Fernando Cillóniz B.
CILLONIZ.PE
Ica, 8 de enero de 2021
Para Lampadia
El aplauso grande que pido para la PNP es para reivindicarla de la humillación que sufrió últimamente – no sólo por las más altas autoridades del Gobierno… llámense Martín Vizcarra, Francisco Sagasti, Rubén Vargas, entre otros – sino por la brutal falta de respeto de algunos ciudadanos – mejor dicho, vándalos – que insultaron vilmente a los policías, y – hasta – les lanzaron pintura y todo tipo de proyectiles como piedras, bombardas, contenedores de basura en llamas, bombas Molotov, y todo lo demás, durante las marchas de protesta que tuvieron lugar en Lima, Ica. Trujillo, y otras regiones del país.
También pido un aplauso grande para la PNP por haber repuesto el orden público y la seguridad ciudadana en toda la región Ica, tal como lo hizo durante mi gestión como Gobernador Regional durante el período 2015 – 2018.
Ciertamente, nadie pide un aplauso por los policías corruptos y abusivos infiltrados en la institución – tal como sucede en todas las instituciones del Estado y de la Sociedad Civil – para quienes pido el más severo castigo. Pero como alguien dijo alguna vez; las instituciones no son corruptas. Corruptas son las personas… algunas personas.
Volviendo entonces al tema institucional – efectivamente – la PNP tuvo varias intervenciones extraordinarias durante mi gestión pública en Ica. La más espectacular fue aquella en la que desarticuló a una inmensa banda criminal – Los Intocables de Ica – que se dedicaba a la comercialización de drogas en la provincia. ¡Impecable!
Adicionalmente, efectuó dos desalojos de gran trascendencia. Uno en el terreno denominado Golda Meier de propiedad del Gobierno Regional, y otro a lo largo de la ribera del río Ica donde – de acuerdo a ley – nadie podía asentarse… por ser zona de riesgo no mitigable.
Ambas invasiones fueron promovidas por traficantes de tierras… evidentemente articulados con funcionarios municipales corruptos. El hecho es que los dos desalojos fueron exitosísimos. Muchas personas fueron desalojadas, unos cuantos, detenidos, y ningún herido.
Por otro lado – gracias a la decidida intervención de la PNP – se acabó el caos de los areneros en Huacachina. Ahora los vehículos operan – fuera del ámbito del oasis – en condiciones mucho más seguras y formales que en el pasado. El hecho es que – hoy – Huacachina luce preciosa y tranquila… como en los buenos tiempos.
¡Qué hermoso es ver a niños y jóvenes – subiendo y bajando las dunas – sin preocuparse por el cruce con un arenero loco! Y ¡qué placentero resulta leer un libro en la terraza de la Biblioteca Abraham Valdelomar y escuchar música… en vez de atronadores escapes libres!
Desde el inicio de mi gestión – en enero de 2015 – puedo dar fe de incontables ocasiones donde la PNP fue determinante para que el Gobierno Regional lleve a cabo sus proyectos y actividades… con total normalidad.
¡Cómo no reconocer la seguridad brindada al contratista que construyó las galerías filtrantes en Los Molinos, y que – ahora – captan agua limpia para 175 mil iqueños! ¡Qué efectivo resultó el pare que les hicieron a los matones de Construcción Civil que pretendían chantajear a los contratistas que construyeron el Desembarcadero Pesquero Artesanal de Marcona, el Estadio de Pisco… entre otras obras de infraestructura urbana!
Ica le debe mucho a la Policía Nacional del Perú. Y los iqueños… más. La PNP fue – y sigue siendo – nuestra gran aliada. Gracias a la PNP, no tuvimos ningún bloqueo de carreteras durante mi gestión. Las huelgas magisteriales y de salud – tan frecuentes y vandálicas en el pasado – se llevaron a cabo de acuerdo a ley. Incluso… pasaron inadvertidas. En Ica – en esos años – no hubo turbulencia social.
Habiendo vivido en carne propia la gran labor de la PNP en Ica, quería dar cuenta de la estrecha – y fructífera – relación que tuve con ella, para todo lo relacionado con el orden público. El Comité Regional de Seguridad Ciudadana (CORESEC) fue un ejemplo de puntualidad y eficiencia. Sesionamos – religiosamente – cada 30 días. Nunca faltó quorum. Siempre asistieron las máximas autoridades de la PNP y demás instituciones.
Por todo ello – y mucho más – quería expresar mi gratitud, aprecio… y orgullo por nuestra Policía Nacional del Perú. Y pedir un aplauso grande para ella.