños de los modelos económicos utilizados por las administraciones de Biden y Obama, que revelan el costo global total del cambio climático, no solo para las economías, sino en todos los sentidos. sea ​​equivalente a menos de un 4% de impacto en el PIB mundial para finales de siglo.

La humanidad es cada día más próspera. En un informe separado, las Naciones Unidas estiman que sin el calentamiento global, la persona promedio en 2100 estaría 450% mejor que hoy. El calentamiento global significa que las personas solo serán un 434% más ricas, dicen. Eso no es un desastre.

El miedo al cambio climático está causando una ansiedad que cambia la vida. Es posible que solo escuche malas noticias, pero eso no significa que esté escuchando la historia completa.

Lampadia




¿Qué hace el gobierno peruano al respecto?

Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 9 de setiembre de 2022
Para Lampadia

Veamos algunos titulares recientes acerca del clima en otras partes del mundo:

“China enfrenta su sequía más larga y severa jamás registrada.” (La Verdad – México; 26/8/2022).
“California sufre su mayor sequía en más de mil años.” (La Opinión – California; 18/7/2022).
“México árido: la peor sequía en 11 años.” (Metro World News; 27/8/2022). Y la última:
“Sequía extrema en Europa / Campos de cultivo muertos y comunidades enteras sin agua.” (Euronews; 5/8/2022).

Como se ve, todas son noticias dramáticas. La actual sequía en el hemisferio norte es real y brutal. Asia, Norteamérica y Europa están padeciendo de una severa escasez hídrica. Nuestro país – gracias a Dios – no. Al contrario, nuestros reservorios – a pesar de estar en pleno estiaje – están llenos. ¿Será que Dios es peruano? … pareciera que sí.

Pero no nos distraigamos con la nacionalidad de Nuestro Padre Celestial. La pregunta es: ¿qué se avecina con la severísima sequía en el hemisferio norte? ¿Acaso no vendrá – a corto plazo – una tremenda inflación alimentaria a nivel mundial? Si la guerra entre dos países cerealeros como Rusia y Ucrania propició un alza tan significativa en los precios del trigo, cebada, maíz y demás cereales ¿cuánto más podrían subir los precios de dichos productos ante una sequía tan devastadora en países que – sumados – abarcan áreas cultivables mucho más extensas que Rusia y Ucrania juntos?

No me gusta fungir de agorero de males y desdichas, pero no veo otro futuro que alimentos caros, muy caros… más caros que los que están actualmente en los mercados. Fatalmente, no veo nada que impida el alza – más de lo que están – del pan, del pollo, de los huevos, del aceite, de la leche y todo lo demás.

Pues bien, eso que es malo – muy malo – para algunos consumidores; me refiero a los pobres y desempleados, es bueno para los productores de alimentos.

Efectivamente – aunque parezca cruel – los agricultores ganan en los ciclos inflacionarios como el que estamos viviendo. Incluso, ganarán aún más en el ciclo inflacionario que está por venir.
Los productores peruanos de maíz, algodón, café, caña de azúcar, arroz, papa, etc. – y que no son pocos – están ganando con el alza de precios actuales, y apuesto doble contra sencillo que ganarán más aún, el próximo año.

Repito. Los que más están sufriendo la inflación alimentaria – y sufrirán aún más – son los pobres y desempleados. Aquellos compatriotas que están pasando las de Caín para comprar alimentos caros… carísimos. ¡Por eso era tan importante promover inversiones empresariales en todo el país! Inversiones en nuevas empresas – mineras, petroleras, agrícolas, pesqueras, industriales, comerciales, turísticas, tecnológicas, de servicios, etc. – e inversiones en ampliaciones de operaciones existentes.

Ante un escenario inflacionario como el actual, el reto era – precisamente – generar empleos masivamente para que todos los peruanos tengan ingresos con qué comprar alimentos caros. Pero no. Este gobierno es tan inepto – y retrógrado y acomplejado y corrupto – que, en vez de promover el desarrollo empresarial y laboral en todo el país, más se está dedicando a trabar el proceso de inversión empresarial a nivel nacional, generando así todos los males que estamos viviendo: estancamiento económico y productivo, desempleo, pobreza, hambre, informalidad, delincuencia, mendicidad, etc. etc. etc. ¡Un caos social, económico y moral!

El Presidente Castillo – rodeado de lo peor de lo peor en materia ministerial – es la madre del cordero. La sequía que está devastando la agricultura de Asia, Norteamérica y Europa nos pasará factura, muy pronto. Los precios de los alimentos subirán aún más. Y el gobierno no está haciendo nada al respecto.

Los bonos alimentarios que pretende repartir – aparte de coimas y sobornos – no servirán de mucho. Sólo un vasto proceso de inversiones empresariales – a todo nivel – habría paliado el encarecimiento alimentario que se avecina.

Inversiones que hubieran generado empleos.
Empleos que hubieran generado ingresos para los peruanos. Sobre todo, para los más pobres.
Ingresos que hubieran permitido comprar alimentos caros.
Alimentos que hubieran generado salud, dignidad y bienestar para todos los peruanos.

Pero no. Frente a la devastadora sequía en el hemisferio norte, el gobierno – nuestro gobierno – no está haciendo nada. Peor aún, está desalentando el proceso de inversión y generación de empleo, lo cual está empobreciendo a muchos peruanos… más de lo que están. Así estamos. Lampadia




El Congreso da marcha atrás en ley anti-deforestación

Lamentable decisión

Jaime de Althaus
Para Lampadia

Ha sido una muy mala noticia para el país que el Congreso no haya insistido en la ley que consolida la propiedad en la Amazonía, que había sido erróneamente observada por el Ejecutivo. Llamó la atención que un pleno que había aprobado la ley por amplísima mayoría, haya luego decidido enviarla junto con las observaciones nada menos que a la comisión de Pueblos Andinos, dominada por ONGs ambientalistas que tienen intereses propios que son los que finalmente han influido en el cambio de opinión de la bancada de Perú Libre y del propio gobierno.

Tal como explicamos en artículo anterior (Ver en Lampadia: Gobierno debe promulgar la ley anti-deforestación – Y no hacerle caso a ONGs), la ley ayuda a detener la deforestación porque consolida la propiedad de los cientos de miles de agricultores migratorios que con títulos consolidados pueden acceder a crédito y asistencia técnica para pasar a cultivos permanentes, adecuados al tipo de suelo, de modo que así dejarían de migrar y de seguir deforestando.

Como sabemos, la ley forestal vigente prohíbe titular las tierras de uso forestal, pero ocurre que cientos de miles de agricultores migratorios tienen títulos de propiedad o posesorios en tierras que eran de uso forestal pero que fueron taladas y rozadas para sembrar cultivos. El problema es que dicha ley les impide cambiar de uso la tierra y entonces sus títulos pierden valor o pueden ser revocados. O si carecen de título, tampoco lo pueden conseguir si es que no hicieron, antes de su explotación, el cambio de uso.

Lo que hacía la ley observada es consolidar la propiedad de estos predios exceptuándolos de la obligación de haber obtenido el cambio de uso antes de iniciar su explotación (y esto para los predios ya existentes, no para titular nuevos o futuros). Con ello, no solo se beneficia a miles de agricultores, sino que se enfrenta con realismo el problema de la deforestación e incluso el de la siembra de cocales para el narcotráfico. En efecto, como bien explica Marc Dourojeanni, el ecologista más destacado del Perú:

“…cada hectárea en producción actual puede rendir tanto o más del doble de lo que produce en la actualidad si dispusiera de asistencia técnica y crediticia, además de buenas vías de comunicación, entre otros servicios. La respuesta que se propone es otorgar en propiedad esa tierra deforestada a sus ocupantes y brindarles el apoyo técnico y financiero que requieren, Adoptar la medida de otorgar en propiedad las tierras de aptitud forestal deforestadas requiere de un cambio simple en la legislación vigente”[1]

El problema es que este cambio tan beneficioso se ha tropezado con los intereses económicos de algunas ONG ambientalistas, que han hecho de los problemas ambientales una gran fuente de recursos económicos para ellas. En efecto, como puede verse en el siguiente cuadro, en los últimos diez años las ONG ambientalistas han recibido donaciones del exterior por casi 550 millones de dólares.

Si estos millonarios recursos hubieran servido para disminuir la deforestación, bienvenidos habrían sido. Pero no. Como podemos ver en el siguiente gráfico, cada año perdemos más hectáreas, y el 2020 superamos las 200 mil hectáreas deforestadas.

Fuente: Geobosque

De lo que se trata con la ley observada es resolver este problema. Pues los responsables de esa deforestación no son las grandes empresas que siembran palma aceitera o plantaciones forestales, como parecieran creer dichas ONG, pues piensan que esta ley ha sido hecha para ellas.

Estas empresas deforestan para sus fines una proporción muy pequeña de toda el área deforestada, y lo hacen para sembrar cultivos permanentes que afirman el ecosistema y lo defienden del avance del narcotráfico, de la tala ilegal y de la propia agricultura campesina migratoria. Pero estas empresas, que juegan a la postre un papel positivo, son el blanco de los ataques de las ONG.

La verdadera causa de la masiva deforestación es la pequeña agricultura migratoria de campesinos que vienen de la sierra o de las propias comunidades nativas de la selva.

Talan, rozan, cultivan, empobrecen el suelo y luego se van a otra zona a repetir el ciclo. La solución es que pasen a cultivos permanentes, y se queden y ya no sigan deforestando. Pero para eso, como bien explica Dourojeanni, lo primero es consolidar los derechos de propiedad.

