La ‘maldición de Arana’ en el gobierno de Vizcarra

En su discurso de Fiestas Patrias, el presidente Vizcarra incluyó el tema de los sectores productivos, mostrando una visión política tradicional y quitando el cuerpo a los temas más importantes, como el referido a la extensión del régimen agrícola para favorecer la agro-exportación y desconociendo la importancia de impulsar el proyecto de cobre de Tía María en Arequipa.

Evidentemente, el gobierno no quiere desarrollar una mirada estratégica de nuestra economía, como la que propusimos oportunamente el 2 de julio pasado con nuestro análisis: ‘Estrategia para la creación de empleo y generación de riqueza en el Perú durante los próximos 20 años’.

En dicho análisis que alcanzó a 133,529 personas, recibió 3,734 likes, se compartió 925 veces, tuvo 1,421 interacciones y 148 comentarios, decíamos que para superar la pobreza debíamos desarrollar una estrategia para generar el máximo de riqueza en el mínimo de tiempo y así nivelar a nuestros pobres con los ciudadanos del mundo y evitar que sean condenados para siempre a los arrabales de la globalización. Ello implicaba que el Perú se apoyara en la fortaleza de sus sectores productivos, con especial énfasis en la agro-exportación y la minería.

Pero, lamentablemente, parece que el gobierno (con tal de llevar la fiesta en paz) prefiere no leer ni liderar.

En su discurso, el presidente no tocó el régimen agrario y, en cuanto al desarrollo minero, nos dijo:

No podemos ser un país que tiene una gran riqueza bajo la tierra y pobreza en la superficie. La industria minera y de hidrocarburos son una oportunidad para el desarrollo, sin embargo, como hemos señalado muchas veces, este desarrollo no puede darse sin un compromiso social y ambientalmente responsable. En ese contexto resaltamos importantes inversiones mineras anunciadas en el presente año:

  • Proyecto Michiquillay, por US$ 2,500 millones
  • Ampliación Toquepala USD 1,200 millones
  • Ampliación Marcona USD 1,300 millones
  • Ampliación de Toromocho, por US$ 1,300 millones.
  • Quellaveco, con una inversión de USD 5,300 millones.
  • Mina Justa, por USD 1,300 millones.
  • Corani USD 580 millones
  • Pampa de Pongo USD 2,500 millones

Inversiones que superan los USD 15,000 millones, que contribuirán a reactivar nuestra economía.

Pero no solo la gran minería es importante, sino la pequeña minería y la minería artesanal. (…).

¿Curiosamente? El presidente Vizcarra excluyó de su lista el proyecto de cobre a Tía María, que se anuncia todos los años y está prácticamente listo para iniciar su mayor fase de inversión.

¿Qué puede explicar semejante omisión? -Pues, la ‘maldición de Arana’

¿Quiere decir eso que los demás proyectos están en la lista mientras no reciban la ‘maldición de Arana’?

Si alguno de los demás proyectos, el día de mañana, recibe la ‘maldición de Arana’, ¿dejará de estar en la lista de proyectos en un nuevo discurso?

No, Señor presidente, así no se lidera. Eso no es lo que nuestros peruanos más pobres necesitan.

De la ‘maldición de Arana’ sabemos hace mucho tiempo. Veamos lo que nuestro director de Lampadia le dijo en Perumin Convención Minera 32, en setiembre del 2015:

Señor presidente, no podemos perder mucho tiempo para emprender la gesta del desarrollo de nuestros sectores productivos, la generación de riqueza y la derrota de la pobreza. ¡Leamos y lideremos! Lampadia




El país se sumerge en una crisis de gobernanza

Pablo Bustamante Pardo
Director de
Lampadia

La situación del Perú continúa en un proceso regresivo que nos ha llevado a frenar el crecimiento económico y a sufrir por una escasa inversión, pérdida de empleo, estrechez fiscal, anomia social y una crisis de gobernanza por la falta de visión y sentido de dirección del gobierno.

Solo han pasado 25 años desde que el Perú se levantó como un ‘Ave Fénix’, para remontar décadas de oscuridad que nos alejaron de la historia moderna de progreso económico, social e institucional. Nuestra recuperación fue muy rápida, y en pocos años pasamos de ser un ‘Estado Fallido’ (1990), a una suerte de ‘Estrella Internacional’.

