Oxigeno . . . para la “Tercera Ola”

José Antonio Luna Bazo
Sociólogo y Periodista
Para Lampadia

La crisis del oxígeno en los centros hospitalarios y fuera de ellos ha alcanzado ribetes de dramatismo surrealista. La incapacidad del Estado para reaccionar a esa exigencia ha sido manifiesta, pese a algunos acuerdos puntuales con universidades y empresas para la fabricación de plantas generadoras del vital gas. ¿Indolencia e incapacidad de gestión? ¿Trabas burocráticas?  ¿Se trata de la mezcla perversa de todo ello? ¿Existen otros intereses ocultos en la normatividad?

La improvisación y el cortoplacismo es un indicador recurrente en la gestión del aparato del Estado. La segunda ola del coronavirus que se insinuaba desde el año anterior y las medidas de contención que se adoptaron adolecieron de falta de oportunidad y pertinencia. La segunda ola que se empezó a manifestar en el último trimestre del 2020 hacía prever que la capacidad hospitalaria -camas UCI, ventiladores mecánicos y los limitados centros de oxígeno terapia- quedaría superada por las numerosas personas que se afectarían con el virus. Así ha sido y la data cotidiana lo ratifica.

La empresa Linde Perú es una de las principales productoras de oxígeno medicinal y proveedora de este vital insumo a los centros hospitalarios. Su capacidad de producción -220 TN por día- ha sido desbordada por una creciente demanda. Entre las diversas empresas productoras de oxígeno se alcanza un ratio diario que bordea las 350 TN, volumen insuficiente para la demanda diaria que supera las 450 TN por día y que al ritmo de los contagios y de las necesidades se proyecta a las 500 TN cotidianas. La velocidad del contagio es mayor en esta segunda ola, a lo cual contribuye el virus en sus variantes mutadas.  

Normatividad excluyente y perversa

El drama del oxígeno no concluirá con la puesta en funcionamiento de las 47 plantas que proveerá la Universidad de Ingeniería al Ministerio de Salud, en plazos aun no definidos y en oportunidades que no van a la velocidad de los contagios y menos con las exigencias y demanda de cientos de familias que lo requieren. La vida depende del suministro oportuno de este preciado gas, ahora y no mañana cuando podría no ser necesario para los pacientes. Tendremos una tercera ola, con las urgencias de oxígeno medicinal, post Covid 19. De este hecho no hay duda.

En este orden de ideas, es licito preguntarse acerca del rol que cumple -en medio de la pandemia- la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas, DIGEMID. Esta instancia del Ministerio de Salud es la única autorizada para otorgar la conformidad a la importación de equipos concentradores de oxígeno, catalogados como Dispositivos Médicos[i]. Este hecho no tendría mayor relevancia, si de por medio no existiera el impedimento de que únicamente las empresas calificadas como droguerías y registradas en la DIGEMID pueden ser importadoras. Hay miradas obtusas que se conjugan con la perversidad. ¿Puede un Concentrador de Oxigeno de 10 Litros ser importado por un ciudadano o una familia que lo requiera? No, es la respuesta según la DIGEMID, pues para ello requerirá calificar como Droguería.   

El rol de la DIGEMID ha generado un mercado distorsionado en la importación y comercialización de los concentradores de oxígeno y en el contexto de la pandemia éste se ha agudizado. La cadena de comercialización reúne a diversos intermediarios. Un Concentrador de Oxígeno, –generadores portátiles domésticos– en medio de la crisis de carencia de oxígeno para las personas, cuya vida pende un hilo, es posible encontrarlos -con suerte- a precios exorbitantes que oscilan en rangos que van desde los S/.10, 000 a los S/.15,000 y más, y, en todos los casos, se ofertan con entrega a domicilio sin costo.

Decisiones con múltiples efectos

Se trata, por cierto, de concentradores de oxígeno de la misma marca y con capacidad de 10 Litros y que rinden el preciado gas durante 24 Horas. Son equipos que atenúan la crisis del enfermo con el coronavirus, cuando éste está siendo medicado y tratado en su domicilio y el cuadro de la infección puede ser controlado sin recurrir a una cama hospitalaria, ni se precisa una UCI. Los equipos concentradores de oxígeno no resuelven la falta de oxígeno medicinal para los centros hospitalarios.

Las soluciones pasan por la liberalización del mercado, con decisiones que se anticipen a los hechos y a las demandas propias de una situación socio sanitaria que no se resolverá en corto tiempo y cuyos efectos y prevalencia deben preverse a mediano plazo y no esperar la Tercera Ola. Para ello se deben eliminar las barreras y diversas trabas para la importación de los concentradores de oxígeno, suprimiendo las exigencias que impone la DIGEMID.  