Pero a estas ONG no les interesa detener la deforestación ni resolver el problema de fondo. Así como las ONG que viven de los conflictos, ellas dependen de que haya problemas ambientales, no de que se resuelvan o disminuyan. A costa del país. Lampadia

[1] DOUROJEANNI M. (2022). (2022). «¿Es posible detener la deforestación en la Amazonia Peruana?». En A. Castro y M. I. Merino-Gómez (Eds.) Desafíos y perspectivas de la situación ambiental en el Perú. En el marco de la conmemoración de los 200 años de vida republicana. Lima: INTE-PUCP, pp. 247-285. https://doi.org/10.18800/978-9972-674-30-3.013 Enlace al libro completo: https://doi.org/10.18800/978-9972-674-30-3




¿Políticas climáticas contraproducentes?

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

Según Björn Lomborg, presidente del prestigioso Consenso de Copenhague, la humanidad se está zambullendo en políticas climáticas contraproducentes, al forzar, prematuramente, la conversión a energías renovables, impidiendo la producción de abonos económicos, e impidiendo la producción de energía de fuentes eficientes como el gas de esquisto en Europa, que ahora está desesperada por sustituir el abastecimiento de Rusia.

El caso de Sri Lanka “es el epítome del ambientalismo de élite que salió mal.

Impulsado por los activistas y el Foro Económico Mundial para volverse orgánico, el gobierno prohibió los fertilizantes sintéticos en abril de 2021. La producción de alimentos se derrumbó y la moneda entró en suspensión de pagos. Ciudadanos hambrientos e indignados lanzaron protestas, invadieron el palacio presidencial y obligaron al gobierno a renunciar en masa y al presidente a huir del país”.

En el Perú no somos muy racionales para diseñar políticas públicas. Nos llenamos de normas sin sustento, que muchas veces generan resultados contrarios a sus propios supuestos objetivos, como la mayoría de las normas laborales, que disminuyen la oferta de empleo, especialmente, de empleo de calidad con beneficios sociales adecuados. Nadie se puede imaginar que los legisladores busquen esos resultados, pero su actuación se da en un absurdo plano de irrealidad.

A nivel global, lamentablemente, el tema climático se ha politizado y, en buena medida, ha sido capturado por las izquierdas internacionales que habían perdido predicamento.

En nuestra región, los presidentes de nuestros vecinos, Colombia y Chile, Petro y Boric respectivamente, están radicalizando sus propuestas climáticas a costos que se acercan a la experiencia de Sri Lanka.

No dejen de leer a Lomborg.

Cómo la élite climática propaga la miseria

La mayoría de la gente está más preocupada por los altos precios de la gasolina y los alimentos, que las políticas verdes empeoran.

WSJ
21 de julio de 2022
Björn Lomborg

Presidente del Consenso de Copenhague y miembro visitante de la Institución Hoover de la Universidad de Stanford. Su último libro es “Falsa alarma: cómo el pánico por el cambio climático nos cuesta billones, daña a los pobres y no logra arreglar el planeta”.

Una acera en Londres, 20 de julio.
FOTO: ANDY LLUVIA/SHUTTERSTOCK

Las clases parlanchinas que acuden en avión a conferencias en Davos o Aspen llevan años diciéndonos al resto de nosotros que nuestras mayores amenazas inmediatas son el cambio climático, los desastres ambientales y la pérdida de biodiversidad. Señalan que las olas de calor actuales que matan a miles en toda Europa son la razón más reciente para cambiar radicalmente nuestras sociedades y economías cambiando a las energías renovables.

Tales argumentos son engañosos. Es cierto que a medida que aumentan las temperaturas, el mundo experimentará más olas de calor, pero los humanos también se adaptan a esas cosas. En España, por ejemplo, el aumento de las temperaturas en realidad ha provocado menos muertes por calor, porque las personas se han adaptado más rápido de lo que han subido las temperaturas. Simplemente tomó aire acondicionado, centros públicos de refrigeración y un mejor tratamiento de las enfermedades causadas o agravadas por el calor, como la insolación y las enfermedades del corazón.

El enfoque exclusivo en las muertes por calor también es engañoso. En todo el mundo, las bajas temperaturas son mucho más peligrosas que las altas: medio millón de personas mueren cada año a causa del calor, pero más de 4.5 millones mueren a causa del frío. Si bien el aumento de las temperaturas aumentará las muertes por calor, también disminuirá las muertes por frío. Un estudio reciente de Lancet encontró que el aumento de las temperaturas desde el año 2000 ha reducido en términos netos el número de muertes relacionadas con la temperatura. Los investigadores concluyeron que, a fines de la década de 2010, el aumento de las temperaturas en todo el mundo estaba causando 116,000 muertes por calor más al año, pero también provocaba 283,000 muertes por frío menos al año.

Además, el enfoque singular de los políticos en el cambio climático ignora que la gente está mucho más preocupada por la inflación desenfrenada, especialmente por el aumento de los precios de los alimentos y la energía. Y las políticas climáticas están empeorando esos problemas.

Gran parte del aumento extremo del precio de la energía al que se enfrenta la gente normal es causado por la guerra de Rusia en Ucrania. Pero las cosas no serían tan malas si Occidente no hubiera puesto obstáculos ecológicos a su propia seguridad energética, como la moratoria del presidente Biden sobre los arrendamientos de gas o la negativa de Europa a excavar en sus importantes reservas de gas de esquisto. Las políticas climáticas también aumentan los precios de la energía al subsidiar las energías renovables como la solar y la eólica. Eso hace que sea aún más difícil adaptarse a las temperaturas extremas que lamentan los activistas climáticos. Necesitas energía barata y fiable para permitirte el aire acondicionado en verano y la calefacción en invierno.

El aumento de los precios del combustible también está encareciendo los alimentos. El fertilizante sintético de bajo costo es una de las mejores tecnologías que la humanidad ha inventado para alimentar al mundo, pero en su mayoría está hecho con gas natural. Incluso con casi mil millones de personas en riesgo de morir de hambre, los burócratas obsesionados con el clima todavía se oponen a producir más fertilizantes debido a los combustibles fósiles necesarios.

El costo de las políticas verdes será aún más difícil de soportar si los políticos cumplen sus promesas de alcanzar cero emisiones netas. Lograr esto a nivel mundial para 2050 costaría más de 5 billones de dólares al año durante las próximas tres décadas, según McKinsey. Eso sería un tercio de los ingresos fiscales globales totales. Si cada estadounidense desembolsara más de $ 5,000 al año, solo alcanzaría el 80% del camino hacia mediados de siglo. Alcanzar el 100% probablemente costaría más del doble. La Unión Europea ya paga 69 mil millones de euros al año en subsidios para apoyar sus energías renovables. Pero si la UE persiste con sus promesas aún más firmes de cero emisiones netas, es probable que el costo anual de la política climática supere el billón de dólares.

No es de extrañar que haya un rechazo político a la fanfarronería ambiental.

Los Países Bajos se han visto sacudidos por protestas desde que el gobierno ordenó en junio que las emisiones de óxido de nitrógeno y amoníaco, que son producidas por el ganado, deben reducirse entre un 70% y un 80% en algunas partes del país. Hasta 40,000 agricultores se manifestaron en contra de la medida el mes pasado. Holanda se encuentra entre los 10 mayores exportadores de alimentos del mundo, y estas políticas diezmarían la industria agrícola del país mientras aumenta el hambre en el mundo.

Sri Lanka es el epítome del ambientalismo de élite que salió mal. Impulsado por los activistas y el Foro Económico Mundial para volverse orgánico, el gobierno prohibió los fertilizantes sintéticos en abril de 2021. La producción de alimentos se derrumbó y la moneda entró en suspensión de pagos. Ciudadanos hambrientos e indignados lanzaron protestas, invadieron el palacio presidencial y obligaron al gobierno a renunciar en masa y al presidente a huir del país.

Es totalmente posible ayudar al clima y a las familias trabajadoras al mismo tiempo. Las políticas para hacerlo están centradas en la innovación. Los formuladores de políticas deben reconocer que simplemente no pueden eliminar los combustibles fósiles con las tecnologías actuales.

El mundo obtiene casi el 80% de su energía de los combustibles fósiles, e incluso si todas las políticas climáticas actuales se implementaran por completo, para mediados de siglo, los combustibles fósiles aún proporcionarían más de la mitad de toda la energía utilizada en todo el mundo, según la Agencia Internacional de la Energía.

En lugar de hacer que los precios de la energía se disparen por las nubes tratando de forzar una transición a las energías renovables de manera prematura, los responsables políticos deberían centrarse en financiar la investigación para desarrollar fuentes de energía limpia que sean realmente asequibles y fiables.

Y en lugar de acosar a los agricultores para que se vuelvan orgánicos, los gobiernos deberían invertir en investigación para desarrollar variedades de cultivos y prácticas agrícolas que brinden mayores rendimientos con una menor huella ambiental.

Algunas de estas tecnologías ya están en desarrollo. Una mayor financiación podría hacerlos realidad más rápidamente y hacer mucho más para ayudar a limitar las emisiones que las políticas que los activistas ahora proclaman. Este tipo de medidas sensatas costarían mucho menos que políticas como cero neto, lo que dejaría más dinero para enfrentar los muchos otros desafíos del mundo.

Algunas élites empiezan a darse cuenta de que sus políticas están creando peligros políticos. Frans Timmermans, el vicepresidente de la Comisión Europea, ha dicho que es posible que muchos millones de europeos no puedan calentar sus hogares este invierno. Esto, concluye, podría conducir a “conflictos y luchas muy, muy fuertes”.

Él tiene razón. Cuando la gente tiene frío, hambre y está arruinada, se rebela. Si las élites continúan impulsando políticas increíblemente costosas que están desconectadas de los desafíos urgentes que enfrenta la mayoría de las personas, debemos prepararnos para el caos. Lampadia




Gobierno debe promulgar la ley anti-deforestación

Jaime de Althaus
Para
Lampadia

En medio de la grave crisis política para la que no encontramos solución, dejamos pasar también sin resolver los problemas estructurales del país. Uno de ellos, sumamente serio, y que tiene una solución que hay que implementar, es el de la Amazonía: el bosque se deforesta y depreda a una gran velocidad debido a la agricultura migratoria, es decir, a campesinos que queman y rozan el bosque para sembrar cultivos transitorios (incluyendo la coca), degradan la tierra y luego migran a otras zonas a repetir el ciclo. Un 80% de la tierra deforestada para uso agrícola se abandona.