Evidentemente, en tan poco tiempo, no pudimos remontar todo nuestros atraso. El desarrollo integral solo había tomado vuelo. Pero las evidentes agendas pendientes, fueron la disculpa para que los personajes responsables, cómplices o tontos útiles, del gran apagón de 30 años, encontraran en la negación de nuestra creciente prosperidad, su espacio político, su figuración mediática, o su fuente de vida, muchas veces sustentada por ONGs extranjeras y agencias de cooperación.

La debilidad de los partidos políticos y la ausencia de nuestra clase dirigente en el debate nacional, permitieron que el ‘negacionismo’ fuera tomando fuerza en los procesos electorales nacionales y regionales.

Así, el 2011, con el apoyo de todas las izquierdas de las ‘ideas muertas’, de todos los negacionistas y el odio torpe de Mario Vargas Llosa, se llevó a Palacio de Gobierno al proponente de una nueva política nacionalista que traería inclusión. Pero el gobierno de Humala interrumpió el clima de inversión, llevo a la administración pública a desconfiar y hasta denigrar del sector privado, cortó el crecimiento y también la inclusión.

En las elecciones del 2016, los electores dijeron sin medias tintas, que debíamos recuperar el tiempo perdido, rechazar los cantos de sirenas de nuevas constituciones y refundaciones, volver a invertir y crecer. Pero lamentablemente, el ganador de un proceso electoral muy accidentado, PPK, desoyó el llamado de las urnas del 10 de abril, e impulsado por sus peores asesores, se empeñó en ganar como sea. Peor aún, una vez ganador, mantuvo su cercanía con los mismos asesores, con el gobierno de Humala y las izquierdas.

En vez de marcar la diferencia, su vicepresidenta condujo un proceso de transferencia vergonzoso, que solo un año después reconoce las falencias de los cinco años previos. No se les explicó a los ciudadanos los errores que nos habían llevado a interrumpir, el 2011, un proceso virtuoso de crecimiento que se sustentaba en la inversión privada y tenía aún mucho que aportar para el bienestar general. No se marcó la línea que permitiera hacer evidente la doble cara de los llamados conflictos sociales, y en el primero, vinculado a Las Bambas, el Ministro del Interior maltrató a la Policía Nacional, y el vicepresidente Vizcarra, desplegó su manejo político pro-su-candidatura para el 2021, encarnándose en una suerte de ‘Papá Noel’.

Como todos sabemos y resentimos estos días, el gobierno sigue debilitándose en cada ocasión que el destino le regala. En las últimas semanas estamos sufriendo los embates de un sindicalismo politizado y extremista, un gobierno desconcertado y un porvenir que se oscurece aceleradamente. El Presidente desperdició la oportunidad de refrescar su gobierno alrededor de Fiestas Patrias, mostrando un empecinamiento digno de mejores causas, que hace temer sobre su capacidad para medir la realidad.

Forzando un poco la figura, estaríamos en un gobierno que se dibuja como una amalgama de Belaunde III y un Humala II. Y, mientras tanto, como expresa el título de esta columna, lo más representativo de los programas políticos de la televisión nacional, en un momento delicado de nuestra vida nacional se devalúa y se desentiende de la naturaleza de la crisis de gobernanza que se profundiza.

Ejemplo #1: Nuevos referentes nacionales

Durante los meses de mayo, junio y julio, los programas políticos y de análisis de RPP y Canal N, han incrementado la presencia en sus ondas, de personajes como el congresista Arana, el que, junto con otros de perfiles similares, se está convirtiendo en un referente de la política nacional.

Hace dos años, en Perumin, tuve que desenmascarar al ex cura Arana, que se presentó disfrazado de monjita piadosa con respecto a la inversión minera. Ver: Ex cura Arana al descubierto en Perumin. Más adelante, se le acusó de intento de fraude en las elecciones partidarias que perdió ante Verónika Mendoza. Además, habría llegado al Congreso, superando misteriosamente un fraude contra su propio colega partidario, Juan Regalado. Ya en el Congreso, ha destruido su bancada, imponiendo su visión particular de las cosas, y si fuera poco, no tiene la valentía para repudiar a Maduro y el chavismo.

Yo me pregunto:

  • ¿Es este un buen referente nacional?
  • ¿Qué pasa en RPP y Canal N?
  • ¿Quién está a cargo?

