Carlos E. Gálvez Pinillos
Expresidente de la SNMPE
Para Lampadia
La ciudadanía del Perú no alcanza a salir de su asombro ante las reiteradas mentiras del gobierno. Ya no se trata sólo del reporte de infectados del MINSA y su permanente “desfase”, respecto a los informes cotidianos de las Direcciones Regionales de Salud, ni del control de fallecidos por COVID-19 que, vergonzosamente, no merecen el crédito, ni el respeto de las organizaciones internacionales, por ser abiertamente discrepantes con la realidad y que, no nos quedará más que rectificar.
El caso de la falta de oxígeno a nivel nacional es emblemático. Ante la notoria incapacidad del gobierno y sus funcionarios para solucionar el problema, las empresas privadas ofrecieron sus plantas de oxígeno en donación y otras donaron el suministro de oxígeno durante toda la pandemia. Southern Perú ofreció al Sr. Zevallos (entonces PCM) la donación inmediata del suministro de 20,000 litros semanales de oxígeno de muy alta calidad (al 98.5%) desde el 22 de mayo, no obstante, y a pesar de la emergencia sanitaria, no actuaron con la diligencia debida y transcurrieron más de dos meses sin dar curso a la aceptación y ejecución de la donación. Este es un caso de lenidad y delito flagrantes que, involucran al presidente del Consejo de Ministros, al Ministro de Salud y al Gobernador Regional de Arequipa.
Ya es historia conocida que el PCM derivó al CENARES, el ofrecimiento de tal donación y se pasearon de “Herodes a Pilatos” sin resolver. Recién después de dos meses, el Sr. Cateriano aceptó la donación. Lo grave es que, durante esos dos meses, han fallecido más de 1,000 ciudadanos en Arequipa por falta de oxígeno, por la increíble indolencia de las autoridades mencionadas. Pero ahora nos enteramos de la complicidad del Sr. Vizcarra, quien ha salido a la TV a “explicarnos” que no se recibió oportunamente la donación, por el alto nivel de humedad que contenía ese oxígeno. ¡Me indigna que nos mientan con tamaño descaro y nos traten como a ignorantes! Sí, sin justificarse exigían oxígeno al 99%, cuando la norma internacional acepta 93% (ahora después de dos meses y muchos muertos se adecuó “la norma”) y este oxígeno donado era al 98.5%, pero al señor Vizcarra, su aritmética de ingeniero no le da para entender que, siendo falsa su afirmación encubridora, en el peor de los casos, máximo tendría 0.5% de humedad de exceso y el oxígeno se suministra previo paso por agua destilada para aumentar su nivel de humedad… En este caso, el Sr. Zevallos ha contestado que; así son de lentos los procesos y que él no es responsable de las demoras incurridas para la aceptación de tal donación. ¿Para qué lo designaron Primer Ministro, si no era siquiera capaz de ocuparse de aceptar diligentemente la donación ofrecida, ante la imprevisión del gobierno y ocuparse de su pronta llegada a destino?
Casos como este se vienen replicando en Huánuco, Cajamarca y Puno entre otros.
Por eso hemos venido insistiendo en la necesidad de que se centralice la gestión de la salud y las compras del Estado, evitando así la corrupción. Ya el Congreso de la República que tanto critica el Sr. Vizcarra, remitió al ejecutivo en el mes de mayo, la autógrafa de la ley para autorizaba al gobierno central, tomar el control, gestión y el manejo presupuestal de la salud, en los gobiernos regionales que considere conveniente. En esas circunstancias, el ejecutivo prefirió ponerse de perfil, no asumir sus responsabilidades e insistió en seguir distribuyendo dinero a los gobiernos regionales y municipales, dejando la responsabilidad de la gestión y las compras para combatir el COVID-19 en esos niveles de gobierno. De más está decir que a Vizcarra le ha venido funcionando el juego de no asumir las responsabilidades, lo que le ha permitido culpar a todos y él salir indemne.
Tragicómico resulta que, ahora, el Sr. Vizcarra explique que la información de contaminados dada por las regiones no es confiable, “pues no se debe considerar las pruebas hechas por ellas, porque las regiones han comprado material médico y pruebas serológicas que no necesariamente pasan las certificaciones de calidad del gobierno central”. Si esto es así, ¿por qué estimuló esas compras? ¿estuvo el Sr. Vizcarra promoviendo la corrupción sin control?
Con lo dicho, ya nada debe sorprender, pero lo visto el domingo 19 de julio, fue surrealista. Una autoridad como el presidente de la República, no puede llegar en medio de una crisis a inspeccionar un hospital público y salir corriendo sin control. No apreció la situación, las condiciones en que se encontraban los pacientes y personal de salud, ni las razones por las que se sentían abandonados a su suerte. Si se trataba de la incapacidad del gobierno regional para gestionar, debió quedarse en Arequipa, convocar a las autoridades competentes y resolver el desastre que ahí había y, con sus ministros, tomar el control e impartir las directivas, además de denunciar al Gobernador Regional por los malos manejos.
¿Cómo es posible que en el almacén general de medicamentos e insumos de la Gerencia Regional de Salud de Arequipa se haya “descubierto” 43 toneladas de equipos, material médico, equipo de protección personal (EPPs) para el personal de salud, donados por las empresas en solidaridad con el pueblo arequipeño y recién se den cuenta? ¿Cómo es posible que, por razones ideológicas, desinterés o corrupción manifiesta, no se haya recibido oportunamente el oxígeno donado?
El nivel de irrespeto que ha demostrado por los ciudadanos del Perú el Sr. Vizcarra es inaceptable y está claro que no tiene autoridad moral para hablar de lucha contra la corrupción. En nombre de esos miles de muertos anónimos, cuyos deudos se concentran en la imagen de la Sra. Celia Capira, no aceptamos que se sigan burlando de nuestra inteligencia y, por lo tanto, exigimos a la Fiscalía de la Nación inicie las acusaciones correspondientes por los delitos de lesa humanidad que han cometido los involucrados en este caso. Por otro lado, queda claro que el Sr. Vizcarra, no sólo ha resultado absolutamente incapaz de gestionar el país, sino que es el promotor de una corrupción masiva, vergonzante y que ha generado muertes por acción u omisión dolosa.
¡En el holocausto sacrificaron al pueblo judío en la cámara de gas, en Arequipa y varias regiones del Perú, vienen sacrificando al pueblo peruano negándole el oxígeno! Lampadia