Imagen que contiene pasto, exterior, campo, paradoDescripción generada automáticamente

La manera de detener este proceso y recuperar tierras degradadas, es consolidar los derechos de propiedad de los agricultores para que, con asistencia técnica y crédito, pasen a sembrar cultivos permanentes (café, cacao, palma aceitera) o plantaciones forestales, conectándose a cadenas de valor con cabecera de industria, que les permitan incrementar la productividad. De esa manera ya no migran ni migrarían. Se quedan en explotaciones agrícolas o forestales cada vez más sostenibles, productivas y rentables. Lo que, de paso, se convierte en una alternativa a la siembra de cocales.

Pero para eso se requiere modificar la ley forestal, que prohíbe titular el “suelo forestal” (en lugar de prohibir titular el bosque) y que impide el cambio de uso del “suelo forestal” luego de que ese suelo ha sido en los hechos convertido en agrícola -y eventualmente abandonado-, de modo que quienes tienen terrenos agrícolas con título posesorio o de propiedad en zonas de uso forestal, ya no pueden hacer cambio de uso, y por lo tanto enfrentan el problema de que su título carece de valor o puede ser revocado. O, si carecen de título, tampoco lo pueden conseguir si es que no hicieron, antes de su explotación, el cambio de uso.

Por eso, el Congreso ha aprobado un proyecto de ley que regulariza esa situación consolidando la propiedad de estos predios exceptuándolos de la obligación de haber obtenido el cambio de uso antes de iniciar su explotación. Esto permitiría asegurar derechos de propiedad que son condición necesaria para pasar a cultivos permanentes y encauzar la agricultura migratoria al aprovechamiento sostenible de áreas ya deforestadas.

Pero, naturalmente, ONGs como SPDA y DAR ya saltaron hasta el techo y han influido en el gobierno para que observe la ley, creyendo que basta con prohibir el cambio de uso del suelo forestal para detener la deforestación, desconociendo la realidad, en lugar de reconocerla para construir una solución realista que ayude a frenar la deforestación y a mejorar la situación de los agricultores al mismo tiempo.

Esto último es lo que concluye precisamente el ecologista más destacado del Perú, Marc Dourojeanni en un ensayo recientemente publicado:1

“¿Es realista pretender una deforestación cero? La revisión y discusión anterior demuestra que eso sí es posible. Como se ha descrito, existe un enorme desperdicio de tierra deforestada y habilitada para la producción. Apenas una de cada cinco hectáreas es plantada y produce cosechas cada año; las otras cuatro están abandonadas, subutilizadas o degradadas. Sin embargo, como se ha visto, la mayor parte de estas puede ser aprovechada para la producción agropecuaria o forestal —plantaciones— sostenible utilizando técnicas bien conocidas y disponibles. La principal causa de su abandono o subutilización es la falta de seguridad de la posesión de la tierra que ocuparon, que actualmente es patrimonio nacional y que por eso no puede ser privatizada. De otra parte, cada hectárea en producción actual puede rendir tanto o más del doble de lo que produce en la actualidad si dispusiera de asistencia técnica y crediticia, además de buenas vías de comunicación, entre otros servicios. La respuesta que se propone es otorgar en propiedad esa tierra deforestada a sus ocupantes y brindarles el apoyo técnico y financiero que requieren, además de concentrar la inversión en infraestructura vial en mejorar el acceso ya existente a esas tierras en lugar de dispersarla por toda la selva haciendo carreteras nuevas en bosques naturales que promueven más deforestación. Adoptar la medida de otorgar en propiedad las tierras de aptitud forestal deforestadas requiere de un cambio simple en la legislación vigente”.

Ese cambio simple es el que ha aprobado el Congreso. Esperemos que el gobierno le haga caso al más reputado ecologista nacional y no a entidades que no entienden la lógica de la solución o responden a intereses particulares o políticos contrarios al bien común. Lampadia

[1] DOUROJEANNI M. (2022). (2022). «¿Es posible detener la deforestación en la Amazonia Peruana?». En A. Castro y M. I. Merino-Gómez (Eds.) Desafíos y perspectivas de la situación ambiental en el Perú. En el marco de la conmemoración de los 200 años de vida republicana. Lima: INTE-PUCP, pp. 247-285. https://doi.org/10.18800/978-9972-674-30-3.013 Enlace al libro completo: https://doi.org/10.18800/978-9972-674-30-3




LA RIQUEZA DEL PERÚ

Carlos Milla Vidal
Desde Cusco
Para Lampadia

Aceptando la provocación de Pablo Bustamante, que en un artículo expresa:

“En esta patria que amamos, tenemos todos los elementos para ser exitosos”

  • una población trabajadora que confía en sus propias capacidades;
  • una geografía pletórica de riquezas que la ‘Pachamama’ a puesto a nuestra disposición para que construyamos nuestro bienestar;
  • una ubicación privilegiada en el Océano Pacífico;
  • y un conjunto extraordinario de desarrollos culturales que también son una fuente importante de riqueza. “

Quise hacer un análisis de sus aseveraciones, un poco con vocación de geólogo y geógrafo aficionado, buscando algunos elementos que nos pongan en contexto sobre esta tierra maravillosa que hoy es el Perú. Mis reflexiones me llevaron a empezar por hacerme una pregunta… ¿ Cuándo empezó a formarse nuestra maravillosa geografía?

La respuesta que encontré me llevó muchísimo más allá de la aparición del homo sapiens en la faz de la tierra, nada menos que 120 millones de años atrás. ¿Qué es lo que sucedió entonces?

GEOLOGÍA

Nuestro joven planeta, estaba en plena formación. Las tierras en los cuales estaba enmarcado el territorio de lo que hoy es nuestro país, eran selvas tropicales, con profusión de lluvias, que formaban riquísimas cuencas que desembocaban en el pacífico (SI, el río Amazonas salía por el pacífico). Paisajes muy diferentes a los actuales, (en efecto, la temperatura era en promedio 10 grados superior a la actual, y el CO2 era mucho mayor). Eso permitía que las especies de plantas, (grandes helechos y bosques tropicales adaptadas a esa geografía mega-tropical) proveían sustento a los dinosaurios que dominaban el planeta, la vida bullía en todas sus especies. Después fue el turno de las coníferas, que formaron grandes bosques.

De repente un proceso de catástrofes geológicas tuvo lugar en las profundidades de la tierra: Los continentes empezaron a desplazarse, empezó la formación de los continentes en todo el planeta. Pero algo especial sucedía frente a nuestras costas:

La placa de Nazca, sustento de lo que hoy es el océano pacífico, sufría grandes presiones de fuerzas que la empujaban al este. La placa llamada continental en la cual se sustentaba el continente sudamericano empezó también a sufrir presiones desde el centro de la tierra y se desplazó hacia el oeste.

Lo que estaba por suceder era una mega-colisión, mucho más violenta que todas las otras ocurridas en el planeta. Y eso, unido a una actividad volcánica colosal, empezó a formar el perfil de nuestro territorio. Una impresionante cadena de montañas, situadas en pleno trópico. La única en el planeta con estas características.

La rugosidad de las montañas fue proporcional a la violencia de la colisión. Nuestros andes alcanzaron más de 15,000 metros de altura. (Si medimos la altura de la montaña desde las profundas fosas que se encuentran hasta 8,000 metros bajo nivel del mar).

El legado del cataclismo

Paradójicamente, el cataclismo modeló una geografía que nos dejó puras ventajas:

  • Se quedaron enterradas enormes biomasas que, con la descomunal presión telúrica, se convirtieron en combustibles fósiles (Carbón, petróleo, Gas)
  • Las fosas marinas, empezaron a definir las corrientes en el fondo de los mares. La corriente fría que venía de la Antártida (corriente de Humboldt), y la cálida que venía de los trópicos ecuatoriales (el niño) no solo arrastraban a nuestras costas una riqueza ictiológica incomparable, sino que nos convirtió en el primer país pesquero del mundo.
  • Se formaron las nuevas cuencas hacia el atlántico, generando el gran rio amazonas mientras que las quebradas de la costa se precipitan al mar en cortos recorridos, dejando entre valle y valle grandes desiertos.
  • Estos desiertos, sin embargo, eran en rigor tierras fertilizadas por la exuberante vegetación antidiluviana, que se quedaron por falta de agua como tales.
  • Los minerales de todo tipo: cobre, hierro, oro, plata, zinc litio quedaron atrapados en grandes bolsones en las altas montañas.
  • Las grandes cavidades de las montañas, alimentadas por las cuencas formaron los lagos en grandes alturas (El Titikaka comparable con los grandes lagos de Norteamérica está a casi 4,000 metros de altura).

GEOGRAFIA:

La superficie de las montañas que emergieron por encima de lo que eran selvas tropicales, empezaron a “arrugarse” por la actividad tectónica y también por la volcánica. La erosión empezó a definir las nuevas formas, y lo que tenemos hoy son cumbres de las cuales salen multiplicidad de quebradas, generando amplias y variadas cuencas.

Los trópicos empezaron a comportarse de la mejor forma que la naturaleza sabe hacer: Adaptar las miles de especies vegetales al nuevo clima que se fue perfilando.

La tierra después de los cataclismos, fue enfriándose, y la latitud tropical de nuestro territorio empezó a combinar con la altitud de nuestras cordilleras, para formar una multiplicidad de climas que los estudiosos no terminan de identificar: Las 8 regiones naturales que identifica Pulgar Vidal, o las 11 regiones de Antonio Brack Egg, resultan insuficientes para entender los climas del Perú. Cada 100 metros en altitud, cada grado en latitud, definen variaciones climáticas infinitas. A esto se suma, la orientación solar de las laderas, y las condiciones de humedad por la evaporación del mar o de los bosques tropicales. No en vano dicen los entendidos que Perú tiene 84 de los 104 climas del planeta.