Ejemplo #2: Canal N suspende La Hora N con Jaime de Althaus

Canal N, presumiblemente por gestión de la encargada de prensa en América Televisión y Canal N, Clara Elvira Ospina, retira de la pantalla el único programa de la televisión nacional plural y crítico que analizaba y planteaba soluciones para los problemas de fondo del Perú. ¿Qué puede explicar semejante iniciativa?

A mayor deterioro de la gobernanza y menor responsabilidad mediática, se espera una mayor reacción y acción de la clase dirigente. 

Como en la vida no hay casi nada completamente bueno o completamente malo, quiero cerrar este humilde llamado, rescatando de Belaúnde I, una de sus mejores frases, la de Punta del Este: ¡Acción Ahora!

Lampadia




Evo Morales y Rafael Correa promueven ahora el extractivismo

Aunque llegaron al gobierno asumiendo una falsa defensa del medioambiente y denostando a las empresas dedicadas a la extracción de recursos naturales, los presidentes de Bolivia y Ecuador, Evo Morales y Rafael Correa, respectivamente han tenido que cambiar de parecer. Conscientes de que el sostenimiento de las arcas fiscales dependen de las inversiones en este sector, han optado por un cambio radicalde sus posturas y se han lanzado a defender y promover el ‘extractivismo’.

Semanas atrás dábamos cuenta en Lampadia que “Correa empezó su gobierno pegado a la prédica chavista antimperialista y anti-inversión. Incluso trató de crear un esquema ambiental por el que quería recibir dinero del exterior, por no tocar sus bosques en actividades petroleras. Parece que ante el fracaso de esos intentos poco ortodoxos de nutrir sus finanzas y dados los regalos del Perú que ahuyenta las inversiones, Correa ha encontrado el camino para atraer inversión por el lado de la ortodoxia”. (Ver en Lampadia: Gobierno ecuatoriano promueve inversiones que el Perú rechaza y desprecia).

Ya anteriormente Correa había declarado en contra de los anti-mineros: “Nos están engañando. Si no quieren minería moderna, díganle eso al país. Preséntense a las elecciones, ojalá que ganen, cierren todas las minas, cierran la cerámica de Cuenca, dejen de importar hierro y todo lo demás que viene de la minería porque no pueden ser inconsecuentes si decimos no a la minería. Y regresamos así a la Edad de Piedra y entonces las casas van a ser como las de los Picapiedra, y los automóviles también, como los de los Picapiedra, porque no se puede concebir la vida moderna sin minería.”

 

 

Ahora el Presidente Boliviano ha ido mucho más lejos. Como informaba El País de España hace unos días: “El Gobierno de Evo Morales ha aprobado recientemente un decreto que autoriza la exploración petrolera en todas las áreas que Bolivia protege por razones ambientales. La medida ha generado el respaldo del sector petrolero y la crítica de varias organizaciones ambientalistas. Morales replicó a estas últimas con un discurso durísimo, pronunciado al pie de un pozo recién inaugurado, en el que amenazó con expulsar del país a las organizaciones no gubernamentales que se opongan a la expansión de la industria de los hidrocarburos, el motor de la economía nacional, y afirmó que los bolivianos no se convertirán, como estas organismos quieren, en los ‘guardabosques’ de los países desarrollados. Morales aseguró también que ‘las reservas forestales han sido creadas desde el imperio norteamericano’, el cual quiere territorios ‘intocables, intangibles’ en el tercer mundo para compensar sus propios crímenes contra el ambiente. En contraposición, afirmó, ‘tenemos la obligación de explorar cuanto tenemos’”.

Ambos mandatarios se han alejado de las tesis chavistas y no se les ocurre ni en sueños promover el pos-extractivismo. Probablemente, porque la cruda realidad les ha enseñado que sin inversión privada en estos sectores las arcas públicas adelgazarán rápidamente y sus regimenes altamente populistas no tendrán los recursos para sostener sus‘vitalicias’ reelecciones.

Con esta actitud parecen dar a entender que comprendieron las lecciones de la calamitosa situación venezolana.

Cabe recordar que PDVSA, la empresa petrolera estatal venezolana, después de su estatización ha sido destruida: Ha perdido a todo su personal capacitado, más de un tercio de su capacidad de producción; subsidia el precio del petróleo en Venezuela y en Petrocaribe. Genera pérdidas, por US$12,500 millones al año. La planilla  aumentó de 42,000 a 140,000. Ha comprometido importantes despachos futuros para el repago de deudas contraídas con China, para cubrir sus déficits de balanza de pagos. Últimamente, acaba de celebrar otro contrato de futuro con Rusia. Además, está vinculada a buena parte de los escándalosde corrupción del chavismo.

