Por: Fernando Rospigliosi
Expreso, 8 de marzo de 2021
La revelación que hizo Beto Ortiz el viernes pasado en Willax TV ha desnudado la negligencia punible de los gobiernos de Martín Vizcarra y Francisco Sagasti, y lo que podría ser un monstruoso caso de corrupción. El segundo informe de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH) sobre el ensayo con las vacunas chinas, muestra que una tiene una eficacia de 11.5% y la otra de 33.5%.
Eso significa que solamente con esos pobrísimos resultados, el Gobierno de Francisco Sagasti autorizó la importación y compra de un millón de esas vacunas y, según dijeron, la adquisición de decenas de millones más.
Ahora dicen que ese segundo informe no es definitivo y que solo con el tercero, que se tendrá dentro de varias semanas, se sabrá cuál es realmente la eficacia de las vacunas chinas. Están reconociendo entonces, que prefirieron comprar una vacuna que, hasta donde conocía el Gobierno, tenía un resultado misérrimo, a otras que comprobadamente eran más eficaces, porque tenían autorizaciones de organismos internacionales reconocidos, y probablemente más baratas.
¿Por qué funcionarios públicos comprarían un producto cuya eficacia es exigua o dudosa, y más cara que otras demostradamente eficaces y más baratas? Esa es la pregunta fundamental en este caso. La respuesta no es difícil de encontrar.
La brutal campaña de mentiras, amenazas y ataques que están recibiendo Beto Ortiz, Willax TV y el doctor Ernesto Bustamante, que en el referido programa analizó y explicó en términos didácticos el resultado del informe de la UPCH, demuestran claramente que el misil ha dado en la línea de flotación a la coalición que gobernó con Vizcarra y sigue en el poder con Sagasti.
Los estúpidos argumentos que usaron al principio –y que algunos siguen repitiendo ahora- fueron desbaratados por la misma representante de la UPCH, que admitió que el informe existe y que las cifras que mostraron Beto Ortiz y Ernesto Bustamante son ciertas.
Ahora se aferran a la posibilidad que las cosas cambien en el tercer reporte. Puede ser, pero ahora lo que muestran los datos son 11.5% y 33.5% de eficacia, y con esa información es que prefirieron la vacuna china a las otras demostradamente eficaces.
La denuncia penal contra los denunciantes, promovida explícitamente desde el Gobierno Morado, no tiene posibilidad de prosperar, según ha explicado el abogado Carlos Caro. Es parte de la campaña de difamación contra ellos, para hacer creer a la población que han mentido y que por tanto merecen una sanción judicial.
Es similar a lo que hicieron fiscales politizados y prevaricadores encarcelando a Keiko Fujimori –y pretendiendo hacerlo con Alan García- sin siquiera tener una acusación. El efecto político puede ser devastador, aunque al final no puedan probar nada.
Por supuesto, ni Ortiz, ni Bustamante, ni nadie sensato, se opone a la vacunación. Al contrario. Pero una cosa es con vacunas poco eficaces y otra cosa es con vacunas probadamente eficaces. Ese es el punto.