Con la entrada en vigor del acuerdo comercial con la UE, a partir de febrero del próximo año, el 95% de nuestro comercio exterior estará respaldado por acuerdos comerciales que permitirán que los peruanos vendamos nuestros productos a los consumidores de los países más ricos del mundo. Los productores peruanos tendrán ahora un mercado de 2.500 millones de clientes en el planeta.
Por primera vez en su historia, el Perú estará plenamente integrado al mundo. Antes nos alejaba la geografía, luego las malas políticas públicas. Ahora hemos superado esos problemas y tenemos en los acuerdos comerciales la herramienta fundamental de integración, pero, sobre todo, un instrumento para capitalizar a los productores pobres en su relación con los mercados más ricos.
Nuestros productos ingresan hoy libres o casi libres de aranceles a los mercados de Estados Unidos, China, Unión Europea, Japón, Corea del Sur, Canadá, Singapur, Tailandia, Chile, México, Panamá, y con los países de la Asociación Europea de Libre Comercio (Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein). Faltaría sellar acuerdos comerciales con la India, Rusia y Australia y otros para completar nuestra vinculación global.
No olvidemos que cuando se puso en debate el primer TLC – con Estados Unidos, en 2004 -, el establishment político hizo una fuerte oposición, no obstante que el 75% de los ciudadanos aprobaba dicho acuerdo. A la fecha hemos superado tremendos obstáculos en este proceso tan importante.
Hoy ya no quedan dudas, hay un consenso nacional en favor de la integración comercial, las cifras hablan por sí solas: en 1990, cuando los aranceles peruanos eran del orden del 66%, sin mencionar las prohibiciones de importaciones, nuestras exportaciones eran US$3,200 millones. Hoy que los aranceles están en un promedio efectivo de 1.5%, nuestras exportaciones totales superan los US$ 45,000 millones. Solo las no tradicionales triplican las exportaciones totales de 1990 y hoy superan los diez mil millones de dólares después de haber crecido 222% en la última década.
En 1990 el comercio exterior representaba el 20.8% del PBI. Hoy representa más del 47% del PBI, importante crecimiento, pero lejos aún de los niveles de integración de los países más desarrollados.
Los éxitos de nuestra economía no se podrían entender sin la apertura comercial. Ahora necesitamos avanzar hacia los beneficios de la inversión directa que los acuerdos comerciales permiten, al generar oportunidades para establecer plataformas industriales – exportadoras desde el Perú hacia la región y el mundo.
La oposición al primer TLC argumentaba, entre otras maldiciones, una supuesta amenaza de desindustrialización del país. Sin embargo es necesario recordar que, en 1990, con una economía protegida, el sector manufacturero contribuía con unos US$3,000 millones al PBI, hoy aporta US$ 30 mil millones, representando 16.5% del PBI, y siendo ahora una industria más integrada al resto de la economía peruana, exportadora y competitiva a nivel global.
TLC con Europa
El Acuerdo Comercial con Europa permitirá que el 18% de nuestras exportaciones a ese continente estén respaldadas por dicho tratado. Los productores peruanos tendrán un mercado de 500 millones de consumidores con un PBI per cápita de US$ 34 mil dólares, en el que podremos colocar libres de aranceles el 100% de nuestras manufacturas y el 90% de nuestros productos agropecuarios.
La negociación del Acuerdo Comercial comenzó en bloque con los cuatro países de la Comunidad Andina (CAN), luego se retiraron Ecuador y Bolivia por razones políticas e ideológicas. El Perú y Colombia, tras arduas negociaciones, lograron abrir la puerta para negociar un tratado solo para los dos países. La consecución del Acuerdo con la Unión Europea es un gran éxito de la política comercial peruana que merece ser debidamente aquilatada y resaltada.
“El 95% de nuestros comercio exterior está respaldado por acuerdos comerciales”
“Con una economía cerrada exportábamos US$ 3,200 millones; con una economía abierta más de US$ 45,000 millones”