Tal como han resultado las cosas en la región, Correa y Morales han mostrado tener más cintura que Ollanta Humala, que hasta ahora no ha sabido reaccionar con un discurso sentido sobre la necesidad de invertir en nuestros recursos naturales. No esperaríamos, que cometa la misma barbaridad que Evo Morales, abriendo las áreas protegidas o reservadas sin resquemor alguno.

Mientras en Ecuador y Bolivia, sus líderes izquierdistas transitan hacia la explotación de recursos naturales, la izquierda peruana, en su conjunto, acoge las trasnochadas propuestas del pos-extractivismo, cuyo fin último sería recrear la Edad Media bajo la tutela de señores feudales como Arana, Santos, Lerner, Francke, Moreno, Huamán y otros despistados (Ver en Lampadia: Pos-Extractivismo: Autarquía y empobrecimiento).

Como parece que en el Perú, ni el gobierno, ni la izquierda van a atreverse a izar las banderas de la sensatez, tendremos que confiar en una reacción ciudadana que acorrale con sus acciones cívicas a aquellos que pretenden mantenernos como inquilinos de la pobreza. Lampadia

 




Perder Cajamarca es el fracaso de nuestra clase dirigente

Meses atrás, cuando empezaba el proceso electoral, en Lampadia advertíamos que una de las elecciones regionales más importantes sería la de Cajamarca, el departamento con mayor potencial económico y en el que se hallan paralizados hasta cinco proyectos mineros vitales para el propio Cajamarca y el país. La armonía, la tranquilidad y la economía de la región han sido destrozadas por los radicales anti-mineros y por falsos ambientalistas.

Este maravilloso departamento ha sido capturado por personajes de menor nivel que desean imponer su dirigencias políticas amparándose en la supuesta necesidad de cambiar un modelo de desarrollo, que por primera vez en nuestra historia, ha producido beneficios socio-económicos extraordinarios y ha reducido la pobreza. Obviamente, no hemos superado aún todos nuestros problemas, pero los avances son reconocidos y ensalzados por propios y extraños en todo el mundo.

El desquiciamiento de Cajamarca fue liderado por una cúpula altamente politizada que en su momento encabezó su presidente regional, Gregorio Santos con el ex cura Arana, Wilfredo Saavedra, Edy Benavides y Milton Sánchez. Unos de Patria Roja, el partido político del gremio magisterial, otros de ONGs como Grufides (de Arana) la que recibe más fondos del exterior para luchar contra la minería y el modelo de libre mercado. Esta gente llegó a todo extremo de violencia imaginable. Amenazas de muerte, incendio de las radios opositoras, juicios y flagelaciones populares. Acallaron la prensa, incluso incapacitando a los corresponsales de los medios nacionales, que no se las ingeniaron para sembrar a corresponsales incognitos y así cumplir su misión de informar al resto del país. En Lampadia logramos informar de las barbaridades que se cometían (ver en L: Stalinismo en Cajamarca), pero el país no supo reaccionar.

Además de los actores directos que hemos señalado, deben asumir su responsabilidad buena parte de la clase dirigente peruana empezando por el gobierno. Nuestro gobierno fue cómplice, primero por su irresponsable campaña política en que sembraron las mismas ideas de Santos y compañía y luego desde el gobierno con el vergonzoso comportamiento de su Premier Salomón (Siomi) Lerner que llegó a ofrecer a Santos: “Levanten el paro (…). Mañana sus bases les dicen que no. Lo ponen otra vez el paro. No hay ningún problema”. Ante su fracaso, el gobierno abandonó a Cajamarca a su suerte y el mismo premier terminó convalidando el mensaje de los revoltosos cuando oficializó la prédica anti minera en el resto del país.

Pero acá no terminan las responsabilidades, a ellas se suman las de buena parte de los miembros del mundo académico, intelectual y mediático, que hicieron suya la desvalorización de la minería en el Perú y difundieron toda suerte de mitos absurdos, que desdecían de la rigurosidad de sus profesiones. Incluso se llegó a decir que las fotos de Porcón no eran de Cajamarca, sino de Suiza. Así, una ciudadanía desinformada y engañada, no pudo tomar parte en el debate para que se fuera corrigiendo el camino.

