Con la guardia vieja del PPC
Luis Bedoya Reyes, cumple hoy 100 años. Nuestro querido “Tucán”, gran ejemplo de compromiso cívico ha sabido eximirse de los males de nuestra clase dirigente: la indolencia y la búsqueda del beneficio individual.
Bedoya Reyes, chalaco, supo transitar por la política manteniendo sus líneas doctrinarias. Supo hacer gestos de generosidad que lo enaltecen. Supo estar presente en la vida nacional y decir siempre lo que pensaba.
Si bien su partido, el PPC no pudo llegar al poder, tuvo aportes muy importantes, como su paso por la Constituyente de 1978, y notablemente como aglutinador de los mejores políticos de los últimos 50 años, así como semillero de varias generaciones de políticos.
Dice Bedoya, hombre de acción: “El ensueño y la esperanza siempre me acompañaron. Integro la silenciosa legión de quienes creemos que nunca falta tiempo para ser optimista; por eso pretendo, si tengo vida, ahondar apuntes que me han servido de base en conferencias que he dictado”.
Principales hitos de esta ejemplar vida:
- Apodado Tucán por Sofocleto
- Abogado
- Ministro de Justicia
- Alcalde de Lima
- Constituyente
- Presidente y Fundador del Partido Popular Cristiano
- Dos veces candidato a la Presidencia de la República
- Construyó la Vía Expresa del Paseo de la República, el «Zanjón de Bedoya»
- Formó el FREDEMO con Acción Popular y el Movimiento Libertad, que postuló a Mario Vargas Llosa en 1990
- Miembro de número de la Academia Peruana de Derecho, Doctor Honoris Causa de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y miembro del Consejo Consultivo de la Facultad de Derecho de la Universidad de Lima
- Condecorado con la Orden El Sol del Perú en el Grado de Gran Cruz con Brillantes
- Medalla de Honor del Congreso de la República
“Al llegar al término de mi autobiografía, [dice Bedoya] recuerdo del pasado, prueba de memoria, me pregunto ¿cuál ha sido mi vocación y cuál mi dedicación? Mi vocación, el Derecho; mi afición, la Historia; mi deber y responsabilidad, la Familia; mi encargo, la Política”.
En Lampadia somos muy críticos de nuestras clases dirigentes; de su lejanía con la cosa pública; de su irresponsabilidad para con el porvenir de sus propios hijos y nietos; y de su goce temporal, a espaldas del futuro. Luis Bedoya Reyes es una manifiesta contradicción de todo ello, un ejemplo de hombría de bien y de esperanza.
¡Parabienes Don Luis! Lampadia