Las condiciones de la superficie, los materiales acumulados, las tierras y minerales, formaron un suelo diverso. Y todo esto sirvió a las nuevas especies vegetales, y animales que empezaron a formar ecosistemas aparentes para el crecimiento de plantas y animales (mamíferos, aves e insectos).

LA OCUPACION HUMANA

Hace sólo 14,000 años, el homo sapiens llega a tierras americanas por el estrecho de Bering y empieza un largo proceso de adaptación al nuevo territorio.

El “estado natural” del hombre primitivo era de armonía con lo natural.

Podemos afirmar que el logro más importante de la cultura peruana que alcanzó la categoría de “cuna de civilización” y a la vez logró el estatus de civilización compleja hace 5,000 años, fue que ese “entendimiento” de ser parte del cosmos, y actuar dentro de la naturaleza en una armonía se convirtió en “el principio del AYNI”.

La adaptación del hombre a los diversos climas, altitudes, zonas productivas garantizó variedad de recursos y un sistema de intercambio tecnológico

El Ayni que empezó como un proyecto de supervivencia, dentro del ayllu, saltó a la economía, la producción, el comercio, los flujos con el desarrollo de la Minka comunal, y posteriormente a la Mita, con intervención del estado para las grandes obras de infraestructura.

El AYNI, fue pues, un proyecto político y económico, que funcionó con gran eficiencia, porque garantizaba el uso racional y armónico de los recursos. Entenderlo, es un reto para los estudiosos, e interiorizarlo, es un reto para los políticos.

LOS POTENCIALES PARA EL PERU DE HOY

El legado de la geología, la geografía y la historia debe ser usado en beneficio de los peruanos de hoy y de mañana.

  • Uno de los activos importantes de nuestra geografía es la diferencia de alturas. Desde nuestras cumbres a más de 6,000 metros, hasta las selvas amazónicas a menos de 300 hay seis kilómetros de caída de aguas. En una cordillera cualquiera, tenemos que la recolección de aguas fluye por hasta cinco cuencas. ¿Qué mejor para conseguir con un poquito de infraestructura (Presas – grandes o chicas-) que puedan canalizar el agua, convertirla en proteína (acuicultura), energía hidroeléctrica y riego para miles (¿millones?) de hectáreas? Y adicionalmente evitar la erosión, y los huaycos que siembran muerte y dolor cada año.
  • El sol, en latitud tropical, tiene exposición vertical, la altura, y menos atmosfera, hacen que la radiación sea la mejor del planeta… ¿Por qué no utilizarla para captar energía eléctrica? (*)
  • La minería moderna, esa que no contamina tiene grandísimas reservas listas a ser explotadas.
  • Los desiertos de la costa no son tales… son tierras fértiles (antidiluvianas) listas a recibir riego tecnificado. Lo hecho por nuestros fruticultores que nos han convertido en potencia mundial en agro-exportaciones nos lo demuestran.
  • Y aún no hablamos de la biodiversidad, pues en nuestro territorio convergieron milagros genéticos que dieron a nuestro suelo, la posibilidad de producir más del 60% de los alimentos del planeta.

Coincido con Pablo Bustamante que la reflexión de nuestra inconmensurable riqueza nos lleva a una paradoja:

Somos herederos de la mejor geografía del planeta, y de una de las “cunas de civilización”, es decir, estamos orgullosos de lo que hizo Dios, y de lo que hicieron nuestros antepasados.

Pero… ¿Qué hicimos nosotros?, ¿qué podemos hacer?

No debemos ser ni extraordinarios ni brillantes. Simplemente razonables y capaces de salir de esta broma pesada que nos ha hecho el socialismo del siglo XXI, recuperar nuestro camino, y corregir nuestros yerros.

¿Es tan difícil?

Lampadia

(*) La matriz energética peruana es (i) 56.09% Termoeléctrica, (ii) 38.70% Hidroeléctrica, (iii) 3.08% Eólica y (iv) 2.13% Solar. ¿Por qué no usamos el sol, el viento y el agua que son gratis, e ilimitados?, y preferimos quemar gas, que contamina, y se acaba? Máxime si ahora la tecnología permite transportar electricidad ilimitadamente, pudiendo exportar energía a todo el subcontinente. Nuestros políticos tienen la respuesta




El Perú entre 10 superpotencias

Pablo Bustamante Pardo
Director de Lampadia

“La transición a la energía limpia generará nuevas superpotencias de productos básicos”. The Economist

Y una de esas superpotencias puede ser el Perú, si la mala política no sabotea el futuro de los peruanos.

Efectivamente, la nueva revolución verde que la humanidad está desarrollando para cambiar la matriz energética hacia energías limpias y el cambio de motores de combustión hacia motores eléctricos, está transformando los mercados de commodities como el cobalto, el cobre y el níquel, más el zinc y el litio.

The Economist concluye que países como Chile y Perú, pueden transformar sus economías hacia el desarrollo. Evidentemente, ello depende del aprovechamiento de dichos recursos y de que los países productores no sean capturados por mafias corruptas. El modelo a seguir es el de Noruega, que supo transformar su riqueza petrolera en una bendición, generando un desarrollo integral, invirtiendo sus excedentes en magníficos servicios públicos y en ahorro nacional para prolongar el bienestar más allá de la renta petrolera. Ver en Lampadia:

Ya lo dijimos en Lampadia, según el HSBC, el Perú podría salir de la pobreza y ser la economía número 26 del mundo, si aprovechamos nuestros recursos naturales para crecer un mínimo de 5.5% anual. Ver: Están matando nuestro futuro.

Pues ahora, con el empuje de los commodities verdes, algunos pocos países podrán dejar la pobreza. El Perú es uno de ellos, es uno de los pocos países del mundo que tiene tres de los minerales claves necesarios para el cambio de la matriz energética global. Tenemos una gran oportunidad. Deberíamos ponernos de acuerdo para aprovecharla.

Además del potencial minero ‘recargado’, tenemos un mar muy rico, un potencial maderero para exportar US$ 40,000 millones anuales, las mejores condiciones posibles para el crecimiento de las agroexportaciones, somos el octavo país con más agua dulce del planeta, y nuestro turismo receptivo está en la infancia.

Sobre el potencial de nuestras agroexportaciones, José Antonio Gómez Bazán, el CEO de Camposol dice que (Revista G, marzo 2022):

Nosotros vemos al Perú como la despensa de alimentos del mundo hacia el 2050. Es importante entender que la agricultura de exportación en el Perú tuvo un quiebre con la promoción agraria, antes no era así.

El milagro de la agroexportación peruana viene por factores muy relacionados a gobierno, inversión, infraestructura hídrica, un marco legal estable, la ley de promoción agraria, los tratados de libre comercio (TLC) -el Perú es el país de Latinoamérica que tiene más TLC firmados y con las mayores economías del mundo- , y hemos tenido acceso a tecnología y disponibilidad de mano de obra a costos competitivos. (…) el que tiene más agua per cápita en el mundo en este momento es Perú. Nadie ve esto desde el punto de vista per cápita, todos lo ven como reservas totales, (…)”.

Tenemos que tomar conciencia que nuestras condiciones naturales, nuestros recursos, nuestra geografía, y nuestra gente, -resiliente, trabajadora, creativa y segura de sí misma-, nos permiten generar riqueza y salir de pobres.

Si no lo hemos hecho antes, es por la debilidad de nuestra clase dirigente y la ignorancia de nuestro pueblo. Pero hoy, con nuestro ‘potencial de desarrollo recargado’, mostrándole nuestras capacidades a los ciudadanos, tenemos que forzar a las dirigencias nacionales, a asumir el reto del desarrollo.

Curiosamente, los odiados minerales, son ahora el instrumento del futuro verde. Nuestros antimineros, que se han disfrazado de verdes y se dicen defensores de la naturaleza, ¿van a seguir traicionando al pueblo, parando el desarrollo y el bienestar?

Tenemos que optar por la riqueza que nos dio la ‘Pachamama’. No hacerlo es inmoral e insoportable.

Para los próximos años necesitamos un gobierno desarrollista que sepa convocar a todos los peruanos a asumir, sin complejos ni sesgos ideológicos, la construcción de nuestro bienestar. Lampadia

Veamos el artículo de The Economist:

Los commodities verdes

Las nuevas superpotencias

La transición a la energía limpia generará nuevas superpotencias de productos básicos

The Economist
26 de marzo de 2022

A mediados de febrero Rusia parecía al borde de una revolución con un tinte claramente rojizo. Alisher Usmanov, un oligarca, estaba desarrollando Udokan, una mina de cobre en Siberia que requería remover la cima de una montaña entera. En la tundra ártica, Kaz Minerals, una empresa minera, había recaudado suficiente dinero para construir Baimskaya, una mina rival tan remota que necesitaba su propio puerto, rompehielos y planta nuclear flotante. Durante años, los proyectos se habían suspendido debido a sus inmensos costos. Pero las expectativas de una creciente demanda de cobre, que se usa en todo, desde redes hasta turbinas, habían disparado los precios del metal rojizo, haciendo que las minas fueran viables.

Ahora el precio del cobre es aún más alto. Pero los proyectos están en problemas. Los expertos dicen que les falta equipo extranjero vital que ha sido bloqueado por Occidente después de la invasión rusa de Ucrania, y que están privados de los fondos que esperaban de los bancos rusos incluidos en la lista negra. Usmanov también enfrenta sanciones. Un portavoz de Udokan dice: «Estamos haciendo todo lo posible para garantizar la continuidad del negocio». Sin embargo, incluso si la mina comienza a producir este año según lo planeado, no está claro quién comprará su producción. Los extranjeros, incluso los chinos, evitan la producción rusa.