Hoy, como dijimos hace unos meses, El Perú se la juega en Cajamarca, y a pesar de todos los excesos e ilegalidades Santos estaría a punto de ser reelegido desde la cárcel.

Por eso en Lampadia señalábamos “Cajamarca ha sido el símbolo y el inicio de la parálisis de la inversión privada en el país, que finalmente, ha terminado por detener el conjunto de la economía peruana (ver en L: Perú sigue retrasándose en inversión minera).

Nadie supo reaccionar, se siguió hablando a media voz, sin comunicar la realidad a la ciudadanía. La propia empresa limitó la difusión de información ante un gobierno que obviamente no creía en la minería ni en la inversión privada. Como hemos dicho si no se hace algo drástico, terminaremos este gobierno en un crecimiento irrisorio y un escenario político sumamente complicado. (Ver en L: Liderazgo político y un “Machete-Antiregulación”- Queda poco tiempo para evitar los peores escenarios al 2016).

Los analistas que previeron la derrota de Santos se equivocaron de cabo a rabo. Esta hipótesis es negada por las encuestas. Confiados en que este escenario era un hecho no existió una preocupación real para hacer frente a la alternativa anti minera en Cajamarca.

Una prueba de ello, es que solo dos partidos nacionales inscribieron candidatos: el Apra lanzó  a Felipe Pita Gastelumendi (ex presidente regional) y Fuerza Popular, postuló a Osías Ramírez (hermano del congresista Joaquín Ramírez). Habría que señalar además, que en un acto de pequeñez, el fujimorismo se presentó desunido, pues Absalón Vásquez que fue la cara tradicional del fujimorismo en Cajamarca, tuvo que inscribirse por su lado con Cajamarca Siempre Verde.

Una triste constatación: los partidos políticos nacionales, que supuestamente defienden el modelo, no son capaces de ganar, ni siquiera con su contendor en la cárcel.

El empresariado no ha hecho las cosas mucho mejor. En vez de comunicar, de informar (si la empresa estaba cohibida por las actitudes del gobierno), el gremio minero debió jugársela por entero, haciendo un “task force” que trabajara 24 horas al día.  No hicieron nada, parece que ya no se puede esperar mucho de ellos.

Los anti mineros proponen desarrollar otras actividades como el turismo y la agricultura, pero según el Plan Nacional de Diversificación Productiva, la productividad de la agricultura arequipeña es cuatro veces mayor que la de Cajamarca, y el turismo no se acerca a un pueblo que vive amenazado por la violencia.

¡No podemos dejar solo a Cajamarca! ¿Qué estamos esperando para actuar?Lampadia




El Perú se la juega en Cajamarca

Una de las elecciones regionales más importantes será la de Cajamarca, el departamento con mayor potencial económico, en el que se hallan varios de los proyectos mineros más importantes del país. Sin embargo, la economía de la región ha sido destrozada por los radicales anti-mineros, donde algunos se camuflan  con la prédica ambientalista (ver  sus métodos de coerción en Lampadia: Stalinismo en Cajamarca). 

Cajamarca ha sido el símbolo y el inicio de la parálisis de la inversión privada en el país, que finalmente, ha terminado por detener el conjunto de la economía peruana. (Ver en Lampadia: Otra vez La Parada (esta vez en la inversión)). El Perú se la juega en Cajamarca, pero parece que el gobierno no. Las palabras del propio Presidente Ollanta Humala, durante su visita a Alemania, han renovado la prédica anti-minera, en la que declaró: “(…) que las principales empresas que hoy día extraen minerales en el Perú son europeas, chinas y que, en muchos casos, son las que comenten las irregularidades. (…)Ya no queremos la minería tradicional del jornalero, del obrero que lo meten al túnel y no le dan sus derechos laborales”.

Curiosamente, el diario Gestión (18/7/14) presenta la encuesta de Monitor Empresarial de Reputación Corporativa (MERCO), auditada por KPMG, donde se muestra que la “Minería es el sector más deseado por los peruanos para trabajar”, lo que demuestra la calidad de la minería moderna en el Perú.

Según el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) 855 personas postulan a los diferentes cargos: 618 candidatos a las alcaldías de 114 municipios distritales y 229 a las 13 municipalidades provinciales (solo en Cajamarca se presentan 19 candidatos),y 8 para el gobierno regional.