Permitir la libre importación de Concentradores de Oxígeno tendría efectos positivos tales como a) ampliar la oferta, b) evitar la especulación c) sincerar los precios y d) disminuir la presión sobre las camas hospitalarias. Se trata de decisiones que deben ir al encuentro de los ciudadanos y de las demandas para sobrevivir previendo, además, que serán más de 100 mil personas las que podrán requerir, en mayor o menor grado, la asistencia de estos equipos para superar las secuelas del coronavirus. Con el alta médica no concluye el vía crucis de la infección del Covid19.

[i] LEY N° 29459 LEY DE LOS PRODUCTOS FARMACÉUTICOS, DISPOSITIVOS MÉDICOS Y PRODUCTOS SANITARIOS.  ARTÍCULO 4.- Cualquier instrumento, aparato, implemento, máquina, reactivo o calibrador in vitro, aplicativo informático, material u otro artículo similar o relacionado, previsto por el fabricante para ser empleado en seres humanos, solo o en combinación, para uno o más de los siguientes propósitos específicos:

  • Diagnóstico, prevención, monitoreo, tratamiento o alivio de una enfermedad.
  • Diagnóstico, monitoreo, tratamiento, alivio o compensación de una lesión.
  • Investigación, reemplazo, modificación o soporte de la anatomía o de un proceso fisiológico.
  • Soporte o mantenimiento de la vida.
  • Control de la concepción.
  • Desinfección de dispositivos médicos.



Covid19, inmunoglobulina de llama y comunidades andinas

Álvaro Díaz C.
Abogado en Derecho de la Empresa y Minería
Ejecutivo de Bear Creek Mining.
Para Lampadia

“Las grandes oportunidades nacen de haber sabido aprovechar las pequeñas” – Bill Gates.

Expertos lograron neutralizar partículas del virus utilizando anticuerpos de este camélido” (refiriéndose a la llama), escribe el doctor Elmer Huerta en el diario El Comercio (11-V-20), concluyendo en que “…los nano-anticuerpos producidos por este animal podrían ser fabricados a gran escala y ser usados, ya sea de manera preventiva o terapéutica, en el manejo del COVID-19”. Pero, la inmunoglobulina de los camélidos sudamericanos, en especial de la llama, podría ser la solución también para otras graves enfermedades, bajo el mismo principio por el cual sería eficaz para combatir al Covid19.

Anotemos que este esfuerzo de creatividad se inició hace más de un lustro, a cinco mil metros de altura, en el distrito de Corani, al norte de Puno.

Andrés Franco Longhi, cuya vocación por la ciencia y su sensibilidad hacia los demás está fuera de duda, tenía claro que las comunidades campesinas de este distrito estaban consideradas como de extrema pobreza, en realidad dentro los 10 distritos más pobres de Perú.

Tenía al frente este panorama: ichu, alpacas y temperaturas bajo cero,  proyecto minero de plata en etapa de prefactibilidad,  mucha pobreza, altos índices de enfermedades diarreicas y respiratorias, deserción de alumnos y baja asistencia y aprendizaje escolar, incipiente articulación de los comuneros con relación a la actividad alpaquera y otras características propias de una zona con muchas necesidades básicas insatisfechas como secular desconfianza a los terceros que estaban o se acercaban a la zona, casi nula presencia del Estado, los hijos que, a pesar del esfuerzo de sus padres, habían podido estudiar en  una universidad no regresaban, buscando otros horizontes y oportunidades.

¿Podría usarse algunos de esos elementos como ventajas comparativas o competitivas para cambiar o co-crear nuevos paradigmas? ¿O sólo serían características propias de poblaciones que conlleva a la extrema pobreza?

Vayamos a las respuestas a la primera pregunta, veamos a uno de los 108 inventos y/o descubrimientos que, a la fecha, se lograron en este trabajo conjunto vinculados todos con los recursos propios de la zona (ichu, frío, alpaca, hierbas, otros) o con la investigación y desarrollo de los jóvenes comuneros (programación, algoritmos, química, física y otros), el apoyo de Bear Creek Mining, y la creatividad del citado Andrés Franco:

Inmunoglobulina de la llama: resulta que aproximadamente el 70% de las crías de alpacas (los twin) morían. Siempre se decía que se debía al frío, pero no era esa la causa raíz. Resulta que la alpaca genera poco calostro para alimentar a sus twin lo que hace que tengan bajas defensas, sumado a que comen ichu que tiene carga parasitaria que afecta al sistema digestivo de las crías deteriorando la asimilación de los alimentos. Al estar débiles las crías el frío u otra condición extrema provocan sus muertes.