A medida que el mundo abandona los combustibles sucios, debe cambiar a fuentes de energía más limpias. La Agencia Internacional de Energía (AIE), un pronosticador oficial, predice que las energías eólica y solar podrían representar el 70 % de la generación de energía para 2050, frente al 9 % en 2020, si el mundo se embarca en el camino hacia la neutralidad de carbono para 2050.

Eso se traduce en una gran demanda de metales, como el cobalto, el cobre y el níquel, que son vitales para las tecnologías que sustentan todo, desde automóviles eléctricos hasta energías renovables; la AIE calcula que el tamaño del mercado de tales metales verdes se multiplicaría casi por siete para 2030. Y al igual que las reservas de combustibles fósiles, estos productos básicos se distribuyen de manera desigual (ver gráfico 1). Algunos países no tienen ninguno. Otros son bendecidos con grandes depósitos.

La fiebre de los metales no será tan grande como el auge del petróleo y el gas que derrocó a King Coal después de la Segunda Guerra Mundial. Pero hay algunos ecos con el pasado. Entre 1940 y 1970 la participación de los hidrocarburos en el suministro energético de los países ricos pasó del 26% a casi el 70%. Las economías que alguna vez fueron marginales en el Medio Oriente se transformaron en petroestados súper ricos. Entre 1970 y 1980, el PBI per cápita de Qatar y Arabia Saudita creció 12 y 18 veces, respectivamente. Las aldeas beduinas se convirtieron en ciudades prósperas; los dhows de pesca dieron paso a superpetroleros y yates de lujo.

Esta vez, la transición traerá ganancias inesperadas a los países que llamamos las «superpotencias de productos básicos verdes». Calculamos que este club, muchos de los cuales son economías pobres y autocracias, podría embolsarse más de 1.2 billones de dólares en ingresos anuales de metales relacionados con la energía para 2040.

Con la oportunidad, sin embargo, vienen los riesgos. Como muestran los proyectos mineros en problemas en Rusia, las inversiones importantes pueden convertirse en víctimas de las condiciones locales y la geopolítica. Las enormes rentas podrían corroer los mercados internos y las instituciones políticas; los autócratas enriquecidos con electrodomésticos podían hacer travesuras más allá de sus fronteras. Saad Rahim de Trafigura, una empresa comercial, dice que el cambio a combustibles limpios es «menos una transición energética que una transición de productos básicos». Será turbulento.

El auge verde no es solo otro “superciclo”, como se conoce a los períodos prolongados de altos precios de las materias primas. El último ciclo de este tipo, a principios de este siglo, fue impulsado por la rápida urbanización e industrialización de China El PBI real combinado de Brasil y Rusia, dos economías ricas en recursos, creció dos tercios entre 2000 y 2014. Pero el repunte fue impulsado en gran medida solo por China. Cuando los líderes del país decidieron que debería construir menos fábricas y pisos, los gigantes de las materias primas sufrieron. La transición verde, por el contrario, surge de las decisiones de muchos gobiernos, no de uno. Y es probable que descarbonizar el mundo sea el trabajo de décadas.

Otra gran diferencia radica en los materiales demandados. El derroche de China se quemó a través de montones de carbón, hierro y acero. El auge verde se centra en los metales no ferrosos que son más específicos. Sus ingresos anuales combinados en la actualidad, de 600,000 millones de dólares, equivalen a solo una quinta parte de los materiales a granel que China prefería. Puede haber un crecimiento más explosivo por venir.

Para entender qué productores de materias primas pueden ganar y perder con una transición verde, construimos un escenario simple para el uso de diez materias primas «vinculadas a la energía» en 2040, suponiendo que el calentamiento global para 2100 se mantenga por debajo de los 2 °C. Con base en datos de una variedad de fuentes de la industria, proyectamos la demanda y los ingresos de tres combustibles fósiles (petróleo, gas, carbón) y siete metales (aluminio, cobalto, cobre, litio, níquel, plata y zinc) que son fundamentales para construir una economía de la electricidad. Suponemos que los precios se mantienen en los niveles elevados de hoy, lo que lleva a los mineros a explotar depósitos sin explotar. Y asumimos que la cuota de mercado de un productor en 2040 está en línea con su cuota de reservas conocidas.

Nuestros hallazgos sugieren que el mundo dependerá menos de los recursos relacionados con la energía en 2040 que en la actualidad, en gran parte porque el viento y la luz solar, las fuentes del futuro, son gratuitos. El gasto total en nuestra canasta de diez productos básicos cae al 3.4 % del PBI mundial, desde el 5.8 % en 2021. El gasto en combustibles fósiles, en relación con el PBI mundial, se reduce a la mitad (y se reduciría aún más si no fuera por el gas). Los ingresos de los metales verdes siguen siendo menores, pero aumentan del 0.5% al ​​0.7% del PBI. Casi se triplica en términos absolutos.

El número de grandes productores de materias primas vinculadas a la energía cae con el tiempo: 48 ventas directas al bolsillo equivalentes a más del 5% de su PBI, por debajo de los 58 en 2021 (ver gráfico 2). Más de la mitad del gasto total se destina a las autocracias.

Puede agrupar a los productores en tres segmentos, según el cambio esperado en sus ingresos de las diez materias primas vinculadas a la energía entre ahora y 2040. El primero comprende a los ganadores: las superpotencias verdes. Estos electroestados incluyen algunas democracias ricas. Australia tiene tesoros de todos los metales incluidos en nuestra muestra. Chile alberga el 42% de las reservas mundiales de litio y una cuarta parte de sus depósitos de cobre, muchos de ellos en el desierto de Atacama (en la foto de arriba). Otros son autocracias. Congo tiene el 46% de las reservas mundiales de cobalto (y produce el 70% de la producción mundial en la actualidad). China es el hogar del aluminio, el cobre y el litio. Las democracias más pobres en Asia y América Latina también pueden ganar el premio gordo. Indonesia se asienta sobre montañas de níquel. Perú posee casi una cuarta parte de la plata del mundo.

El segundo grupo comprende países con ingresos que se mantienen estables o caen un poco. Incluye a los miembros de bajo costo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), incluidos Irán, Irak y Arabia Saudita, y Rusia. Aunque los ingresos del petróleo se reducen, su participación se expande del 45 % actual al 57 % en 2040. Otros países, como Estados Unidos, Brasil y Canadá, pierden ganancias de combustibles fósiles, pero pueden explotar vastos depósitos minerales.

Los petroestados de mayor costo son los que más pierden. Muchas naciones ricas en petróleo del norte de África (Argelia, Egipto), África subsahariana (Angola, Nigeria) y Europa (Gran Bretaña, Noruega) ven cómo se reducen sus ingresos. Pequeños estados como Sudán del Sur, Timor Leste y Trinidad se ven muy afectados. El dolor no perdona a algunos estados del Golfo: las ganancias capturadas por Bahrein y Qatar, por ejemplo, disminuyen en una quinta parte o más.

¿Qué podría impedir el surgimiento de las nuevas superpotencias de materias primas? El ingrediente clave es el gasto de capital. La AIE estima que las principales minas que entraron en funcionamiento en la última década tardaron, en promedio, 16 años en construirse. Para satisfacer la demanda en auge para 2040, la industria debe invertir en nuevos proyectos ahora. Las sumas requeridas son grandes. Julian Kettle de Wood Mackenzie, una consultora, estima que se deben gastar $ 2 billones en exploración y producción (E&P) de metales verdes para 2040. Los proyectos recientes sugieren que extraer suficiente cobre y níquel solo requeriría $ 250 mil millones-350 mil millones en gastos de capital (capex) mucho antes de 2030.

Pedal al metal

Parte del desembolso se está realizando. Anglo American, una minera, tiene como objetivo expandir su producción de cobre en un 50-60% para 2030. “Cumpliremos nuestra parte del trato”, dice Mark Cutifani, su jefe. Muchos otros no lo harán. Quemadas por la caída de las materias primas de mediados de la década de 2010, las grandes mineras han reducido la inversión. Liberum Capital, un banco de inversión, calcula que el gasto de capital anual en exploración y producción de cobre se ha reducido a la mitad desde 2014, a 14,000 millones de dólares. A medida que aumentan los precios, también lo hacen las ganancias. Pero el efectivo se devuelve a los inversores en lugar de redistribuirse. “El crecimiento de la oferta casi se ha convertido en una mala palabra”, dice Stephen Gill de Pala Investments, una firma de capital de riesgo.

Solo China está gastando mucho. En Kolwezi, en el cinturón de cobalto del Congo, niños descalzos saludan a todos los extranjeros con gritos de “ni hao”. Los grupos chinos se han apoderado de la mayoría de los grandes depósitos comerciales; Albert Abel, un minero artesanal, se queja de que también han comprado la mayoría de las minas pequeñas. Glencore, un comerciante suizo aventurero, es la única firma occidental que tiene un punto de apoyo. En Indonesia, los mineros chinos están talando franjas de selva tropical para extraer níquel.

La sequía de gastos de capital es el resultado de tres problemas desalentadores: la potencia de fuego limitada de la industria, la disminución de los rendimientos de la inversión y el aumento del riesgo político. Comience con la potencia de fuego. Aunque lo que los mineros deben gastar durante dos décadas es equivalente a solo cuatro años de gasto de capital típico de exploración y producción de petróleo, todavía parece estar más allá de la capacidad del sector comparativamente pequeño. Incluso las grandes mineras solo pueden financiar un proyecto serio a la vez.

Esto podría solucionarse recurriendo a proveedores de capital más allá de los inversores del mercado público, generalmente cautelosos, de las grandes. Estos podrían incluir fabricantes integrados verticalmente que dependen de minerales escasos. Tesla, un fabricante de automóviles eléctricos, prometió comprar la futura producción de níquel de las minas en Australia, Minnesota y Nueva Caledonia. Las firmas de capital privado y los campeones nacionales respaldados por el estado encargados de asegurar el suministro también podrían contribuir.