La mayor atención estará concentrada en la campaña por el Gobierno Regional. Los ocho candidatos son:

– Absalón Vásquez Villanueva, por Cajamarca Siempre Verde

– Gregorio Santos Guerrero, por Movimiento de Afirmación Social (MAS)

– Jesús Coronel Salirrosas, por Fuerza Social

– Gonzalo Idrogo Escobar, por Alianza para el Progreso

– Osías Ramírez, por Fuerza Popular

– Luis Felipe Pita Gastelumendi, por Partido Aprista Peruano

– Rosa Florián, por Diálogo Social

– Javier Bobadilla, por Frente Regional

Los únicos partidos nacionales que presentan candidatos son el Apra y Fuerza Popular.  Santos postulará desde la cárcel, donde está con prisión preventiva acusado de serios actos de corrupción. El Movimiento de Afirmación Social (MAS) inscribió la candidatura de Santos un par de semanas antes de que se cierren las inscripciones, para intentar aparecer como un perseguido político. La estratagema no le ha resultado, hasta ahora sus partidarios no han podido movilizar a más de unos cientos de incautos.

La suerte política de Santos parece estar echada. Como mencionó recientemente Fernando Rospigliosi: “Aunque algunos creen que la campaña de Santos para victimizarse y hacerse pasar por perseguido político puede dar resultados, en realidad ya está prácticamente liquidado. (…)”.A diferencia de los días de las protestas anti Conga, la izquierda radical, camuflada de ambientalista,actuó como un bloque cohesionado, mientras que ahora, se presentan desunidos.

Nuestro columnista Hilario Yalta señaló que “Entre 2011 y 2012, Santos encabezó un Frente Único, una acumulación de diversas fuerzas, no exclusivamente de Patria Roja que se movilizaron contra el Gobierno y el proyecto Conga: desde los ecologistas de Arana hasta los radicales y etnocaceristas de Saavedra entre diversas fuerzas antagónicas de la izquierda. No fue una acumulación de fuerzas espontanea, sino el producto de una serie de presiones provenientes de los grupos radicales y ecologistas que trabajaron mediante paros, movilizaciones, tomas de local y amenazas de revocatoria, que empezaron en agosto y finalmente obligaron al Presidente Regional a pronunciarse contra Conga y el Gobierno recién en noviembre. Aparentemente, Santos era el líder, pero en realidad mantenía un difícil equilibrio, una frágil alianza anti Conga. (…) Esa centralización –expresada en su mejor momento en el CUL; Comando Unitario de Lucha – ya no existe. Los diversos líderes de la izquierda cajamarquina están buscando su propio espacio político, quieren a su vez disputarse la herencia electoral de Santos. Saavedra ya organizó su propia lista (Luchemos por Cajamarca ) y Arana, que apoya nominalmente a Santos, quiere ser candidato a Presidente Regional y está embarcado en una silenciosa lucha interna, orientada ya no tanto a ganar el Gobierno Regional, sino a restarle oportunidades a Patria Roja en las elecciones del 2016. La unificación del movimiento de izquierda, indispensable para victimizar electoralmente a Santos, ya no existe.” (Ver en Lampadia: La victimización de Santos y LA MOVILIZACIÓN DE AYER).

Arana no se presenta (estaría jugando por una candidatura nacional). Así, el panorama electoral parece alentar un enfrentamiento entre dos candidatos fujimoristas: Absalón Vásquez (Cajamarca Siempre Verde) y Osías Ramírez (Fuerza Popular). Vásquez, más ligado a Alberto Fujimori y con mayor arraigo personal en Cajamarca, tendría mayor aceptación en el campo, dónde la gente lo recuerda por programas como el PRONAMACH. Por su lado Osías, hermano del congresista Ramírez y vinculado a la Universidad Alas Peruanas, habría desarrollado una millonaria campaña.  

No todos los candidatos tendrían una oposición abierta a la inversión privada y dado el nivel de postración en el que ha caído una de las regiones más ricas del país, se espera que el nuevo presidente regional recupere el tiempo perdido. (Ver en Lampadia: El impacto macroeconómico de la minería). El Perú está a punto de perder una de sus mejores posibilidades de desarrollo y bienestar general.Si los ciudadanos entendemos que nuestra parálisis actual no viene de afuera, sino del manejo político interno, seguramente elegiremos mejores candidatos. Lampadia