Hay que tener en cuenta esta situación, porque las alpacas son animales que por naturaleza resisten el frío. Entonces ¿qué hacer? La solución comenzó por lo dicho:  determinar que el poco calostro era la primera variable por resolver.  Resulta que la llama tiene un comportamiento especial por el cual puede inducirse a generar calostro (que usualmente sólo se genera cuando la madre está preñada) El calostro obtenido (que no se le quita a la cría de la llama porque ha sido inducido sin embarazo) se mezcla con los pastos que come la cría de alpaca y su sistema inmunológico toma la magnitud que debe tener y, aunque haya frío extremo, muchas crías sobreviven. Se trata de reducir r a la cuarta o quinta parte el índice de mortalidad de las crías de alpacas.

Así es que siguió profundizando en el tema, encontrando en las investigaciones esas características únicas de la inmunoglobulina de la llama (que también pueden tenerla en diferentes proporciones otros camélidos).

De hecho, con el financiamiento de Bear Creek Mining, la ciencia de Andrés y la labor técnica de campo de los comuneros, se avanzó en los detalles e incluso se logró proponer como obtener “comprimidos con alto contenido de Inmunoglobulina (IgGH) extraída de la leche de camélidos”.

Es importante citar a los Centros de Innovación Tecnológica de las comunidades campesinas de Chacaconiza y Quelcaya, donde los jóvenes profesionales de tales comunidades a cinco mil metros de altura hacen investigaciones, verificaciones, pruebas, algoritmos, sistemas que apoyan estas iniciativas. De igual forma los centros alpaqueros están innovando y generando nuevos paradigmas en la cría de alpaca y el mejoramiento genético, introduciendo modernidad y estandarizando la esquila, clasificación, lavado, peinado, producción de hilado, diseño y producción de textiles de alpaca para exportación a países de Europa y América del Norte, entre otros mercados.

Regresando a la inmunoglobulina, de hecho, se inició un procedimiento para patentar tal avance, bajo la idea de potenciar a las comunidades campesinas con el abundante recurso que es la llama y modernizar la crianza y obtención de la inmunoglobulina; en suma, transformar la llama en una ventaja competitiva para la zona.

El prestigioso buffet de abogados Clarke & Modet (con sede principal en España, más de 140 años de existencia, y presencia en 10 países) especializados en marcas y patentes, hicieron la “búsqueda del estado del arte”, vale decir, si en algún lugar del mundo existían estudios, publicaciones o avances en el tema o temas similares, no encontrando en la exhaustiva base de datos a la que consultan, ningún antecedente que pudiera afectar la inscripción de la patente, que se había solicitado, ya que cubría los requisitos de novedad e ingenio que se requiere para tal efecto, informando de ello en agosto del año 2019.

El resumen de la invención, del Informe del Clarke & Modet comienza diciendo: “La invención está referida a un procedimiento para realizar comprimidos con un alto contenido de inmunoglobulinas, en particular inmunoglobulinas de tipo G conformada por dímeros de cadenas pesadas y sin cadenas ligeras, denominadas IgGH, que son extraídas de la leche de un camélido sudamericano…”.

Recordemos el artículo del doctor Huerta donde — explica que: “Existen cinco tipos de inmunoglobulina: G, A, M, D y E, cada una de las cuales tiene una función determinada. La inmunoglobulina M, por ejemplo, es el primer anticuerpo que se produce y es –en tamaño– la molécula más grande de todas, pudiendo ser comparada con la fuerza de choque del sistema de defensa. La IgG se produce inmediatamente después de la M, y es la más abundante, permitiendo la destrucción de virus y bacterias

Dentro del plazo permitido de divulgación, sin perder los derechos de formalizar la patente, Andrés hizo presentaciones de varios de los inventos y descubrimientos, a científicos de la academia, profesionales, periodistas, entidades públicas.

Estando prestos a reiniciar la formalización de la patente comenzó la crisis generada por el Covid19, razón por la cual Bear Creek Mining y Andrés Franco decidieron liberar la información, teniendo en cuenta la prioridad que tales conocimientos podrían apoyar o estimular para encontrar alguna solución específica contra tal virus, que no se genere patente a alguien (persona o empresa) que luego quisiera lucrar con ello, y se revalore a las comunidades alto-andinas peruanas que es dónde se encuentra la mayor población mundial de llamas.

De otros 106 inventos y descubrimientos: Los océanos azules (el famoso libro de Chan Kim y Renée Mauborgne), recomienda a los emprendedores que, en lugar de luchar por un trozo de la torta del mercado (demanda) existente, desangrándose en un océano rojo, se genere un nuevo mercado, un océano azul de oportunidades.

Coincidente con tal precepto, se va co-creando, en esa alianza virtuosa, nuevas alternativas basadas en los recursos propios de la zona alto-andina (ichu, frío, alpaca, hierbas, otros) o con la investigación y desarrollo de los jóvenes comuneros (programación, algoritmos, química, física y otros)

Resulta motivador poder compartir cada una de las iniciativas y los logros ya obtenidos en muchas de ellas, en especial porque, en estos extensos lugares alto-andinos, donde se podría pensar que no hay muchos recursos comparativos y competitivos, o capacidades técnico-profesionales resulta que hay todo ello y más. Esperamos poder hacerlo en futuras notas.

