En la última encuesta de Ipsos publicada por El Comercio revela, casi como un pie de página, al nuevo Perú. Al preguntar: “Tras la sentencia dada por la Corte de la Haya, ¿cuál cree que debería ser el tema prioritario para el actual gobierno?” El 26% de la población indica, “mejorar la calidad de la educación; 22%, mejorar la seguridad ciudadana, 20%, fomentar el crecimiento económico, 16%, combatir la corrupción, y 7%, mejorar el sistema de salud.
Estos datos demuestran que la agenda de los peruanos ha cambiado significativamente. Tan solo unos años atrás, los temas prioritarios eran: empleo, sueldos, aumento de precios y pobreza. Asuntos básicos para la subsistencia. Hoy en cambio, lo que preocupa son mejoras en los servicios sociales: educación, seguridad, salud. Y, claro seguir fomentando el crecimiento económico y evitar la corrupción.
Esta es una nueva constatación de que la clase media y sus demandas (educación de calidad, salud, seguridad), son mayoritarias. Tales exigencias no pueden ser consideradas como de una nación en la que la mayoría de la población se halla en una situación vulnerable o de pobreza. Por el contrario, estamos viendo el nuevo rostro del Perú: Un país emergente y sin complejos, de ingresos medios, con una nueva y mayoritaria clase media aspirante que reclama la intervención del Estado solo en los temas de su competencia: educación, seguridad y salud.
Este es otro síntoma que demuestra las bondades del modelo económico. La gente empieza a preocuparse por mejores servicios. Una señal de que vamos por la senda correcta. Esto no significa que hemos llegado a la meta, aún nos falta mucho camino por recorrer. Lampadia