Un segundo problema es el empeoramiento de la calidad de los yacimientos minerales. Udokan dice que es la última mina potencial con un contenido de cobre superior al 1% de la roca. La ley promedio del cobre chileno ha caído un 30% en los últimos 15 años, a 0.7%. Las leyes más bajas están elevando los costos de extracción y procesamiento (y las emisiones de carbono). “Hoy usamos 16 veces más energía para producir la misma libra de cobre que hace 100 años”, dice el Sr. Cutifani.

La innovación puede ayudar. El año pasado, BHP, otra minera, y Equinor, la empresa de energía respaldada por el estado de Noruega, invirtieron en una startup de inteligencia artificial que filtra 20 millones de páginas de archivos estatales y científicos para identificar dónde podrían estar nuevos depósitos. Con el tiempo, los avances tecnológicos podrían incluso hacer rentable la exploración de los fondos marinos. Los 67,000 km de dorsales oceánicas del mundo contienen una gran cantidad de cobre, cobalto y otros minerales. Esto también podría generar estados electro: Fiji (8%) y Noruega (5,5%) tienen la mayoría de los derechos económicos sobre esas cordilleras.

Sin embargo, la innovación también hace que los rendimientos futuros sean menos seguros. Los precios altos y duraderos que los mineros necesitan para invertir también alentarán a los grandes compradores a buscar alternativas a los metales más caros. Las baterías de Tesla incluyen menos del 5 % de cobalto, menos que un tercio hace solo unos años. La innovación también podría facilitar el reciclaje. Para 2040, calcula la  AIE, la extracción de cobalto de baterías viejas podría ayudar a satisfacer el 12% de la demanda total.

juego de piedras

Quizás el mayor riesgo para la inversión proviene de la política. La manía de los minerales hará que algunas economías pobres se vuelvan ricas de la noche a la mañana. La historia de los auges de las materias primas a lo largo de los siglos, incluida la bonanza de los hidrocarburos, muestra que esta bendición de recursos también puede ser una maldición, lo que a su vez podría desalentar más inversiones.

Las gigantescas rentas del petróleo han vuelto inestables a muchos países. Las facciones rivales compiten por controlar las riquezas, alimentando la desigualdad y los conflictos. Las grandes entradas de dólares impulsan las monedas locales, aplastando a los exportadores. Los atracones de deuda durante los tiempos de auge desencadenan crisis fiscales cuando el ciclo cambia. Las poblaciones resentidas hacen que la política interna sea aún más conflictiva. Toma Nigeria. En 1965 exportaba diez productos diferentes, desde cacao hasta estaño. Dos décadas después de los descubrimientos de petróleo, el petróleo representaba el 97% de sus exportaciones de mercancías y había contribuido a la inestabilidad política.

La preocupación ahora es que la historia se repite. Algunos electroestados están mal equipados para gestionar las ganancias inesperadas. La mayoría de los 96 fondos de riqueza soberana vinculados a materias primas del mundo están respaldados por ventas de combustibles fósiles; solo siete exportadores de metales verdes han establecido fondos para emergencias, según Global SWF, un proveedor de datos. Eso es a pesar de una gran necesidad de ellos: se espera que gran parte del gasto en metales tenga lugar para 2050, después de lo cual la demanda disminuirá y los exportadores podrían enfrentar tiempos más difíciles.

Incluso la perspectiva de una bonanza podría tentar a los gobiernos a extraer más rentas de las empresas. Ya están surgiendo algunas tensiones. Rio Tinto, la segunda minera más grande del mundo, pudo reiniciar un proyecto mongol estancado durante mucho tiempo solo después de aceptar cancelar $ 2,400 millones en préstamos al gobierno. En enero, Serbia retiró los permisos de exploración de la empresa después de las protestas por los planes para una gran mina de litio. El nuevo presidente izquierdista de Perú está considerando impuestos más altos; una de sus minas de cobre más grandes ha sido bloqueada durante semanas por lugareños que exigen una parte de las ganancias. Chile está debatiendo la nacionalización del cobre y el litio mientras trabaja en una nueva constitución.

Este entorno volátil sugiere que los metales pueden tener que volverse aún más caros antes de que las empresas extranjeras piensen que vale la pena arriesgarse. Los aumentos de precios hasta ahora ya han enviado a algunos mineros occidentales a fronteras que alguna vez se consideraron demasiado peligrosas para explorar. El 20 de marzo, Barrick Gold, una empresa canadiense, firmó un acuerdo para invertir $10 mil millones en una mina de cobre en la frontera de Pakistán con Irán y Afganistán. BHP regresa a África con una inversión en Tanzania.

Pero es posible que los precios aún no sean lo suficientemente altos. El año pasado, Ivan Glasenberg, entonces jefe de Glencore, dijo que es posible que el cobre tenga que alcanzar los 15,000 dólares la tonelada [US$ 6.8/lb], por encima del récord actual de 10,000 dólares [US$ 4.5/lb], para incentivar verdaderamente la nueva oferta. Sin embargo, cuanto más suben los precios, más corren el riesgo de deprimir la demanda o hacer que la política local sea aún más volátil. Cualquiera de los dos podría hacer que la inversión se estanque de nuevo.

Muchos aspirantes a gigantes verdes saben que pueden ayudar a evitar una catástrofe climática. “Si dejamos de minar, no podremos reducir las emisiones”, dice Juan Carlos Jobet, exministro de energía de Chile. Sin embargo, para darse cuenta de sus superpoderes, deberán romper la maldición. 




Otro planteamiento para reformar la ciencia económica

A fines del año pasado (y coincidiendo con el 500 aniversario de las Tesis de Lutero en las que desacreditaba la doctrina papal), un grupo de estudiantes y profesores de Economía de la prestigiosa London School of Economics difundió, con un gran alarde, un listado de 33 ‘tesis’ para reformar la disciplina económica.

Al igual que hizo Lutero con su manifiesto, clavándolo, según cuenta la tradición, a las puertas de la iglesia del Palacio de Wittenberg; este grupo de académicos de economía clavaron sus tesis a las puertas de esa prestigiosa universidad, celebrando posteriormente un acto en el University College de Londres, en el que explicaron y debatieron el conjunto de sus propuestas. Parlamentarios y economistas, junto a un grupo de estudiantes que forman parte de Rethinking Economics, aportan una serie de clichés llamativos sobre distintos aspectos de la economía, que, en realidad, en su gran mayoría, no aportan nada nuevo, como:

  • La economía no puede separarse de las políticas públicas
  • La distribución de la riqueza y el ingreso son fundamentales
  • La economía no está libre de juicios de valor
  • La economía no puede sobrevivir sin acoger elementos del mundo natural
  • Los recursos no renovables no son infinitos
  • La economía no puede ignorar la ecología
  • Los mercados resultan de interacciones entre organizaciones públicas y privadas
  • Las instituciones modelan los mercados
  • Las políticas económicas no son de aplicación universal
  • Las decisiones de las personas no son ‘perfectamente racionales’
  • Pequeñas diferencias de suerte o circunstancias pueden producir resultados muy diferentes para personas similares

Y así continua con verdades de Perogrullo, y hasta generalizaciones temerarias, como que los mercados muestran una tendencia a incrementar la desigualdad. Critican los conflictos vinculados a juicios de valor, pero abundan en ellos.

Para complementar el análisis de esta propuesta, ver la crítica de Jorge Baca Campodónico (ex ministro de economía), publicada en Expreso bajo el título La Reformas del Modelo Económico Neoliberal.  

Este tipo de aportes oportunistas para la presencia mediática se multiplican todos los días, aprovechando la instantánea difusión de los medios y redes, adictos a la llamada ‘sociedad del espectáculo’.

En lo que sí tienen razón los imitadores de Lutero, es en la necesidad de promover el pensamiento crítico. Justo lo que necesitamos para no dejarnos llevar por aventureros. Lampadia

33 tesis para una reforma de la disciplina de la economía

EL MUNDO SE ENFRENTA A POBREZA, DESIGUALDAD, CRISIS ECOLÓGICA E INESTABILIDAD FINANCIERA…

Rethinking Economics & The New Weather Institute
Clavado en la puerta del London School of Economics (al estilo de Martín Lutero)
12 de diciembre, 2017
Glosado por Lampadia

Nos preocupa que la economía esté haciendo mucho menos de lo que podría para proporcionar intuiciones que ayuden a resolver estos problemas. Esto sucede por tres razones:

Primero, en el seno de la economía se ha desarrollado un insano monopolio intelectual. La perspectiva neoclásica domina de modo abrumador la enseñanza, la investigación, la asesoría política y el debate público. Muchas otras perspectivas que podrían proporcionar intuiciones valiosas se marginan y excluyen. Y esto no tiene que ver con que una teoría sea mejor que otra sino con la noción de que el progreso científico sólo avanza por medio del debate. En el seno de la economía, este debate ha fenecido.

Segundo, aunque la economía neoclásica ha realizado un aporte histórico y todavía es útil, hay enormes posibilidades de mejora, debate y aprendizaje desde otras disciplinas y perspectivas.

Tercero, la corriente principal de la economía parece haberse vuelto incapaz de autocorregirse, desarrollándose más como fe que como ciencia. Con excesiva frecuencia, cuando las teorías y la evidencia llegan a entrar en conflicto, son las teorías las que se han mantenido y la evidencia la que se ha descartado.

Proponemos estas Tesis como desafío al insano monopolio intelectual de la corriente principal de la economía. Son ejemplos éstos de las fallas en las teorías de la corriente principal, de las intuiciones que tienen que ofrecer las perspectivas alternativas y de las formas en que un enfoque más pluralista puede ayudar a la economía a hacerse más eficaz y democrática. Esta es una afirmación de que es posible una mejor economía y, una invitación al debate.