Finalmente, podemos inferir que las alianzas virtuosas o proactivas o, como prefieran denominarlas, entre la inversión privada y las comunidades, pueden dar frutos alejados de paternalismos o asistencialismos. Lo importante y significativo es que se generan alternativas propias de desarrollo sostenibles a largo plazo, que se desarrolla con los esfuerzos reales y constantes de todas las partes y conlleva el potenciar el interés de la ciencia aplicada a lo propio, lo que llena el orgullo local por los logros y resultados que se van obteniendo.

Se aprende a intentar, fracasar y volver a levantarse con la experiencia adquirida. Así es investigar e intentar (sólo no se equivoca el que nada intenta), influye en nuevas expectativas que potencien lo local, abren abanicos de posibilidades en diversos rubros y diversos temas en cada rubro; y, esperamos, hasta soluciones a problemas mundiales como podría ser el uso de las propiedades de la inmunoglobulina de las llamas para la lucha contra el flagelo del Covid19.

Ellon Musk tiene una frase al respecto: “Creo que este es el mejor consejo: piensa constantemente cómo podrías hacer mejor las cosas”. Lampadia




Se nos rompe la cadena de pagos

EDITORIAL DE LAMPADIA

A estas alturas de la crisis sanitaria y económica-social, todos sabemos qué significa que se rompa la cadena de pagos, porque ya lo estamos viviendo. Cada día se multiplican los impagos y los despidos. Es como una gran explosión hacia abajo; una vez que se desata es muy difícil de parar.

En su afán de evitar, o por lo menos aminorar, un desarrollo tan negativo para toda la sociedad, el BCR ofreció otorgar una línea de crédito de 30,000 millones de soles al sistema financiero, para que sea canalizada a las empresas para cubrir planillas y proveedores. Los créditos debían contar con garantía del Estado por el 100% en la gran mayoría de casos, y debieran incluir costos especialmente reducidos. Para ello, el BCR volvería a reducir la tasa de interés de referencia en los siguientes días, como efectivamente hizo, llevándola a 0.25% por año.

La idea era que el sistema financiero fuera una suerte de canal de distribución de los créditos, evitando la mayoría de los análisis crediticios, ya que la facilidad debía ponerse a disposición de las empresas de la manera más ágil y a la brevedad posible.

Lamentablemente, el MEF, sin aparentemente entender la coyuntura ni la propuesta del BCR, diseñó ‘Reactiva Perú’, el programa que tendría que efectivizar la excelente propuesta del Banco Central.

Efectivamente, el decreto que crea el programa fue ampliamente criticado por lo más graneado del establishment económico y financiero del Perú. Ver en Lampadia: Reactiva Perú – ¿Un fallido intento de parar el corte de la cadena de pagos?

Las críticas hicieron especial interés en la necesidad de garantizar el 100% de los créditos y en los montos de los mismos.

Pero el gobierno, con gran necedad, ha producido un reglamento que no corrige los errores más importantes del decreto y crea una serie de figuras que malogran el instrumento y lo hacen ineficaz para cumplir con sus fines, evitar el corte de la cadena de pagos. Veamos:

  • Se insiste en no dar cobertura de riesgo por el 100% de los créditos, dejando márgenes a cubrir por las empresas que van del 2 al 20%, dependiendo del monto. Esto evita que las empresas más pequeñas accedan a los créditos, aumenta los costos y alarga los plazos de desembolso.
  • Se hace intervenir a Cofide como agente intermediario, complicando la operación y encareciéndola. Se estima que el costo de intermediación de Cofide desde 0.5% anual, el doble que el costo de la fuente de 0.25% del BCR.
  • Se establecen límites máximos de desembolso muy pequeños, restando efectividad al programa.
  • Se mantiene la exclusión de empresas con adeudos a la Sunat.
  • Se exige que las empresas estén en situación de ‘Normal’ en el sistema financiero.
  • Se excluyen empresas de “sectores con percepción social negativa”, como serían los productores de tabaco, alcoholes y juegos de azar. Una absurda discriminación, ya que el objetivo del programa es salvar puestos de trabajo, pero parece que para este gobierno es más importante la ideología y la politiquería disfrazada de falsa moral.

Con este diseño del programa ya se especula que los créditos podrán llevar tasas innecesariamente altas, del orden del 8 al 10% anual.

En resumen, se puede decir que el programa será un gran fracaso, y la pérdida de una buena oportunidad de evitar costos sociales. Mientras tanto Chile ha sacado un programa que sigue al pie de la letra las ideas originales del BCR en el Perú.

¿Cuándo vamos a hacer las cosas bien? Lampadia