FINALIDAD DE LA ECONOMÍA

1. La finalidad de la economía la ha de decidir la sociedad. Ningún objetivo de la economía puede separarse de las políticas. Los indicadores de éxito representan elecciones de políticas.

2. La distribución de la riqueza y la renta son fundamentales para la realidad económica y así deberían serlo en la teoría económica.

3. La economía no está exenta de valores y los economistas deberían mostrarse transparentes acerca de los juicios de valor que hacen. Esto se aplica especialmente a esos juicios de valor que pueden no ser visibles para un ojo inexperto. 

4. Las políticas no ‘nivelan’ el campo de juego, pero lo inclinan en una dirección. Nos hace falta una discusión más explícita de qué género de economía queremos y cómo alcanzarla.

EL MUNDO NATURAL

5. La naturaleza de la economía es que se trata de un subconjunto de la naturaleza, y de las sociedades en que surge. No existe como entidad independiente. Las instituciones sociales y los sistemas ecológicos son, por tanto, centrales y no externos a su funcionamiento.

6. La economía no puede sobrevivir o prosperar sin insumos del mundo natural, o sin los muchos sistemas de soporte vital que proporciona la naturaleza. Depende de un flujo continuo de energía y material y actúa en el seno de una biosfera de delicado equilibrio. Una teoría económica que trate el mundo natural como algo externo a su modelo no puede comprender plenamente de qué modo la degradación del mundo natural puede dañar sus propias perspectivas.

7. La economía debe reconocer que la disponibilidad de energía y recursos no renovables, no es infinita, y el uso de estas reservas altera los equilibrios de energía agregada del planeta, ocasionando consecuencias tales como los trastornos climáticos.

8. No se puede ignorar la retroalimentación entre la economía y la ecología. Ignorarla hasta la fecha ha conducido a una economía global que opera ya fuera de los umbrales de viabilidad de la ecología que la alberga, pero requiere mayor crecimiento para funcionar. Pero la economía ha de anclarse en las constricciones objetivas de la ecología del planeta.

INSTITUCIONES Y MERCADOS

9. Todos los mercados están creados y configurados por las leyes, las costumbres y las culturas y se ven influidos por lo que hacen y por lo que no hacen los gobiernos.

10. Los mercados son resultado de las interacciones entre diferentes tipos de organismos públicos y privados (además de las del sector voluntario y la sociedad civil). Habría que dedicarle más estudio al modo en que se organizan en realidad estos organismos y a la manera en que funcionan y podrían funcionar las interrelaciones entre ellas.

11. Los mercados son también más complejos y menos previsibles de lo que puede implicarse de las simples relaciones de oferta y demanda. La economía necesita una comprensión más profunda de cómo se comportan los mercados, y podría aprender de la ciencia de sistemas complejos, tal como se emplea en la física, la biología y la informática. 

12. Las instituciones dan forma a los mercados e influyen en el comportamiento de los agentes económicos. La economía debe considerar por tanto las instituciones como parte central de su modelo.

13. Puesto que diferentes enfoques económicos tienen diferentes instituciones, una política que funciona bien en una economía puede funcionar mal en otra. Por esta razón, entre muchas otras, resulta improbable que sea de ayuda proponer un conjunto universalmente aplicable de políticas económicas que se base únicamente en la teoría económica abstracta.

TRABAJO Y CAPITAL

14. Se puede mostrar que salarios, beneficios y retornos sobre activos dependen de un amplio abanico de factores, entre ellos el poder relativo de trabajadores, empresas y propietarios de activos, y no simplemente de su aporte relativo a la producción. La economía necesita una comprensión más amplia de estos factores con el fin de informar mejor sobre aquellas elecciones que afectan a la porción de renta recibida por los distintos grupos de la sociedad.

NATURALEZA DE LA TOMA DE DECISIONES

15. Error, sesgo, reconocimiento de patrones, aprendizaje, interacción social y contexto son todas influencias importantes sobre el comportamiento que no están reconocidas en la teoría económica. La corriente principal de la economía necesita, así pues, una comprensión más amplia del comportamiento humano y puede aprender de la sociología, psicología, filosofía y otras escuelas de pensamiento. 

16. La gente no es perfecta y no es posible la toma de decisiones económicas ‘perfectamente racionales’. Toda decisión económica que tenga algo que ver con el futuro implica algún grado de incertidumbre no cuantificable y requiere, por tanto, tener juicio. La corriente principal de la teoría económica y la práctica han de reconocer el papel de la incertidumbre.

DESIGUALDAD

17. En una economía de mercado, la gente que dispone de las mismas capacidades, preferencias y dotes no tiende a acabar con el mismo nivel de riqueza, sujeta sólo a una variación aleatoria. Los efectos de pequeñas diferencias en la suerte o las circunstancias pueden llevar aparejados resultados enormemente diferentes para gente semejante.

18. Los mercados muestran a menudo una tendencia a una desigualdad creciente. A su vez, las sociedades desiguales se desempeñan peor en toda una serie de indicadores de bienestar social. La corriente principal de la teoría económica podría hacer mucho más por comprender de qué modo y por qué sucede esto, y de qué forma puede evitarse.

19. La proposición según la cual a medida que un país se hace más rico, la desigualdad debe inevitablemente aumentar antes de que caiga, se ha demostrado falsa. Cualquier combinación de crecimiento del PIB y desigualdad es posible.

CRECIMIENTO DEL PIB, INNOVACIÓN Y DEUDA

20. El crecimiento es una opción política, tanto como económica. Si elegimos perseguir el ‘crecimiento’, entonces las preguntas – ‘¿crecimiento de qué, por qué, para quién, durante cuánto tiempo y cuánto es suficiente?’ – deben responderse de modo explícito o implícito.

21. La innovación no es externa a la economía, es parte inherente de la actividad económica. Nuestra comprensión del crecimiento del PIB puede mejorar si contemplamos la innovación como algo que sucede en un ecosistema en desequilibrio en constante evolución, configurado por el diseño de los mercados y por las interacciones entre todos los agentes en su seno.

22. La innovación tiene a la vez un ritmo y un rumbo. El debate sobre el ‘rumbo’ de la innovación requiere comprender la ‘finalidad’ del diseño de políticas.

23. La deuda privada también influye profundamente en el ritmo con que crece la economía, y sin embargo queda excluida de la teoría económica. La creación de deuda se suma a la demanda financiada por el crédito, y afecta tanto a los mercados de bienes como al de activos. No se pueden separar las finanzas y la economía.

DINERO, BANCOS Y CRISIS

24. La mayoría de la nueva moneda que circula en la economía la crean los bancos comerciales cada vez que realizan un nuevo préstamo.

25. La forma en que se crea el dinero afecta a la distribución de la riqueza en el seno de la sociedad. Por consiguiente, el método de creación del dinero debería entenderse como una cuestión política, no simplemente técnica.

26. Puesto que los bancos crean dinero y deuda, son agentes importantes en la economía. Y se les debería incluir en los modelos macroeconómicos. Los modelos económicos que no incluyen a los bancos no podrán predecir las crisis bancarias. 

27. La economía necesita una comprensión mejor de cómo se pueden crear internamente la inestabilidad y las crisis en el seno de los mercados, en lugar de tratarlas como ‘shocks’ que afectan a los mercados desde fuera.

28. La financiación tiene dos dimensiones: las finanzas cortoplacistas y especulativas, y el financiamiento la economía real. Los dos problemas han de estudiarse conjuntamente.

ENSEÑANZA DE LA ECONOMÍA

29. Una buena formación en economía tiene que ofrecer una pluralidad de enfoques teóricos a sus estudiantes. Ello debería incluir no sólo la historia y filosofía del pensamiento económico sino también un amplio abanico de perspectivas actuales, tales como las institucionales, austriacas, marxistas, pos-keynesianas, feministas, ecologistas, y complejidad.

30. La economía misma no debería ser un monopolio. Los cursos interdisciplinarios son claves para comprender las realidades económicas de las crisis financieras, la pobreza y el cambio climático. La política, la sociología, la psicología y las ciencias ambientales deben integrarse, por tanto, en el programa académico, sin que se las trate como adiciones inferiores a la teoría económica existente.

31. No debería enseñarse economía como un estudio neutral en valores de modelos e individuos. Los economistas tienen que estar versados en ética y política, así como ser capaces de involucrarse de modo significativo con la opinión pública.

32. Concentrarse abrumadoramente en la estadística y los modelos cuantitativos puede acabar cegando a los economistas frente a otras formas de pensar. Habría que apoyar a los estudiantes para explorar otros enfoques metodológicos, entre ellos la investigación cualitativa, la entrevista, el trabajo de campo y la argumentación teórica.

33. Por encima de todo, la economía ha de hacer más por alentar el pensamiento crítico y no premiar simplemente la memorización de teorías y la aplicación práctica de modelos. Hay que animar a los estudiantes a comparar, contrastar y combinar teorías, y a aplicarlas críticamente a estudios en profundidad del mundo real. Lampadia




Greenpeace: sobre como destiñó sus banderas

La renuncia de Patrick Moore, fundador de Greenpeace, ha conmovido la opinión pública internacional. En su renuncia, que compartimos (en video y transcripción) más abajo apreciamos como hasta las más nobles de las causas puede ser corrompidas por agendas políticas, manipulando información por medio del sensacionalismo y la desinformación.

Por ejemplo, en el caso del Perú, recordemos cómo a fines del año pasado Greenpeace, asociación ambientalista internacional, cometió un grave delito contra uno de los patrimonios de la humanidad: nuestras Líneas de Nazca. Invadieron la reserva cultural y arqueológica para perpetrar un show mediático que no está a la altura de una supuesta ejemplificadora institución internacional.

El Gobierno de Perú inició acciones legales contra la organización ambientalista Greenpeace por los daños causados. También fue denunciado el argentino Rodrigo Miguel Abad, fotógrafo de The Associated Press, por quien la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) pidió al poder judicial peruano que reconsidere la acusación penal ya que se encontraba en el lugar realizando su actividad laboral y que “las limitaciones al libre ejercicio profesional y la movilización de los periodistas se oponen a la libertad de prensa”. En Lampadia hemos rechazado este abusivo pedido, ver: Associated Press (AP) pretende exculparse de atentado de Greenpeace.

Lo más lamentable es que una institución de gran renombre como Greenpeace se vea envuelta en un escándalo como este, que realizó con alevosía e irresponsabilidad. Este es un claro ejemplo de cómo la corrupción se infiltra en todas partes para manipular sus agendas políticas. Lampadia

Ver video:

 

Transcripción del video:

Por qué me fui de Greenpeace:

Patrick Moore, fundador de Greenpeace

En 1971, ayudé a fundar un grupo ambientalista en el sótano de la Iglesia Unitaria en Vancouver Canadá. Quince años más tarde, se había convertido en una potencia internacional. Llegábamos a los titulares todos los meses. Me volví famoso y salí inmediatamente por la puerta. La misión, una vez noble, se había corrompido. Las agendas políticas y el alarmismo vencieron a la ciencia y la verdad.

Así es cómo sucedió:

Cuando estaba estudiando para mi doctorado en ecología en la Universidad de British Columbia, me uní a un pequeño grupo de activistas llamado «Don’t Make a Wave Committee» (Comité: No hagas olas). Estábamos en el apogeo de la Guerra Fría y en medio de la guerra de Vietnam. Me radicalicé por estas realidades y por la emergente conciencia sobre el medio ambiente. La misión de la «Don’t Make a Wave Committee» era lanzar una campaña en alta mar en contra de las pruebas de bombas de hidrógeno en Alaska, un símbolo de nuestra oposición a la guerra nuclear. Durante una de nuestras primeras reuniones, alguien dijo «paz». Una respuesta fue: «¿por qué no la hacemos una paz verde?» y nació un nuevo movimiento. Green (o verde, en español) fue por el medio ambiente y también para el pueblo. Nombramos a nuestro barco “The Greenpeace» y me uní a la tripulación de 12 personas para un viaje de protesta. No pudimos detener esa prueba de la bomba de hidrógeno, pero fue la última que los EEUU detonaron. Tuvimos una gran victoria.

En 1975, Greenpeace dio un gran giro lejos de nuestros esfuerzos anti-nucleares y se dispuso a salvar a las ballenas, navegando en alta mar para hacer frente a los balleneros rusos y japoneses. Las imágenes que mostramos, jóvenes manifestantes situados entre los arpones y las ballenas que huían, fueron publicadas en la televisión de todo el mundo. Las donaciones públicas llegaban a chorros.

A principios de los años 80 ya estaban haciendo campañas en contra de los desechos tóxicos, la contaminación del aire, las competencias de cacería y la captura de orcas vivas. Pero empecé a sentirme incómodo con el curso que estaban tomando mis colegas directores.

Terminé siendo el único de los seis directores internacionales con un estudio formal en ciencias. Ahora estábamos abordando temas que involucraban asuntos complejos de toxicología, química y salud humana. No necesitas un doctorado en biología marina para saber que debemos salvar a las ballenas de la extinción. Pero cuando se analiza qué productos químicos deben ser prohibidos, se necesita saber algo de ciencia. Y la primera lección de la ecología es que todos estamos interconectados.

Los seres humanos son parte de la naturaleza, no ajenos a ella. Muchas otras especies, agentes patógenos y sus portadores, por ejemplo, son nuestros enemigos y tenemos la obligación moral de proteger a los seres humanos de estos enemigos. La biodiversidad no es siempre nuestro amigo.

Además me di cuenta de otra cosa: a medida que nos convertíamos en una organización internacional con más de 100 millones de dólares al año en donaciones, se había producido un gran cambio en la actitud. Se había desvanecido la «paz» en Greenpeace. Ahora sólo parecía importar la parte «verde».

Los seres humanos, para usar el lenguaje de Greenpeace, se han convertido en «los enemigos de la Tierra». Los temas cotidianos del movimiento se convirtieron en: acabar con el crecimiento industrial e intentar prohibir muchas tecnologías y productos químicos útiles. La ciencia y la lógica ya no dominaban. El sensacionalismo, la desinformación y el miedo eran lo que utilizamos para promover nuestras campañas.

El colmo fue cuando mis colegas directores decidieron que teníamos que trabajar para prohibir el elemento cloro en todo el mundo. Nombraron al cloro como el «elemento del diablo», como si fuera malo, pero era absurdo. La adición de cloro al agua potable es uno de los mayores avances en la historia de la salud pública y cualquier persona con un conocimiento básico de la química sabía que muchos de nuestros productos farmacéuticos más eficaces tenían un componente de cloro. No sólo eso, si esta campaña anti-cloro fuese exitosa, los que más sufrirían no serían nuestros donantes millonarios. Los individuos y los países ricos siempre encuentran una forma de evitar estas locuras. Los que sufren son los países en desarrollo, la gente a quienes presumiblemente estamos tratando de ayudar.

Por ejemplo: Greenpeace se ha opuesto a la adopción del arroz dorado, una variedad modificada genéticamente de arroz que contiene beta caroteno. El arroz dorado tiene el potencial de prevenir la muerte de 2 millones de niños pobres en el mundo cada año, pero eso no le importa a la multitud Greenpeace. Los OMG (organismos modificados genéticamente) son malos, por lo que el arroz dorado debe ser malo. Al parecer, que mueran millones de niños no lo es. Este tipo de pensamiento rígido y retrógradosuele atribuirse a los no-iluminados y anti-científicos, pero he descubierto, desde adentro, que puede infectar a cualquier organización, incluso a las que tienen nombres tan nobles como Greenpeace.

Soy Patrick Moore, de la Universidad de Prager.

 




Antonio Brack: adiós al maestro de la tierra

La muerte de Antonio Brack Egg, primer ministro del Ambiente del Perú, deja un gran vacío. Nos quedan sus enseñanzas.

Por Enrique Ortiz. Biólogo

(El Comercio, 06 de Enero de 2015)

Conocí al doctor Antonio Brack desde mis tiempos escolares cuando yo era voluntario en una de las primeras ONG conservacionistas del Perú: Pro Defensa de la Naturaleza (Prodena), establecida por Felipe Benavides Barreda. Eso fue hace varias décadas.

Nunca fui formalmente alumno de Antonio, pues soy sanmarquino, pero fue mi mejor maestro y el ideal del profesional que yo deseaba ser. A mis 19 años –a finales de los setenta– me dio mi primer trabajo como biólogo para estudiar la pava aliblanca, redescubierta en 1977 de la extinción por Gustavo del Solar, en Olmos, Lambayeque.

Antonio Brack logró un alto nivel académico en ecología. Fue autor de numerosos artículos científicos y ordenó nuestro entendimiento del Perú natural. Fue, además, un gran comunicador y maestro: su libro “El ambiente en que vivimos” (1977) se convirtió en texto escolar obligatorio que enseñó a ser peruanos conocedores del ambiente que nos rodea. Tuvo siempre los pies sobre la tierra y se preocupó del bienestar de la gente.

Enseñó de manera ilustrada y simple cómo puede vivirse de lo que la naturaleza nos brinda, como lo hizo en su programa “La buena tierra”. Pero más allá de todo esto, Antonio fue admirable por su calidad humana, honestidad y gran sentido del humor.

La combinación de sus cualidades académicas y humanas, sumadas a su sentido político, lo hicieron un gran –y primer– ministro del Ambiente. Su coraje y su determinación en la lucha contra la minería ilegal colocaron ese mal social y ambiental en los ojos del mundo. Pese a la seriedad del problema, nunca perdió el humor.

Recuerdo haberle llevado un panfleto de los mineros ilegales que lo incluía en la lista de los 10 enemigos de los mineros de Madre de Dios. Con su habitual humor, se molestó no por integrarla, sino por ser el número 10 y no el primero.

Brack contribuyó a salvar a la vicuña de la extinción, y a crear varias de nuestras áreas protegidas. La cumbre de su carrera fue establecer las bases sólidas para el funcionamiento de una autoridad ambiental: el Ministerio del Ambiente, cuya relevancia mundial ha sido vista en última COP en Lima.

El mundo académico de las ciencias naturales y quienes nos preocupamos por la degradación de nuestro medio ambiente le debemos mucho al doctor Brack. Este maestro fue responsable de que nuestra sociedad entienda que el futuro del Perú tiene que estar ligado a la responsabilidad ambiental. El legado de este hijo notable de Oxapampa es inmenso. Adiós, querido amigo. Adiós, maestro.

Antonio autor

El doctor Antonio Brack Egg (1940-2014) ha legado 15 libros de lectura obligada para la mejor comprensión de la asombrosa biodiversidad peruana y para todos quienes quieren sumergirse en el conocimiento del país en que vivimos. Varios de ellos están agotados y merecen nueva edición.

Nacido en Oxapampa, Pasco, fue un hombre que creció en contacto con la naturaleza y junto a los nativos yaneshas de esa zona. Su vocación fue siempre la docencia y la conservación. En Lima se graduó como profesor y luego en Alemania abrazaría las Ciencias Naturales para graduarse en biología y ecología. Sus investigaciones se centraron en la diversidad biológica amazónica. De incansable pluma, escribió más de 200 artículos relacionados con el tema.

Ejerció la docencia universitaria y fue consultor de la FAO, Usaid, BID, PNUD, entre otras entidades. El presidente Alan García tuvo la visión de nombrarlo como el primer ministro del Ambiente del Perú, y fue uno de los impulsores de que nuestro país sea un territorio libre de cultivos transgénicos.

Entre sus libros más destacados figuran: “El ambiente en que vivimos”, “Diccionario de frutas y frutos del Perú”, “Perú, país de bosques”, “Perú diez mil años de domesticación”, “Ecología del Perú”, entre otros. (MMMQ)